Ya no puede ser peor, ¿o sí?
Saga se llevó las manos al cabello, exasperado, logrando sólo llenarse la cabeza de salsa marinara. ¡Con un carajo! ¿Quien demonios había inventado esas estúpidas licuadoras que no funcionaban bien si no se les tapa! Que brillante idea…
Se miró la ropa, molesto. Estaba estropeada, y había puesto especial cuidado en elegirla, quería que Mu lo viera muy guapo y ahora… ¡Con mil diablos!
Aun estaba quejándose consigo mismo cuando un olor molesto le llegó.
-¡El estofado!
Gruñó contra sí mismo, sacando un montón de verduras chamuscadas del horno. Con la prisa, lo había hecho con las manos, y terminó botándolo todo de tan caliente que estaba.
Respiró agitadamente. Aun quedaba la pasta, podría preparar salsa de nuevo porque la pasta estaba allí. Tomó la olla con cuidado, poniéndola en la mesa, sin que se inclinara ni un poco siquiera. Luego con un tenedor picó la superficie para probarla, bueno intentó picarla. La pasta estaba tan dura que el tenedor no penetró.
Furioso arrojó la olla contra la pared, soltando un grito. Buscando calmar sus ansias tomó una botella de vino de la mesa y se engulló un buen trago. Luego otro.
Pero en cuanto cayó en la cuenta escupió un buen trago sobre la mesa, arruinando el mantel. De verdad que era estúpido, ese vino… se suponía que lo usaría en la cena de esa noche.
Se sentó sobre el piso, mirando la cocina hecha un desastre y ni siquiera era su cocina! Era la de Mu, había querido sorprenderlo con una cena romántica. Y claro que estaría sorprendido, pero con el desastre que había armado en su casa. Es demasiado, pensó para sí mientras se deshacía de sus planes para esa noche. Ya nada podía salir peor.
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Horas después, Saga y Mu estaban cenando en un fino restorán en las afueras del Santuario. Ambos vestidos con trajes nuevos. Tomando vino blando, mientras se miraban de manera tierna y unían sus manos por debajo de la mesa. Mu tomó un poco de lasaña para llevarla a la boca de su acompañante y a él casi se le cae de la boca cuando su amado le soltó la mano para acariciarle el muslo.
Que qué fue lo que pasó? Simplemente Saga dejó de tratar de hacer lo que no sabía y se dedicó a lo que sabía no podía fallar.
Le pagó a Kanon para limpiar el primer templo, mientras él se iba al suyo a ponerse algo limpio y luego fue a buscar a Mu, antes de que entrara siquiera al Santuario, lo llevó a comprar un traje, se tuvo que comprar uno también, pues el único que tenía estaba atrofiado. Y después con toda la galantería y seducción que poseía lo llevo a un paseo por las hermosas calles de Atenas para terminar en un lugar fino, con personas que verdaderamente sabían cocinar.
Había reservado una habitación allí cerca y si todo seguía saliendo bien, cuando volvieran al santuario el templo de Aries estaría en buenas condiciones.
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Espero que les haya gustado ^^