<!-- /* Font Definitions */ @font-face {font-family:Wingdings; panose-1:5 0 0 0 0 0 0 0 0 0; mso-font-charset:2; mso-generic-font-family:auto; mso-font-pitch:variable; mso-font-signature:0 268435456 0 0 -2147483648 0;} /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:595.3pt 841.9pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} /* List Definitions */ @list l0 {mso-list-id:1226457074; mso-list-type:hybrid; mso-list-template-ids:1977798836 1831105812 67764227 67764229 67764225 67764227 67764229 67764225 67764227 67764229;} @list l0:level1 {mso-level-start-at:0; mso-level-number-format:bullet; mso-level-text:-; mso-level-tab-stop:36.0pt; mso-level-number-position:left; text-indent:-18.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} ol {margin-bottom:0cm;} ul {margin-bottom:0cm;} -->
Tras bambalias
By SakuraChan
Capítulo 2: El gran cuerno.
Después de recibir por quizás que vez, el Big Horn de Aldebarán, Seiya se hallaba inconciente.
- ¡Corten! Despierten a Seiya, por favor- dijo la gerenta de producción.
- Oye Athena, ¿Podrías darle un descanso? Es que lo veo mal- dijo Ikki con enfado.
- Bueno, tienes razón, mañana continuaremos…- la diosa se alejó, a cambiarse y a cuidar el Santuario.
- Seiya, despierta.
- Mamá, me están pegando- dijo Seiya, mientras su cabeza parecía no querer volver a la tierra.
- Lo perdimos, Shaka rézale para que encuentre el camino a Dios- dijo Aioria como si nada.
- Soy Buda, no un sacerdote…y este no está muerto.
- De eso me encargo yo- dijo DM aproximándose al inconciente pegaso.
- Hey, hey, déjenlo en paz.- Ikki se lo llevó en brazos hasta su casa.
- ¿Y ahora que hacemos?- preguntó SHun.
- Yo, tengo que revisar si Mu tiene alguna herida- dijo Shaka con seriedad.
- ¿Herida? Pero si no pelee- dijo el aludido, segundos antes de que el caballero de la virgen lo cargara en brazos hasta el templo de la Virgen.
- ¿Quién dijo que él era el más santo?-preguntó con ironía el escorpión.
- Al menos, más santo que tú..¡Quítame la mano del pantalón!- reclamó Camus, sacándole la mano de su trasero.
Lo anterior no significaba que a Camus no le gustara lo que Milo le hacia, solo que prefería que lo hiciera en la intimidad del hogar, para poder continuar. Como el caballero de Acuario decía, Milo era un calienta agua.
El resto de los caballeros se fueron cada uno a su templo. Con claras excepciones, como el caballero de Geminis, Saga, que frecuentaba el templo de Leo, o el caballero del doceavo templo vivía en el de Cáncer.
Al día siguiente, el guerrero de Aries no se presentó, su pareja, Virgo, aludió a un supuesto dolor estomacal, aunque Leo sabía que lo que tenía Mu era cansancio.
Comenzaron las escenas que ya iban un día atrasadas y Aldebarán nuevamente atacaba a Seiya, a lo que este respondió rompiéndole un cuerno.
Terminado el capítulo, una enfermera atendía las heridas del destrozado caballero. Aioros conversaba con Shura sobre un juego de play station que ambos jugaban.
- ¿Y pudiste derrotar a Sephiroth?
- No, me faltan más pociones o magia…yo creo que pondré a Sora en modo sabio, es más rápido.-
- A mi me gusta en modo valiente- dijo Aioros- pero para ese modo necesitas a Donald y Goofy, no?
Y así siguieron la conversación, mientras Aldebarán, se iba a elongar junto a Kanon, que siempre ayudaba al grande en sus ejercicios. Aioros miraba bien esta relación. Ya que Kanon necesita amistades, eso le hacía bien.
Por otro lado, Camus y Milo discutían, el escorpión exigía a su amante hacerlo en el coliseum, pero el aguador tenía vergüenza, exponía que no quería que nadie viese su cuerpo más que Milo.
Aprhodite jugaba ajedrez con su novio, pero este, lo besaba cada que le tocaba su turno, moviendo piezas, ganando todos los juegos.
- La próximo escojo yo el juego- dijo el pececito enfadado.
Mientras, en el templo del patriarca, Dohko desnudaba a Shion lentamente, subiendo su túnica sacerdotal. El patriarca solo gemía mientras mordía su dedo.
- ¡Shion! ¡Shion! ¿Dónde estás?- la voz de Atenea se dejó escuchar.
- ¡A-Atena-sama!- exclamó Shion sacando a libra bajo él y bajándose la túnica
La diosa entró al templo de Shion, sonriendo.
- Shion, ¿Llamaste a los que pondrán agua caliente en los templos? También quiero unos restauradores de antigüedades, no, no son para ustedes, son para los templos, pero que todo sea de la Fundación Kido, no quiero que…
Atena seguía hablando, y Shion y Dohko la miraban sin poder creérselo. Ella los interrumpía y no notaba la situación en la que estaban ambos caballeros.
Definitivamente, su diosa, era especial.