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MANSAKA por arcasdrea

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Notas del fanfic:

Los personajes de Slam Dunk no me pertenecen y, por lo mismo, es torturante tener que aclararlo cada vez que se sube un fics.

Notas del capitulo: Mansaka, es una abreviación de una frase  típica chilena... "mansa kagada"... que me parecio muy pertinente para este fic, además de hallarlo muy gracioso.

MANSAKA

 

Día uno (Ingreso a clases)

 


- No puedo creerlo – exclamó Mitsui en son de sorpresa, pero tambien en son de burla.

Como se habían encontrado a medio camino de la escuela con Ryota, acompañándose en lo que quedaba, éste miró hacia donde indicaba disimuladamente el tirador de tres puntos.

Rukawa de manos en los bolsillos y audifonos metidos en los oidos, estaba apoyado sobre la verja donde descansaba su bicicleta.

- A llegado temprano – señalo con sorpresa el  bajito.

- Debe ser por la “novedad” del día – sentenció Ayako apareciendo por detrás de los dos muchachos.

- ¿Hanamichi? ¡Que va!

Que Rukawa llegará temprano a la escuela para ver la llegada de Hanamichi después de meses de ausencia por su rehabilitación era tan descabellado para ambos chicos como que el Prefecto bailara tap en el próximo Festival Escolar.

Sin embargo, la astucia de Ayako no debería ser subestimada.

Ya bastante gente estaba acaparando los espacios en la entrada del colegio. Por lo que la bulla y la agitación era la normal para un lunes por la mañana después de todo un fin de semana sin verse. Comentarios y anécdotas de los distintos panoramas de cada quien durante el sabado y/o el domingo; bromas tipicas e infantiles entre amigos; parejas reencontrándose, otros pretendiendo hacerse notar por el chico o la chica que les gusta y las fanáticas de Rukawa admirándolo y alabándolo como siempre.

No obstante, todos por igual esperaban la llegada de Hanamichi.

Cada integrante del equipo de basquetball se había convertido en un disque héroe escolar después de la participación en el campeonanto nacional, y aunque no depertaban la misma exaltación que Rukawa, si tenían una fama considerable.

Y la lesión y consecuente rehabilitacion de Hanamichi le daba un plus mayor.

Una algarabía de risas y voces altas desde la entrada hizo que todos voltearan y centraran su atención allí.

La gundam caminaba en formación de una V invertida, en cuya punta iba el pelirrojo, con una sonrisa soberbia, pues disfrutaba de una buena broma de Takamiya, al igual que el resto de sus amigos.

No había cambiado mucho, sólo tenía el cabello más largo y sin peinar, lo cual no le quedaba mal o por lo menos así lo demostraba la mirada de todos fija en él. Muchas chicas aprobaron internamente el new look del pelirrojo.

- ¡Sakuragi! – Ayako fue la primera en correr a recibirlo.

El correspondió con igual efusividad el abrazo, contento de ver a quien consideraba como una hermana mayor.

- Ayako... – tomándola de la cintura daba vueltas con ella – te extrañé...

- Y yo a ti Tensai.

- ¡Ei! ¡Bájala! – exigió Ryota, echando humo por los celos.

- Ryochin, no te pongas celoso... solo estoy saludando a tu novia – le picó con el codo por el costado.

- Estás bien enterado – musitó Ayako sonrojada.

- Tengo mis fuentes – sonrió en complicidad con Yohei que hacia una v de victoria con los dedos.

- ¡Chismoso!

El abanico de Ayako emergió desde la dimensión desconocida para ser azotado sobre la cabeza del pelinegro. Todos rieron divertidos.

- Te hechamos de menos, Sakuragi – Mitsui le estrecho la mano efusivamente.

- Y yo a ustedes. Estos cuatro meses se me hicieron eternos.

- ¿Estás cien por ciento recuperado?

- Aun necesitaré unos dos meses de rehabilitación, así que no podrán contar con mi genio por ese tiempo.

- ¿Por qué?

- La lesión no es grave, pero si delicada. Si no me recuperó bien, podría resentirse y ahí si que me tendrían que decir adiós. Y aunque ya me dieron de alta de la clínica, deberé ir tres veces a la semana para sesiones con el fisioterapeuta.

-Entonces deberemos aguantarte fastidiando desde la banca por dos meses – dijo Ryota con fingida molestia.

- Mi espalda estará mala, pero mi bocota no – y rió con esa escándalosa carcajada que todos se dieron cuenta que extrañaban.

- ¡Hanamichi! – todos voltearon a ver a Haruko que de brazos abiertos se acercaba corriendo.

- Hola, Haruko – Hanamichi recibio el abrazo, pero no con la misma efusividad que demostró con Ayako. Y eso valió una gran interrogante en todos los presentes: ¿Ya no sentía nada por Haruko?

- Te heche de menos.

- Todos lo han hecho – respondió con una calma impropia en él cuando estaba delante de la castaña. Todos estaban sorprendidos, excepto la Gundam.

- Los entrenamientos no son lo mismo sin ti... – continuo diciendo la muchacha.

- Por supuesto. Soy el pilar del equipo.

- Do’aho – murmuró Rukawa que iba pasando cerca del grupo, en dirección hacia el edificio principal.

- Yo tambien te extrañé, zorro – respondió con sárcasmo, pero sin borrar la sonrisa amigable de su rostro.

Rukawa se detuvo escasos segundos para mirarle por el rabillo del ojo, antes de seguir con su camino.

- ¿Vienes en son de paz? – pregunto quisquillosamente Mitsui.

- Hay maneras más sutiles de pelear con él que saliéndome de mis casillas – su sonrisa se transformó de amigable a una pérfida.

- Parece que de paso por la clinica te repararón la inteligencia – se mofó Ryota ganándose una mirada asesina de parte del pelirrojo, aunque luego adoptó una actitud despreocupada.

- Al paso que iba, peleando siempre y por nada con el zorro, o me ganaba una Ulcera o moría por stress antes de los veinte.

Todos rieron por el comentario agudo del pelirrojo. Sin duda, había cambiado aunque no lo aparentara.

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

El día transcurrió con relativa calma, pues recién al almuerzo pudo acostumbrarse a ser la novedad del día.

Todos lo saludaron y se mostraron contestos de tenerle de vuelta. Aunque obviamente, habian algunos que aún le miraban como cuando tenía fama de ser el gamberro número uno del estado.

Hasta los profesores le demostraron lo contentos que estaban de tenerle en clases, pero estos estuvieron más contentos aun al constatar que el pelirrojo puso gran atención en cada una de las clases. Todos los docentes le felicitaron por ello.

Tocó el timbre final y el pelirrojo con la Gundam se dirigio a la salida con toda la turba de estudiantes ansiosos por irse.

El ya había hablado con el profesor Ansai, durante una hora libre, de su ausencia en el equipo por lo que le restaba de rehabilitación.

Pero al parecer éste no le había informado nada al equipo, pues Gori & Cia. lo intercepto a la salida.

- ¿A dónde vas? El gimnasio quedá del otro lado – le criticó Ayako de brazos cruzados.

- Tengo sesión hoy – justifico con toda la intension de seguir caminando.

- ¿A qué hora? – atacó Ryota adoptando el mismo gesto que su novia.

- A las seis.

- Excelente. Eso te da dos horas de favor para ir al entrenamiento. ¡Chicos! – a la orden imperante de Ayako cada quien lo tomó de algun lado y lo cargo contra toda protesta del pelirrojo hasta el gimnasio.

Cuando sus pies nuevamente estuvieron en tierra, o especificamente sobre la duela, su sorpresa fue mayúscula, al ver tendido en la pared frente a él, un gran lienzo que profesaba: "Bienvenido Sakuragi".

Serpentinas y challas volaron sobre su cabeza, junto a gritos de júbilo. Cuando recien Akagi le dio una apretado abrazo, fue que desperto de su estupor.

- Hana, cierra la boca, si no quieres tragarte una mosca – le bromeo Yohei, quien lo conducia hasta una mesa dispuesta a un costado de la duela con comida y bebidas.

- ¿Sabías de esto?

- Of course.

- Maldito

- A tu servicio, amigo mio.

- Chicos, muchas gracias, esto no me lo esperaba – habló abarcando con la mirada a todos los presentes. Rukawa tambien estaba ahí, había llegado hace poco, pero como era de esperar se mantuvo relegado en un rincón.

- Sólo queriamos demostrarte cuanto te extrañabamos – Ryota le palmeo sonoramente el hombro.

- Además de que es una buena excusa para no entrenar – acotó Mitsui arrancando las carcajadas de todos.

Le preguntaron de todo al respecto de su rehabilitación. Más de alguno arrugo la nariz cuando contó los pormenores de la operación. Tambien él se puso al corriente de las novedades dentro del equipo, aunque estaba bien informado gracias a Haruko y Yohei.

- ¿Bebida, Sakuragi? – le ofrecio Haruko extendiéndole un vaso, justo cuando el pelirrojo constataba la hora con preocupación en su reloj de pulsera.

- Espera, Haruko, antes debo hacer una llamada – señaló, extrayendo un celular delgado y plateado desde un bolsillo de su pantalón. Marcó por discado rápido y se alejo unos pasos del barullo para poder hablar.

- Mochi, mochi. ¿Taiyo?... ¡Hola! Oye, llegaré tarde... – alejó el celular de su oreja, al parecer el tal “Taiyo” le había reclamado – ¡¿Me puedes dejar explicarte?!... Así está mejor.... En fin, como te decía, antes de que te alteraras, llegaré tarde PORQUE mis compañeros de equipos me raptaron para darme una fiesta sorpresa de bienvenida – calló unos segundos, seguramente para escuchar lo que al otro lado le decian – sí, si iré... Por supuesto que lo sé.... Puedes dejar de dar la lata – suspiro con fastidio – solo es una fiesta de mis compañeros, llegaré a tiempo, promesa de boy scout... ¡No vengas por mi! – exclamó con preocupación – ¡Por que no es necesario! ¡NO porque te este ocultando algo! ¡Paranoico!

A estas alturas de la conversación, ya tenía toda la atención del equipo concentrada en él. Hasta el profesor Ansai le miraba curioso. Incluso la del zorro que miraba disimuladamente para que no se notará su interes.

- Está bien, ven a buscarme – concedió derrotado, al parecer el argumento de “Taiyo” había sido más fuerte – ¿Ahora?... ¿Estás afuera? – medio segundo después que exclamara, bocinazos lejanos de un auto llegaron hasta el gimnasio – ¡Eres un cretino!... ¡No te rias, imbécil! ¡Me engañaste!... ya, ya... deja despedirme y estaré allá – y sin mas cortó la comunicación.

Todos le miraban interrogantes, pero haciendose el desentendido simplemente, señalo: - Chicos, debo irme, se me paso el tiempo y llegaré atrasado a la sesión. Además, me estan esperando.

- Nos dimos cuenta – dijo con burla Mitsui, refiriéndose a la pintoresca llamada telefónica.

- Lo siento, Taiyo a veces es muy molesto.

- ¿Y quién es ese Taiyo? – picó curiosa Ayako.
Insistentes bocinazos se hicieron escuchar y Hanamichi rodó los ojos. Ese tal Taiyo era muy testarudo.

- Lo siento chicos. Gracias por la fiesta. Me la pase bien. Adiós a todos. Nos vemos mañana – fue lo ultimo que alcanzaron a escuchar antes de que desapareciera rápido por la puerta.

Todos se miraron interrogantes y perplejos, hasta que Yohei dio cuenta de que por el apuro, Hanamichi olvido su bolso.

- Espera, Yohei... ¿Quién es ese tal Taiyo? – pregunto Ayako que no quedaría con las ganas de saber a quien llamó al pelirrojo.

- Pues... es sólo el novio de Hana – y desapareció rápido seguido de la Gundam, dejando atrás a todo el equipo desmayado de la impresión.

Fin del Día Uno. 

Notas finales:

Cuando a una de mis betas le mostré el fic para que lo leyerá, fue adivinando la trama. Eso me preocupo, por que lo que menos quiero para mis escritos es que estos sean predecibles. Por lo mismo, casi no lo subo.

Ella insistio en que lo subiera, apelando a que iba adivinando porque ambas pensamos igual. ¬¬ Gran consuelo...

Y después de meditarlo mucho, saqué por conclusión que ME VALE MADRE que este fic sea predecible, si después de todo me divertiré de lo lindo escribiendo. 

MUAJAJAJAJAJA MUAJAJAJAJAJAJA

 

 


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