You turn it on
Then you're gone
Yeah you drive me
Crazy…
No podía dormir, no con el aliento caliente de Sai goleando en su rostro y sus brazos apretujándolo como si la profundidad de su sueño y la tranquilidad con la que dormía dependieran de ello.
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Gaara se impresionó cuando Sai le propuso dormir juntos pues era claro que el par de pelinegros mostraban una fijación sexual que alarmaría a cualquiera.
Así que primero se negó con exaltación y el ceño fruncido para luego suavizar el tono al sentir como la negación no había sido bien recibida por su interlocutor.
-¿Por qué no?- le interrogó Sai luciendo peligrosamente serio
-...- a pesar de tener una respuesta sus labios se negaron a moverse, ciertamente era alguien valiente pero no inconsciente.
Sai se incorporó y como horas antes lo había hecho lo acorraló esta vez contra el respaldo de la cama.
-No hagas eso- se quejó al verse apresado
-Naruto ¿te acuerdas- Sai susurró cerca de su oído y la piel en su nuca se erizó –Cuando vivíamos juntos solos tú y yo?-
No lo recordaba… ni siquiera lo sabía
-Sabes que dormir contigo me tranquiliza, me hace olvidar- lo rodeó con los brazo y el pelirrojo sintió tensarse por el contacto –por favor-
-...-
-Naruto- a pesar de que Sai lo apretaba y acorralaba de manera posesiva, la forma en que lo miraba y temblaba levemente era contradictoria –todas estas noches te he extrañado tanto, por favor, solo… déjame tenerte – Sai alzó la mano hasta acariciar su mejilla y después retirar el rebelde mechón de pelo que cubría sus ojos verdes.
Gaara cerró instintivamente los ojos pues aquella ultima afirmación lo había aterrado; pero contradictorio a lo que pensó, Sai no fue por sus labios ni intentó tocarlo, si no que, depositó un casto beso en su frente y revolvió su cabello con la mano -No quiero volver a equivocarme- susurró tan leve que el pelirrojo apenas y entendió lo que decía.
Y entonces largos minutos pasaron; minutos en los que su cabeza se lleno de pensamientos inconexos y de la misma estupidez que lo había llevado a esa situación cuando se regreso en los lavabos.
– E… esta bien- tartamudeó el pelirrojo, no entendía por que ese tal Sai tenía la capacidad de confundirlo con tanta facilidad.
Sai sonrió y se alejó –Muy bien- dio un salto para bajar de la cama –iré a prepararme-
Gaara solo asintió preguntándose si aceptar había sido la mejor decisión.
Ahora pasaban las 3 de la mañana y seguía sin poder dormir.
Miró a Sai consiente de que si no lo dejaba de apretar sería imposible levantarse y buscar una manera de escapar menos discreta ahora que no era observado.
Frunció el seño frustrado, después de todo él siempre tenia insomnio.
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La intensa luz de la mañana volvió a despertarlo, no quería abrir los ojos y encontrarse una vez más con las paredes vacías de su habitación; pero la luz era muy intensa, demasiado para un cuarto sin ventanas y el movimiento sobre su cama... como un ¿forcejeo? seguido un golpe seco era algo inusual por no decir único en su vida.
-¡¿Qué haces?!- aquella voz... de pronto abrió los ojos como platos, estaba de espaldas a la escena pero acababa de recordar todo lo ocurrido el día anterior, estaba secuestrado.
Inconscientemente apretó las sabanas, no quería que lo notaran.
La caída seguida de un quejido -¿Por qué hiciste eso?- Sai se sobaba el trasero
Pero Sasuke no le contestó, simplemente siguió asiéndolo con fuerza del brazo y lo sacó a rastras de la habitación.
Gaara que seguía con los ojos cerrados solo escuchó más jaloneos y el azotón de la puerta al cerrarse.
Poco después los golpes y gritos de Sai por que lo dejara entrar desde el otro lado.
-¿Qué hacías durmiendo con él?- el tono de Sasuke sonaba algo amenazador y el pelirrojo solo se encogió entre las sabanas -Dime- le demandó y antes de que pudiera reaccionar ya lo tenia sobre él, encarándolo.
-…-
-¡Contéstame!-Era obvio que estaba enojado, sus ojos y la peligrosa forma en como se movía sobre él lo delataban.
Pero no dijo nada, solo se concentró en escuchar los golpes y patadas que Sai le daba a la puerta, si tenía suerte y la derrumbaba estaría salvado.
Sasuke estaba demasiado cerca, y él sentía el nerviosismo y miedo a partes iguales; apenas y sintió su aliento rozar sus labios cuando el calor de sus bocas juntándose lo tomó desprevenido.
El pelinegro presionaba sus labios contra los suyos primero de manera ruda, esperando alguna respuesta por parte de Gaara y al ver que lo único que obtenía era el manteo del pelirrojo por alejarlo se sintió aún más furioso.
Sin separar el contacto entre ambos aprisionó ambas manos del pelirrojo entre las suyas y para establecer el punto de dominación presionó levemente con la rodilla el costado herido del pelirrojo.
-ahh…- el gimoteó de Gaara apenas y se escucho, pues justo en el momento en el que abrió la boca Sasuke aprovecho para introducir su lengua, atacando hasta el punto de ahogarlo.
Gaara se jaloneo aun más fuerte, pero a cada movimiento Sasuke respondía con una presión aún mayor sobre su herida. Sus quejidos de dolor siguieron amortiguados por ese beso, que se le estaba haciendo interminable.
Eventualmente dejó de luchar y Sasuke aprovechó para recorrer su cuerpo con la mano que aún tenia libre.
Juguetear su pecaminosa mano resbalándola por su pecho y piernas; y dejar el beso para instalarse saboreando su cuello.
Gaara jadeo, no estaba acostumbrado a aquellas sensaciones entremezcladas. Jamás se había sentido humillado, controlado y levemente excitado todo al mismo tiempo.
Sasuke dejó las manos de Gaara al ver que se había rendido por completo y aprovecho para acariciar su rostro gentilmente, intentando así resarcir la rudeza con la que habían comenzado.
Gaara no se movió ni un ápice, nervioso y sin saber realmente que hacer con sus manos ahora libres.
Sintió su respiración acelerarse justo cuando el pelinegro comenzó un vaivén para restregarse contra su cuerpo. Cerró los ojos para concentrarse en la sensación física, pues aún y con todo lo que su mente predispuesta al masoquismo aceptaba, él era relativamente nuevo en eso.
Los golpeteos de Sai al otro lado de la puerta por fin cesaron y Sasuke sonrió satisfecho.
-Por fin se calló- susurró a su oído y como respuesta Gaara echó el cuello para atrás debido a las corrientes de electricidad tan placenteras que recorrieron su cuerpo.
Sasuke ya no lo soportó más, necesitaba poseer al chico frente a él, sin importar lo que hubiese pasado la ultima vez que lo hizo.
Con maestría se deshizo de la cinta en su piyama y desabrochó el único botón del pantalón que Gaara traía puesto.
Instintivamente el pelirrojo reaccionó llevando ambas manos al cierre conciente de lo que seguiría si no lo detenía.
-Espera- su voz se escucho extrañamente ronca y ahogada
Sasuke volvió a sonreír y esta vez sus miradas se cruzaron; Gaara* hipnotizado por sus ojos negros y esa sonrisa encantadora terminó por ceder, intentando no temblar en nerviosismo cada vez que sentía como el cierre se separaba diente por diente.
-Tranquilo- Susurró el pelinegro mientras intentaba colar su mano entre su ropa interior
Gaara solo giró el rostro apenado, con sus mejillas tan rojas como su cabello. Para Sasuke aquello era tan tentador y adorable que no se contuvo a volver a besarlo; tan suave y lento que ni siquiera notó como el pelinegro comenzaba a despojarse de su pantalón.
Cuando se separaron y Gaara advirtió la semi desnudez de su compañero poco le importo, por una extraña razón necesitaba el contacto y aquello lo delataba el brillo de deseo en sus ojos.
Sasuke se encargó de quitarle la playera a Gaara, con ansiedad la paso por sus hombros y cuando se iba a encargar de bajar por completo su pantalón no pudo evitar soltar aquello que estaba conteniendo desde el primer momento en que lo volvió a ver.
-Naruto- susurro casi en éxtasis –Te amo-
¨
Gaara abrió los ojos de par en par y antes de que el pelinegro pudiese reaccionar, lo lanzó fuera de la cama con una patada en el estomago tan potente como ninguna otra que hubiera dado.
Sin siquiera pensarlo él también saltó de la cama y acomodó su pantalón, a Sasuke comenzaba a quitárseles lo aturdido y el aire regresaba a su cuerpo - ¿Po..r que?- tomó una bocanada de aire y Gaara decidió que debía salir de ahí lo más rápido posible.
Sin pensar en nada más que desaparecer de la vista del otro, tomó su playera y abrió la puerta de la habitación encontrándose en el umbral a Sai, hincado y derrotado, apenas y se miraron cuando Gaara comenzó una carrera directo a la puerta de salida del departamento.
Cuando llegó la encontró cerrada y buscó con desesperación una llave. Estaba revisando los cajones cuando alguien lo tomó con brusquedad de la mano y, con una técnica casi policial, lo controló apretándolo contra el buró.
-¿A donde ibas?- la rabia en sus palabras y el aroma de su opresor lo paralizaron
-Uchiha- susurró adolorido -Suéltame- la respiración de ambos era agitada
-¡Déjalo!- Sai llegó a donde ellos estaban, aún no entendía por que habían salido corriendo, pero sabía que el culpable era Sasuke –Te digo que lo dejes-
Tras unos segundos en los que ambos se desafiaron con la mirada Sasuke comenzó a suavizar el agarre con el que sostenía a Gaara y cuando el pelirrojo por fin se vio libre se alejó instintivamente.
-No vuelvas a intentar escapar- amenazó el pelinegro antes de caminar mortalmente serio de vuelta a su habitación, ignorando a Sai cuando pasó a su lado.
Gaara se pegó contra la pared y resbalo por ella. ¿En que mierda estaba pensando?+
Sai se acercó con paso cauteloso y dejándose caer a un lado del pelirrojo pasó una mano tras él y lo abrazo. Gaara estaba tan confundido y se sentía tan estupido que solo se dejó hacer.
-TBC-