Ryuchi era dueño de una grandiosa empresa, y vivia como todo buen rico en una grandiosa y bonita mancion de color marfil, dentro de esta mansion era atendido por criados de todo tipo, pero el se sentia atraido por uno en especial Un chico con unos grandes y expressivos ojos de color amatista un pelo rosa muy brillante y bonito al igual que su fina y llamativa piel bronceada, tenia un caracter infantil y un tanto inocente iba vestido como una sirviente ya que en esa mansion todos vestian igual fueran chicos o chicas
Ryuichi era un joven apuesto de ojos azules como el mar y un pelo marron hermoso suave y brillante tenia la piel blanca y una cara con unos rasgos maduros pero aniñados a la vez verdaderamente hermoso no se puede negar su caracter tambien era un tanto aniñado pero todo el mundo sabía que fingia porque cuando había que poner orden a asuntos serios sus ojos se afilaban y su sonrisa se borraba, todo rastro de infantilidad desaparecía de esa hermosa cara
Un dia ya sin poder aguantar más la tentacion de tocar a ese hermoso angel de nombre Shuichi decidio que lo tenía que hacer suyo que lo tenia que tener entre sus brazos y sacarle un gran Te amo de esos rosados y carnosos labios, lo tenía que conseguir fuese como fuese... y sucedio...
Shuichi: Sa-sakuma-sama yo solo soy un criado por favor dejeme
Ryuichi: Venga Shu-chan se un buen sirviente y dejate hacer
Ryuchi bajo la falda de Shuichi y empezo a masajear su miembro mientras metia un dedo dentro de la entrada del pelirosa
Shuichi: Ah! Onegai... Urusai!!
Ryuichi: En serio quieres que pare Shu-chan tienes esto de aqui muy duro no quieres que te ayude?
Dos dedos se movian en su interior dilatando la estrecha y virgen entrada del chico de ojos violetas
Shuichi: Onegai... Mas rapido!!
Ryuichi: Así me gusta
Ryuichi acelero la marcha de su mano a la vez que metia un tercer dedo en la entrada del menor provocando en este una mezcla de dolor y placer que lo aturdían pero a la vez lo hacían sentir en el cielo.
Una vez dilatada la entrada Ryuchi pregunto por el estado del chico el cual asintio y de una sola estocada lo penetro, pero tan sediento estaba que no espero a que el chico se acostumbrase empezo a embestir lentamente teniendo en su mente la cordura de que era virgen pero la cordura cogio las maletas y se fue muy lejos al ver la cara del otro, y de esta forma largas profundas y rapidas estocadas eran recibidas por el pelirosa el cual aun siendo virgen jadeaba del placer, mientras unas lagrimas recorrian su cara juntandose con el hilo de saliba que desprendia uno de los costados del labio del pelirosa.
Las embestidas siguieron llegando a la vez que los dos chicos gemian desesperadamente y entre estocadas y estocadas, Se besaban apasionadamente, succionaban mordian lamian, y compartian saliva, luego Ryuichi puso al Chico a Cuatro para recibir más placer los dos, haciendo más profundas sus embestidas y de esta forma más sonoros sus gemidos, los testiculos de Ryuichi golpeaban contra el trasero de SHuichi haciendolo sentir más placer aún y con unas cuantas embestidas más los dos se corrieron Shuichi encima de la mesa y Ryuichi dentro del chico
Shuichi: Señor Ryuichi...
Ryuichi: Dime Shu...
Shuich: Lo amo
Ryuichi: Yo tambien Shu yo tambien