Sasuke se encontraba sentado en su cama, ya había despertado hacia un rato, sin embargo, seguía en su cama mirando a Sai dormir. No habían hablado nada de lo que había sucedido el día anterior, quería saber, pero prefería esperar a que Sai le contara. El chico de cabello lacio se revolvió en la cama, para después abrir los ojos con pesadez, al notar al Uchiha enfocó sus ojos en su rostro.
-Buen día-saludó con una cansada sonrisa.
Sin contestar el saludo Sasuke se inclinó besando los labios de Sai, quien correspondió al beso. Sasuke no sabía que pensar, Sai no le había dicho nada del rubio ni parecía haberle dicho nada sobre él al rubio, ¿acaso era por que no le importaba, o era él quien no le interesaba a Sai? ¿Con quien estaba jugando?
-¡Ay!-Sai se había alejado de Sasuke, llevando una mano a su rostro cubrió sus labios.
Sasuke se había enojado tanto que sin querer había mordido con bastante fuerza a Sai dejando una, no tan pequeña, herida en el labio del de piel más blanca, la cual había empezado a sangrar.
-Lo siento-se disculpó rápido.
-No es nada-Sai se levantó de la cama tomando un pañuelo del buró que se encontraba junto a la cama limpió su herida.
-No, si es algo-Sasuke quiso acercarse, pero el pelinegro lo evito alejándose sutilmente.
-Iré a desayunar, ¿vas?-aún vestido con su pijama abrió la puerta de la habitación para salir por ésta, al notar el rechazó el peliazul sólo asintió.
-¿Itachi-sensei no ha llegado?-pregunto mirando su plato con cereal.
-Él está bien, ya es un adulto, no le pasa nada si no llega-contesto Sasuke que se encontraba desayunando frente a Sai.
-Se que tiene derecho, es solo que quería pedirle permiso para salir, quería ver a…un amigo
“Al rubio”
-Tú no eres un prisionero aquí, puedes salir cuando quieras.
-Muchas gracias-Sai se puso de pie- iré a cambiarme.
-¿Quiere que te acompañe?-preguntó Sasuke cuando el pelinegro estaba por salir de la habitación.
-Preferiría que no…-Sai se había detenido en la puerta pero no se atrevió a voltear a verlo.
-Esta bien, nos vemos luego…
Cuando Sai salió Sasuke se levantó golpeando molesto el plato, lanzándolo al piso el cereal se regó por la cocina…
-¿Estás enojado conmigo, Naruto-kun?-preguntó en voz baja Sai, él y Naruto se encontraban en un parque, sentados uno al lado del otro, las hojas caían con suavidad de los árboles deslizándose lentamente por el aire.
-¿Por haber preferido a los Uchiha antes que a mí?-El rubio tenía clavado sus azules ojos en unos niños que jugaban en los juegos, un pequeño niño paseaba a otro que estaba en un columpio
-Si.
-Sasuke Uchiha siempre ha sido tu querido onii-san, ¿Por qué me molestaría que te quedaras con él?
-Muchas gracias, Naruto-kun-el pelinegro sonrío con timidez.
-Bueno tengo que irme, te estoy preparando una sorpresa-El rubio dio un beso a la mejilla de Sai, poniéndose en pie se marcho antes de que el pelinegro pudiera decir algo.
-¿Una sorpresa?- Sai dirigió su vista hacia los niños que jugaban en los columpios, los dos pequeños que jugaban sonreían alegres, sin embargo, él que arrempujaba el columpio se golpeó con éste empezando a llorar, él otro se bajó, acercándose a él, preocupado, sin saber que hacer, Sai se puso en pie, dirigiéndose a ambos niños.
Sasuke se encontraba sentado en el sofá, cambiaba de mal humor todos los canales sin estar contento con ninguno, no tenia cabeza para nada que no fuera la imagen de Sai parado en la puerta, negándole que lo acompañara.
-Fue a ver al rubio-el control terminó siendo lanzado al piso por un pelinegro furioso-¡detesto esto!
En su vida Sasuke Uchiha había sentido celos por alguien y el hecho de sentirlos por primera vez no era algo que lo hiciera feliz.
-Ya volví-Itachi Uchiha entró a su casa, muy desanimado, sólo su hermano se encontraba en la sala-¿Y Sai-kun?
-No está-contestó de mal humor su hermano-salió a ver a un “amigo”-hizo énfasis en la ultima palabra, simulando con sus manos las comilla.
-Ya veo-Itachi notó de inmediato el mar humor de su hermano menor y supo a quien se debía-, Sasuke iré a dormir, por favor no me molesten, si llega Sai salgan a comer, el dinero esta donde siempre.
-Si-fue la seria respuesta de su hermano.
Itachi se dirigió a su habitación, dejándose caer en la cama, sin quitarse la ropa.
-¿Cómo puede complicarse tanto algo que al principio iba tan bien?-se preguntó cerrando los ojos, cansado.
Sai llegó a la casa, su ropa estaba desaliñada debido a que había estado jugando con los niños, se había divertido mucho hasta que los niños se fueron a su casa. Cuando quiso abrir la puerta notó que estaba cerrada.
-¿Toco?-se preguntó, Sasuke estaba molesto con él, lo sabía, y era debido a que no le había contado de Naruto, Naruto sabía todo sobre Sasuke, y la niñez que había pasado con él, pero por el contrarío, no podía contarle a Sasuke nada sobre Naruto; de lo contrarió todos los esfuerzos de sus dos amigos serian en vano-yo no quiero ser un malagradecido-dijo por lo bajo.
Sai levantó la mano con lentitud, acercándola a la puerta empuñada, dispuesto a tocar la puerta, al querer hacerlo cerró los ojos, por lo que le extraño un poco que la superficie fuera blanda.
-Ya era hora de que llegaras-sorprendido el pelinegro abrió los ojos, a quien había golpeado con suavidad había sido a Sasuke.
-¡LO…LO SIENTO!
El chico Uchiha lo miró confundido, no era para tanto la disculpa, pero por lo que notó, Sai estaba muy nervioso, su ropa estaba desarreglada, lo que ocasionó que su furia aumentara, ‘¿qué demonios había hecho con el rubio?’
-Te esperaba para salir a comer-Sai sintió la mirada de reproche en su persona, Sasuke revisaba su ropa.
-Los niños me jalonearon un poco-se excusó tratando de acomodar su ropa.
-¿Cuáles niños?
-Estaba en el parque jugando con unos niños –empezó a explicarle con nerviosismo-primero me encontré con Naruto-kun ahí, pero me dejo pronto porque tenia algo que hacer, dos niños jugaban en el parque y sin querer uno golpeó al otro con un columpio, bueno de hecho el niño se golpeó sólo ya que era él quien paseaba al otro, y como Naruto me había dicho que me tenia una sorpresa, yo estaba pensando que sería así que estaba sin hacer nada por eso vi a los niños y me acerqué ya que Naruto se había ido, porque uno de los niños no sabía como tranquilizar al otro que lloraba y cuando lo calmé ambos se empeñaron en jugar conmigo y yo quería volver pronto pero cuando quise hacerlo ambos iban a llorar así que mejor me quede hasta que ellos se fueron a su casa, bueno a decir verdad ambos eran muy pequeños así que sus mamás fueron a recogerlos y me dijeron que los llevaban diario por si quería ir a jugar con ellos en otra ocasión.
Sasuke miraba a Sai demasiado sorprendido para emitir palabra, nunca había escuchado tantas palabras escapar de su boca ante una pregunta, sin duda estaba nervioso y eso le impedía explicarse bien, pero lo que había entendido era: a) Sai si había visto al rubio, pero se había ido pronto, no sin antes prometerle una sorpresa; y b) Sai había ido a consolar a un pequeño en el parque, por lo que después de eso se puso a jugar con ellos hasta que los pequeños se fueron.
-Bueno, vamos a que te cambies para salir a comer-Sasuke tomó a Sai de la mano, guiándolo a la habitación.
-Si…
Sai guardó silenció, no sabía que decir, Sasuke no le había preguntado nada más, pero a pesar de que no decía con palabras que necesitaba una explicación sobre Naruto, sus gestos lo decían todo.
“Debo de esperar a ver a los dos reunidos para saber si puedo contarle a Sasuke” pensó desanimado.
-¿Sai?-el chico de piel más blanca por fin se dio cuenta que ya habían llegado a la habitación, la puerta tras él se encontraba cerrada y Sasuke lo tenia acorralado entre su cuerpo y ésta.
-¿Qué no querías que me cambiara?-su voz sonó como un susurró, la cercanía a Sasuke siempre le ocasionaba nervios.
-Aún tenemos tiempo-respondió el menor de los Uchiha, acercó sus labios con lentitud a los de Sai, quien al notar el beso inminente, ladeó su rostro, cerrando sus ojos para no ver el gesto de molestia de Sasuke.
El peliazul chasqueó su lengua, molesto, Sai había evitado que lo besara, la única vez que lo había hecho antes, era porque estaba enojado; ahora simplemente se había negado, sin palabras, sin alguna explicación, sólo le había volteado la cara; aun así no pensaba rendirse con tal facilidad, dirigió sus labios al cuello de Sai, acariciándolo con suavidad, llevó una mano a la cintura del pelinegro cuando lo sintió estremecerse por el contacto con su piel, no pensaba dejar que escapará.
-Sa…suke…de-tente-Sai sintió temblar su cuerpo ante la caricia en su cuello, su rostro se tornó rojo, no debía de permitir que Sasuke continuara, se suponía que él tenia novio, entonces, ¿Cómo quedaba al permitir eso?, ¿Cómo lo vería Sasuke si actuaba así a pesar de que salía con Naruto?
Sasuke empezó a besar el blanco cuello, clavando sus dientes sobre éste, abrazando la cintura con fuerza para acercarlo más a él, no se iba a detener, por más que se lo pidiera, no se detendría, a menos de que obtuviera una clara explicación sobre su comportamiento.
Sai dejó escapar un ligero gemido al sentir los dientes de Sasuke sobre su piel, no podía evitarlo, Sasuke le gustaba; cuando sintió sus labios acariciar los suyos no tardó en corresponder el beso, se olvidó de Naruto, se olvidó de que Sasuke se encontraba molesto con él y sólo se abrazó a su cuello, correspondiendo su beso con la misma desesperación con que Sasuke lo besaba.
Sasuke pasó su mano libre por la espalda de Sai, atrayéndolo más a él, justo cuando sintió que se abrazaba a su cuello, el pelinegro correspondía a su beso de igual manera como él lo besaba, por un instante se olvidó de todo lo que no fuera el pelinegro que abrazaba. Le quería, no podía evitarlo, incluso sin problemas podía aceptar que estaba enamorado de él, si tan sólo no tuviera tantas dudas de que era lo que Sai sentía por él; Sasuke se alejó de Sai con lentitud, abriendo sus ojos para ver el rostro del chico de piel más blanca, los oscuros ojos de Sai estaban clavados en los suyos, lo miraba con tal intensidad que por un instante se sintió obligado a apartar la vista, aun así no lo hizo.
-Yo no te puedo contar sobre Naruto-kun-Sai empezó a hablar con sinceridad- quisiera hacerlo, pero no me es posible, yo no te estoy engañando con él, ni a él lo engaño contigo; es algo complicado de explicarte, pero necesito pedir permiso.
-¿Permiso?-Sasuke lo soltó a Sai un poco confundido pero él no se alejó de él.
-Si-Sai no se soltó de Sasuke ya que quería que le pusiera atención-Hay un par de personas que han hecho mucho por mi cuando estudie en otras escuelas, una de ellas es Naruto-kun, no puedo echar a perder lo que han hecho por mí hablando de más.
Sasuke sonrió un poco, Sai le estaba dando una explicación, o al menos algo parecido, soltó un suspiro, no entendía nada.
-Sai-de nuevo el peliazul pasó sus manos por la cintura del pelinegro, atrayéndolo un poco mas a él-¿Te gusto?
Las mejillas de Sai se volvieron rojas, la seguridad de sus ojos desapareció y se soltó del cuello de Sasuke, dispuesto a alejarse, lo que le fue imposible debido a que lo abrazaba.
-¿Te gusto?-repitió la pregunta, tratando de mirarlo a los ojos.
Sai sólo asintió, no había porque negarlo, no tenía motivos para mentir por algo que realmente sentía.
Sasuke sonrió, era lo único que quería saber para olvidarse de los celos, Sai había ladeado su rostro, para tratar de ocultar lo rojo que se encontraba, a pesar de todo el Uchiha logró notar las mejillas sonrojadas y la mirada apenada de Sai, acercó su rostro al de Sai, besando su mejilla, lo soltó.
-Saldremos a comer a la calle, tal vez quieras cambiarte.
-Si, gracias.
Ambos chicos caminaban por la calle, en silencio, como iban uno al lado del otro por instantes sus manos se rozaban, ocasionado que las mejillas de los dos se sonrojaran ligeramente y apartaran sus manos apenados.
Estaban nerviosos, ambos sabían lo que sentían por el otro, eran concientes de sus sentimientos y de lo que querían; todo había cambiado entre ambos, y no podía evitarlo.
-¿Y tú?-preguntó Sai en voz baja, quería obtener una respuesta, pero dudaba que Sasuke entendiera su pregunta.
-También me gustas mucho-fue la franca respuesta del Uchiha, Sasuke no estaba seguro si era lo que Sai le preguntaba pero quería decírselo-¿era lo que me preguntabas?
Apenado Sai asintió, no entendía como podía haber sabido que a eso se refería, en sus labios se dibujo una sonrisa, lo que hizo feliz a Sasuke, pero una parte de su inconciente se esforzaba en gritarle que si no aclaraba todo nunca seria felices.
-¿Te gustaría que fuéramos algo?-le preguntó a Sai, ignorando la molesta vocecilla en su cabeza que le hablaba acerca de una estúpida apuesta.
-¿Qué fuéramos algo? ¿Acaso no somos amigos?
-Me gustaría que fuéramos algo más que amigos-sus mejillas se sintieron calientes ante sus palabras, no se atrevió a ver a voltear a ver a Sai, a pesar de que sabía que él se encontraba mirándolo.
-A mi también me gustaría-Sai supo a que se refería Sasuke.
-Lleguemos a comer aquí-la felicidad que lo embargo fue indescriptible, pero de momento no quiso proponer más, quería esperar sólo un poco para que Sai estuviera seguro de sus sentimientos.
-Si-Sai miró el lugar, era un agradable restaurante, ni muy elegante ni se encontraba demasiado lleno, parecía un lugar muy agradable-. ¿Entramos?
El pelinegro de piel más blanca volteó con el Uchiha, pero Sasuke no lo miraba, observaba distraído para en frente de la calle.
-¿Sucede algo?
-Adelántate por favor, iré a comprobar algo, no tardo-Sasuke se apuró a cruzar la calle antes de que Sai le dijera algo.
-Está bien-el más bajito contestó para sí mismo, entrando al restaurante para tomar una mesa.
Sasuke trotó, pasando entre la gente sin siquiera disculparse cuando chocaba con alguien, lo había visto unos minutos antes, estaba en compañía de alguien, Sai no había visto, pero no le había querido decir.
-¿Donde está?
Sasuke corrió más rápido, estaba seguro que era él, al dar una vuelta llegó a un pequeño parque se detuvo de golpe, Naruto Uzumaki estaba frente a él, se encontraba abrazando a un atractivo pelirrojo que vestía de traje, era de la misma edad del rubio, y correspondía su beso con pasión, se abrazaba del cuello del ojiazul, mientras que él lo rodeaba por la cintura en un abrazo posesivo.
-¡Tú maldito!¡¿Cómo te atreves a hacerle esto a Sai?!-Sasuke no se pudo contener.
Ambos chicos voltearon a ver a Sasuke, Naruto tenía una sonrisa pintada en sus labios, se veía divertido con la situación, mientras que el pelirrojo lo miraba confundido.
-No es tu asunto, Uchiha-kun-Naruto respondió en una cantaleta burlona.
-¡¿Cómo te atreves a decir que no es mi asunto?!-Sasuke esta rojo debido a la cólera-¡No tienes derecho a lastimar a Sai!
-Naruto-el pelirrojo lo miró de malas- no dijimos que…
-Gaa-chan, no puedes seguir protegiendo siempre a Sai-chan, este chico es Sasuke Uchiha, el querido nii-san de Sai-chan.
-Pero Naruto…-el pelirrojo empezó a reclamar, pero Naruto volteó con Sasuke.
-Sai y yo no salimos, esa es la manera que encontramos de protegerlo para que nadie lo lastimara.
-¿No salen?-Sasuke no sabía que más decir.
-Naruto-el pelirrojo lo miró molesto.
-No te preocupes, Gaa-chan. Me haré responsable si algo malo sucede. Y tú-Naruto se dirigió al chico Uchiha-ve con Sai-chan, le llamare por teléfono para decirle que te explique todo.
Sasuke se marchó, aún seguía desconfiando de Naruto, pero como recordó que había dejado solo a Sai se apuró a irse con él.
-¿Entonces esa fue la razón por la que me besaste?-el pelirrojo hizo un puchero que ocasionó que Naruto sonriera.
-Claro que no, amor. Pero me sirvió muy bien de excusa.-Sonriendo, Naruto volvió a buscar la boca del pelirrojo
Cuando Sasuke entró al restaurante vio a Sai sentado solo en una mesa, hablaba por teléfono y se le veía algo confundido.
-Si, está bien-Sai colgó el telefono cuando Sasuke llegó a su lado, el Uchiha se sentó frente a él, la comida ya estaba servida-La acaban de traer-le dijo Sai, disculpándose-pensé que no estaría aquí antes que tú.
-¿Con quien hablabas?
-Co-con Naruto-kun, pero no era para quedar con él a tus espaldas, ni nada por el estilo-explicó algo nervioso.
-¿Entonces?-Sasuke fingió no conocer la razón de la llamada.
-Naruto-kun me dejó contarte todo.
-Y tú, ¿quieres contarme?-Sasuke tomó un plato con comida al ver que Sai tomaba el suyo.
-¡Claro que si!-al levantar la voz ocasionó que varias personas voltearan a verlos.
-Te escucho-Sasuke empezó a comer mientras miraba al chico de piel más blanca fijamente.
-Hace algunos años tuve problemas en la escuela a la que asistía-Sai empezó a menear la comida con sus palillos, mirando el contenido distraído- Yo me encontraba en un parque…-el pelinegro guardo silencio, le apenaba contarle todo a Sasuke pero aun así continuó- estaba llorando y Naruto-kun, que en ese entonces tenia cerca de 15 años se acercó a consolarme, yo…yo no tenía a nadie con quien hablar, no tenía amigos, no tenía conocidos en quien confiar y Naruto-kun sólo llegó hablando conmigo, tratando de hacer que dejara de llorar…yo había planeado dejar la escuela, no quería que me volviera a pasar algo así de nuevo. Naruto-kun le habló a un amigo, ambos se esforzaron mucho y me hicieron volver a la escuela, los problemas seguían y yo seguía visitando a Naruto y a su amigo que tanto me habían ayudado, les conté todo, de mi vida, de las personas que conocía y…de ti-Sai había bajado la voz hasta volverla un murmullo, sus mejillas se sonrojaron ligeramente, recordaba lo que Naruto le decía cada vez que les hablaba de Sasuke.
“-Era tu amor infantil- Naruto estaba sentado a la mesa comiendo ramen.
-¿Amor infantil?-Sai estaba acostado en el suelo boca abajo, haciendo su tarea.
-Cada vez que nos hablas de él, te veo muy diferente, enamorado.
-¡So-sólo éramos niños!
-Y ese es el amor más sincero que existe-había respondido tranquilamente para después seguir comiendo con calma”
“Este chico es Sasuke Uchiha, el querido nii-san de Sai-chan”
Sasuke recordó las palabras del rubio, continuando comiendo dejo seguir a Sai.
-Un día que era molestado por unos chicos Naruto llegó de la nada, alejándolos de mí les dijo que si se volvían a meter conmigo se las verían con él. “¿Y tú quien te crees?-le preguntaron enojados, “su novio” fue la respuesta de Naruto-kun-Sasuke recordaba haber recibido una respuesta muy similar-desde entonces seguimos con la farsa.
-¿Y a ti te gusta?-Sasuke dejo el plato a un lado cuando terminó de comer.
-Naruto-kun es sólo mi amigo…además, él sale con alguien más-Sai por fin se atrevió a mirar a Sasuke de frente.
-Te creo-el Uchiha sonrió-aunque la verdad ya sabía algunas cosas.
-¿Có-cómo?-El chico de piel más blanca abrió sus ojos sorprendido.
-La razón por la que el rubio te habló, es por que lo acabó de ver.
-¿Y-y no podían habérmelo dicho antes los dos?
-Pues él no me contó nada, sólo me dijo que no salían y que te diría que me contaras-el peliazul sonrío de lado- además, si no lo oía de ti no hubiera creído nada- levantando la mano llamó al mesero para pedir la cuenta.
Itachi se levantó de mal humor de la cama, ya era domingo, había pasado desde el sábado encerrado en su habitación, no sabía como estaban, Sai había ido a tocarle un par de veces, llevándole comida una vez, pero no quiso dejarlo pasar, su hermano había tocado una vez.
“Itachi, no seas idiota, empiezas a preocuparnos”
Fueron sus únicas palabras para después marcharse, sabía que era algo irresponsable, pero no quería ver a nadie, no quería saber de nada. No después de lo que había pasado…
Minato lanzó, molesto, el cuaderno al suelo, el rubio sólo vestía con una bermuda azul marino, estaba de mal humor para revisar las tareas o hacer cualquier cosa, pasó sus manos por su cuello, marcado con algunos pequeños moretes y marcas de dientes, cuando cerrada los ojos sólo seguía pensando en lo mismo, sólo seguía sintiendo lo mismo…las cálidas manos de Itachi Uchiha recorrer su cuerpo.
Itachi acababa de bañarse, se miró en el enorme espejo de su baño, en su piel había marcas de las mordidas de Minato, algunos rasguños, pasó un dedo por sus labios con suavidad, aún recordaba el delicioso sabor del rubio, aún podía escucharlo perfectamente gemir su nombre…
-¿Sai?-Sasuke entró a su habitación, Sai estaba sentado en la ventana viendo hacia la calle, se veía preocupado, por lo que sólo volteó a ver a Sasuke cuando lo llamó por segunda vez-¿Te sucede algo?
-Estoy preocupado por Itachi-sensei-Sasuke se acercó a él, sentándose a su lado, pasó un brazo por los hombros de Sai, atrayéndolo a él.
-No te preocupes, mañana tenemos clases, veras como saldrá de su habitación.
-Pero aun así…-Sai se levantó alejándose de él-iré a llevarle algo de comer.
Sasuke lo tomó de la mano, atrayéndolo hacia él de nuevo, haciéndolo quedar sentado frente a él.
-Olvídate un rato de Itachi-el más joven de los Uchiha se veía algo molesto-ponme atención a mí.
Sasuke se sonrojó un poco al darse cuenta que la última frase debía de haberse quedado en su mente.
Sai no pudo evitar sonreír alegre ante las palabras de Sasuke.
-¿Acaso estás celoso?
-¿De Itachi?, como si tú estuvieras interesado en él-Sasuke forzó una sonrisa prepotente.
-Tal vez si-Sai reprimió una sonrisa, no quería demostrarle al Uchiha lo mucho que se empezaba a divertir-Itachi-sensei es muy atractivo, además siempre me ha ayudado mucho en la escuela, y él es mayor, lo cual lo vuelve aún más atrac…
Sasuke interrumpió las palabras de Sai besándolo, metiendo su lengua en la cavidad contraría, era un beso demandante, pasional, el peliazul colocó una mano en el pecho de Sai, lo arrempujó hasta acostarlo en el sofá, Sai correspondió su beso con igual voracidad, tratando de someter esa lengua que jugaba posesivamente con la suya.
-No…no me…-Sasuke se alejó, trataba de respirar con normalidad pero no le era fácil-no me vuelvas a decir…algo así-el chico Uchiha aún se veía molesto-moriré culpa de los celos… y todo será…culpa tuya.
Sai sonrió, Sasuke se encontraba sobre él, sus delgados labios estaban apretados, se veía molesto, pero a la vez dolido, el pelinegro notó que había llegado demasiado lejos con su juego.
-Sólo te pondré atención a ti-Sai paso una de sus manos por la mejilla de su amigo en una dulce caricia-si tú sólo me pones atención a mí.
-Toda mi atención es tuya-Sasuke por fin sonrió-completamente tuya.
Los oscuros ojos del Uchiha analizaron el rostro de Sai con interés, le agradaba la cercanía, podía ver la blanca piel, la deliciosa forma de los labios sonrosados por sus besos, esos grandes ojos que le daban aún un aire infantil e ingenuo.
-Sasuke-al decir con lentitud su nombre, con ese tono que tanto le encantaba, le permitió ver sus blancos dientes-aún debo llevarle comida a Itachi-sensei.
Sasuke sonrió derrotado, se enderezo permitiéndole a Sai hacer lo mismo.
-Está bien, haz lo que quieras-respondió mirando hacía la ventana
-¿Estás molesto?
-¿Por qué eres una buena persona que se preocupa por los demás?-Sasuke volteó a verlo-suena horrible, ¿no crees?
Sai sonrió.
-Por hacerle caso a alguien más que no seas tú.
-Ve a darle algo de comer a Itachi antes de que cambie de opinión y prefiera que se muera de hambre-le respondió con una sonrisa.
Sonriendo Sai se puso de pie y salió de la habitación de Sasuke.
-¿Itachi-sensei?-Sai tocó la puerta de la habitación de su profesor, en una de sus manos traía una bandeja con comida, estaba apunto de resignarse y dejarla frente a la puerta de nuevo, cuando Itachi abrió la puerta.
-Perdona por molestarte, Sai-kun-el pelilargo sonreía con tranquilidad, vestía con un pantalón de mezclilla y una camisa blanca ajustada sin mangas-no necesitabas hacer esto por mí-aparentemente había vuelto a su ánimo de siempre.
Aparentemente.
-Itachi-sensei, ¿Qué te tiene tan triste?
-¿Triste?-Itachi se sorprendió, borrando por un instante la sonrisa de su rostro- me encuentro bien.
Sai sólo asintió, era imposible engañarlo a él, siendo que él era un experto en sonrisas falsas.
-Bueno Itachi-sensei, nos vemos después.
Sai se dio la media vuelta y se alejó de Itachi. Volviendo en silencio a la habitación donde encontró a Sasuke sentado en el marco de la ventana, con sus pies dando hacía la calle, el suave clic de la puerta al cerrarse lo hizo voltear a mirarlo.
-¿Estás bien?
-Si-Sai fingió una sonrisa.
-Salgamos a pasear, sólo tú y yo… sin nadie más.
Sai sólo sonrió, acercándose en la cama se sentó en ésta.
-Es tarde, mañana hay escuela y no he hecho nada de tarea.
Sin decir nada Sasuke se volvió hacía la calle, mirando al tiempo que mordía su labio un poco lastimado por la respuesta, no tenía motivos para sentirse así, pero a la vez no podía evitar que fuera de esa manera.