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Vuestros anhelos, los de ellos... por Hearts

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Notas del capitulo: Bueno aquí dejo el segundo capitulo, espero que os guste
 
  • - No te entiendo - dice él con voz perdida...

Sus manos se agarran con fuerza en la tela de la camiseta de la persona que más ha amado en su vida. La misma persona que ahora se escapa, que se aleja irremediablemente de sus brazos, que está cada vez más lejana a sus posibilidades.

  • - ¿Por qué me haces esto? - dice él con voz desesperada- ¿¡Por qué!? ¿Es que hay alguien aparte de mí? Contéstame, joder...
  • - Lo siento, Sho, pero así es la vida...

Sus palabras se clavan firmemente en su alma, como mil espinas que comienzan a sangrar, provocando un irremediable dolor para el pobre chico, que tan confuso, intenta no creerse la realidad que le envuelve. No lo entiende. No sabe cómo ha llegado a esta situación.

  • - No es tu culpa, Sho, es simplemente que el tiempo pasa de una forma tan cortante que hace desaparecer todo lo hermoso de la vida - dice él con voz calmada, aquel que es la persona más amada para Sho.
  • - Mentiroso.

Una sonrisa se dibuja en él, perversa y siniestra, una mueca perturbadora... Son tan ridículas, le parecen tan absurdamente ridículas las palabras del chico que no hace más que acrecentar la diversión que tiene aquella escena para él.

  • - Eres un mentiroso, y todo esto es una mentira, ¿verdad? Sí.... Es eso, todo eso es una mentira que te has maquinado para hacerme sufrir, para divertirte a mi costa, ¿verdad? Y es por eso que sonríes, sí, es por eso...

La cara desencajada de Sho, los ojos excesivamente abiertos, sus ojos ámbar tan opacos que parecen anormales, tan faltos de sentimiento que da cosa verlos, todo eso haría que alguien normal se encogiera por la angustia y se alejara o intentara al menos consolar al chico...

Pero él, como siempre es una excepción de la regla, y no hace más que observar al chico, a Sho, con ojos imperturbables, llenos de un extraño deje de burla...

 

  • - ¡Sho! - grita alguien a la lejanía.

El pelirrojo agita la cabeza, alejando las imágenes de sus recuerdos en que se encontraba sumido. Eleva su mirada, viendo la figura que se acerca corriendo. Ensancha una sonrisa, mientras comprueba la hora que es.

  • - ¡Llegas tarde! - grita.

Nyo corre todavía más, llegando hasta donde se encuentra Sho que le sonríe impecable. Nyo respira agitado, desabrochándose un poco el abrigo que lleva.

  • - Perdona, es que me he entretenido arreglando la casa - dice con voz entrecortada.

Sho se sorprende por sus palabras y parpadea un par de veces desconcertado. ¿Arreglando la casa? Pero si normalmente siempre está más que impoluta. Abre sus labios para preguntar, pero de repente se calla, dándose cuenta del posible porque... Frunce los labios, apartando la mirada. Se le olvidan las cosas con demasiada facilidad a su parecer.

Una risita...

Sho se gira mirando a su amigo, que se recompone como si nada.

  • - Una pequeña pelea, no te preocupes - contesta Nyo sabiendo en lo que piensa su amigo.

Los dos se miran largamente. Sho aparta la mirada primero no soportando la ingenuidad que llenan los ojos de aquel que tiene un gemelo. Unos ojos siempre tan profundos pero hermosos que parecen absorberle como si nada. Unos ojos demasiado peligrosos para él. Nyo sonríe con pesar.

  • - ¿Por qué no vamos a mi casa, Sho? - dice Nyo de sopetón.

Sho fija su mirada en él sorprendido.

  • - No hace falta que te inventes una excusa nada más que entremos en la tuya, para ir a la mía... Si lo que es ir dilo directamente, yo no te diré nada.
  • - ¿Cómo sabes...? - dice Sho desconcertado.
  • - Antes Yoh me ha dicho que tu consola se había estropeado, y como damos por hecho que me has invitado para enseñarme un videojuego... - dice Nyo ensanchando la sonrisa.

Los dos mechones de pelo que enmarcan el rostro de Nyo se mecen ligeramente. Comienza a hacer frío, eso es algo que no pasa desapercibido. Las calles están casi desérticas. Y el cielo está completamente nublado. Hace un día de invierno, uno de esos días en que no apetecen salir mucho... Uno de esos días, una oportunidad...

  • - Vamos - dice Sho.

Sí, una oportunidad para el esperanzado.

 

_-_-_

 

Las llaves suenan al abrir la puerta, al dar los giros necesarios. Dos figuras entran en la moderna casa, toda blanca de tejado azul. Sho eleva la mirada, hacia el largo pasillo que se muestra ante él, tan interminable como recordaba. El sonido de la puerta al cerrarse le altera. Nyo le apoya una mano en el hombro.

  • - No estés tan tenso, él está en su habitación con Mike. - dice Nyo no diciendo ese nombre por pura cortesía.

Sho se lo agradece con la mirada. Da un paso, quitándose las zapitas y pisando después el parquet que tiene por suelo la casa. Da otro paso, tragando saliva. Su mente se bloquea mientras siente como el dolor nace en él. Debe de irse, tiene que alejarse de él, sino... sino...

  • - Vamos, entra - dice Nyo.

Nyo le coge del brazo y lo arrastra por el largo pasillo, alejándolo de las escaleras que llevan al segundo piso, que se encuentran a su izquierda. Aquellos escalones tan peligrosos para Sho. El gemelo se lo lleva hacia la sala más cercana, hacia la cocina-comedor de los gemelos, un gran espacio, con un gran ventanal. Sho mira atónito como los muebles siguen siendo los mismos, igual de oscuros, como la televisión sigue siendo igual de grande y plana, como las paredes siguen siendo tan blancas y sobretodo lo luminoso que es todo.

  • - Siéntate. - ordena Nyo, señalándole el sofá azul que está enfrente del televisor.

Mientras Sho se sienta, éste empieza a recordar de forma involuntaria los momentos que ha pasado en los brazos de él en aquel mueble. Recuerdos dolorosos que no quiere rememorar pero lo hace de forma inconsciente e incesante. Los momentos que se muestran tan intensos, tan vividos que...

  • - Ten.

Nyo le pasa un vaso de coca-cola a su amigo, sabiendo como le gusta.

  • - Gracias.
  • - Espérate un momento, le iré a llamar.

Los ojos de Sho se abren frenéticos, es imposible, si hace eso... Sabe que él, sabe que él... Sho se levanta para replicar a Nyo, pero él ya no está a su lado.

 

_-_-_

 

Pican a la puerta. Él le abre sin muchos miramientos encontrándose con un rostro parecido al suyo, pero a la vez distinto. Entorna la mirada dibujando una molesta sonrisilla en su semblante.

  • - ¿Qué quieres? - dice él con voz seca.
  • - Sho está abajo - dice Nyo con voz igual de fría.

Las facciones del rostro de Nyo son serias y rígidas, tan diferentes a como son de forma natural que no parece él mismo. Thoryon ríe divertido, dejando que su melena se meza ligeramente cuando se gira.

  • - Hay alguien que quiero que conozcas a bajo, Mike, alguien muy interesante - dice hablándole a su amigo con un tono burlesco.

El grandullón de Mike, aquel rubio de ojos miel, que comienza a reírse de una manera un tanto patética, se levanta de la cama, mientras se abrocha bien el pantalón. Un bulto. Nyo aparta la mirada a un lado intentando no imaginarse lo que estaban haciendo ellos dos en la habitación realmente no lo desea.

  • - Bajo rápido, Tho - dice Nyo girándose.

Pero, cuando está a punto de irse, algo le agarra del brazo y le obliga a girarse. Su mirada se une a la rojiza, de manera intensa. Sus ojos se encuentran con los de su hermano, que le mira burlesco, pero con algo de seriedad en el rostro... Los labios de Tho se abren ligeramente.

  • - ¿Por qué tanta prisa, hermanito? ¿No quieres jugar un poco con nosotros? - las palabras suenan seductoras, unas palabras que perturbarían a cualquiera pero...

No a Nyo...

Un golpe se escucha, fuerte y arrollador. Algo que altera hasta Sho que está en el piso de abajo.

  • - Baja rápido, y no digas tonterías absurdas - dice Nyo girándose de nuevo.

Su mirada da un repaso a su hermano y a Mike que coge a Tho que se encuentra agachado cogiéndose del estomago, dolido. No puede evitar sentir cierto sentimiento perturbador. Mueve los dedos, sintiendo el dolor por sus acciones. Los nudillos le duelen, pero no llega a importarle mucho no, esa pequeña molestia no se compara a lo siente por dentro. A la herida desgarradora que sangra sin parar en su interior, dañándole el alma...

 

_-_-_

 

Sale de la oficina, con la mirada agachada, con el teléfono en la mano. Mirando el número de la pantalla sin parar no sabiendo si apretar el botón rojo o no.

Está desconcertado, aturdido por el duro día y desearía aunque solo fuera un poco escuchar aquella voz que tanto se repite incesante en su mente, como una droga interminable.

 

_-_-_

 

  • - No te preocupes, estamos los dos bien... No ella aún no ha venido, no te preocupes tienes tiempo de sobras... Sí, Tho está en casa hablando con un viejo amigo... Si Mike también está con él, y Sho ha venido... Lo sé, pero no te preocupes, sabes que puedes contar conmigo para controlarle... Tranquilo te avisaré si mamá llega más pronto... Adiós, papá

Cuelga el teléfono de forma pesada, viendo como la lucecita roja marca que ha llamado más gente antes que él. Hecho que le parece irrelevante.

Alguien sale del pasillo, alguien con la cabeza gacha. Una figura del todo inesperada. Nyo parpadea un par de veces desconcertado, acercándose a un chico más alto y corpulento que él. Sonríe de medio lado.

  • - ¿Quieres algo, Mike? - dice con voz agradable.
  • - No, pero gracias - responde Mike con voz algo avergonzada.

El mejor amigo de Thoryon, es un chico que se avergüenza con facilidad, uno de esos que no aparenta lo que aparenta. El mayor se muerde el labio ligeramente, apartando la mirada ante la sonrisa del otro.

  • - ¿Qué te han echado, o...?

Mike niega con la cabeza, frenético.

  • - Te has ido por propia voluntad. - sentencia Nyo, entrecerrando la mirada- Así que Tho y Sho se han "reconciliado" ...

Su voz suena pesada, como si el hecho de decir esas palabras le fuera una tortura, un desagrado tan profundo que le hace daño, una realidad que no quiere admitir. Mike mira largamente al gemelo de su amigo.

  • - No creo que para Thoryon ese amigo tuyo sea alguien importante, es demasiado normalito, demasiado niña para él...

Nyo entrecierra la mirada.

  • - Demasiado poco para él, ¿verdad? - dice Nyo.

Mike asiente, observando el semblante de quien tiene delante. Ve amargura.

  • - Son todos demasiado poco para él, todos - dice Nyo adoptando un tono de voz poco común. Una sonrisa aparece en su rostro, de repente, arrolladora - Menos tú, Mike, tú al menos parece que le llegas a la suela de los zapatos. Me alegro por ti.

La sonrisa que aparece en el rostro de Nyo, es pura e inocente, tan poco fingida, tan natural, tan hermosa que hace que Mike, se sonroje un poco al mirarle. Un pensamiento recorre la mente del rubio de ojos miel, un pensamiento que nunca antes se le había pasado por la cabeza. Nyo le da unos golpes en el pecho en tono amistoso, mientras se aleja, dirigiéndose al salón. Su mano se posa en el pomo, y cuándo va a girarlo, una fuerza arrolladora, le obliga a girar su rostro de nuevo.

Algo le coge del brazo con fuerza.  Sus ojos se abren a más no poder, mientras siente algo completamente inesperado, algo posado en sus labios. Un brazo pasa por su cintura, acercándolo a un duro pecho.

Mike...

Mike lo está...

Besando...

¡A él!

El rubio se aparta un poco, no intentando en ningún instante profundizar la caricia. Parpadea un par de veces mirando al chico sorprendido que tiene delante.

  • - Tú también eres bueno, tú también le llegas a la suela de los zapatos, que te quede claro... El solo hecho de que te besé te lo demuestra - dice con voz exasperante - No te infravalores, Nyo, por favor.

Nyo asiente aún atónito por el hecho de sus labios hayan tenido contacto. Mike le suelta lentamente, mirándole fijamente, de nuevo.

Nyo parpadea un par de veces y abre la puerta desconcertado con la mirada gacha. Sin ni siquiera percatarse que hay dos personas muy ocupadas en el sofá en plena labor...

  • - ¡Nyo, Mike! - dice Sho exasperante intentando ocultar el sonrojo de sus mejillas que pega completamente con su cabello.

Su pecho esta descubierto, su pantalón medio bajado, sin contar que tiene a Tho encima suyo, con cara de puro fastidio. El gemelo se aparta de su víctima sonrojada, dejándola libre para que se arregle un poco. 

  • - Tenías que entrar justamente ahora...

Mike sonríe incesante, mientras que Nyo parpadea un par de veces, ajeno a lo que ocurre. Tanto que no se fija en que todos se lo quedan mirando por pura curiosidad. Son pocas las veces en la que el chico se queda con la vista perdida en algún lugar diferente al planeta Tierra.

  • - ¿Nyo? - pregunta Thoryon acercándose a su gemelo, apartándose del sofá.

Su mano roza la mejilla de su hermano de forma involuntaria, obligándole a éste a que reaccione, mirándole. Los ojos de Nyo se clavan en los de Thoryon. Sus miradas se unen, la inusual preocupación de Tho y el asombro de Nyo.

  • - No te preocupes - dice Nyo, parpadeando un par de veces - Ah sí... Ha llamado papá diciendo lo de siempre...
  • - Qué pesadez de hombre - dice Tho, apartando su mano de su hermano.

Nyo sonríe ligeramente ante las sonrisas de su hermano, mientras que Sho se levanta y se viste tan rápido como puede.  Aún ruborizado. Nyo ríe de su amigo, no fijándose en que detrás de él Mike retrocede un par de pasos atemorizado por un par de ojos rojo sangre que se clavan en él amenazadores.

Una sonrisa perturbadora se dibuja en el semblante de Tho, tan poco común, tan propia de un...

  • - Mike, ¿puedo hablar un momento contigo?

El rubio asiente con la cabeza, dando un par de pasos hacia atrás. Viendo como el otro se acerca a él impasible, con aquella sonrisa tan diferente a la de su hermano.

  • - ¿Qué te dije hace tiempo? - murmura Tho con voz siniestra.
  • - No lo sé...
  • - Vamos... sabes de qué te estoy hablando.

Mike se estampa contra la puerta, haciendo que su rostro se volviera una mueca de puro terror. Aprieta los dientes fuertemente.

  • - Me has dicho muchas...cosas....

Tho ensancha su sonrisa...

  • - Te dije que no tocarás eso, que ni siquiera lo mirarás, porque era solo... - dice Thoryon no acabando la frase, pronunciada con una voz siniestra y un tanto inhumano.

Mike aparta la mirada, no poniendo sostener más... No puede con esos afiliados ojos que parecen escrutarle el alma de arriba abajo, de una manera tan fuerte, tan...

  • - Mío

El rubio asiente, mientras su amigo le sigue sonriendo de esa forma extraña. Sus ojos se abren cada vez más, más y....

El miedo desborda en él de una manera cada vez más arrolladora.

 

_-_-_

 

  • - Bueno, ya nos veremos mañana - dice Nyo.

La puerta se cierra silenciosamente, con un sonido tosco. La mano de Nyo deja de moverse, deja de despedirse de su amigo Sho y Mike. Deja de despedirse y se fija en lo que le interesa.

  • - Mike estaba extraño - dice él con voz preocupada- ¿Sabes por qué?
  • - No - contesta Tho.

Nyo entrecierra la mirada, acercándose a su gemelo. Mientras lentamente eleva sus manos y le roza la cara, las mejillas frías con sus cálidas manos. Thoryon se estremece de arriba abajo como pocas veces lo ha hecho, entreabriendo ligeramente los labios. La mirada se une con la de su hermano. Sus rostros quedan a escasos centímetros.  

El reloj suena a la lejanía con un tictac incesante, los ojos oscuros no se despegan de los negros y siguen fijos en los rojos, de una forma en que jamás se ha hecho... De una forma...

Nyo ríe ligeramente.

  • - Sí, no sabes nada - dice él con tono alegre de golpe.

Se aleja de su hermano, quedándose a poca distancia de él. Le dedica una sonrisa, cruza a su lado, dirigiéndose a la cocina, donde debe de hacer la cena para sus padres sino quiere que haya otra fuerte pelea que...

Una fuerza le coge por detrás, un par de brazos le abrazan por detrás. Un peso se apoya en su hombro. Alguien le abraza.

Nyo sonríe a más no poder, elevando una mano, acariciando la melena de su hermano con ternura.

  • - ¿Qué te ocurre? - dice él.
  • - Nada, tan solo quiero disfrutar un poco del calor de un familiar, solo eso...
  • - Eso es extraño en ti, pero...

Nyo se da la vuelta y abraza a su hermano plenamente, cogiéndole de la cabeza, obligándole a posarla en su pecho. Thoryon estrecha más la cintura de su hermano, mientras huele el olor a mar en que es propio su hermano, un olor que le recuerda al verano la época del año que más le gusta... No por pura casualidad.

  • - Así está mejor.

Los ojos de Tho se entrecierran mientras su mente se relaja como pocas veces lo hace, disfrutando de aquello que él más...

  • - Gracias.

Nyo sonríe.


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