Capitulo XI: Bienvenido al mundo, Ken Sanada.
Había pasado dos días de intenso estudio. A la mañana, examen de matemáticas, 4 temas y ningún ruido, con un espacio de 50 centímetros entre pupitre y pupitre. Una señora mayor con una regla en medio del aula vigilándolo cual soldado. Se podía sentir el ruido de las mascadas que le daba Kikumaru a su lápiz, o el intenso golpeteo de los dedos de Oishi en la mesa. También aunque muy por lo bajo se podía sentir el susurro de Kawamura maldiciendo el ser tan pésimo en matemáticas como también los cálculos mentales de Inui.
Fuji estaba de lo más relajado mientras completaba lo último que le faltaba; aunque de repente se escuchó un ruido, era más bien el sonido que producía el pupitre luego de dos horas de que alguien esté sentado allí, se levante y provoca una retorcedura en la madera. Tezuka Kunimitsu había terminado su examen y lo entregaba para luego salir al patio. Fuji enseguida y sin premeditarlo completó lo último que le faltaba y con toda la fuerza que le quedaba se levantó y le entregó la hoja a la profesora, saliendo también.
A pesar de sus, casi cinco, meses de embarazo, caminaba como si estuviera apunto de parirlo, con las dos manos apoyadas en la espalda para sostenerse hacia delante y con un paso firme, seguro pero aun así pausado. Momoshiro se encontraba comiendo luego del examen de literatura que había tenido, y Kaidoh se encontraba junto a él repasando para el próximo examen, el de ciencias humanas.
Fuji se sentó en una silla mientras Tezuka le traía uno de esos jugos de naranja, que desde que estaba embarazado no paraba de beber. Le extendió a su pareja y se sentó rápidamente siendo observados por el dúo que se encontraba a dos metros de ellos.
- ¿Qué pasa Buchou? -preguntó Momoshiro masticando su comida.
- Traga antes de hablar -regañó Kaidoh-. ¿No te enseñaron buenos modales?
- ¡Cállate Mamushi! ¡¡¡Nadie te habló!!!
- ¡¡¡CALLATE TÚ, GLOTÓN!!!
- ¡¡YO TE DIJE PRIMERO QUE TE CALLES!!
- ¡¡¡TE CALLAS TÚ, ESTÚPIDO ANALFABETA!!!
- ¡¡¡QUE TÚ TE CALLAS SERPIENTE VENENOSA Y REASTRERA!!!
- ¡¡¡CÁLLATE QUE ME PONES LOS NERVIOS DE PUNTA TU VOZ DE MARICOTAS!!!
- ¡¿A QUIÉN LE DICES MARICOTA, SERPIENTE ESTÚPIDA?!
- ¡CIERREN LA BOCA LOS DOS! -Fuji les lanzó una mochila que era la suya, obviamente, y la cual nadie supo su contenido, pero era lo suficientemente pesado como para noquear a los dos regulares.
-.....Suke -musitó en voz baja Kunimitsu-. ¿Qué tenías dentro? -preguntó observando a los dos noqueados mientras señalaba la mochila.
- Una que otra cosa para comer, libros de vudú, los libros de matemáticas, dos o tres cactus.....y un que otro ladrillo por si me da ganas de golpear a alguien en el camino a casa.
- Esos antojos raros que tienes -suspiró. Y es que era cierto, los antojos de Fuji normalmente requerían hacerle cirugía de nariz a alguien golpeándole lo suficientemente fuerte para doblarle el tabique. Según decía su hermoso novio, era para acomodar lo de adentro, aunque según la visión de cualquier ser vivo con dos dedos de frente, era simplemente por sadismo.
- Bueno, ahora tenemos el examen de química -suspiró abriendo el libro que había dejado en la mesa-. Reacciones a diferentes tipos de sustancias -musitó leyendo el contenido del libro.
- ¡Ay Mitsu! Estoy cansado....-suspiró-. ¿Cuántos exámenes faltan?
- Recién van tres.....nos faltan unos 8.
- ¡Son muchos!
- Pero mira ésto, ya al terminar el día de hoy nos faltarán siete.....cinco los tenemos la semana que viene y la otra semana tenemos los sobrantes.
- ¡Cierto! -suspiró-. Pero ya quiero ir de vacaciones, además, mis bebés están cansados.
- ¿Bebés? -sorprendido.
- ¿Eh? Ah cierto que es uno....jajajaja -rió para sus adentros.
- ¡No me asustes! -Regañó y de repente sintió como vibraba su celular-. ¿Hm? ¿Quién será?
- Ve quien es, a ver si es alguien divertido y nos alegra la mañana -dijo feliz.
- Sanada.
- Sanada no es divertido -dijo.
- No, no....quiero decir, que el que envía ésto es Sanada -musitó mostrándole el celular, efectivamente el nombre de Sanada junto a un sobrecito estaban en la pantalla del celular-. A ver que quiere.
- Tal vez necesite un libro sobre métodos de suicidio....yo tengo uno para prestarle, viene con un veneno de regalo.
- ¡Fuji! -regañó de nuevo.
- ¡Es broma, broma! -Musitó viendo que su novio abría el celular y leía el contenido-. ¿Pasó algo?
- Adelantaron el parto de Yukimura por algunas bajas que ocurrían con regularidad en su organismo -musitó-. Llamaré a Sanada para ver qué paso.
- Si, por favor.
Tezuka se levanta y camina dos pasos hacia el patio, saltando encima de los "pre-cadáveres" de Kaidoh y Momoshiro. Marcó el número celular de Genichiro y esperó unos minutos antes de que el muchacho se dignara a atenderlo.
- ¿Sanada? ¿Qué pasó?
- Hola Tezuka -suspiró-. Nada, tuvimos que hacer un parto prematuro porque Seiichi se veía pálido y los médicos temían por su vida y la del bebé.
- Ya veo ¿están aun en operación? -preguntó.
- No, el bebé ya nació hace horas, me lo mostraron por un espejo ya que se encuentra en incubadora. Ayer cumplió siete meses de gestación y está prematuro. En cambio, Seiichi está en operación debido a su enfermedad -musitó, se le sentía preocupado y algo alterado-. Pero sólo cabe esperar.
- ¿Fue niño? -preguntó Tezuka.
- Si, es un varón -sonrió para sus adentros-. No lo pude ver mucho, pero es precioso. Pronto también sentirás ésto. Pero en tu caso creo que será mucho mejor que en el mío, dado que Seiichi está peleando por su vida ahora.
- Nunca digas "será mucho mejor", no lo sabemos hasta que no pase.
- Tienes razón -musitó y se escuchó un pequeño ruido-. Debo dejarte, la operación ya terminó y quiero saber como esta Yu...digo Seiichi.
- ¿Aun no te acostumbras a decirle Seiichi? -preguntó Tezuka.
- No, aun no, bueno debo irme, chau -cuelga.
- Cha....ya colgó -dijo colgando él también.
- ¿Qué pasó Mitsu?-preguntó Fuji con incertidumbre.
- Em, parece que Yukimura tuvo unas complicaciones y tuvieron que adelantar el nacimiento del bebé....-musitó un tanto cohibido, no sabía si era felicidad por el nacimiento del pequeño Ken o tristeza por el duro momento de Yukimura.
- ¿Nació Ken-chan? -Preguntó y sonrió acariciando su vientre-. ¿Oíste Kuni-chan? Nació tu amigo.
- ¿Hm?
- Nació el amigo de Kuni-chan -dijo feliz.
- Si bueno.....-dijo tratando de desviar el tema-. ¿Crees que en la tarde deberíamos llevarle algo? ¿Un regalo tal vez?
- Si, para el nuevo miembro de la familia -dijo y se oyó un golpe y unos ruidos, más bien parecían gritos.
- ¡NYA! Me fue pésimo -musitó Eiji caminando junto a Oishi.
- ¿A ti te fue pésimo? Yo me trabe en la primera pregunta -dijo Kawamura.
- ¿Cuál era? -preguntó Oishi.
- Escriba aquí su nombre -dijo Kawamura apenado.
- ¡NYA! Siempre odie esa pregunta.
- Chicos, chicos -Fuji se acercó con Tezuka a los muchachos-. Tenemos buenas noticias.
- ¿Seré padrino del bebé, nya? -preguntó con los ojos brillantes.
- Mmm....eh no, no es eso.
- ¿Seré la madrina, nya? -otra vez Eiji.
- ¡No! Tampoco....es otra cosa.
- ¿Qué pasó? -preguntó Ryoma que acababa de salir de su examen mientras ayudaba a Kaidoh y Momo a levantarse del suelo.
- Bueno, Yukimura tuvo a su bebé.
- ¿Estaba embarazado? -preguntó Ryoma y tanto Kaidoh como Momoshiro también avalaron esa pregunta.
- ¿Estaba embarazado, nya? -preguntó Eiji.
- Claro que si Eiji, tú lo sabías, lo hablamos ayer -dijo Oishi dándole un pequeño golpe en la cabeza a su pareja.
- ¡AAAH! Es que con el examen éste, apenas recuerdo mi nombre....si....soy Eiji....Ka....Ke.....Ki....
- ¡KIKUMARU! -gritaron todos.
- ¡AY NO! Que feo apellido.
- ¬¬
- En fin, No sabía que estaba en cinta también -dijo Ryoma.
- ¿Acaso será una epidemia? -preguntó Kaidoh.
- Es raro, no creo que a Yukimura-san le guste el Wasabi y tampoco creo que sea por mis jugos, así que hay un 99% de que sea por otra cosa no referente a nosotros -dijo Inui anotando en su libreta.
- ¿Y ese 1% que resta? -preguntó Momoshiro asomándose a la libreta de Inui.
-....Es 1% de margen de error -dijo Inui con una sonrisa en sus labios.
- Y bien ¿qué fue? ¿Macho o hembra? -preguntó Momoshiro.
- Estúpido, no son animales -dijo Kaidoh enojado.
- Bueno, quien sabe que pueda salir de esos dos, tal vez sea humano, tal vez no -musitó Momoshiro levantando sus hombros.
- Eso mismo dijiste cuando supimos del embarazo de Fuji y decías algo similar pero con el buchou y el tensai -murmuró por lo bajo Kaidoh, lo suficiente para que Momoshiro lo escuchara.
- JAJAJAJA, que cosas dices Mamushi -le tapa la boca a Kaidoh-. Ni te atrevas -musitó a regañadientes.
- ¿Dijiste algo Kaidoh? -preguntó Tezuka. Momo hace negar la cabeza de Kaidoh y a su vez éste también niega.
- ¿Les parece si vamos todos a visitarlo en la tarde? -preguntó Fuji.
- Oye Suke, no deberías hacer planes apresurados, a ver si llegamos y Yukimura murió y el bebé y Sanada están llorando, sin saber si de la alegría porque su sádico padre/pareja se murió al fin o de tristeza -dijo Tezuka confundido.
- Es obvio que Yukimura sigue vivo -dijo sonriendo.
- ¿Cómo estas tan seguro nya?
- Hicimos un pacto.
- ¿Un pacto? -preguntó Kawamura.
- Si, ninguno de los dos morirá sin antes romperle un hueso a su pareja por hacernos parir a sus descendientes -sonrisa mucho más amplia.
- Yo que usted buchou voy comprando una pata de palo para el futuro -dijo Momoshiro.
- Yo moriré primero, créanme -dijo tezuka seguro.
- ¿Cómo sabe, capitán? -preguntó Ryoma confundido.
- O me muero por muerte natural o un ataque al corazón......o yo mismo a los veinte años de casado con Fuji me pego un tiro en la sien -dijo suspirando mientras Fuji lo abrazaba.
- ¡QUE DULCE! *-*
-........
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Esa misma tarde todos los titulares de seigaku decidieron hacer una excursión al hospital (lindo lugar para hacer una excursión). Eiji llevaba un oso de pelfa pequeño que tenía una banderita que decía "Bienvenido al mundo" en Kanjis, cosa que si el bebé quería leer la bienvenida, no podría hasta cumplir cierta edad.
Oishi tenía en sus manos una raqueta miniatura que le darían al pequeño con la "SK" en la parte de debajo de la raqueta, simbolizando el nombre y el apellido del pequeño "Sanada Ken".
Por otra parte Kawamura traía un pequeño pote con sushi para que el padre y la madre coman un poco. Inui traía consigo una mantita con el nombre del bebé bordado, Fuji tenía una pelota de Tenis en miniatura para el pequeño y Tezuka una almohada con una raqueta de tenis bordada. No se notaba para nada que los papás del bebé eran tenistas.
Caminaron por todo el hospital hasta encontrar el cuarto indicado y tocaron para verificar que estuvieran allí. El que abrió no fue Sanada, sino Renji, el cual estaba bastante serio pero suavizó la mirada al ver a los muchachos.
- No creo que entren todos, el cuarto es muy pequeño y ya somos muchos aquí -dijo Renji.
- Déjalos pasar -una voz suave los alertó-. Pero que hagan silencio.
- Si -dijo Renji y los dejó pasar uno por uno a todos.
Poco a poco iban entrando y pudieron notar a un Yukimura bastante pálido, pareciera haber despertado de un coma profundo, con el rostro pálido y las manos algo temblorosas sosteniendo un montón de mantas o un revuelto de ellas que tenía en los brazos. Inmediatamente Eiji, que era tan curioso como un gato, se acercó suavemente hacia Yukimura, tratando de espiar que había del otro lado de las mantas, y para saciar la duda del pelirrojo, el joven Seiichi dejó ver lo que traía.
- ¡AAAAAAH PERO SI ESTA CHIBI! -gritó Eiji a lo que Sanada lo miró con dureza, pues despertaría al bebé, pero el pequeño estaba demasiado tranquilo y muy cómodo como para quejarse del alboroto del muchacho-. Lo siento -susurró.
- Tezuka, controla a tus compañeros, sobre todo a ese gato -dijo Sanada señalando a Eiji que tapó su boca de inmediatamente.
- Lo siento, no volverá a ocurrir -dijo Tezuka.
- Trajimos unos regalos para el bebé -dijo Fuji dejando los obsequios en la mesa.
- Yo traje sushi, deben tener hambre -le otorgó Kawamura a Sanada.
- Gracias, estábamos pensando en bajar para comer algo -dijo Sanada agradeciendo el gesto.
Entre las sonrisas por ver a la mamá y a su bebé sanos, Fuji notó que Kirihara y Niou estaban a cierta distancia, una muy prudente.
- ¿Por qué están tan lejos del bebé? -preguntó señalando a los dos muchachos.
- No quiero que contagien a mi hijo -dijo, mirándolos de reojo, Sanada.
- ¿Contagiar?
- No sé que tiene contra ellos -musitó Yukimura-. Pero desde que me trajeron al bebé, que Sanada los tiene ahí pegados a la pared.
- ¿Te lo trajeron? -preguntó Oishi.
- Si, solamente para que me sienta y para comer....-musitó besándole la cabecita-. Aun tiene que estar en observación, aunque nació justo en el séptimo mes. Ayer se cumplió el séptimo mes.
- Ya veo -susurró Fuji acercándose-. Es muy pequeño.
- Si -dijo-. La mamá de Sanada dice que es idéntico a él.
- Mamá piensa que hasta el gato de la esquina es idéntico a mi -bufó Sanada.
- Ah, no digas eso -sonrió Seiichi.
- ¿Puedo cargarlo? -preguntó Fuji con algo de temblor en la voz. Genichiro no parecía muy contento mientras veía a Yukimura entregándole el bebé, ¿sería el hecho de que era padre primerizo? Nadie lo sabía, pero simplemente no quería que alguien que no sea él o Seiichi tocara a su hijo.
- Es tan lindo -dijo Fuji con una estúpida sonrisa-. Y decir que en un par de meses tendré a Kunisuke en mis brazos y de esta misma forma -musitó entregándole el bebé al padre.
- Gracias -masculló Genichiro y observó a su hijo-. ¿Tienes sueño Ken-chan? Debes ir otro rato a la incubadora, bebé, así estas más sano.
- Es así todo el tiempo -aclaró Yukimura viendo lo baboso que era Sanada como padre. A pesar de la rigidez en su rostro y actos, Sanada sería un buen padre.
- ¿Ya podemos salir de aquí? -preguntó Kirihara.
- No -musitó cortante Genichiro.
- Pero llevamos como hora y media aquí -dijo Niou un poco cansado.
- Hasta que el bebé no esté al menos a 5 metros de ustedes.....-musitó abrazando al pequeño contra su pecho-. No dejaré que mi hijo contraiga su irresponsabilidad y mal gusto.
- ¿Mal gusto? Soy el que mejor se viste en toda la secundaria -dijo Niou acomodándose el cabello.
-.....
En eso se abre la puerta y entra una enfermera, que al ver a la multitud de chicos guapos se sonroja.
- Disculpen caballeros, vengo por el bebé -dijo la mujer.
- Dale al niño Geni-chan -musitó Yukimura.
- Em, si -susurró y con algo de desconfianza le entregó al bebé, la mujer se fue con el pequeño y Genichiro dejó salir a Kirihara y Niou.
- ¡Al fin! -dijo el muchacho de cabellos enrulados estirándose.
- Bueno, nosotros nos vamos, deben estar cansados -musitó Fuji mirando a Yukimura.
- Gracias por sus buenos deseos y por los obsequios para Ken-chan -dijo sonriente Seiichi-. Nosotros tenemos este cuadro que nos dio el hospital para colgar en la puerta -musitó mostrándoles el cuadro que Sanada colgaría apenas se vayan los muchachos.
"Hola, soy niño. Me llamo Ken Sanada.
Nací el 6 de Junio.
Mis papis son:
Seiichi Yukimura (14 años)
Genichiro Sanada (15 años)"(1)
- ¿No es tierno? Tiene un osito azul en la punta -dijo señalando el osito que estaba al lado del texto.
- Si, es bonito Yukimura-san -musitó Kawamura.
- Bueno, nosotros nos vamos nya, un placer -dijo saliendo junto a Oishi.
- ¡Adiós! Vuelvan cuando quieran -saludó Seiichi.
Y así acabó el día. Ken estaría una semana en incubadora, y Sanada sería fiel a su pequeño hijo durmiendo junto a la incubadora como cualquier padre baboso. Yukimura trataría de descasar para prepararse a la segunda operación que sería la definitiva para su recuperación satisfactoria o al menos el retroceso de su enfermedad. Los miembros del Rikaidai estarían fieles a su buchou y tratarían de ir todos los días al ver al bebé, si es que Sanada dejaba verlo. Y los Seigaku continuaron con sus exámenes y actividades escolares. O al menos hasta el torneo de Kantou.
Continuará.
