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La llegada del Bebé por Shin Black

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Notas del capitulo: esta es la primera parte del final, si quieren la última, minimo 6 coment ¬¬
 

Capitulo XXIII: Final (Parte I: Cuatro años después)

 

 

 

 

 

Había pasado cuatro años desde el nacimiento de Kunisuke. Era una mañana del ocho de enero, hacía mucho frío en todo Japón y se pronosticaba fuertes nevadas para las próximas semanas. Ya había pasado navidad y año nuevo, por lo cual, sólo faltaba esperar el comienzo de las clases terminado el mes de Febrero. Kunisuke contaba con cuatro años e iba al jardín de la zona, el color de la salita era la azul, y también llamativamente era su color favorito.

Por otro lado y al año de haber nacido, a Kunisuke le nació un hermanito llamado Hikaru. Hikaru tenía un inmenso parecido a Fuji, muy al contrario de Kunisuke quien se parecía a Tezuka, sólo que llevaba sus ojos de color turquesa como el de su "mamá".

Syusuke y Kunimitsu ya habían terminado de estudiar en la secundaria de Seigaku, y ahora estaban iniciando la universidad, luego de haberse graduado de la preparatoria o secundaria superior. Fuji había dejado parcialmente el tenis luego de que Seigaku haya ganado las nacionales, debido a que un segundo embarazo lo tomó por sorpresa al igual que el fin del año escolar. Eiji también misteriosamente quedó embarazado a finales de año, prácticamente luego de las finales y la fiesta que se armó donde varios de los "extraños" jugos de Inui y Yanagi, habían hechos estragos esa noche.

 

Al fin y al cabo, a Eiji le habían nacido mellizos: Masaki, quien tenía el cabello negro y con un peinado parecido al de Kajimoto; y Yuichi, quien tenía el cabello largo como el de Shishido antes del corte, y lo llevaba atado y su color era rojo fuego. Ambos niños tenían los ojos verdes y eran muy activos.

Por otro lado, a Lyng le nació un niño, como bien sabíamos, a los siete meses de nacido Kunisuke. El pequeño se llamó Kaname, y era prácticamente igual a Kenya, no hacía falta hacer ADN para verificar que el pequeño era hijo de su padre. Aun así, Kenya y Lyng jamás se llevaron bien, y el muchacho rubio se terminó casando con Shiraishi Kuranosuke, con quien actualmente tiene un hijo llamado Kami.

 

Del lado del Rikkai, también a Ken le había nacido un hermanito: Yuuki. Ken tenía el carácter de Genichiro, el físico de su padre y la muestra clara de autoridad, llegando a ganar, aun a su corta edad, a Akaya y ponerlo más de una vez en su lugar, su padre estaba orgulloso de ello. Pero Yuuki era todo lo contrario, Yuuki era simplemente un amor. Su pasatiempo era regar las flores de los amplios jardines de la casa de los Sanada, mirar novelas románticas aunque no entendiera mucho al respecto, la poesía y la música clásica, era de las actividades que más compartía con su mamá, al igual que cocinar galletas de animalitos. Realmente esos hermanos eran polos opuestos, como sus padres, o al menos era lo que todos creían.

 

En grandes rasgos, eso era lo más importante que habían pasado en esos años, entre varios nacimientos y embarazos que a nosotros no nos tiene que importar.

 

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Casa de la familia Tezuka.

 

 

 

Ayana se encontraba en la cocina con su yerno, ambos cocinaban comida para todos los habitantes de la casa. Kunikazu se encontraba leyendo el diario tranquilamente mientras Kunihara se afeitaba en el baño; seguramente y era lo más probable, Kunimitsu se encontraba bañándose arriba y bajaría a desayunar al poco rato. Por otro lado se escuchaban los gritos de los niños corriendo por el patio semi nevado, a Kunisuke y Hikaru les encantaba jugar allí, más que nada hacer bolas de nieve con la escarcha que se encontraba pegada en las hojas de los árboles y en el piso; aun así Syusuke estaba apunto de regañarlos, pues hacía poco tiempo a Hikaru le había dado una horrible gripe que le hizo estar en cama durante semanas por andar corriendo y saltando bajo la lluvia, esos niños realmente eran muy activos.

 

 

-¡Kuni-chan, Hika-chan! -Gritó Syusuke demostrando su autoridad, pero los pequeños seguían corriendo y tirándose bolas de nieve sin importar los gritos que daba su madre-. ¡Niños! -Gritó de nuevo, pero ni caso-. ¿Cuándo será el día que estos niños me hagan caso?

 

-Déjalos, sólo son niños -se rió Kunikazu mientras daba la vuelta a la hoja del diario.

 

-Pues yo no diría eso si vieras lo que le hacen a "Marilyn" -susurró Kunihara señalando las maldades que hacían sus dos nietos al pobre bonsái.

 

-¿Eh? ¡QUITEN SUS MANOS DE MI BONSÁI, PAR DE DELINCUENTES! -dijo el viejo asustándolos en broma, pero en realidad algo preocupado por la vida que tuviera su pobre e indefenso bonsái.

 

-¡Lalala, el abuedo no puede acasanos! -dijo con gracia Kunisuke, corriendo hacia una de las esquinas.

 

-Abuedito es uno, Kuni y Hikadu son dos....-susurró Hikaru mostrando dos de sus deditos.

 

-Veo que saben contar, a ver si pueden contar los años de prisión que le darán -dijo el abuelo tomando su planta entre sus brazos y colocándola en la mesa donde estaría "a salvo" al menos dos o tres minutos más.

 

-¿Qué pasa aquí? -preguntó Kunimitsu acercándose a su padre, éste sonríe de costado.

 

-Tus hijos que andan dejando la casa patas para arriba -sonrió el hombre mientras observaba como su padre corría a los dos niños de un lado al otro, jugando con ellos.

 

-¡La panta, la panta! -señaló Hikaru a "Marilyn", que se encontraba en la mesa. Kunisuke con maldad se acercó a la misma dispuesto a arrojarla lejos:

 

-¡Ala voy! -gritó lanzándose a la mesa, pero antes de que pudiera hacer otro movimiento que destruyera la planta y la paciencia de Kunimitsu, el muchacho habló con su voz potente:

 

-¡KUNISUKE, HIKARU, 10 VUELTAS ALREDEDOR DE LA MESA, AHORA! -gritó con la poca paciencia que le quedaba. Kunisuke y Hikaru dieron dos pasos hacia atrás algo asustados.

 

-¿No eres muy cruel con ellos? -preguntó Syusuke, viendo como sus hijos empezaban la maratón alrededor de la mesa.

 

-No -susurró-. Si los dejamos harán de la casa un loquero.

 

-Si tú lo dices, Kuni-chan -susurró Syusuke al oído de su esposo.

 

-No me digas así -susurró con molestia-. Tienes a Kunisuke para decirle Kuni-chan.

 

-¿Cuánto tiempo? Llegado a los 10 años no querrá que le diga Kuni-chan -susurró abrazando a Mitsu por detrás.

 

-Ajam, ¿ya está el desayuno? -preguntó el muchacho mirando a su madre.

 

-Si hijo, siéntate que ahora lo sirvo -musitó Ayana y mira a sus nietos-. Kunisuke, Hikaru, ustedes también siéntense, el desayuno está listo.

 

-Aun fatan 2 vuetas -dijo Kunisuke mientras seguía corriendo y con la mirada obligaba a su hermanito a seguir también.

 

-Hikadu quele yuno -dijo Hikaru con sus ojos llorosos señalando el desayuno que comían todos.

 

-Pos te fatan tes vueltas y puedes ir a comel yuno -dijo el niño decidido.

 

 

Kunimitsu admiraba como su hijo era capaz de hacer travesuras pero aun así, mantenerse firme ante la autoridad. Eso era lo que había heredado de él, aparte del pequeño estrabismo que le imposibilitaba ver normalmente, pero llevaba unos preciosos anteojos igual que su padre. Al contrario, Hikaru nació con la vista perfecta, aun mejor que la de Syusuke, y que serviría para el tenis cuando cumpliera más edad.

 

 

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Mientras, a las pocas cuadras de la casa de los Sanada.

 

 

Por otra parte, los Sanada era una familia realmente muy prolija en cuando a la ley y el orden. En la casa de Genichiro, éste vivía con su abuelo, su padre y su madre, ya que su hermano se había casado y había formado su familia ya en otra casa. Con la llegada de Ken al mundo, Yukimura pasó a ser parte de la familia, y cuando pocos meses después nació Yuuki, esta se agrandó notablemente.

Ken era idéntico a su padre, con una mirada firme y de autoridad, no aceptaba la derrota, practicaba kendo a pesar de su corta edad, era respetuoso con sus padres y un niño a admirar, empezando a caminar a los ocho meses y hablar al año y medio.

Por otro lado Yuuki era el hermanito menor, romántico, poético, con una gran habilidad para la jardinería, el decorado y la música. Practicaba piano desde que tenía un año y medio con un juguete, y más tarde Sanada le había comprado un piano de cola, que aun no podía usar del todo ya que era muy pequeño. Le gustaba la música clásica y mirar novelas con su abuela a pesar de que entendía poco y nada. Iba al jardín guardería de Rikkai junto a su hermano, él era un año más chico por lo cual no estaban en el mismo salón, pero durante el recreo se veían.

Los hermanos Sanada eran popularmente conocidos más que nada porque eran la antitesis del otro en todo sentido, además que Ken se encargaba de patearle el trasero a aquel que molestara a su hermanito o le mirara mal, por lo cual había que tener mucho cuidado cuando se relacionaban con Yuuki, Ken era muy celoso y protector de su hermano tal como Genichiro de Seiichi.

 

 

-¡Mida mami! -Dijo el pequeño de cabello azulado, señalando un pajarito-. Un dito.

 

-Oh, es un pajarito muy hermoso, tienes buena vista Yuuki-chan -susurró Yukimura acariciando el cabello de su hijo para luego tomarle mejor la mano y seguir caminando por la calle.

 

-Mida papi, un pelo -susurró el pequeño nuevamente, esta vez mostrándole a Sanada un perro que estaba en la esquina-. Quelo un pelo.

 

-Se dice perro, Yuu-chan -susurró Ken, tomándose mejor de la mano de su papá.

 

-¿Quieres un perro? -preguntó Genichiro, su hijo asistió-. ¿Tú también quieres un perro, Ken-chan?

 

-Emmm.....-Ken mira el perro y luego ve a su hermano que con los ojos llorosos le pide que diga que si-. Si, si quero.

 

-Entonces, vamos a la perrera y buscamos uno ¿les parece? -preguntó Genichiro con una sonrisa normal, ni seria ni alegre.

 

-¡SI! -dijo con alegría Yuuki y corrió hacia la esquina para abrazar al perro.

 

-¡Yuuki! Ese perro no es tuyo -Seiichi enseguida fue detrás de su hijo para detenerlo.

 

-Dios....-susurraron tanto el padre, como el hijo al mismo tiempo.

 

 

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Departamento Oishi-Kikumaru.

 

 

El departamento que quedaba en el tercer piso de una zona céntrica, era habitado por la familia Oishi-Kikumaru, entre ellos: Eiji Kikumaru, quien decidió dedicarse al atletismo y le hacía dura competencia a Gakuto; Oishi Shuichiro, quien estaba haciendo un profesorado; Masaki y Yuichi Oishi, los mellizos de la pareja de oro. Lo que tenía esta familia, en lo particular, era lo ruidosos que eran, tal así que los vecinos se quejaban constantemente por los gritos de Eiji durante las mañanas, aun así eran queridos por el barrio en particular.

 

Ese día, a la mañana, Eiji levantó a sus hijos como todos los días, a los gritos y arrojándole agua. Ésto lo hacía porque los pequeños eran muy dormilones, y no se levantaban por nada. También lo hacía porque para Eiji, sus hijos eran "sus gatitos" y dado que a los gatos no les gustaba el agua, era su fuente de diversión. Los pequeños tenían un gato que bautizaron "Kiku" porque el parecido de su "mamá" con el gato era increíble, además porque era regalón como su madre. Como bien había dicho, esa mañana los chicos se levantaron tempranos y mojados.

 

-¿Kiku, Kiku? -llamó Yuichi mientras se levantaba de un salto de la cama, con su cabello despeinado y desatado, rojo como el fuego, y sus ojos verdes como esmeralda que resaltaban, el pequeño había tirado todo al suelo en su odisea por encontrar a su gato.

 

-¿Puedes dejar de gitar? -dijo Masaki, quien traía su negro cabello todo desarreglado.

 

-¿Onde ta Kiku? Etaba dumiendo conmigo -dijo sentándose en la cama, estilo indio como si hiciera yoga-. Mmm, Kiku nunca se aleja de mí.

 

-Tal vez lo apastaste en la noche y lo mataste -dijo para sembrar el pánico en su hermano.

 

-¿EEEH? ¡MAMAAAAAAAAAAA! -gritó Yuichi haciendo que a los vecinos, a Oishi, a Masaki y a su mamá Eiji les de un ataque al corazón. Enseguida entró Oishi al cuarto.

 

-¿Qué pasó? ¿Qué tienes? ¿Estás bien? -preguntó exasperado el joven, pero al ver que Yuichi estaba integro físicamente se relajó.

 

-¿Y mami?

 

-Esta bañándose ¿qué pasó aquí? ¿Por qué toda la habitación es un desastre? ¿Por qué no tienen la ropa de salida puesta? -regañó Oishi mientras cruzaba los brazos.

 

-Papi, no cuento a Kiku -dijo señalando a un costado, donde supuestamente dormía su gatito-. ¡Kiku se fue, me dejó! -gritó dolido y saltó de la cama haciendo una pirueta y abrazándose a su papá.

 

-¿Kiku? ¿Cómo que no está? -Preguntó Oishi-. Tal vez esté debajo de todas esas cosas que tiraste.

 

-Mira Yuichi -dijo Masaki mientras sacaba una de las playeras de su hermano del suelo descubriendo al pequeño gatito pelirrojo que se encontraba allí, abriendo sus ojos de forma perezosa.

 

-¡KIKU! ¡VOVISTE A MI! -gritó de nuevo Yuichi, saltó nuevamente de manera olímpica y abrazó al pequeñísimo gatito.

 

-¿Qué pasó? -preguntó Kikumaru, quien llegó al fin a ver que había pasado con sus hijos, porque el grito y de paso chusmear un poco-. ¿Por qué la habitación está tan desordenada, nya?

 

-Mami, enconté a Kiku, etaba aquí, aquí, debajo de mi payera -susurró el niño contento, mientras aferraba más al gato.

 

-Pobre Kiku, etaba mejor debajo de la payera que en tus brazos siendo aficiado -susurró Masaki sonriendo.

 

 

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Casa de la familia Shiraishi.

 

 

Como bien se contó más arriba, Lyng se había casado con Kuranosuke, con quien actualmente tenía un hijo de tres años más o menos, llamado Kami. Pero a la vez, Lyng tenía otro hijo de cuatro años, llamado Kaname. Kaname y Kami se llevaban de maravilla, la relación de hermanos era armoniosa, pero Kami tenía un carácter más fuerte que el de Kaname, que desde pequeño tuvo que lidiar entre estar en medio de sus padres y de los gritos e insultos que iban de un lado al otro, eso hizo que él se retrajera y fuera más introvertido de lo que parecía.

Kaname era idéntico a Kenya, Kami era muy parecido a Lyng, sólo que con una belleza un tanto más angelical y una sonrisa muy parecida a la de su papá Kuranosuke.

 

-¡Mami, mira lo que hice pada ti! -dijo Kaname mostrando un dibujo con temperas a su mamá.

 

-Oh, es muy lindo Kana-chan -susurró Lyng tomando el dibujo de su hijo, apenas lo apartó para ver el rostro del niño observó que traía pintura en la cara y en las manos-. Creo que debería bañarte.

 

-Jejeje -rió Kaname algo ruborizado, era obvio que tenía que hacerlo, tuvo problemas con un tubo de pintura y había quedado así.

 

-¡Mida mami! -Kami entró corriendo con una peluca en la cabeza y varios accesorios, como colgantes, anillos, etc, y algo mucho más llamativo, traía pintura de labios, rubor y sombra de ojos-. Mida lo que me dio el amigo de papi.

 

-¡KAMI! -Observó que su hijo parecía una obra de Picasso-. Pero dios ¿quién te pintó así?

 

-El amigo de papi -dijo señalando a Koharu Konjiki, quien traía muchos cosméticos.

 

-Oh, tendré que hablar con él después, un niño no debe lucir así -dijo mientras le quitaba la peluca a su nene, tomó un trapo y empezó a quitarle la pintura de la cara a su hijo-. Pareces una obra de Picasso.

 

-Jejeje, Kami-chan padece una de esas modelos -dijo Kaname sonriendo, viendo que su hermanito estaba todo pintado como las modelos de la revista.

 

-¿Vite? -dijo contento-. Cuado sea gande quedo sel modelo de levista....papi tene unas levistas donde las nenas están pobles.

 

-¿Las nenas están pobres? -preguntó Lyng.

 

-Si, son unas donde las nenas están sin lo...-pero antes de que el pequeño dijera la palabra mágica, Shiraishi salió de su escondite y le tapó la boca al niño.

 

-Los niños pequeños no deben decir mentiras o le crecerá la nariz -dijo Kuranosuke alzando a su hijo, que aun lo traía con la boca tapada. Lyng cruzó los brazos.

 

-¿Revistas de mujeres pobres, ne? -susurró con los ojos filosos, concentrados en su pareja.

 

-No son mías, en serio -sudó frío-. Son de Niou, yo se las cuido.

 

-Te juntas demasiado con ese tipo -dijo acercándose amenazadoramente, mientras su mirada seguía siendo temible.

 

-Etto.... No le pegarás a un chico que tiene a tu niño ¿no? -preguntó abrazando a Kami contra su cuerpo, el nene no entendía absolutamente nada.

 

-Iré pol el botiquín -dijo Kaname ya previendo lo que se avecinaba.

 

 

 

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Y así era la vida de los Seigaku hasta el momento....pero aun queda más.....porque diez años después de estas escenas, también pasaron muchas cosas, sobre todo, entre los más pequeños, quienes entrarían en secundaria y deberían competir entre ellos.

 

 

Diez años después.....

 

Continuará.

Notas finales: Aclaración: Hasta el momento, legalmente se casaron Kuranosuke y Lyng. Seiichi y Genichiro se casarían a fin de año, y Fuji tanto como Tezuka, al igual que la golden pair, esperarán un poco más antes de casarse XD

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