Capitulo II: Primeros problemas
Volvemos al mismo escenario. Esa tarde los regulares de Seigaku y Ryoma se encontraban en el vestidor analizando las recientes noticias, entre ellas que uno de los jugadores más importantes a nivel estatal estaba de cierta manera "imposibilitado" para jugar el próximo torneo de Kantou que se aproximaba, y eso requería que el buchou supiera lo antes posible de esta nueva baja en el equipo. Tezuka y Sumire tenían que saberlo, no se podía tomar a la ligera y en esas condiciones el Tensai no podía ni jugar al gallito ciego (1).
Por otra parte, no sería difícil comunicarle su nueva paternidad a uno de los miembros más temibles, después de Fuji y tal vez Kaidoh enojado, de Seigaku, así que por lo tanto estaban entre la espada y la pared en aquel momento. Aun así no podían dejar todo como estaba y hacerse los idiotas hasta que empezara el torneo de Kantou en unos dos meses cuando Fuji ya tuviera 24 semanas de gestación, se iban a dar cuenta y no sólo el buchou, sino también los equipos rivales.
- ¿Alguien tiene una idea de que podemos hacer? -preguntó Oishi.
- Bueno, primero y principal, no podemos dejar a Fuji solo. Esta en un estado muy delicado y los primeros meses son primordiales para que el bebé crezca sano y fuerte -dijo Inui.
- ¿Eso quiere decir que seremos niñeras de este sujeto? -señaló Kaidoh con molestia a Fuji.
- Podríamos decir que si -dijo Inui-. Si tezuka se entera que nosotros sabíamos del embarazo y no cuidamos de su "novio", no solo nos matará, sino nos colgará de los dedos pulgares desde la torre de Tokio.
- ¿Y quién le va a decir que nosotros sabíamos? -Musitó Ryoma-. Podemos simplemente decirle que no sabíamos o que Fuji nos ocultó esto.
- Yo puedo decirlo -dijo Syusuke sonriendo de manera sádica-. Y me gustará verlos colgados de sus dedos pulgares.
- Créeme, es capaz -dijo Inui a Ryoma, este suspiró nervioso-. Bien, Fuji ¿hay alguien en tu casa hoy? -preguntó.
- Yuuta vive en St Rudoph, así que dudo que esté en casa. Yumiko trabaja hasta tarde y mamá se fue de vacaciones con papá....-musitó levantándose de la silla.
- Con razón tuvieron tiempo de procrear al engendro ese -dijo Momoshiro señalando el vientre de Fuji.
- Bueno, entonces alguien debe hacerse cargo de Fuji -dijo Takashi.
- ¡Yo! -Gritó Eiji abrazando a Fuji-. Lo llevaré a mi casa y jugaremos cartas un rato ¿te parece Fujiko? Además, uno más no hará nada, en mi casa estamos acostumbrados a la multitud.
- Entonces se quedará con Eiji hoy -dijo con una sonrisa de alivio, luego de acomodarse sus lentes.
- Por cierto Fuji, piensa rápido como decírselo a Tezuka, recuerda que el torneo de Kantou está próximo y tú en esas condiciones no puedes jugar -musitó Inui nuevamente.
- Ok, trataré de decírselo lo más rápido posible -dijo Syusuke y se retira junto a Eiji.
-...... ¿Creen que se lo dirá? -preguntó Kaidoh.
- Lo dudo, pero yo apuesto 100 yens a que Tezuka se desmaya al saberlo -dijo Momoshiro sacando un billete.
- ¿100? Yo apuesto 200 a que grita del horror -apostó Kaidoh.
- ¿No es de mal gusto apostar este tipo de cosas? -Preguntó Oishi-. Mmm apuesto 200 a que se queda como estatua.
- ¡Apuesta, apuesta! -grita Momoshiro abriendo una libreta de apuestas.
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Ryoma y Momoshiro se dirigieron a la casa del primero. Ya las apuestas se habían realizado con satisfacción y Takeshi contabilizaba los últimos yenes que había adquirido por parte de Katsuo y Horio. Aunque era raro, cuando los chicos de primero se enteraron sobre el embarazo, no dudaron en poner sus yenes al favor del desmayo, impuesto por Momoshiro.
Ryoma por su parte no apostó, no quería gastar el dinero, pero sabía perfectamente cual sería la posible respuesta del buchou, a pesar del poco tiempo que lo conocía.
Llegaron a la entrada de la casa Echizen, y Ryoma suspiró al oír un griterío proveniente de adentro. Justo esa misma mañana su prima le había dicho que el hermanito menor de esta, hijo de su padre con otro matrimonio y con el cual se llevaba estupendamente bien, iba a venir de visita. Según tenía entendido, el muchacho iba a la escuela Shintenhouji (2), por lo cual tenía una habitación rentada en la misma institución; entonces: ¿Por qué tenía que venir a usurpar su casa e intimidad? Lo más seguro es que lo hicieran dormir en su cuarto y tenía que soportar a aquel rubio con muy mal carácter tirando sus cosas por todos lados.
- ¿Ryoma? -Musitó Momoshiro-. ¿Por qué no entras a tu casa? Llevas como cinco minutos con la llave en la mano pero sin hacer movimiento.
Trato de alargar un poco más mi fin, hubiera respondido Ryoma sino fuera porque la puerta se abrió y Nanako apareció con una sonrisa, por lo tanto al pequeño Echizen no le quedó otra que pasar a su casa para encontrarse con, seguramente, la primera causa de extinción futura de la raza humana y de las raquetas también, su único y tormentoso primo: Lyng Echizen.
- ¿Hm? -Momoshiro miró al muchacho que estaba frente a si con una raqueta apoyada en su hombro y luego miró a Ryoma que llevaba una cara de completa derrota aun antes de mirarlo-. ¿Quién esa persona? -preguntó, usando la palabra "persona" en vez de "chico" ya que el sexo de aquel ser vivo frente a él no se podía distinguir a simple vista. O era una mujer muy machona o era un hombre muy andrógeno.
- Es mi hermano, Lyng (3) -musitó Nanako.
Lyng era el primo menor de Ryoma, hijo del hermano de Nanjirou y hermano menor de Nanako. Lyng no se parecía físicamente a nadie de la familia, ya que su cabello rubio, largo y atado en una cola de cabello con algunos cabellos sueltos y sus ojos celestes suavemente rasgados, no le hacía oriental.
Momoshiro pestañó varias veces tratando de encontrar un rasgo masculino o femenino en la persona frente a si, pero era imposible. El chico brillaba por su hermosura, pero también era de temer, pues sus profundos ojos celestes denotaban un poquito de veneno en su mirada, aun así la sonrisa parecía desaparecer todo. Lyng medía casi lo mismo que Ryoma, llevaba puesta una camiseta manga larga blanca, remangada hasta los codos, y encima una playera manga corta de color contraste a la de manga larga; unos shorts azules y unas tenis negras.
- Al fin llegas a casa, primo -dijo Lyng-. ¿Te apetece un partido?
- No molestes Lyng -musitó Ryoma con mirada seria.
- ¿Es tu primo? -preguntó Momo, Lyng sonrió.
- ¿Eres amigo de Ryoma? Seguro debes ser bueno ¿te gustaría jugar conmigo un partido? -preguntó.
- Em.... ¿Por qué no? -sonrió Takeshi mientras desenfundaba su raqueta.
Ryoma golpeó con su mano su cabeza, sabía que Momoshiro terminaría aplastado por el "dulce" primito que tenía, pero como dice el dicho "deja que aprenda solo", y esa fue la postura que optó Ryoma, acompañando a su primo y su amigo hasta la cancha del fondo.
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Por su parte Eiji había llevado a Fuji a su casa para tenerlo bajo sus cuidados. Obviamente Syusuke conocía muy bien a su amigo y por ahora no quería hacerle daño, o al menos por ahora. Eiji había tomado todos los recaudos posibles alejando todo objeto contundente de las manos del tensai, por su las dudas nunca se sabía cuando a Fuji le agarre un ataque de histeria.
Oishi los había acompañado para asegurarse que llegaran a destino y una vez que pasaron la puerta Kikumaru y Syusuke se quedaron completamente solos. El pelirrojo tragó su propia saliva y le pidió a Fuji que tomara asiento, lo que este hizo sin chistar.
- Y dime Fujiko ¿cómo le dirás que estás embarazado? -preguntó Eiji sirviendo unos vasos de jugo.
- Ya les dije, acumularé muchas malas noticias -sonrió para sus adentros.
- Pero, pero ¿crees que no se dará cuenta? -musitó volviendo al living con los vasos de jugo, extendiéndole uno a Fuji.
- No lo sabré hasta no hacerlo ¿no crees? -Musitó tomando un poco de su jugo-. Eiji.
- ¿Si?
- Me traes hielo, el jugo está caliente -dijo señalando el vaso.
- Em, si -se para el pelirrojo y sale corriendo hacia la nevera para traerle los hielos.
- Vaya, veo que tienes un nuevo estereo -musitó observando el artefacto encima de la mesa.
- ¡Ah si! -Dijo mientras sacaba los hielos-. Mamá me lo compró la semana pasada, es que mis CD se oían mal en el otro estereo -dijo acercándose, colocando los hielos en el jugo de Fuji-. Además me compraron el nuevo CD de las chocolates.
- ¿En serio? -dijo fingiendo emoción.
- ¡Siii! Estoy tan feliz, aunque claro, costó mucho dinero, es algo que sólo se da una vez en la vida -musitó con emoción.
- ¿Puedo verlo? -musitó con malicia.
- Claro, está ahí, encima de esos CD -dijo señalando una repisa cerca del ventanal que se dirigía al patio trasero.
- A ver -musitó levantándose yendo a la repita. Tomó la caja de CD y lo abrió para ver directamente el mismo-. Es muy bonito.
- ¡Si! Estoy tan contento nya -musitó con felicidad mientras se acercaba.
- Mm a ver quiero ver bien esto -dijo saliendo al patio, sacando el CD de su estuche-. Ah veo que no lo haz usado.
- Sólo lo escuche una vez y quiero mantenerlo en perfecto estado -dijo con una sonrisa.
- Si, ¿sabes? Se parece a un frisby -musitó mientras lo tomaba mejor al CD y amagaba a tirarlo.
- ¡No Fuji! ¡¡No lo hagas!! -dijo casi abalanzándose al muchacho, pero este fue más rápido y lo lanzó al patio del vecino de junto.
- Ups....jejejejeje -rió con sadismo, realmente Fuji era una amenaza.
- ¡¡AAAAAAAAH, MIS CHOCOLATES!! -Gritó Eiji corriendo hacia la puerta-. Tú quédate aquí, ahora vengo -le ordenó a Fuji y se fue corriendo.
- Mmm, pero aquí no es divertido -tiró el estuche al suelo y pasó encima de el rompiéndolo-. Ups, creo que Eiji se molestará jejeje -rió y luego caminó hacia la cocina donde todavía estaba su vaso con jugo-. Mmmm.
Syusuke tomó su vaso y caminó hacia el nuevo estereo de Kikumaru, abriendo la parte del CD para ver si había algo, pero no encontró nada, así que apoyó el vaso y con un movimiento fuerte lo volcó encima del aparato, que estaba enchufado e hizo cortocircuito. Fuji fingió sorpresa y luego con una servilleta limpió el aparato para pasar desapercibido y volvió a su lugar fingiendo absoluta inocencia.
Pasado media hora Eiji volvió a su casa, con la ropa desarreglada y su cuerpo algo sucio al igual que su cara, con algunas hojas y ramas de árbol en su cabello y el CD en sus manos.
- Al fin si pude quitárselo a ese perro doberman con los ojos furiosos -dijo Eiji sonriente-. Ay Fuji, si vieras la que me hiciste pasar -dijo mirando a su amigo que le sonreía-. Pero aquí tengo mi CD, y voy a ponerlo para oírlo.
- Anda, te iba a decir que hagas eso -dijo con una sonrisa.
- Bien -musitó abriendo la disquetera de su nuevo estereo para colocar el CD allí y cerrarla-. Bien, prepárate a escuchar la mejor música de tu vida -sonrió y apretó un botón.
Un sonido se escuchó como si fuera una explosión y la escena siguiente era de un Eiji con el cabello hacia arriba, la cara totalmente negra y el estereo al cual le salía humo y parecía estar apunto de agarrar fuego. Fuji simplemente se paró y luego de sonreír habló.
- Acabo de recibir un SMS de mi hermana, dice que está en casa así que me voy, nos vemos mañana Eiji-chan -dijo saludando.
Fuji apenas salió de la casa escuchó el grito de su mejor amigo y con una sonrisa de satisfacción inició su camino hacia su casa.
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Momoshiro aceptó la derrota cuando por segunda vez consecutiva, Lyng le ganó 6-0. No era que Momoshiro fuera malo ni que estuviera en las peores condiciones, pero realmente Lyng era ingenioso cuando quería y cuando no quería, también lo era.
Luego de unos minutos tratando de consolar a su amigo, Ryoma fue a buscar unas latas de Ponta para tomar todos juntos mientras llegaba su madre para preparar la cena, le había pedido a Momoshiro que se quedara a cenar, y obviamente el muchacho aceptó enormemente, más que nada porque su familia no se encontraba en casa y debía hacerse la comida él.
Lyng, quien estaba tirado coba a bajo mirando la TV, escuchó el teléfono sonar y le miró de reojo los primeros dos timbrazos, luego se incorporó y tomó el tubo para poder contestar.
- ¿Hola? -Preguntó para luego escuchar una voz conocida-. ¡Capitán!
- ¿Capitán? -preguntó Momoshiro a Ryoma.
- Lyng va a Shintenhouji.....-respondió el bajito.
- ¿El capitán lo llama? -preguntó de nuevo.
- Pues verás, según sé: mi primo y el capitán Shiraishi Kuranosuke, tienen una relación bastante rara desde que eran chicos.
- ¿Rara?
- Si, desde muy infante, a Lyng se le ha dado golpear a la gente con su raqueta, supongo que porque su físico no da para pegarles con los puños, entonces utiliza lo primero que tiene en mano, en este caso la raqueta.
- ¿Y qué tiene que ver eso con la relación entre Kuranosuke y tu primo?
- Bueno, se conocen desde niños. Lyng es un año menor, y Shiraishi siempre....bueno, se ha burlado de él por su falta de masculinidad.
- Ya veo -sonrió-. ¿Y se llevan mal?
- Mal no sería la palabra, tampoco se llevan bien, pero digamos que simplemente se tratan, aunque mayormente Shiraishi es golpeado por Lyng cada vez que se mete con su género ¿me entiendes? -dijo Ryoma mientras sacaba algunas cosas del refrigerador.
- Ya veo, tu familia es muy rara.
- No mi familia, Lyng solamente -suspiró-. Ayúdame a preparar unos onigiris para comer antes de la cena.
- Bien -dijo Momoshiro remangándose la camisa.
Por otro lado, Lyng estaba tirado en el suelo con el tubo de teléfono en su mano derecha y el cordón que pasaba por su cintura dando completamente una vuelta a la misma.
- Puedes dejar de llamarme para decirme que entrene, yo soy dueño de mi vida -dijo desafiante-. ¿Eh? ¡VEN AQUÍ Y REPITEME ESO, VIOLADOR SERIAL!
- ¿Hm? -Momoshiro miró como el muchacho le gritaba al teléfono.
- ¡ESO LO SERÁS TÚ! -gritó y colgó.
- Si. Se llevan muy bien -suspiró Ryoma.
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Kaidoh, Kawamura e Inui se encontraban esperando a Tezuka. Los muchachos habían decidido sacarle información al capitán para ver como reaccionaría el mismo y no perder la apuesta pero sin decirle lo del embarazo de Fuji. Mientras lo esperaban, estaban tratando de imaginarse como sería el nuevo miembro de la "familia".
- Teniendo una "mamá" tan sádico como Fuji, y un papá tan estricto como Tezuka, me compadezco del pobre niño -dijo Kawamura.
- Tienes razón, sería algo así como una mezcla entre ambos -musitó Inui.
- ¿Cómo un sádico estricto? -Imaginándose algo similar a Jack el destripador-. ¡Aaaah!
- Algo así como Alcapone -dijo Inui.
- Encajaría bien para ser un líder mafioso -musitó Kaidoh.
- ¿Quién? -Preguntó un recién llegado Tezuka-. ¿Dónde esta todo el mundo?
- ¡Ah Tezuka! -Los tres se pudieron de pie-. Acompañaron a Fuji a su casa.
- ¿Los cuatro? -musitó alzando una ceja.
- Si.
- Bueno, entonces ustedes pueden irse, y recuerden, mañana a las tres empezaremos el entrenamiento para el torneo de Kantou -dijo Tezuka con seriedad y se va.
- ......Al final no pudimos sacarle nada.
- ¡Diablos!
Recién va el primer día que saben del embarazo de Fuji y ya hay una pequeña victima, Eiji. ¿Qué pasará cuando pasen los meses y el torneo de Kantou esté a nariz de distancia? ¿Y qué pasará cuando otros chicos mantengan una relación verbal con un sádico y embarazado Fuji? Todo esto y más en los próximos caps.
Continuará.