Se que estoy cerca de algún descampado, una leve brisa golpea mi cara, dejándome claro que esta es la maldita realidad que estoy viviendo… aunque desgraciadamente ya no vivo. Sobrevivo...
Mi cabeza da vueltas, quiero entender por qué me toca a mi estar pasando por esta tortura… El matrimonio que me cuida está bajo amenaza, lo noto en sus ojos tristes cada vez que me miran directamente intentando infundirme valor, por eso no pueden ayudarme por más que llore e implore cada vez que me traen la comida, ellos tan solo me acarician las mejillas y me dicen que todo estará bien… pero simplemente se que eso es casi una utopía para mi, aunque mantengo mis esperanzas vivas en el lugar más recóndito de mi alma…
Mi piel está fría, y mis dedos comienzan a entumecerse. Pronto vendrán por mi, he tenido demasiado tiempo solo hoy, lo se porque el sol comienza a bajar, lo puedo ver a través de una hendija lo suficientemente grande como para poder observar el ocaso todos los días. En este momento los colores naranjas reinan el cielo, mientras poco a poco yo voy cayendo en la cuenta de que todo este martirio tan solo estoy “superándolo” día a día gracias a ti.
Nuevamente el agua salada sale de mis ojos sin tener que hacer yo, el menor esfuerzo para que hagan su magnífico acto de presencia. Respiro entrecortado, no puedo dejar de llorar… me están haciendo daño… demasiado daño…. Con mis manos torpemente intento secar mis mejillas. Los dedos y nudillos me arden, tengo la piel lastimada de tanto golpear mis manos contra lo que sea, suplicando mi libertad, ya casi no tengo huellas digitales. Miro un poco todo mi magullado cuerpo. Estaba horrible…. Mis brazos están amoratados, al igual que mi torso, donde claramente puedo ver las mordidas y rasguños de mi agresor. Un suspiro escapa de entre mis labios… ¿en que momento hicieron de mí un estropajo humano?...
No lo entiendo.
Y otra vez mi cuerpo se convulsiona mientras amargamente lloro sin remedio alguno.Estoy cansado… ya no quiero más de esto, no me lo merezco…
Mis piernas no se han salvado tampoco de tanto maltrato, estoy lleno de raspones y pequeños cortes por donde me mire, a mis labios los siento hinchados, y mi piel esta completamente sucia. Ya no puedo seguir así.
Una vez más tu imagen se hace presente entre mis más preciados recuerdos. Tú eres lo único por lo que sigo en pie. Porque te amo, y porque aunque sean mínimas mis esperanzas espero que, cuando acabe esto, si es que alguna vez acaba, quiero ver tus hermosos ojos negros viéndome de esa manera especial, como siempre lo hiciste desde que nos conocimos. Te extraño tanto… y te necesito aún más, yo ya no quiero sufrir…
Que hice yo para pasar por esto?.
De repente mi cabeza da vueltas… Siento que voy a desvanecerme, más no lo hago, tu recuerdo me ayuda a volver a quedar en pie.
Una vez más mi amor, una vez más eres mi sustento.
La televisión esta en volumen alto, al parecer hablan sobre mi… como puedo llego a la puerta y me arrodillo en el piso apoyando levemente mi oreja sobre la fría madera para poder oír más. “el joven muchacho que fue golpeado salvajemente en un callejón, Shiroyama Yuu, ha fallecido esta mañana de un paro cardíaco, luego de treinta días de coma.” - No… es imposible… no Yuu… no!. No pudiste morir, no pudiste! “la policía aún sigue investigando la desaparición de su acompañante, Takashima Kouyou, quién estaría con él mientras fuera atacado brutalmente. Recordemos que el joven muchacho ha sido visto con él saliendo de un pub, minutos antes del ataque…”No puedo seguir oyendo. Más mis sollozos son mil veces más audibles que las voces de los periodistas hablando del otro lado de la pantalla del aparato.
Definitivamente mi vida ya no tiene sentido. Mi corazón está hecho pedazos. Nada queda del Shima que alguna vez fui, todo se quedó contigo cuando me arrancaron esa noche de tus brazos, ¿Qué hicimos, mi amor, para terminar así?, dime Yuu… dame alguna señal!
¿Por qué tiene que ser todo de esta manera!?
No pudiste haberme dejado aquí a merced de estos miserables, me dejaste solo Yuu… yo ya no quiero vivir…
La puerta se abre de repente empujándome lejos de ella, quedando yo desparramado en el suelo, sin ánimos de defenderme de mi agresor. Ya no haré nada por mi vida. Ya no necesito de ella…. Solo quiero estar contigo, amor… ven a buscarme!
Me toma bruscamente del brazo y me obliga a levantarme, para luego azotarme contra la pared. Pone sus manos a mis costados y desesperado lame mi cuello, mordiéndolo, sacándome sangre al instante. Sus manos parecen cobrar vida propia y comienzan a pasar rápidas, con movimientos toscos debajo de mi rasgada camisa…
Sé lo que vendrá, ya no me opongo…
En un rápido movimiento me gira, golpeando mi cabeza fuertemente contra la pared, ata mis manos por detrás de mi espalda, para luego intentar arrastrarme a la salida de la habitación pero hago que se detenga y con ninguna expresión en mi rostro, solo, empiezo a caminar.
Conozco ese largo pasillo de memoria, he perdido la cuenta de cuantas veces fui arrastrado a través de él hasta llagar al sótano. Hasta esa tarde había odiado ese trayecto, lo había aborrecido con toda mi alma, con todo mí ser… más sin embargo, esta vez…. me da paz.
Tiemblo al ver la negra puerta abrirse. Mi otro atacante me espera ansioso allí dentro. Veo la lujuria en sus ojos, el deseo de poseerme cuantas veces se le venga en ganas fluye por sus venas.
En su rostro se forma una sonrisa de autosuficiencia, quiere hacer de mi agonía algo lento y doloroso, aún más de lo que ya es, pero la desesperación le gana.
Mi corazón se acelera… sigo temblando, sin poder evitar sollozar con los ojos fuertemente apretados, sintiendo como corre hacia mi, deseoso de tenerme entre sus manos, con esa sed bruta por querer tocarme, por recorrer suciamente cada parte de mi ya, débil cuerpo.
Un movimiento certero y yo estoy en el suelo, con un fuerte dolor de cabeza sintiendo, por un lado, como la sangre lentamente sale de mi cabeza, manchando mis cabellos, y mis hombros. Mientras que por otro siento su cuerpo, rozándome desenfrenadamente. Acariciando sin pudor alguno cada parte de mí ser.
Aún debajo de aquel asqueroso tipo mi cuerpo se convulsiona una y otra vez sin poder calmarme.
Entre gritos desesperados de dolor, mi mente divaga entre recuerdos de cuando, alguna vez, fui feliz.
Una leve brisa invade la habitación, mis manos ya no arañan la espalda de ese cerdo, intentado que todo mi sufrimiento sea menor, simplemente caen a mis costados, ya no lloro, ni oigo las exclamaciones de placer que hasta ese momento me hacían sentir completamente sucio y asqueroso…. Abro mis ojos y una luz brillante y fuerte me ciega por algunos momentos, pero al instante puedo verte, mientras que tu voz endulza mi oído lentamente… me siento liviano, como si me llevara el viento… Yuu! Sabía que vendrías por mi!.... Me tomas la mano y tan solo en tus labios puedo leer lentamente como me dices “te amo”.Mi cuerpo, inerte, queda atrás… bajo aquel hombre, que desconcertado, intenta reanimarme. Soy libre!. Y lo más importante… estoy junto a ti. Ya nada nos va a separar, ya nada nos hará sufrir. El dolor quedó atrás.