-Hoy te ves mejor… ¿qué te sucedió anoche?
-Nada
-Mmmm…tú y tu maraña de secretos, me pregunto como acepté ser tu compañero de cuarto.
“Aceptaste, por que te enamoraste de mí, lo noté desde el primer día que nos conocimos, y ese solo sentimiento me parece tan patético”
-Sí, me pregunto por qué.
-Dijiste algo?
-No nada.
La sonrisa de Hyde, una sonrisa fingida, era más que suficiente para Sakura y olvidarse de cualquier otra cosa.
*********************************************************************
“Aquella noche fue distinta, quizá había sido solo un presentimiento, en todo caso, haría a un lado todo aquello y seguiría el consejo de Hakuei”
-Nos vamos Sakura?
-Claro, pero antes, espérame aquí.
Sakura rápidamente se dirigió donde Hyde, quien estaba en la barra, esperando por unas bebidas, antes de llevarlas a la mesa designada.
-Hyde, ¿no deseas que te espere?
-No, aún falta 1 hora para que termine mi turno, mejor vete.
-De acuerdo, pero cuídate esta bien?
“¿Qué clase de persona es? Fingiendo estar preocupado. Si tan solo supiera, no necesito de la protección de nadie, más bien, es él quien necesita cuidarse a sí mismo”
-Bueno, aquí se cortan nuestros caminos. Nos vemos Sakura! Hasta mañana.
-Gracias, que descanses.
La noche se había tornado fría, algo muy curioso en pleno verano. Sakura se dirigió a toda prisa hacia casa, pero esta vez, un ser extraño retardaría su llegada. Sus ojos se abrieron con asombro, ante tal acontecimiento, un hombre, aniquilaba a una joven indefensa. No se había movido un milímetro, intentó huir sin que notara su presencia, hasta que un par de ojos azules se toparon con los suyos.
Corrió, corrió como nunca antes en su vida. No volteó. Dejó todo atrás.
Una vez, llegó a casa, cerró la puerta con seguro, las ventanas, cortinas y dejó todo en silencio, el miedo envolvía sus sentidos.
Había sido testigo de un asesinato.
-Debo llamar a la policía, pero y ¿sí me descubre el asesino? Y , ¿sí intenta matarme después?
Estaba demasiado nervioso. Tenía mil ideas en la cabeza. Pero solo una sobresalía a cualquier otra:
-Hyde…
**********************************************************************
-Sí?
-Puedes irte
-Gracias
-Ah! Por cierto supe que ayer llegaste tarde, espero que no se vuelva a repetir.
-Desde luego Suzuki-san.
-Se que eres un buen elemento aquí, pero vigila eso, ¿de acuerdo?
-Así será.
“Cargar siempre una mascara para complacer a los demás, aquellos seres inferiores que jamás me entenderán, tan simples, tan absurdos”.
Cualquier ‘consuelo’ bastaba para esa noche, a pesar de haberle dicho a Hakuei que intentaría no volver a alimentarse, lejos de necesitarlo, era simplemente un acto en el cual dejaba salir todo aquello que lo oprimía.
Una vez viendo la última llama consumirse, se alejó para ir a casa.
De repente su mente quedó en blanco, ante él se presentaba el ser que 10 años atrás lo hubiera abandonado sin ningún por qué.
Sus ojos no habían cambiado, su rostro no había cambiado. La única diferencia era que se veía más imponente, más fuerte.
-¿Gackt?... ¿eres tú?...
-Mi pequeño Hyde, he vuelto.
“En aquel instante, podía creer cualquier cosa, no necesitaba ninguna explicación, con sus brazos rodeándome, no necesitaba conocer el por qué de su huída”
-Sería tan feliz, si estuviéramos así toda la eternidad.
-Ya podremos recuperar el tiempo perdido, ahora, debes ir a descansar.
-Lo haré siempre y cuando vengas conmigo, supongo que no tienes donde quedarte, ¿verdad?- Hyde vio directo a sus ojos, con una mirada suplicante, que se quedara a su lado.
-Esta bien, solo por ti.
-Entonces no perdamos el tiempo.
Hyde, se encontraba entusiasmado y tomando la mano de su hermano, se encaminaron hacia la casa del primero. Pero a pesar de todo, había algo, que molestaba en su interior.
“Hay tantas dudas, tantas cosas por explicar, tantas ideas y supuestos que atormentan mi mente. Mi deseo irrefutable por hallar respuestas a mis interrogantes. El deseo por conocer la verdad, aquella que va más allá de las palabras. Pero, esta noche, solo por esta noche, dejaré que esto quede así”.