Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kyo, Un Policía Diferente por sakuriki

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí vengo de nuevo a la carga ¡ Yuhuuu ! xD
Esta idea se me ocurrió mientras estaba jugando a mi Playstation a 102 dálmatas. Sí, a 102 dálmatas.

¡ Espero que os guste ! Siempre me he sentido orgullosa de mi imaginación. xD

-¡ Kyyyooo ! Chirriaba su voz mientras aporreaba la puerta del dormitorio, y es que otra vez iban a llegar tarde al trabajo por culpa del rubio dormilón. - ¡ Kyo abre la maldita puerta ya ! -

- ¡Échala ya tú abajo que será más fácil! -

- ¡ Encima con recochineo ! No me hagas enfadar... - Intentaba calmarse un autoritario hombre moreno de estatura media, labios finos y pelo largo. Su nombre era Kaoru.

- ¡ Enfádate si quieres. ¡ Ah, y déjame dormir ! -

- ¡ Como vuelvas a quedarte sopa te saco de tu habitación por los pelos y te arrastro por todo el pasillo aunque estés sólo en calzoncillos ! -

- Todo un poeta, Kao -

- ¡ Tú cállate y ponte bien ese correaje ! - Le señalaba a su torcido cinturón policiaco con desprecio a un alto chico de pelo color azabache; le decían Toshiya. - Que somos principiantes, ¡ no pardillos ! ¡ Y tú maldito enano abre de una vez ! -
Se tapaba la cabeza con la almohada, de verdad deseaba no aguantarle ese día, ¡ siempre estaba regañándole ! Como si dormir fuera a hacerle daño a alguien...
"¡ Kyo voy a contar hasta diez !" Escuchó con un tono muy enfadado e impaciente a la par que saltaba de la cama y se ponía su uniforme de policía a gran velocidad, cogiendo luego su identificación y saliendo en el último instante.

- ¡ Diez ! -

- Ya estoy, encanto - Dijo con una reluciente sonrisa - pero sarcástica -, y con un parpadeo semejante al aleteo del vuelo de una mariposa.

- ¿ Y tu gorra ? -

- Aquí - Le dijo aún con la sonrisa cínica en los labios enseñándole el objeto, recibiendo una dulce palmada en la nuca después de que echara a andar.

- El jefe nos está esperando, como siempre, desde hace 5 minutos. ¿ Sabéis qué significa eso ? -

- ¡ Que nos tiene una sorpresa ! - Salía un chico pelirrojo de una de las piezas, alto, contorno delgado, sonrisa bonita. Se hacía llamar Die.

- ¡ Dos sorpresas ! Significa que vamos atrasados, ¡ así que moved vuestros culos ! ¡ EN MARCHA ! - Todos comenzaron a abandonar el pasillo y el último de los jóvenes que quedaba por salir se escondió entre ellos, pero su técnica no le sirvió de mucho. - ¡ Y tú quítate esas mariconadas de la cabeza, que pareces un arco-iris ! -

- ¡ Pero si son mis chapas favoritas ! -

- Shinya... -
El muchacho no quiso seguir aquella estúpida discusión con el castaño y que se enfadase más, y por elló se quitó de la gorra esas piececillas que su compañero de trabajo tanto odiaba y las guardó en el bolsillo.
- Algún día te desharás de ellas... -
Tenían que caminar unas dos manzanas para lograr llegar al punto de encuentro donde permanecía el enojado matriculador y su contratado que llevaba al día las acciones y todas las pruebas superadas de los principiantes. Estaban todos allí menos, cómo no, Shinya, Kaoru, Die, Toshiya y... Aquel enano platanero como lo denominaba él, de nombre Kyo, o más bien de apodo. Finalmente pudo divisarles, como de costumbre, siendo regañados y "collejeados" por el mayor mientras caminaban con rapidez. Este acto le hizo sacar a la luz una minúscula sonrisa, porque es que realmente les hacía gracia esos críos, pues él a la edad de ellos era igual... O peor.

- Agente, ¿ está sonriendo ? -

- Déjese de tonterías, yo nunca sonrío -

- Ya... No se preocupe. Yo también echo de menos los años veintones -

- Que se calle -

- Entendido, señor -
Una vez todos en fila el agente empezó a pasar lista y a pasearse ante ellos con cara de pocos amigos, similar a la del rubio quien, una vez más, escondía su rostro mirando hacia abajo.

- Nishimura, le dije que se afeitara -

- P-pero mi perilla es ya parte de mí, señor -

- Mañana lo quiero sin un pelo en esa barbilla cochambrosa, ¿ me ha entendido bien ? -

- Cómo no, señor... -

- Y usted Terachi, veo que se ha cansado ya de esas cursiladas de colorines que llevaba clavadas en su valiosa gorra -

- ¡ Que no son cursiladas, son mis chapas favoritas ! -

- ¡ Terachi ! ¿ Cree usted que tiene la suficiente dignidad como para atreverse a contestarme ? -

- No señor -

- Pues métase la lengua dentro de los pantalones -

- Sí señor, lo haré como pueda -
El jefe siguió caminando hasta toparse con su queridisísimo pelirrojo, inspeccionándolo de arriba a abajo y parándose en su color de pelo rojo chillón.

- ¿ Ahora somos un farolillo, Andou ? -

- Sí señor -

- ¿ Me está vacilando, Andou ? -

- Sí señor -
No pronunció ninguna palabra más, sólo bastó su mirada para darle a entender a Die que seguía siendo el " tonto de la clase " para su agente.
- ¡ Al menos le soy sincero ! - Y acto seguido recibió un codazo de su compañero Shinya como signo de que se callara de una buena vez.
Paseó un poco más atravesando al chico azabache y colocándole bien el correaje, una constante lucha que tenía cada día el muchacho con el mismo, y llegó a su amado principiante: el castaño Kaoru, viendo su cabeza bien alta mirando hacia el frente, con manos entrelazadas en la espalda y erguido a más no poder.

- ... Usted como siempre, Niikura: afrontando el peligro derecho y sin miedo. Y ustedes cuatro, ¡ tomen ejemplo ! - Justo al pasar a otro novato se escuchó una risa maliciosa procedente de Kaoru quien fue fusilado luego por miradas asesinas de sus amigos.
Aunque, a decir verdad, se las pasó por el arco del Triunfo.
Luego de revisar a sus creciditos alumnos pidió a su servidor el papel que contenía escrito las misiones para cada uno, el plan de vigilancia y el reparto de coches y motos.
- Daisuke Andou y Hara Toshimasa, auto 33 - Ordenó luego de mandar a los otros a su tarea y quedarse con los cinco a solas. - Toshimasa al mando -

- ¿ Y por qué yo no, agente ? - Preguntaba molesto el pelirrojo.

- ¿ Usted sabe conducir ? -

- No -

- ¿ Usted sabe que es idiota ? -

- Quizás... -

- Menos mal que tiene alguna idea. ¡ Ahora váyase y no rechiste más ! -

- ¡ Pero es que yo quería ir con el enano ! -

- ¡ Enano te voy a decir yo lo que tú tienes ! - Saltó sin cortarse un pelo - aún - el joven rubio, de estatura baja - de ahí su cariñoso mote -, labios simétricos y carácter un tanto cambiante, pero en el fondo era bueno.

- ¡ Cáyense si no quieren que les mande a otra escuela ! - Dicho esto por su superior Die y Toshiya fueron hacia el vehículo, tomando sus respectivos asientos y saliendo a trompicones por la acera hasta tocar la carretera.
- Kaoru Niikura y Tooru Nishimura: auto 17, Niikura al mando -

- Otra vez contigo... - Se quejaba el menor mientras se sentaba de copiloto.

- Ya ves... - Vacilaba a la vez que arrancaba el auto y lo ponía en marcha... Aún con las puertas abiertas.

- ¡ Espera, espera ! ¡ Las puertas, Kaoru ! - Demasiado tarde; fueron arrebatadas al dar marcha atrás y pasar entre dos coches.
Se quedaron paralizados observando cómo su profesor se acercaba lenta pero severamente y se apoyaba en la parte superior del coche, justo en el lado de Kyo. Ni siquiera podían mirarse el uno al otro, no se atrevían. Finalmente oyeron la ronca voz de su estimado jefe.

- ...Como siempre tan cuidadoso, Nishimura -
Kyo se quedó perplejo, y más perplejo que se quedó cuando escuchó lo siguiente a eso, porque la cosa no acababa ahí.
- Por eso he decidido que usted vaya al mando, Niikura. Con usted no habrá problema por el que preocuparse -

- Siempre a su servicio, señor - Le dijo con una sonrisa de oreja a oreja a la par que lo veía retirarse y divisaba a su compañero todavía exhausto.

- ... Esto es una broma, ¿ no ? -

- Debías haberme avisado de que las puertas estaban abiertas -
El joven solamente buscó algo con lo que amordazar el grito de ira que emitió más tarde en su propio chaleco.

- ¡ SI TE LO HE DICHO ! -

- Pues habérmelo dicho antes, hombre -

- ¡ ERES UN... - Pero no pudo escuchársele más ya que el castaño encendió la radio en su cadena favorita y comenzó a canturrear... O lo que fuera eso.


- Terachi Shinya... - El nombrado se puso más recto. - Espero que no le moleste ir solo -

- No hay problema, señor -

- El caso es que quería comunicarle la misión que tienen ustedes, para que se lo comunique a sus compañeros -

- No es por meterme donde no me llaman señor, pero ¿ por qué yo y no Niikura ? -

- Niikura está hecho para cosas más importantes - Una dolorosa patada imaginaria sintió en su estómago. - Ahora escúcheme bien - Se colocó con él frente a frente, inclinándose un poco ya que no era muy alto. - ... Deben comprar un perro -

- Yo tengo uno, señor -

- ¡ No uno cualquiera, bobo ! Me refiero a un perro policía, un perro musculoso y en forma. ¡ Que nos ayude a resolver los casos ! -

- ¿ Como un Pastor alemán, señor ? -

- Exacto. Ahora ocupe la moto 12 y reúnase con ellos en la calle Milagros para informarles de lo que tienen que hacer - Y sin decir nada arrancó y desapareció para ir a cumplir la orden.
- Estos niños... -

- ¿ Cree usted que estarán preparados para cuando le involucremos en la busca y captura de quien usted ya sabe, señor ? -

- Hay que confiar en ellos. Son demasiado buenos -

Mientras iba de camino a su destinatario un chico alto, moreno, delgado y loco iba haciéndole fotos a cada movimiento que hacía, siguiendo sus pasos con cautela y escondida en cada esquina que el joven policía cruzaba hasta que llegó al punto de encuentro con sus amigos.

- Bingo... - Susurró el moreno al hacer la última foto con todos en escena. De repente empezó a sonar su celular, sacándolo nervioso haciendo que revoloteara en el aire y contestando por fin.

- Moshi-moshi ! -

- ¡ Idiota, no grites ! ¡ Que te van a escuchar ! -

- Ups, lo siento, jefe. Moshi-moshi -

- Criajo insensato, más vale que tengas algo bueno para mí -

- De hecho jefe acabo de encontrarle un manjar exquisito -

- ¡ Dime dime ! - Reía de forma maliciosa aquel hombre avaricioso a la vez que cruzaba las piernas encima de la mesa.

- Su nombre es Shinya Terachi, está estudiando para ser policía y tiene unos amigos muy tontos -

- No eres el más indicado para hablar. ¿ Y qué edad podría tener ? -

-Échele unos 18 -

- Genial, jovencito, así está en forma. ¿ Y su cuerpo ? -

- Tiene brazos fuertes y es bastante delgado -

- ¡ Perfecto ! Síguele ahí donde vaya. Cuando veas que está solo ya sabes lo que tienes que hacer -

- Sí jefe, invitarle a un café -

- ¡ Pero qué dices, tarado ! ¡ Debes traérmelo ! - Pero comenzó a oír el pitido entrecortado del teléfono. - ¡ Miyavi, Miyavi ! - Suspiró y se echó hacia atrás en su sillón aterciopelado. Su ayudante era bobo, era un crío, estaba loco... Pero en realidad sabía que todo iba a hacerlo a la perfección, como siempre, y eso le hacía reír de nuevo maliciosamente.


- ¡ Al fin llegas ! - Exclamaba Toshiya luchando nuevamente con su cinturón policiaco.

- ¿ Qué nos ha mandado para hoy, Shin ? ¿ Caso de robo, asesinato, mafia ? - Preguntaba un interesado y valiente Kaoru ansioso por llevar a cabo cualquier misión. El joven sólo se mantenía callado, imaginándose la reacción que tendría cada uno cuando les comunicara la noticia.

- ...Debemos encontrar un perro -
- ... - Los cuatro muchachos se miraron sin decir nada, sin mover un dedo, oyendo segundos largos después la risa sarcástica de Kyo.
- ¿ Enserio ? -

- ¿ Se ha perdido ? - Preguntaba inocentemente Die temiendo liarla otra vez.

- Tenemos que comprarlo, típico Pastor alemán para resolver casos -

- ¿ Y de dónde demonios vamos a sacar esa cosa ? - Se mostraba un regañadientes Kaoru. - ¡ Eso lo tendrían que tener ellos ! -

- Seguramente sea otra prueba -

- ¿¡ Una prueba que consiste en comprar un maldito perro !? ¿ Qué clase de prueba es ésa ? ¿¡ Una prueba para tontos !? - El Kaoru regañadientes pasó a ser un Kaoru regañatodo.

- No sé; yo sólo digo lo que me han ordenado -

- Pero habrá que ir a algún sitio en concreto, ¿ no ? Especializado en esas cosas, vamos ¡ digo yo ! -

- No fantasees, Kaoru. Tarde o temprano tendrás que soltar la pasta -

- ¡ Cállate tú, enano ! ¡ Qué sabrás del dinero que yo doy o no ! -

- Bueno ya está, chicos; esto nos han mandado y esto debemos hacer. ¡ Vamos ! - Daba ánimos el chico azabache subiéndose a su auto sin dejar atrás su golpe en la cabeza con la parte superior del coche y esperando a que todos los demás estuvieran también en sus puestos.

- Si es que eres muy alto, Toshi. Te lo tengo dicho -

- Al menos yo sé conducir -

- Pon la radio antes de que empecemos a decirnos cosas bonitas -
Llegaron a un recinto algo cerrado, lleno de perreras - aunque muy limpias - , jardines y gente amable, mas un poco bruta. Iban pasando lentamente por las estrechas y antiguas calles e iban escuchando la forma bruta de hablar que tenían, comiéndose las letras y cambiando algunas consonantes, habla totalmente de pueblo noble.

- Mira Kyo, hablan igual que tú -

- Te la estás ganando, niño mimado del súper -

- Oooh, el enanito está celoso. Si quieres yo puedo darte mimos -

- Apártate de mí y sigue conduciendo, por favor. -

- Me pregunto si el inglés también lo asimilarán a tu pronunciación -

- ¡ Me pregunto si alguna vez me dejarás en paz ! - Dijo quitándose el cinturón y disponiéndose a salir del coche aunque aún estuviera en funcionamiento.

- ¡ Pero qué haces ! ¡ Cierra la puerta que también nos la vamos a cargar ! -

- ¡ Adiós ! - Y convencido fue a tirarse al suelo mientras Kaoru lo sujetaba del chaleco para que no saliera, sin acordarse de que el coche... Todavía estaba en marcha.

- Se la van a pegar... - Vocalizó el pelirrojo viendo instantes después cómo una manada de barriles vacíos eran tirados a causa del leve choque del auto de sus dos amigos, unos que otros rodando por encima del mismo vehículo.
- No. Ya se la han pegado - Afirmó el azabache con su armoniosa sonrisa.

Se quedaron nuevamente paralizados observando cómo un hombre se acercaba hacia ellos, no de forma tan seria como lo hizo rato antes su profesor. Debía ser porque era de pueblo.
- Mira Kyo, andan igual que tú -

- Que te compres un mono -

- Ya te tengo a tí -
El rubio sólo apretó los puños con ojos cerrados a la par que sus dientes rechineaban, notando al huésped apoyarse en su ventanilla, así que decidió prepararse para que le echaran las culpas unas vez más; sin embargo no fue así.

- ¡ Uenoh día ! ( ¡ Buenos días ! ) -

- Buenos días, buen hombre - Saludaba Kaoru con cortesía.

- ¿ A qué habéi vinío uhtede ? ( ¿ A qué han venido ustedes ? ) -

- Emm... Pues verá, somos policías y nuestro jefe nos ha mandado que consigamos un perro y... -

- ¡ Ah, ya ! ¡ Pazen, pazen uhtede, home ! ( ¡ Pasen, pasen ustedes, hombre ! ) - ¿ Cómo centollos iban a pasar si los barriles andaban desparramados por el suelo ?

- Etto... - Se rascaba la cabeza un sonrojado Kaoru.

- ¡ No ze preocupe, home, zi ehto é normá ! ¡ Zi eh que leh tengo disho que no é zitio pa poné ehtoh mohtro ! Dehen ahí mihmo er coshe ( No se preocupe hombre, si esto es normal. Si es que les tengo dicho que no es sitio para poner estos monstruos. Dejen ahí mismo el coche ) -
Todos se bajaron de sus vehículos y comenzaron a inspeccionar el lugar: había toda clase de perros, desde los clásicos chuchos hasta Bóxers y "Rosbiliers", como decía Kyo; pero no encontraban lo que estaban buscando.
- ¿ Qué leh pareze ? ( ¿ Qué les parece ? ) -

- Emm, verá... No es que los perros éstos -

- Los bicharracos éstos - Susurró Kyo recibiendo otra colleja por el castaño.

- Como iba diciendo; no es que no nos sirvan -

- Es que no nos son útiles - Remedaba de nuevo el rubio recibiendo otra palmada fuerte en la nuca que casi se cae al suelo.

- Uhtede lo que queréi é un wen perro com'un pahtó alemán, ¿ no ? ( Ustedes lo que quieren es un buen perro como un Pastor alemán, ¿ no ? ) -

- Exacto - Sonrieron todos a la vez que miraban al hombre con ojos luminosos.

- Pero ¿ un pahtó pah tó ? ( pero ¿ un pastor para todos ? ) - Todos asintieron. - Un momentín que creo que quea argo por ahí. ¡ Zamué, trae pa'cá ar coshino ! ( un momentín que creo que queda algo por ahí. ¡ Samuel trae para acá al cochino! )

- ¿ Ar coshino a cuá ar Rohelio ? ( ¿ al cochino a cuál, a Rogelio ? ) -

- Jí, eze ( Sí, ese ) -

- ¡ Roheliooooooooo ! ( Rogeliooooooo ) -

- ¿ Así hablo yo ? - Preguntaba el pobre Kyo con mirada entristecida mientras los otros cuatro reían.
Y cuando Rogelio salió todos quisieron ponerse a llorar.

- ¡ Si está cojo ! - Señalaba Toshiya al viejo perro pensando en ir a comprarle él mismo un andador en esos momentos.

- ¡ Eh, que loh coho también tienen deresho a viví, shiquillo ! ( Eh, que los cojos también tienen derecho a vivir, muchacho ) -

- ¡ Pero si le quedan dos telediarios ! - Reprochaba el pelirrojo con desdén quien fue callado junto con los otros tres por una "bonita" mirada de Kaoru, el cual habló después.

- ...¿ No sabe dónde podemos encontrar un buen perro ? -

- Jí home: vayan por la calle ehta que tá aquí a la deresha y allí verán una reonda ( Sí hombre: vayan por la calle esta que está aquí a la derecha y allí verán una rotonda ) -

- Ahá... - Apuntaba el mayor muy atento a sus palabras.

- Weno po no la cruzéi; girá a la ihquierda y allí hay una tienda animale especializao ( bueno pues no la crucen; giren a la izquiera y allí hay una tienda de animales especializados ) -

- Muchas gracias por su atención. ¡ Adiós ! - Y se retiraron mientras el hombre los veía marchar y, cómo podía faltar, el porrazo de Toshiya en la cabeza.

- ¡ Weno Rohelio ! ( Bueno, Rogelio ) - Llamaba al anciano can con cariño. - Ya c'a zalío amo a bañarte, ¿ no ? C'aze zéi meze que no toca el agua ( Ya que has salido vamos a bañarte, ¿ no ? Que hace 6 meses no tocas el agua ) -.

Finalmente pisaron el suelo que tanto les había esperado y entraron en la inmensa tienda de animales, algo mística, para comenzar a investigar, sobre todo en la parte de los perros, aunque de vez en cuando se despistaban e iban a observar las diminutas ardillas, las pitones, los ratoncitos, los pajaritos...
- ¡ Será posible ! ¡ Venid para acá, ignorantes ! - Exclamaba malhumorado el castaño a la vez que los otros se acercaban para ver qué demonios quería.

- ¿ Y ahora qué, Kaoru ? -

- Ahora mirad esta hermosura que se halla ante vuestros ojos -
Habían encontrado, como buscaban, un gran Pastor alemán: su pelaje era brillante, su constructura era musculosa y fuerte, su color era maravilloso... Todo un monumento.

- ¿ Qué desean, muchachos ? - Preguntaba un amable hombre mayor con una sonrisa.

- Pues mire, veníamos buscando un amigo como éstos - Mostraba el mayor con gran énfasis - ... Y lo hemos encontrado -

- Etto... - El hombre no sabía cómo decirles que ese hermoso animal... Era demasiado complicado. - Em bueno... ¿ Seguro que... Seguro que no quieren otro ? Hay más así -

- Pero es que es tan perfecto... - Baboseaba el castaño a la par que lo miraba.

- Es que... ¡ Está vendido ! Sí... Eso es... -

- Ah, ¿ sí ? ¿ Y dónde pone el cartel ese rojizo color de pelo de Die donde pone "SOLD" ? Porque yo al menos... No lo veo - Se burlaba el rubio inspeccionando la hurna gigante en donde se encontraba el animal. - ¿ Es que acaso no quiere vendérnoslo ? -
El hombre conforme sólo suspiró, tomando una correa del interior de uno de los cajones del mueble de la caja de pago para colocársela al perro, abriéndole la hurna y haciendo que saliera. Con ello les dijo a los jóvenes que lo siguieran y así poder entrar en una gran habitación con iluminación azul, dándole un toque oscuro al asunto.

- Les he traído aquí porque esto está totalmente aislado del exterior , así no nos escuchará nadie -

- Díganos, ¿ qué ocurre ? -

- Verá joven, este perro, como bien antes había dicho, es perfecto. Pues bien, he aquí la gran paradoja: esto no quita que sea algo... Quisquilloso -

- ¿ Qué quiere decir con eso ? -

- Que es como tú, Die - Bromeaba el alto azabache haciendo reír a todos.

- Con esto quiero decir que hay que tener mucho, quizás demasiado cuidado con él. -

- ¿ Es peligroso ? -

- Tan sólo debéis cumplir a la máxima perfección lo que él pida. Os pongo un ejemplo: si estáis en medio de un caso y de buenas a primeras le da hambre debéis darle de comer lo antes posible. Si no, sí que será peligroso... -
Mientras el anciano les explicaba todo lo que tenían que hacer el mismo chico loco de antes, sin saber ni él mismo cómo, se había colado allí para seguir persiguiendo a Shinya... Claro que ya estaba preparado para actuar. Repentinamente su móvil vibró haciendo que se asustara y emitiera un leve chillidito, pero inaudible para los otros.

- Dígame, jefe -

- ¿ Estás listo ? -

- Sí, ahora van hacia delante. ¿ Los sigo o actúo ? -

- ¡ Actúa ! -

- Recibido - Seguidamente cortó y con paso simuloso llegó hasta detrás del joven policía, poniéndole un pañuelo con cloroformo bajo la nariz y, dejándolo dormido, lo retiró con mucho asilo de sus acompañantes, se fue sin hacer ruido y salió luego de la tienda hacia donde se encontraba su jefe con su calificativo auto negro con cristales también atezados, entrando en él y cerrando inmediatamente.

- ¿ Qué le parece, jefe ? -

- Es estupendo, Miyavi. Como siempre -

- ¿ Me dará mi premio cuando lleguemos a casa ? -

- Por supuesto. No te quedarás sin tus galletitas de chocolate - Pudo oír la felicidad que emanaba de las cuerdas vocales y de todo el cuerpo del menor, y daba gracias a Dios - aunque no era muy creyente, o si no no sería tan "malo" - de que todo su auto iba recubierto por una fibra impermeable que lo hacía aislarse .

- ¡ Ahí tiene su maldito dinero y deje de contarnos payasadas ! - Se podía escuchar a Kaoru, nuevamente, muy cabreado por lo que acababa de suceder hacía ya varios minutos.

- ¡ Pero créanme, chicos ! ¡ Es verdad ! ¡ No me invento nada ! - Exclamaba con preocupación el viejo hombre que parecía no ser creído por nadie.

- ¡ Cállese y deje de ver tantas novelas ! Nos llevamos al perro y se acabó, y dentro de tres días como usted ha dicho se lo devolvemos, ¡ y si quiere se lo queda ! ¡ Adiós ! - Luego, solamente pudo escuchar la sonora puerta de su local, suspirando e intentando autoconvencerse.
 - Enfin... Al menos ya están advertidos... -


Shinya abrió los ojos; se encontraba en un lugar lóbrego y tenebroso, iluminado sólo por las numerosas pantallas de los ordenadores implantados allí. Comenzó a mirar a su alrededor: creía que estaba solo pero, obviamente, no era así.
- ¿ Ya te has despertado ? Qué rápido - Sonó una voz oscura a sus espaldas. El joven se giró: era él, el mismo hombre que casi toda Japón buscaba para atraparlo y entregarlo, ya fuera vivo o....
Sí; lo mejor sería entregarlo vivo.

- ... Tú... -

- Sí, Shinya, el mismo. - Se acercó a su cara, le agarró por el mentón y le sonrió. - ...Yo soy Yoshiki -

Notas finales:

http://i194.photobucket.com/albums/z24/black_pigeon/375695777_cdd362221231458511.gif

Esto es una buena colleja, sí señor. xD ( para que veáis lo que es una colleja si no sabéis lo que es. Y es que Kaoru está hecho un buen " collejeitor "

Wooow vaya con ¡ Yoshiki ! Qué malito es... Juur jur jur

xD nah, no penséis mal de él, no va a abusar sexualmente de nadie. Solamente es un caradura.

En el próximo capítulo le pasará algo a Kyo ... Y de ahí el por qué del título del fanfic...

¡ Espero que me sigáis ! Besitos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).