Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kyo, Un Policía Diferente por sakuriki

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Wiii no tardé mucho, ¿ no ? Bueno, como en los reviews me han pedido que salga Hide, he reunido fuerzas y, finalmente sí, sale Hide. xD Wuuu he sido mala malota... Veréis qué es lo que le pasa a Kyo... ¡ A leer !
- ¡ Bah ! ¡ Pero por quién nos toma ese viejo barbudo ! - Exclamaba molesto Die guiado por el Pastor alemán mientras seguían caminando por la acera como si no pasara nada, como si no les faltara algo.

- Ya ves, nos quería meter una trola impresionante. Que te conviertes en perro si no obedeces a este chucho... ¿ A quién se le ocurre inventarse esas cosas ? - Replicaba el alto azabache al lado del pelirrojo acercándose a la acera, sin notar ningún vacío entre ellos.

- Cierto - Hacía hincapié el rubio. - A ver quién se puede llegar a creer ese tipo de falacias... -
Todos miraron a Kyo, incluso el perro.
- ¿ Qué demonios miráis ? ¡ Yo no me creo nada de eso ! -

- ¡ Pero si incluso te crees que los Bio Centuries te ayudan a adelgazar ! -

- ¡ Eso sí es verdad ! -

- ¡ Claaaro que lo es, si haces lo que te ponen en el recubierto de no comer nada más que eso pues claro que adelgazas ! ¡ Y TE DESNUTRES TAMBIÉN ! -

- ¡ Déjame, Die ! Además, yo estoy fuerte y musculoso, y delgado, y... Enfin, que no me importan las dietas. Eso díselo a Kao -

- ¿ De qué hablas tú, enano ? - Se dirigió rápidamente y con ojos de cuchillo hacia el inofensivo Kyo.

- Que estás gordo, muy gordo ¡ muy gordo ! -

- ¡ Gordos voy a ponerte yo los ojos como no te calles, gnomito ! -

- ¡ Uuuuuh qué miedooo ! El trol me quiere pegar -

- ¡ Pero serás ! - Y sus manos se apoderaron del cuello del rubio quien sentía cómo su entrada de aire hacia sus pulmones comenzaba a agotarse.

- ¡ Estáos quietos de una vez ! - Intentaba poner orden Toshiya mientras veía su cinturón torcido a través de la ventanilla del auto que debía conducir. - El único que aquí se preocupa por estar en la línea es Shinya. ¿ A que sí, Shinya ? -
Un grillito escondido entre los verdes matorrales pudo hacerse oír.
- ¿ Verdad que sí, SHINYA ? - Dijo más alto esta vez esperando al menos un "sí" o un "no", pero no obtuvo nada de respuesta.
- ¡¿ Shinya a qué jue...gas... ?- Se volteó para echarle la bronca de sus 18 años, pero en cambio se encontró con tres caras mirándole con una expresión de "¿dónde está Shinya?", que la cambiaron segundos después por otra semejante a "la hemos liado, y bien".

- ... ¿ Dón... Dónde está Shinya... ? -

- Es estúpido preguntar eso Toshiya, ya te lo hemos preguntado nosotros con la mirada -

- ¡ Y me miráis a mí, como si yo lo supiera ! -

- ¡ Shinyaaaaaaaa ! - Empezó Kyo a llamarle, pero parecía ser que no se encontraba muy cerca. Los cuatro jóvenes también siguieron los pasos del rubio y se ayudaron del animal: buscaron entre la verde hierba que adornaba el borde del parque, buscaron en los maleteros, en los contenedores, dentro de los autos, debajo de los mismos, debajo de las piedras...

- ¿ No podemos buscar en sitios normales ? - Después de habérselo pensado durante unos momentos asintieron a Kaoru y emprendieron nuevamente la búsqueda, esta vez inspeccionando en los recintos abiertos que por allí se encontraban, por las tiendas, cafeterías, dulcerías y así hasta, luego de quince minutos, reunirse donde se habían dado cuenta de que Shinya no permanecía con ellos.

- ¿ Habéis encontrado algo ? - Preguntaba preocupado Kaoru, asfixiado de haber corrido de aquí para allá durante todo ese tiempo, un logro para el muchacho. - Buf... Cómo cansa -

- Si es que estás ya viejo... Y gordo -
Con todo el amor del mundo el castaño tomó a Kyo por los cabellos y la camisa y lo estampó contra la pared, mirándole fijamente y desde muy cerca.

- Como vuelvas a decirme algunos de tus bonitos atributos mañana amanecerás bajo tierra durmiendo con los gusanos -
Al rubio se le puso un rostro de sarcástica sorpresa y emoción, sonriéndole con armonía.

- ¿ De verdad, Kao ? Me encanta que me dediques esas cosas tan hermosas, eres tan cariñoso -

- ¿ Cierto ? Puedo serlo más si quieres -

- No, gracias - Le negó con voz dulce y su peculiar parpadeo similar al aleteo de una mariposa.

- Puedo enterrarte con juguetes y una baraja de cartas para que no te aburras y eches partiditas con los bichos, a ver si al menos a ellos les ganas -

- Que no, que no hace falta, de verdad... - Su sonrisa se transformó en un rechineo de dientes - claro que ésta aún no había desaparecido - y sus cejas adornaron su cara dando lugar a una expresión de enfado feliz, intentando golpearle con el puño cerrado mientras se sentía flotar en el aire debido a que Kaoru lo había alzado.
Si es que era muy chico.

- ¡ Dejadse ya de tonterías ! ¡ O es que no véis que Shinya se ha perdido ! ¡ Y si se lo ha llevado el secuestrador ése ! -
Die y los dos peleones miraron al chico azabache con ojos bien abiertos; no habían pensado en ello... Pero ¿ cómo había podido pasar, si estaban metidos en una habitación aislada cuando habían entrado en la tienda ? ¿ O es que acaso... Había ocurrido en cuanto salieron ?

- ¿ Cómo es que han atrapado a Shinya, y no a mí ? - Se miraba en el retrovisor el más alto a la vez que los otros se apartaban de él y le dejaban solo. - ¡ Eh oíd, que era una broma ! - Dijo con un puchero luego de haberse volteado y haber visto pasar una bolita de paja típica del oeste delante de sus narices, corriendo hacia donde ellos se dirigían. - ¿ Se puede saber a dónde váis ? -

- A un lugar lejano donde no puedas encontrarnos -

- Muy gracioso. ¡ Debemos encontrar a Shinya ! -

- ¿ Y qué crees que estamos haciendo ? ¿ Paseándonos ? - Kaoru, como siempre, tan natural.

- Tenemos que seguir buscando... Esta vez separémosnos los cuatro -

- Vaya Die, parece que te estás volviendo inteligente -

- ¡ Calla ya , Kao ! No nos tomemos esto a guasa, ¡ ha desaparecido nuestro amigo ! Tenemos que dar con él ya... O si no, ¿ qué nos dirá el súper ? -

- ¿ Te preocupas por lo que te pueda decir ese maldito gordinflón y no te preocupas por tu propio compañero ? ¡ Esto sí que es grande ! - Se quejaba Kyo mirando hacia todos lados, tan preocupado y nervioso como los demás restantes.

- ¡ STOP ! Aquí se acaban las discusiones. Toshiya ve por la derecha; Kyo ve a la izquierda; Die ve hacia delante con Lucy y yo iré a donde me plazca... -

- ... ¿ Lucy ? - Preguntaron todos a la vez extrañados, pensando en que ya se había colado un nuevo compañero y no se habían coscado... O simplemente era otro amigo imaginario de Kaoru.

- Sí demonios, el perro ése que llevas atado tú, Die -

- Pero no se llama Lucy... -

- ¡ Da igual cómo se llame ! ¡ A ENCONTRAR A SHINYA ! -


Vio la gran puerta de acero abrirse con un gran ruido y sintió cómo lo tiraban al suelo sin compasión alguna. Estaba igual de oscuro y tenebroso que donde despertó, con la única diferencia de que allí sí habían florescentes que podían encenderse aunque tuvieran una luz bastante pobre. Intentó incorporarse ya que le habían atado las manos detrás de la espalda y, cuando lo hizo, lo primero que divisó casi le hace caer al suelo de nuevo... Debido a tanta gracia que le causó. El muchacho que permanecía encadenado en forma de X ante sus ojos le miró con expresión molesta, aunque el joven policía no pudo notarlo a causa de la gran cantidad de maquillaje que llevaba en su mirada, lo que le hacía parecerse a una marujilla con esos párpados de color azul luminoso, cejas bien depiladas, labios rojo pasión, coloretes a puñados y dos coletitas rosas. Yoshiki se acercó al chico y, con una sonrisa le agarró del mentón para que le mirara mientras le hablaba, como siempre hacía con todos sus "discípulos".

- Hola, muñequita... Te he traído un amiguito para que juegues a papás y a mamás con él - Se reía mientras el joven intentaba apartar su barbilla de su mano. - ¡ Ah ! Es verdad... Si estás encadenado cómo vas a jugar -

- Eres un... -

- Silencio - Ordenó duramente a la vez que le miraba fijo a los ojos. - Encima que te traigo a un compañero para que no te aburras, para que seas como los demás y no estés solo... De todas formas vas a seguir siendo para mí - Le metió uno de sus dedos en la boca, notando milésimas de segundos después la presión que ejercían los dientes del pelirrosa en su extremidad, haciendo que lo retirara rápidamente y que la ira le recorriera por todo el cuerpo.
- ¡ Pero serás...! ... No me voy a enfadar contigo aunque quieras, mujerzuela - Vocalizó el científico a la par que le quitaba las cadenas y caminaba hacia la salida de aquella habitación.

- ¡ SOY UN TÍO ! -

- Ciérrales la puerta, Miyavi -

- ¡ A sus órdenes, jefe ! - Acto seguido oyeron el gran retumbo de la puerta de acero y cómo la cerraban desde fuera con un gran pestillo, también del mismo material.
Shinya se quedó observando el gran muro que se acababa de tapiar y, luego de un par de minutos se volteó hacia la "chica pistolera", primer pensamiento que tuvo justo al verle.

- ... Puedes reírte si quieres. Total, si más que se ha reído ese loco de mí... Ya me tiene acostumbrado -
Shinya sería muy educado, muy respetuoso... Pero no pudo evitar tener que revolcarse por el suelo de risa una vez que se lo había permitido. El joven a cada carcajada del policía se sonrojaba más y más aunque fuera innotable por el color que ya tenían sus mofletes de antes, haciendo contraste con el vestidito verde por encima de las ingles que llevaba.

- Vale, ¡vale! Tampoco es para tanto... No te mueras ahora ahí en el suelo -

- Jaaajajajajaaj perdón, lo siento, ¡lo siento! Yo no quiero reírme... Pero ¡esto es demasiado! -
Después de un largo rato Shinya se cansó de soltar carcajadas y pudieron hablar en condiciones.

- ... ¿ Cómo te llamas ? -

- Mi nombre es Shinya... ¿ Y el tuyo ? -

- Bueno, Yoshiki me dice Margarita Flores... Pero soy un hombre, UN HOMBRE, y me llamo Hide -

- Encantado, Hide... -

- Yo también estaría encantado de conocerte si estuviéramos en otro lugar... Y dime Shinya, ¿ recuerdas cómo te trajeron hasta acá ? -

- La verdad es que no muy bien... Mis imágenes son borrosas ahora mismo en mi cabeza. Yo sólo recuerdo que fui con mis compañeros a comprar un perro en la tienda Yushiro y que entramos en un gran recinto azul... Y ya está -

- Yo más o menos también recuerdo... Lo mismo... - Hide lo miró incrédulo por unos momentos. - ... ¿ Has dicho la tienda Yushiro ? ¿ La que está al lado de una rotonda ? -

- Así es, ¿ qué pasa con eso ? -

- ¿ Qué perro escogísteis ? -

- Uno alemán muy bonito que había allí , ¿ por.. -

- ¡ Mierda ! -

- ¿ Qué pasa ? ¿ Estaba enfermo ? -

- Nada de eso... Ese perro es el único pastor alemán que había en esa tienda, y acarrea muchos problemas. ¡ Todo por culpa de Yoshiki ! ¡ Si se metiera las manos en los calzoncillos viviríamos todos mejor ! ¡ Y SÍ, TE LO ESTOY DICIENDO A TÍ, MALDITO DESQUICIADO ! - Gritaba el pelirrosa haciéndose oír hasta en lo más profundo de aquella oscuridad.


- Jefe, ¿ lo ha oído ? -

- ¿ El qué, Miyavi ? - Preguntaba retóricamente con una sonrisa en los labios.

- Creo que hay un mosquito merodeando por aquí, ¡ me ha pitado en la oreja ! -

- Ahí tienes el spray, cógelo -


- ¿ Qué pasa con el animal, Hide ? -

- ¿ No os lo ha contado el viejo de allí ?Él fue discípulo de Yoshiki, el único que ha sido capaz de escapar de sus garras. Una noche pudo huir de su prisión y colarse en el dormitorio donde este tarado tiene gran cantidad de animales para experimentar con ellos sus alocados planes y pócimas, que inventa cuando está aburrido o cuando busca venganza de algo que no le ha salido bien. Logró llegar al cuarto de animales que te he nombrado antes y comenzó a buscar alguno que le sirviera para escapar de... Esta cárcel - Le informaba mientras ponía una expresión de asqueado. - Finalmente encontró lo que ansiaba: un precioso perro que le ayudó a guiarse hasta salir por una ventana, el perro que ahora debería tener en su tienda, pero que se lo ha dado a tus compañeros tal vez porque confía en ellos -

- Pues vaya a quienes ha ido a confiar... -
El pelirrosa, como por arte de magia, soltó una risita pegajosa. No se había reído desde hacía ya bastante tiempo. Tanto tiempo que ni se acordaba de cuándo fue la última vez.

- Es ahí adonde voy; Yoshiki a la mañana siguiente lo vio todo: vio la puerta abierta de su prisión, la jaula abierta del perro, la ventana de par en par por donde escapó... Entonces ordenó al bobo de su ayudante que lo buscara por toda Japón hasta encontrarle, y Miyavi así lo hizo. Este demente fabricó una poción para que se la diera al animalito, que consistía en que se volviera más caprichoso, y si el amo no hacía lo que en esos momentos se le antojaba le caería una especie de "maldición"... -

- Espera, no sigas más; ¿ te refieres a lo que nos comentó de que te conviertes en un perro o algo así ? -

- No vas mal encaminado. Si no cumples con hacer feliz al tuso al día siguiente si te ha caído agua encima, te convertirás en perro, y esto durará unas ocho horas. Aunque mientras seas perro si te cae agua no te convertirás en humano, tenlo por seguro... -

- Es decir, que si por ejemplo yo me he portado mal con él, y me ducho antes de acostarme ... ¿ Al día siguiente... ? -

- Exacto. -

- ¡ Pero eso es imposible ! -

- No sé; parece ser que a Shinichi, el hombre de la tienda, le ocurrió, según las observaciones de Miyavi... Pero tú sabes, Miyavi intenta pegarle pellizcos a los cristales. De todas formas que tus amigos se anden con mucho cuidado mientras estás aquí... -

- Ojalá me rescaten pronto... -

- A ver si lo consiguen antes de que nosotros nos larguemos de aquí -


Dos horas en constante búsqueda y sin ningún resultado, los cuatro principiantes policiacos ya estaban demasiado angustiados y no veían otra solución que la de ir a su agente y contárselo todo, además de que así podría ver que habían cumplido su misión... Pero eso ahora a ellos no les importaba. Corrían y corrían hasta llegar a la conocida casetita donde se encontraba su despacho y allí permanecía, con su gran puro y el teléfono en la mano, dando órdenes y solucionando problemas. Esperaron a que terminara su tarea y, una vez colgado el aparato se acercaron a él con cabeza gacha.

- ... Señor... - Lo llamaba con voz debilucha el azabache.

- ¿ Qué pasa, Niikura ? -
"¡ Pero si le he hablado yo !" Pensaba molesto Toshiya mientras miraba "dulcemente" a su compañero Kaoru.

- Señor... Aquí tiene usted lo que nos mandó... - El profesor abandonó su silla y se dirigió hacia sus alumnos, especialmente hacia "el farolillo rojo", quien poco después le extendió la mano que sostenía la correa del animal para que la tomara.

- Oh, Dios mío... Es... Es... ¡ Es extraordinario ! ¡ Maravilloso ! ¡ Miren qué pelo ! ¡ Cómo lo hará ! ¡ Miren qué color ! ¡ Miren qué patas tan musculosas ! -

- Sí, señor, el caso es que... -

- ¡ Expléndido ! ¡ Hermoso ! ¡ Miren qué cola ! -

- Sí señor, pero lo que intentamos decirle es que... -

- ¡ Y miren, y miren su mirada ! ¡ Tan inocente ! ¡ Tan pura ! ¡ Cómo lo hará, cómo ! ¡ Se parece a la mirada de su compañero Terachi ! - El agente empezó a buscar a Shinya de entre los cuatro chicos quienes mantenían su cabeza gacha, queriendo en esos instantes que aquel suelo que miraban les absorbiera y les haciera desaparecer. -... ¿ Y Terachi ? -

- ...Eso es... Lo que queremos decirle, señor -

- ¡¿ Qué ha pasado ?! -

- Ha... Ha desaparecido, señor -
Luego de un minuto de silencio, el hombre pudo reaccionar.

- ... Que... ¿ Que ha... Desaparecido ? -

- Así es, señor... -

- ¡¡¡¡¡ PERO EN QUÉ MUNDO VIVEN USTEDES MALDITOS CRIAJOS !!!!! ¡¡¡¡¡ CÓMO HA PODIDO OCURRIR ESO !!!!! ¡¡¡ SABÉIS ACASO QUÉ ES LO QUE SIGNIFICA ESO, QUE LO HAN SECUESTRADO !!! -

- P-pero señor, aún no tenemos pruebas de que eso hay-...-

- ¡¡¡ BÚSQUENLO INMEDIATAMENTE POR TODA JAPÓN, POR TODA ASIA, POR TODA EUROPA Y AMÉRICA !!! -

- ¡ Señor cálmese ! - Intentaba relajarlo un estartado Kyo que en cualquier momento iba a perder los estribos y le iba a chocar la cabeza contra el quicio de la puerta.

- ¡¡¡ NISHIMURA !!! -

- ¡¡¿ Qué, qué sucede, señor ?!! -

- ¡¡ No se ha afeitado !! -

- ¡ Pe-pero señor ! -

- ¡ Nada de peros, o deja de parecer un chivo o no participa en la búsqueda de su compañero ! -

- ¡¡ Usted está loco, LOCO !! -

- ¡ Salgan inmediatamente de aquí y comiencen a buscar por estos puntos ! ¡¡¡ RÁPIDO !!! - Seguidamente y en un vuelo de papeles consiguieron coger del aire un mapa y escapar de aquella enjaulada en la que se habían metido, adentrándose cada uno en su auto correspondiente y saliendo a toda pastilla de allí.
Lo que no se habían dado cuenta era que se habían llevado al perro con ellos.

- ¿ Kaoru a dónde vamos ? Cambio - Preguntaba Toshiya al castaño por medio del walkie-talkie.

- Vamos a la calle Awasuno, allí empezará nuestra investigación. Cambio -

- La calle Awasuno ya la hemos pasado... Cambio -

-... Cambio y CORTO - Entonces todos se percataron de que tenían que dar la vuelta porque se habían equivocado de dirección.
Una vez situados en el mundo y con los pies en la tierra aparcaron donde pudieron. Die tomó al can e hizo que saliera con él y, junto a Toshiya, se reunió con Kaoru y Kyo.

- No me he dado cuenta de que me lo he traído... -

- No te decepciones, nos servirá y mucho - Afirmaba el mayor quien se mostraba otra vez autoritario, mostrándoles una camiseta que había encontrado en la guantera del coche que pertenecía a Shinya. - Esta prenda la llevaba él el día en que me tocó conducir con él. Como hacía frío quiso coger algo para arroparse y se lo dejó olvidado -

- ¡ Mera casualidad que os haya tocado hoy el mismo coche que ese día ! -

- Casualidad y suerte. Ahora sólo tenemos que hacer que el perro huela la prenda y que siga alguna pista -
Hicieron lo propuesto y emprendieron su búsqueda, pero sólo tardaron media hora cuando ya estaban parados otra vez en medio de la misión.
- ¡ Pero qué os pasa ahora ! - Preguntaba enfadado - muy extraño en él - el mayor, impaciente por encontrar a su amigo, aunque sabía de sobra que quizás durarían días en obtener eso.

- Este chucho se abstiene a seguir buscando -

- ¡¿ CÓMO ?! -

- Me parece que tiene hambre. ¿ Qué hacemos ? -

- Die, ¿de verdad vas a hacerle caso a aquel viejo? ¡ Si estaba chalado ! Sigamos... -

- Pero es que no quiere andar... -

- ¡ Fuérzale ! ¡ Sigamos he dicho ! -
Die, por miedo, no le tiraba demasiado, así que no conseguía moverlo ni un milímetro de donde estaba. No iba a hacerle daño a un animal. Mas Kyo, quien estaba ya demasiado cabreado, angustiado, agobiado por todo lo que estaba pasando sin pensarlo le quitó la correa de un zarpazo de las manos y tiró de ella, haciendo que el animalito emitiera un leve quejido.

- ¡ Vamos, saco de pulgas ! -

- ¡ No lo trates así, Kyo ! -

- ¡ Que no me voy a convertir en perro ni nada, Die ! ¡ Que eso es una mentira como un templo ! Te vas a creer eso... Después me dices a mí - El perro, resignado, sólo optó por seguir al rubio, pero nada más; no ayudaba en nada, solamente hacía lo que quería o simplemente no les echaba cuenta.
Estuvo todo el día así y la noche cayó. Kaoru, Toshiya y Die se encontraban hablando con un compañero suyo, también principiante, mientras Kyo permanecía sentado en el borde de una acera, justo donde aparcaron, viendo cómo el Pastor alemán se acercaba a la rueda del auto en el que él venía y... Bueno... Marcó su territorio con una llamada de la naturaleza.

- ¡ Maldito chucho ! ¡ Ahora olerá a meado ! ¡ ERES UN INÚTIL ! -
El ser irracional comenzó a ladrarle con ira a la vez que Kyo le chillaba más y más fuerte, insultándole.
- ¡ Chucho asqueroso ! ¡ Quisquilloso de los demonios que nada más haces quejarte ! ¡ A ver para qué te hemos alquilado si no sirves de nada ! - Acto seguido el perro le mordió el dobladillo del pantalón sin soltarle. - ¿ Qué pasa, estás hambriento, eh ? ¡ Pues muérete de hambre ! -

- ¡ Kyo baja el tono que no me entero, diablos ! - Le reprochaba el castaño volviendo a su conversación.

- ¡ Y tú también muérete ! -

Las 12:00 de la noche. Todos cansados, tristes, sin resultados. Sin esperanzas de poder encontrarle ya esa noche. El día para ellos ya había acabado, así que cada uno se fue hacia su dormitorio para asearse o ducharse, tomar algo calentito y echarse a dormir. Esperaban que el día siguiente fuera otra cosa o, al menos, lo rogaban. El perro se había quedado con Kyo... Luego de todo lo que le había dicho. Y allí se encontraba el animal, esperando a que el rubio saliera de la ducha para que le echara algo de comer... Porque realmente lo necesitaba. Finalmente la puerta del baño se abrió y Kyo salió con sólo una toalla, arrebatada después por el can el cual mordió la toalla y la tiró al suelo. Al menos estaba solo.
- Te odio...- Le dijo por enésima vez, secándose los cabellos y poniéndose su pijama, yendo después a la cocina y llamándolo para ver con qué podía alimentarle: unas piezas de pollo, que no le gustaba mucho, se encontraban en el frigorífico, y con eso decidió alimentar al animal.
- Dormirás en la terraza... - Le informaba mientras abría las compuertas de su balcón y le echaba una manta en el suelo. - Si tienes frío te aguantas. - Y, con su gran temperamento, se fue a dormir, ya que le esperaba una jornada que, se agarrase donde se agarrase, se iba a caer.

El Sol le daba de lleno en la cara, el despertador había sonado unas trescientas veces y la almohada se encontraba por el suelo junto a las mantas. Abrió los ojos acompañado de un bostezo y se incorporó muy lentamente, rascándose la cabeza y poniéndose de pie para ir a cambiarse. Fue al baño y se miró al espejo; tenía más barba que antes.
- Wow... Sí que me crece rápido el pelo - De todas formas ¿ para qué iba a afeitarse, si la perilla iba a crecerle otra vez ? Qué tontería. Se fue al armario para coger su uniforme a la vez que veía al Pastor alemán mirarle con atención a través de los cristales.
- ¿ Qué te pasa a tí, cachorro ? - Se sentó en el colchón, mas notó algo raro en su trasero, algo que le molestaba. - ¿ Qué es esto ? - Preguntó al aire a la par que intentaba quitar con la mano las sábanas que quizás permanecían enrolladas debajo de él... En cambio no era así.
- ¡¡¡¿ Qué demonios ?!!! - Su cara se tornó tan blanca como las cortinas que adornaban su dormitorio, lo que se hallaba ante sus ojos era una cosa imposible. Tenía las piernas separadas y se apoyaba con sus manos hacia atrás, viendo cómo una cola peluda le asomaba entre ellas.
- ¡¡ Tengo un rabo !! ¡¡ UNA COLA PELUDA !! ¡¡¡ SOCORROOOOOOOOO !! - Comenzó a correr en calzoncillos sacando así a la luz esa cosa extraña por todo su apartamento y salió al pasillo, notando cómo su piel se recubría de pelo a la vez que chillaba más y más alto.
- ¡¡ Kaoru, Kaoru ábreme la puerta !! ¡¡ KAORU AYÚDAME !! ¡ TOSHIYA, DIE !

- ¿ Qué demonios le pasa ahora al enano éste ? - Se quejaba el castaño dirigiéndose a la puerta mientras era seguido por los otros dos quienes habían ido a hablar sobre la investigación de Shinya.
Y cuando abrieron...

- ... ¿ Un jaski ? -
Notas finales:

http://4.bp.blogspot.com/_Hw7GmpB1uEU/SK2WubMvI9I/AAAAAAAAAAM/st6SHMpLTEo/S220/jaski.jpg
Un jaski 1313
Oooh sí, Kyo se ha convertido en un Jaski. Muahahaha

Lo primero de todo es que a Kyo le encantan los animales y no le haría daño a ninguno, pero ya sabéis que esto es un fanfic.

Os pediría que me diérais ideas sobre cómo os gustaría que siguiera, yo más o menos lo tengo planeado, pero he hecho la locura de publicar un fanfic no preparado y lo estoy haciendo a la marcha. xD Ya sabéis, habladme de cómo os gustaría que siguiera.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).