Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vacīvus por OdiumAmoris

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Author's Notes: El primer capítulo (o prólogo) fue contado desde la perspectiva de Naruto, pensé en hacer el fic completo así, pero me va a ser imposible. Desde ahora en adelante sólo será tercera persona.

Chapter II

Redención


Sus orbes azules brillaban en la oscura sala, estaba solo como de costumbre analizando todos los sucesos de aquella noche y no pudo evitar sentir aquel peso en su pecho, sentía que estaba engañando su amistad con Sakura, su mismo lazo con Sasuke y su mente no dejaba de procesar una y otra vez las imágenes de los gemelos Uchiha casi como un sacrilegio a ellos.

—¿Naruto?, ¿sigues aquí? —su giró su abrumado rostro a la puerta en donde entró Sakura con su perfil afligido —, ¿por qué estás así Naruto?, ¿qué sucedió? —inquiría una vez más preocupada por su amigo.

Caminó hasta él y lo miró con tanto cariño que el rubio pensó por unos instantes en lo infame que era al poseer aquel sentimiento por Sasuke, uno que ella también compartía. La chica de cabellos rosas sonrió tratando de darle valor para decirle aquello que lo tenía colapsado desde hacía horas y acarició superfluamente sus cabellos rubios tratando de ponerles orden.

—¿Naruto? —regañó casi maternalmente esperando a que su amigo se animara a hacerla partícipe de su corrosivo sentir.

—Sasuke ha vuelto —soltó de improvisto, y tal y como lo pensó ella abrió sus labios sorprendida para que luego aquella nostalgia y añoranza que percibía en sus ojos se manifestara en su cuerpo.

—¿Sasuke-kun? —indagó nuevamente. Al joven Kage se le derrumbó cualquier teoría que decía "el tiempo borra los sentimientos", debería de dejar de pensar aquellas estupideces ya que si fuera así él no sentiría como la vida le volvía al cuerpo con tan sólo mencionarlo como le sucedía también a Sakura; podía ver los sentimientos de su rosa amiga, querer correr e ir a verlo, saber cómo estaba y pasar tiempo con él.

Eri y Kaiya.

Quiso dejar de pensar en aquellos niños, hacer como si no estuvieran presentes pero... aquellos ojos era imposible de olvidarlos, amatistas profundos y brillantes, sonrisas sinceras y tímidas. Por un momento recordó al antaño Sasuke, a aquel que todavía tenía una familia y una sonrisa en el rostro... eran iguales a su padre cuando eran recién un pequeño y pueril niño de seis años.

—¡¿Qué le dijiste Naruto?!, ¡¿está en Konoha?! —de pronto aquella aura de nostalgia se cortó dando paso por una de ansiedad. El rubio asintió castamente y volvió a mirar el oscuro cielo de Konoha, un cielo brillante por aquellas estrellas y una luna tan carmesí como nunca antes la había visto —; ¡Naruto!, ¡¿qué vas a hacer?!

"¿Qué hacer?" resonó en su mente mientras cerraba los ojos.

—No es sencillo Sakura-chan —comenzó diciendo el rubio—, es un traidor y por mucho que lo quiera de vuelta él se fue con Orochimaru.

—Pero nos ayudó en la guerra ninja* Naruto, además no creo que haya venido a Konoha a destruirla —argumentaba Haruno.

—Yo también lo creo... además está aquello —musitó más para sí mismo que para que escuchara su amiga, pero ella no era tonta.

—¿Qué cosa? —Naruto miró a Sakura por unos segundos midiendo si él debía decirle eso o esperar a que se diera cuenta, pero sea cual fuese la circunstancia el resultado sería igual.

—Sasuke regresó a Konoha con sus hijos Sakura-chan... sólo regresó por ellos, por su seguridad.


Frente a él se encontraba el consejo de Konoha y los líderes de clanes, habían sido convocados con una prontitud espantosa a primera hora en la mañana y los cuchicheos no mermaban por más que él estuviese presente en aquella sala. Se levantó con parsimonia y caminó hasta la ventana para apreciar la montaña de los Kages, miró su rostro con sus marcas y su rictus de seriedad, como también lo era en esos momentos. Colocó ambas palmas sobre su nuca esperando el silencio que nunca llegó.

—¿Hasta cuando me tendrán esperando ‘ttebayo? —indagó con una voz tan calma, tan ajena a él que inmediatamente el silencio se posicionó en la sala.

—¿Para qué llamó nuestras presencias Rokudaime-sama? —la pregunta flotó en el espacio y una profunda exhalación se escuchó como respuesta, giró su cuerpo y se encaminó hasta su sitio donde se sentó y aquellos perdidos orbes azules pasaron a ser tan serios e impenetrables que mucho recordaron la mirada decidida del rubio cuando buscaba al Uchiha, tan amenazante.

—Sasuke ha vuelto.

Y tal y como lo esperaba el revuelo no se hizo de esperar, pero esta vez no eran sólo cuchicheos discretos.

—¡El traidor Uchiha! —gritó Hiashi con impaciencia mientras golpeaba la mesa para que guardaran silencio —, ¡¿qué quiere aquel mocoso malagradecido en nuestra villa?! —preguntó indignado mientras aquellas fieras perlas se endurecían al sólo mencionarlo.

—¿Hokage-sama?

—Vivir... quiere vivir aquí per--— —antes siquiera de terminar fue nuevamente interrumpido, pero esta vez por Koharu.

—No podemos permitir eso —comenzó el ex-ninja —. Uchiha Sasuke ha sido catalogado en nuestro libro bingo como ninja clase S1, que dicho sea de paso aquella nueva categoría ninja la acoplamos para él, y ante su sólo avistamiento procedan a dejar misión de lado y asesinarlo.

Era verdad, había olvidado que Sasuke había inventado una nueva categoría de traidores.

—Que recuerde —comenzó el cabecilla del clan Nara, Nara Shikoku —, Sasuke-kun nunca atacó la aldea según los datos, sólo aludimos que era traidor al irse con Orochimaru en búsqueda de poder, y más cabe recalcar que fue el mismo quien lo asesinó arriesgando su vida y de cierta manera retorcida con su venganza terminó ayudando a Konoha al matar también a algunos miembros de Akatsuki —argumentó.

Shikaku sabía el lazo que Shikamaru tenía con el joven Kage, como también toda Konoha sabía que aquel Kage su único deseo —el que más anhelaba— era traer de vuelta al que fue y es su mejor amigo.

—Sin embargo eso no nos dice que no vendrá a destruir lo que tanto nos ha costado.

—Nos ayudo en la guerra Ninja, ¿te parece poco Shibi? —el padre de Shino no dijo nada, quedándose en silencio mirando al consejo que era el que tomaba la decisión definitiva.

—Sopesando aquellas cosas, ¿Quién nos dice que él no cambiaría de nuevo sus objetivos? —el rubio Rokudaime escuchaba todo atentamente, había dejado que se explayaran a su gusto, pero cuando escuchó razones a su mente volvieron a aparecer aquellos niños.

—Yo tengo una buena razón para tenerlo en Konoha jurando fidelidad —expuso el rubio ganándose la atención de toda la mesa —. Podríamos pedir a cambio que vuelva a ser un ninja con nuevas restricciones a cambio de proteger sus tesoros —finalizaba enigmáticamente captando aquella atención.

—En el hipotético caso que se quedara, ¿no crees que siendo ninja común estaríamos en más peligro? —cuestionó la anciana con sorna mientras negaba con una sonrisa socarrona.

Naruto sonrió de forma zorruna y sus expresiones se agraciaron tanto que muchos temieron los siguientes sucesos, pero sólo se acomodó en su sitio negando con la cabeza.

—Esa es la mejor manera de tenerlo atado, ya que así él tendrá que regresar y comportarse bien.

—¿Qué tesoro? —cuestionó curioso el señor Nara.

—Sasuke tiene dos hijos, Uchiha Kaiya y Eri, son apenas unos niños y vino a Konoha por ellos. Nosotros les damos protección a los niños y él se tiene que portar bien.

Silencio.

Algunas sonrisas cómplices, algunas negaciones, y los osados sencillamente no querían pero lamentablemente la palabra del consejo era por mucho más categórica que el resto.

Alejados de toda aquella discusión política sobre el bienestar de la villa, Sasuke despertaba a sus hijos para poder desayunar. No comprendía a ciencia cierta cómo su madre podía hacerse cargo de Itachi y de él con tanto cariño, y fue allí cuando se dio cuenta de que tan absorbente era el ‘trabajo de ser padre', aunque después de todo aquello no era su plan, se suponía que él debería estar casado o con una pareja estable, y al pensar en aquella mujer con la cual tuvo un affair en sus años adolescente un extraño sentir se acomodó en su pecho mientras vestía a Kaiya quien era el más inquieto.

Akemi, como bien decía su nombre, era una mujer grácil, hermosa y astuta; nunca le gustó estar encerrada en el castillo en el cual habitaba y fue por orden del destino el cual la puso en su camino. Estaba acostumbrado a que cualquier civil al reconocerlo le mirara con temor y saliera corriendo, pero contrario a sus creencias de una princesa —como sabía que ella era— sencillamente lo miró y siguió disfrutando del lago y la naturaleza en donde él estaba descansando... fue cosa de días y días para que se diera cuenta de lo impresionante que podía ser una mujer, y obviamente que él al ser hombre —y más aún— un hombre interesado terminó enredando sus piernas con las de ellas. Vivieron un idilio sorprendente en medio de su huída por las naciones, ya que ningún lugar era seguro para Uchiha Sasuke el asesino se su propio hermano y parte de Akatsuki, más todo se vino abajo cuando ella se dio cuenta de que estaba embarazada.

Ella se veía muy joven siendo madre —tenía apenas quince años—, y él la comprendía pero lo que nunca pudo perdonarle fue el hecho de querer terminar con la vida de sus hijos mediante un aborto, fue así que él decidió hacerse cargo de sus hijos costara lo que costara y a pesar de ser tan frío con ellos se sentía orgulloso al saber que ambos niños no tenían aquella faceta suya.

En eso se parecían mucho a su madre.

Una vez terminado de vestir a Kaiya, Eri estiró sus brazos para que le quitara la parte superior de su pijama, lo cual hizo sin quejas.

—Oto-san —comenzó a hablar el pequeño Eri—, ¿cuánto tiempo nos quedaremos aquí?, ¿volveremos a irnos?

Cualquier persona podría decir que las palabras del niño eran sólo una pregunta ante su curiosa mente, pero para él era todo lo contrario, sabía que sus niños estaban cansados de ir de pueblo en pueblo, de no poder hacer amigos porque todos les temían, siempre tener que correr.

Sasuke Uchiha a sus veinte años también estaba cansado de lo mismo, por último si solamente él estuviese viviendo como errante pero... tenía niños y aunque sonase loco de su parte —porque era netamente un egoísta de primera— tenía que velar por su bienestar y salud.

—No lo sé Eri, espero que no, le pedí a Naruto poder quedarnos para siempre... creo que hoy me dará una respuesta.

Ilusión... aquellos hermosos orbes amatistas de sus pueriles niños tenían una ilusión tan avasalladora que no quería decirles "puede que no, fui traidor de esta aldea y probablemente también vengan a matarnos o me lleven a prisión"... lo único que pedía en aquel caso era que sus hijos fueran criados normalmente, ellos no tenían vela en el entierro que él mismo se hiso.

Cómo nos cambia la vida... antes pensaba sólo en él, nada más que él y sus metas pero.

—¡Oto-san tengo hambre! —chilló Kaiya tirándole del pantalón para que dejara de divagar.

—¡Sí Oto-san, tenemos hambre!

Exhaló aire y pensó por unos momentos; en su antiguo departamento pocas cosas tenía —era un milagro que todo se conservara como lo había dejado dejando de lado las capas y capas de polvo y la comida tóxica—.

—Vamos a comer a las afueras de la villa.

—¡¿Y podemos ir al parque?!

—¡Sí al parque Oto-san!

Asintió y una vez listos salieron de allí. Tomo a sus dos herederos en cada brazo y desapareció en una fuerte corriente de viento.

Después de cinco horas de discusión por fin podía decir que su segundo gran objetivo estaba cumplido: Sasuke era de nuevo un ciudadano de Konoha, pero las cosas no se pusieron fáciles, el clan Hyuuga y Aburame no estaban para nada de acuerdo en su reinserción, ni que decir de Danzou que casi vio aquello como una atentado —y poco le importaba su opinión—.

—¡Naruto! —escuchó su nombre ser gritado por más de una voz, y no le sorprendió en lo absoluto debido a que iba caminando por la villa en busca del Uchiha —, ¡Naruto! —esta vez sí se giró.

A sus espaldas vio a Kiba, Neji y el resto de sus amigos correr hacía él —aunque ellos le decían caminar rápido— y les sonrió porque no había tenido día más feliz que hoy en años.

—¡Chicos! —movió sus manos en el cielo también apurando el paso a su encuentro y pronto se vio envuelto en abrazos y miradas de saludos y cariño —, ¿cómo les fue en su misión? —cuestionó con su innegable sonrisa.

—Bien, pero eso no es a lo que venimos! —gruño Inuzuka mientras lo miraba acusadoramente.

—¿Entonces?

—Naruto —el rubio giró su mirar hasta posarla en Neji quien lo observaba seriamente —, ¿es cierto lo que se rumorea?

—¿Eh?

—De verdad Sasuke-kun está en la aldea —indagó Ino quien miraba al rubio inquisidoramente.

—¿Quién os dijo eso?

—Es lo que los centinelas nos han dicho... además Sakura —frentuda no nos ha querido decir nada.

Un incómodo silencio se cernió allí y suspiro agotadoramente.

—Es cierto —silencio.

—¿Volverá a Konoha?

—Sí —contestó inmediatamente.

Y más silencio.

Los rostros no variaron un ápice pero claramente podía sentir aquella aura de ‘¿cómo, porqué, cuando?' bailando a su alrededor, por unos momentos llegó a pensar que quizás ellos también le dirían que cómo lo podría reinsertar a las filas, ser un miembro de la villa si era traidor pero lo único que obtuvo fue un tosco ‘ahh' por parte de sus amigos y aquello sí que era de alarmarse.

—¿Es lo único que me dirán? —preguntó algo nervioso. Neji miró el cielo observando cómo las nubes se arremolinaban en el infinito y volvió a dirigir su perlada al Hokage.

—Ése era tu sueño... lo que nos sorprendió fue el hecho de que el destino haya querido que Sasuke viniera sobre su propio pie y no arrastrarlo como tú querías.

Sus amigos asintieron algo confusos de aquella utopía, realmente algo allí no iba bien y se lo confirmó la sonrisa nerviosa y gestos que hacía Naruto.

—Qué pasó? —esta vez el cotilla de Kiba miró a Naruto empujándolo por uno de sus lados para que hablara, más lo único que obtuvo fue su repentina mirada seria.

—Sasuke... no volvió realmente porque quería, es que él tiene dos hijos.

Y mucho más silencio.


Se sentó bajo la sombra de un árbol y miró a los gemelos Uchiha corretearse entre sí, sus juegos eran por mucho superior al resto —ambos tenían un excepcional control de chakra debido a que los obligó para ello— por lo cual el jugar al ‘tu las traes' era más complicado entre ellos que subían pequeñas cantidades en los árboles y podían aguantar un tiempo en el agua.

Cerró por unos instantes sus ojos intentando olvidar aquel sentido que le gritaba dejarlos allí, era un asesino... ¿quién podría ser un buen padre así? Recordó por unos instantes a Fugaku y sonrió con prepotencia, su padre se había casi desvivido por esta villa y era la peor mierda de ser humano que existía, sí él con lo ‘buena' persona que era fue una porquería como padre, ¿por qué él que anhelaba tanto tener hijos no podría?...

Volvió a abrir sus ébanos orbes y se fijó en que sus niños ya estaban tirados en el suelo cansados y kami sabía que él también lo estaba debido a que llegar a Konoha no había sido tan sencillo. Quiso levantarse para ir por ellos pero la presencia de un conocido chakra le impidió moverse, sea lo que Naruto quisiese decirle tendría primero que escucharlo él solo.

—Están cansados —fue lo primero que el Rokudaime pronunció cuando dio con el Uchiha —, ¿no deberías irlos a buscar y dejarlos dormir?, no parecen tener más de cuatro años -concluía al mirarlos fijamente.

—Tienen tres recién cumplidos —aseveró mientras lentamente se levantaba de su sitio —. Los cumplieron el mes pasado.

El rubio asintió. Naruto quería muchas cosas, y una de esas era gritarle y decirle bastardo, golpearlo y abrazarlo y contarle todo lo que había sucedido pero al ver a los niños un extraño sentimiento sobresalía y no era más que incomodidad, Sasuke era padre de familia. Tenía que llegar todos los días a casa, ser un ejemplo para los niños, cuidarles y enseñarles... sus objetivos eran otros y él poco podría hacer.

—No creo que hayas venido aquí sólo para saber la edad de Kaiya y Eri.

Se había olvidado de lo borde que podía llegar a ser, y un regocijo se instaló en su bajo vientre, a pesar de todo el Sasuke bastardo Uchiha no había cambiado mucho.

—Puedes quedarte en Konoha Sasuke pero serás vigilado por mí hasta que el consejo lo quiera. También arreglé que por lo menos te entregaran la mitad de tus bienes familiares por los niños y con respecto a eso de ser ninja... lo veremos dentro de un mes.

La penetrante y fría mirada de Sasuke lo sacó de su ensueño, seguía siendo astuto.

—¿Qué quieren a cambio Naruto?

—Muere por Konoha, o los que morirán serán tus hijos.

Como decía el dicho "bienes por bienes"...


Notas finales:

*Guerra ninja (Spoiler): Recordarán, para los que vieron Naruto Shippuden: Kizuna/Lazos, que Sasuke ‘ayudó' a Konoha por órdenes de Orochimaru quien solamente lo mandó por el poder del viejo loco —no me aprendí el nombre— y para que los ninjas de Konoha los siguieran ‘ayudando' para matar a Akatsuki y lograr el objetivo de Sasuke. Si mal no recuerdo era la aldea del Cielo (creo, no estoy seguro)...

Bien, esta es la primera parte de la redención, la segunda será por la ciudadanía —creo—, no me gusta eso de ‘volver y no le dicen nada'...

Espero que les haya gustado el capítulo, me sorprendió el hecho de tener diez comentarios —habitualmente con suerte y me dejan seis o dos—... espero que no se me vayan mis comentaristas xDD

Saludos.

—Gaa—


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).