Tu cuerpo se congelo después aquel trágico día…
No volví a escuchar tu voz desde aquel horrible suceso
Me sentí tan vacío, quería estar contigo verte de nuevo, sonreír a tu lado…pero tenía que esperar que un milagro pasara…
Salí de aquel hospital como todas las tardes, camine solo rumbo a casa con la mirada fijada en el suelo, el frío se apoderaba de mi así que apresure el caminar, la noche estaba por caer y lo puedo admitir, sentía un miedo a estar solo…
Pase por cierta mansión en ruinas y me dio un escalofríos que recorrió mi cuerpo hasta llegar a mi nuca, voltee la mirada y le vi, estaba una persona para frente a mi
Vestía un traje tan elegante completamente de negro mas que aquella camisa, una corbata bien acomodada, la noche cayo por completo y el aire mecía las ramas de los árboles, estaba como en un trance, por su parte aquel misterioso sujeto seguía sin inmutarse frente a mi, poseía una sonrisa superior y sus cabellos azulados se meneaban con el viento, la luna reflejo su esplendor dejando ver sus orbes oscuras tan penetrantes.
Dio un paso asía atrás…
-¿tienes un deseo?—dijo sin mas
-¿deseo?...-dije mirándole sorprendido
-deseas ver a alguien… ¿no es así?—dijo acercándose mientras yo retrocedía
En lo que cerré mis ojos desapareció, di un nuevo paso hacia atrás…
-yo puedo traerlo para ti…-su voz estaba tras de mi, choque contra su cuerpo y me tense, un nuevo escalofrío se apodero de mi tembloroso cuerpo
-¿puedes?—dije sin pensar…que mas podía perder
-claro…-dijo con aquella voz profunda—quiero tu corazón…-dijo mientras abría mis ojos de sobremanera—dame tu corazón y te lo traeré de regreso—dijo colocando su mano en mi pecho
-mi…corazón—dije mecánicamente
-dámelo—susurro en mi oído
-pero regrésame a esa persona…-hable demandante, el me volteo quedando frente a frente, tomo mi rostro entre sus manos y acerco su cara a la mía…
-tu corazón…me pertenece—dijo mientras sentía una calidez en mi pecho, para después sentirme desvanecer…
Abrí mis ojos…con sorpresa, me senté, estaba en mi habitación…
-que paso…-dije tocando mi cabeza para después ver mi pecho y tocarlo nerviosamente, lleve mis manos a mis labios también
“-tu corazón…me pertenece”
El…había dicho que mi corazón le pertenecía…pero me sentía normal…me mire en el espejo y no tenia nada raro
Mire el reloj y Salí al trabajo caminando pasmadamente
Salude a mis vecinos y ellos me devolvieron el saludo, llegue al trabajo y mire a mis compañeras las cuales me sonrieron
-¡que!... es una locura—dijo una chica de cabellera oscura
-hablo enserio…-dije mientras le miraba con descolocación
-valla…-se limito a decir
Casi todo el día me la lleve recordando el incidente de la noche pasada pero decidí olvidarlo
Mi celular sonó y conteste con pereza
Mis ojos se abrieron con impresión, Salí del lugar sin decir nada, llegando al hospital entre a aquella habitación, le mire, estaba sentado en la cama, despierto…
Sonreí sin mas y me acerque a su lado abrazándole con cariño me miro con sus ojos claros y me devolvió el gesto
-alguien me despertó…-dijo tomando un sorbo de agua
-quien—dije sin creérmelo
-un sujeto vestido de negro, pensé que era la muerte pero dijo que tenia que despertarme…fue tan raro
Entonces…aquel sujeto de ese día
-solo dijo que comenzara de nuevo…-volvió a hablar el otro en la cama
-valla…-dije con cierta confusión
Sus familiares aparecieron y yo Salí del lugar, comencé a correr de nuevo a aquella casona y cuando llegue me tope con una hermosa casa, tenia árboles en el patio y flores no sabias que pensar
Pronto me vi dentro del lugar…sentado en una fina sala, me puse de pie rápidamente y escuche una voz…
-viniste…-dijo, la reconocí en el momento
-que…que pasa aquí—dije mirando a todos lados, una de las puertas se abrió y salio aquel tipo de la noche anterior, vestía igualmente y sostenía una cajita entre sus manos
-¿despertó?—dijo mirándome fijamente
-co-como lo logro…-musite
-lo hiciste tu…-dijo acercándose para acercarme aquella caja—aquí, esta tu corazón…es tan puro—dijo sonriendo para después desaparecer la caja
-esto es broma ¿verdad?—dije descolocadamente
-que irónico…un extraño robo tu corazón…no espera—mas bien intercambiaste tu corazón
-esto no es verdad… ¿o si?—dije asustado
-no es broma…-me miro algo molesto cambiando aquella sonrisa por una mirada fría
-ahora me perteneces—me abrazo con brusquedad—eres mío…-dijo susurrando en mi oído
-ha…-no pude decir nada-
-quítate esas ropas—dijo ante mi sorpresa
Al ver que no me movía comenzó a quitarme aquellas prendas, cerré mis ojos con mucha fuerza…
-así…-dijo
No…yo…-estaba sumamente nervioso y mis mejillas se coloraron
¿Qué demonios…?
Sus manos fueron desvistiéndome sin siquiera yo poderme mover
-que hace—dije con mucha pena
-harás lo que yo te ordene…-se limito a decirme con ronca voz
Comencé a sentir como perdía mi cordura, ya no sentía que estaba conciente
Escuche sus palabras
-ahora tienes un dueño…tu corazón tiene un dueño…yo
Dijo eso con voz cargada…
-soy tu nuevo amo
¿Amo?...
Ahora le pertenecía a alguien que jamás había visto…me sentía como vacío
-mi amo…
Mis labios dijeron eso sin que yo lo ordenara
-eso es…tu solo me perteneces a mi y solo a mi…
Me sentí débil y pronto ya no sentí más que un calor recorrer mi cuerpo…
-¡que!...que es esto—gritaba con sus ojos bien abierto con un pañuelo atado a la cabeza y un mandil color lila mientras miraba amenazante a su ahora “amo” que tomaba una taza de te sentado en lo que parecía ser el comedor de la “pequeña” casa
-que mas…tu uniforme de trabajo, si eres de mi propiedad vas a hacer lo que yo te ordene y yo ordeno que comiences a hacer el aseo de mi casa…-dijo mirándole con solo un ojo abierto
-como te atreves, yo pensé que tu…-le miro con el rostro rojo
-¿ha?...que yo…no me digas que creías que yo iba a toquetearte…no lo creo no me gustan los humanos como tu—dijo con una mueca descolocada sacando levemente su lengua—serás mas practico para mis labores hogareñas…anda, anda a trabajar que si no te bajo el suelo
-¿bajarme el sueldo? Me pagaras—le miro con brillos en los ojos
-deja me ver…no en realidad
-entonces como me bajaras el sueldo, imbecil—lanzo un bufido—que te hace pensar además, que yo valla a trabajar para ti—le miro molesto
-porque yo tengo tu corazón y si no trabajas lo are añicos y te morirás—le miro con molestia igualmente el joven de mirada azulada toco su pecho y no sentía sus latidos, como era eso posible
-que demo…que es esto, porque mi corazón…, que me hiciste—había tanto que preguntar
-mi dulce lacayo…yo tengo tu corazón
-pero como puedo…
-¿vivir?—le miro—pues fácil, he lanzado un hechizo en ti, solo vivirás si yo lo deseo, cuando me aburra quitare el hechizo y morirás…-sorbo un poco de te
-eres un…-sintió un pequeño dolor en su pecho
-yo que tu no me exaltaría porque también esto hace que si te tratas de revelar ante mis peticiones u ordenes morirás—sonreía cínicamente
-eres un maldito como te atreves—le miro mas molesto
-además, tu solo me obedeces a mi, solo a mi, jamás debes de obedecer a otra persona que no sea yo—volteo su mirada—odio compartir mis pertenencias—dijo sin inmutarse
-yo no soy un objeto no te pertenezco además de que…
-ven aquí. —dijo aquel pelinegro haciendo que aquel se moviera instintivamente—siéntate—dijo y el otro obedeció
-que me pasa—le miro con un leve color azul en sus mejillas—porque yo…
-¿ves como harás lo que te digo? así que solo obedéceme y ya…-prosiguió a levantarse de la mesa
-bien me voy alguien mas te mostrara donde dormirás y quiero la cena antes de las 8—dijo mientras comenzaba a caminar a una puerta color negra
-¿ha? ¿Me voy a quedar aquí?—hablo con curiosidad
-claro, ¿crees que dejare algo mío vagar por ahí solo?—dijo con un deje de simplicidad acomodándose la ropa
-pero y mis cosas y todo lo que tengo—hablo el rubio con preocupación
-no te preocupes todo lo que necesitas esta aquí, nadie mas recordara de ti…-al terminar la frase prosiguió a abrir aquella puerta—nos vemos a la cena—dijo y sin mas se retiro ante eso el otro corrió pero al abrir la puerta se topo con una…pared…
“que es esto…”
Pensó mirando aquella pared con un desconcierto llenado sus ojos
-bien—se escucho una voz la cual este busco con su mirada—aquí abajo—en el suelo se hallaba una pequeña ranita roja—yo te llevare a tu habitación okashi…-dijo sin mas aquel pequeño animalito
-¿o-okashi?, porque me llamas así—dijo con mirada extrañada
-porque eres extraño, de todas las creaturas que el amo trae tu eres la mas rara…así que no quiero saber quien eres mas que ahora serás “okashi” ¿comprendes?
-pero yo…
-nada he dicho okashi
El joven le miro con un rostro irónicamente extrañado
-b-bien—se limito a suspirar con pesadez
-puedes llamarme taisetsu—dijo la ranita con cara prepotente
-tai…taisetsu…yo no te veo nada de importante…rana—le dijo el rubio
-calla okashi y camina vamos a tu habitación—dijo mientras se alejaba entre salto y salto el anfibio
Caminaron por largos pasillos que parecían jamás tener un final, pronto se toparon con una puerta gigante según aquel chico de mirada azulada
-aquí estamos chiquillo dormirás aquí—hablo la rana mirando al chico
-bien…-se limito a decir para tratar de abrir la puerta mientras tiraba de ella con fuerza—no…no se puede—la seguía jalando
-tonto—le mito taisetsu—es para adentro—le miro con rostro descolocado
-ha…-empujo la puerta y esta se abrió al instante—maldición—dijo para entrar
-bien recuerda bajas a preparar la cena…-después de decir eso la rana se fue dejando al niño atontado
Miro su habitación con cuidado revisando todo.
Una amplia cama, un buró al lado de esta, un espejo y un cajón para guardar ropa el cual abrió y miro un sin fin de ropa toda de su medida al igual que zapatos.
Era tanta impresión, paso de ser un chico normal a la pertenencia de un quien sabe que tipo de ser…
En realidad no sabia quien era aquel hombre, se limito a mirar un gran reloj de cedro y vislumbro las 5:30 P.m. se apresuro saliendo de la habitación para llegar a la cocina donde estaba taisetsu mirándole
-que cenaremos—dijo la ranita, pasando su mirada a unos pergaminos
-ha…yo que se, que se te antoja—le miro curioso para saber la respuesta
-pues no lo se mejor sorprende al amo para que este feliz
-feliz—dijo formando una mueca de extrañes—tu amo parece que jamás puede estar feliz, tiene cara de roca—frunció el entrecejo
-okashi…
-que…-le miro
-apresúrate a cocinar o se te hará tarde—dijo sin mas
-ya voy—acomodo su “uniforme” y comenzó a sacar algunas ollas
-okashi…-volvió a hablar taisetsu
-que pasa—no le miro solo contestaba
-a que te dedicas tú…-comenzó a hacerle conversación mientras seguí con sus labores de leer aquellos viejos pergaminos
-bueno, antes trabajaba en un restaurante ayudando en la cocina
-valla debes saber hacer buena comida—menciono el pequeño
-pues si no perfecto, pero si pasable—levanto su mano con una cuchara
-mientras no nos envenenes esta bien—dio una risa aquel animalito
-ja ja que gracioso aunque no es mala idea…espera—dijo con cierta sorpresa
-que pasa—le miro extrañes
-eres una rana…y… ¡hablas!
La rana le miro con una gota resbalando por su cara mientras el chico corría por toda la cocina
-¡estoy hablando con una rana he enloquecido!—gritaba todo histérico
-chico…eres lentísimo—comenzaba a reír divertido
Pronto sonó una puerta y taisetsu volteo
-he llegado…-se escucho una voz
-bien kusari—dijo la rana—debes venir tenemos un nuevo compañero
-otro—dijo sin mas—y ahora que es, ¿una rata?—dijo acercándose la voz
-no, es algo rarísimo-
-Ey no soy raro…solo soy diferente—hizo una mueca de ofendido
Al entrar vieron a un pequeño perrito con rostro algo gruñón, de color café
-¡que! Otro anima, aquí solo hay animales y un enfermo roba corazones…y hablo en el sentido físico no sentimental
-mas respeto niñito—hablo el perrito
-ya le he puesto un nombre—dijo taisetsu
-como se llama—pregunto el perro
-okashi—dijo con sonrisa victoriosa
-¿okashi?...pues si es un animal extraño le quedo bien, buen trabajo taisetsu
-de nada kusari—hablo la rana
-bien yo soy un humano no un animal y estoy hablando con un perro y una rana
-okashi mi nombre es kusari así que no me llames “perro”
-valla pues—puso un rostro algo frustrado y siguió hablando—mi “nombre” note se nombre, es okashi gracias a tu compañero
Taisetsu y kusari salieron de la cocina hablando cosas que realmente el rubio ni entendió así que siguió con la cena, la tarde estaba cayendo y se preguntaba si alguien le extrañaba o se preguntaba donde estaba, sin embargo se dejo de pensamientos y siguió con su trabajo, le era extraño no pensar en escapar o en pedir ayuda, era como si no importara
-ese idiota tiene mi corazón mas no mi raciocinio—dijo molesto
Terminado de cocinar se dedico a poner la mesa y de nuevo aquellos compañeros llegaron a donde estaba
-valla…okashi cocina muy bien—dijo kusari sintiendo el aroma de la comida
-ja gracias por eso, supongo que me esforcé—por cierto, a donde esta el “amo”—dijo lo ultimo con cierto fastidio
-seguramente vendrá tarde—dijo tatseisu
-¡¿Qué?! Me pidió hacer la cena a las siete y el condenado no va a llegar hoy… ¿ha eso te refieres?—miro exaltado a taisetsu
-pues…yo dije que llegara tarde mas no que no va a llegar
-el amo es un tanto especial—dijo kusari mirando por una de las ventanas
-¿especial? Porque o que—pregunto el rubio curioso
-es solo que el se dedica a vagar por ahí buscando cosas que coleccionar
-pero el dijo que seria…bueno en si creo que da lo mismo
-es extraño que se fije en humanos…-hablo kusari mirando al rubio
-es verdad por lo general son solo “animales” como nosotros—completo taisetsu
-¿no se sienten mal?—pregunto el ojiazul
-porque—dijeron ambos
-pues miren están aquí en contra de su voluntad
-para nada…-interrumpió kusari
-nosotros estamos aquí porque nos gusta…porque el nos ayudo en el pasado y le debemos mucho, así que estamos felices aquí
-¿enserio?
-aja…supongo que el te ayudo en algo a ti…-pregunto taisetsu
-pues si…trajo de vuelta a alguien especial para mi, estaba en coma y no despertaba hace mucho tiempo—bajo la cabeza algo melancólico—pero el lo despertó…a cambio de mi corazón—dijo estrujando su ropa
-valla…-se miraron kusari y taisetsu
-pero no importa cuando regrese vamos a negociar para que me devuelva lo que me quito y le daré algo mas a cambio…-comenzó a sonreír radiantemente logrando que aquellos a su lado lo hicieran también
-okashi…creo que nos llevaremos muy bien—dijeron ambos
-ja supongo que si…pero vamos es mejor que nosotros aprovechemos a comer algo—dijo el rubio y los otros asentían con sonrisas visibles
Yacían pasadas de las diez y kusari y taisetsu le explicaban que haría durante la semana al chico rubio fue entonces que aquella puerta se abrió captando la atención de los tres personajes que estaban en aquella sala
-he regresado…-dijo la voz un tanto cansada
-bienvenido amo…-dijeron la rana y el perro mientras que el joven de cabellera dorada mirada a aquel joven entrar
“como es que…regreso por ahí si cuando yo la abrí no había mas que la pared”
Observaba la puerta cerrarse
-como le fue en su viaje señor—dijo taisetsu mirando al chico
-bien…todo fue perfecto—forjo una sonrisa leve— ¡ha! Kusari, regresaste…como te fue, ¿las viste?—dijo acercándose al perro
-señor…ellas esta bien simplemente pidió que le diera un mensaje—miro al chico rubio siendo seguido por taisetsu y el joven peliazul
-ya…vamos me explicas en la sala—comenzó a caminar pasando al otro chico
-necesito…
-luego—le cortó sin más dejándolo parado mientras los otros animales se iban con el joven
-tsk…pesado—dijo mientras se sentaba en una de las sillas en las que estuvo antes, por aquella ventana se reflejaba la luna llena—extraño…la luna lleva días estando así…llena y el tipo de la televisión dijo que solo serian 2 días, que raro…
En la habitación adjunta aquel joven miraba a sus 2 acompañantes
-y bien que dijeron las brujas acerca de mi propuesta…-hablo sin rodeos
-bueno dijeron que primero debía verlo en persona y después hablaría con usted…
-señor…-le miro taisetsu con preocupación—esas bruja es muy mala y tal vez quiera dañarle
-no te preocupes no pretendo verla ahora, tengo mucho que hacer—sonreía con superioridad
C|O|N|T|I|N|U|A|R|A|