El Bebé de Naruto
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© Los personajes de la serie Naruto, son de Masashi Kishimoto.
Por más que lo intente no puedo evitar que esta cosita tan tierna y adorable que tengo entre mis brazos me desarme por completo dattebayo.
Es que es tan lindo...
Aquí acurrucadito como lo tengo, se siente tan suavecito y delicado que hasta me da miedo que, si lo estrujo mucho se me valla a romper.
No puedo evitar hacerle mimos a cada oportunidad que tenga. Aunque el teme siempre me regañe diciendo que lo voy a malcriar demasiado. Es un exagerado.
Pero como sea, juro que si fuera posible moriría de tanta ternura.
Y es que en esos momentos, justo como el de ahora: mientras estoy aquí sentado, luego de darle su lechita, y jugando con él, dándole suaves caricias a su pequeña naricita; una tras otra con mi dedo índice, al tiempo que él intenta agarrarlo con sus pequeñas manitas. Son de esos en los que se siente como si el corazón se te encoge ttebayo.
Quién diría que un ser tan pequeñito era capaz de darle tanta alegría a una persona.
Aunque tal vez el hecho de que yo nunca recibí mucho afecto que se diga, ¿hace que me llene más que a los demás, el tener ahora a este pequeño ser que me de su cariño puro he incondicional, y que dependa enteramente de mí para cuidarlo y protegerlo? Pudiera ser... No lo sé, pero realmente no importa, el punto es que realmente agradezco que halla llegado a mi vida, tteba.
Es que tan solo que, me mire con esos ojitos tan negros y brillantes, me encanta. La primera vez que los abrió y me miró fue tan genial. Y ni que decir de su pelito igual de oscuro que sus ojitos, tan negro que hace resaltar su pequeña y blanca carita.
Nadie puede negar que esta adorable bolita sea preciosa.
En serio, que mirando lo bello que es, no sé como alguien pudo ser capaz de abandonarlo así: simplemente en un canasto a mitad del camino. Hay cada desalmado...
En un principio pensé que él y sus hermanitos tenían suerte de que los encontrara cuando venía de regreso a la villa después de esa última misión en la que estuve.
Pero ahora creo que el de la suerte fui yo, porque así pude conocerlo y tenerlo conmigo. Aunque me costó que me dejaran quedarme a este pequeño cuando los pusieron en adopción, mira que dudar de mi capacidad de cuidar bebés. Oba-chan y Sakura-chan, no puedo creer que pensaran que no era capaz de cuidar a un gatito.
Pero ya ven que se equivocaron las dos.
Sino que se los diga mi pequeño Sasu-chan, je-je. Sí, se llama igual que el teme. Aunque al pesado ese que tengo de novio no le agradó que lo llamara igual que él. Pero bah, desde que lo obligue a volver a la villa, no es capaz de llevarme mucho la contraria, por lo que al final acabó por aceptarlo.
- ¿Verdad, mi pequeño Sasu-chan?... Aww que lindo eres dattebayo.
FIN