Lo más Extraño
Esta es una historia extraña que aún no entiendo. La complejidad de las sircustancias…
El estudiaba conmigo el último año de preparatoria cuando todo ocurrió.
Yo estaba recostado en mi cama como a eso de las 12:00am, tenía mucho sueño, pero no podía dormir, solo tenía en mente a ese lindo chico a quien no veía desde una semana atrás.
Pensaba en esos ojos claros y rallados, sus grandes labios rojizos, su delgado cuerpo correctamente formado, (o por lo menos para mí) y ni hablar de su personalidad: callado, pensador, culto y antipático… si eso me encanta (todavía) de él.
Esa noche dejé la ventana de mi habitación abierta como acostumbraba. Me senté en mi cama y después de un largo rato, algo me golpeó la cabeza, tan fuerte que me mareé y no puedo entender lo que pasaba, si no después de cinco minutos. Volteé a ver en la cama donde pudo haber caído el objeto que me golpeó y me sorprendí al ver una pequeña luz en la ventana que destellaba sobre todo hacia arriba, la luz destelló cada vez mas fuerte hasta que de pronto se disolvió en menos de los que puede contar.
Luego regresé mi vista a la cama a buscar lo que realmente me pudo haber golpeado y me encontré algo parecido a una nuez, pero era ligeramente más grande y completamente redonda.
Admito que me acobardé, pero de todas formas tomé el objeto y apenas lo tomé se abrió en la palma de mis manos, justo por la mitad (supuse que había sido por el golpe contra mi cabeza)
El extraño objeto tenía un papel en su interior de color negro y con letras blancas amarillentas que rezaba algo que al principio no entendí.
“Lo que deseabas en tu inconciente, ya está concedido, cuando divulgues lo que se te ha dado, tu virtud adquirida se acabará.”
Justo después de haber leído el objeto extraño se cerró sin hacer ruido, pero con mucha rapidez y empezó a latir como un corazón, cada vez mas fuerte y rápido, el objetó soltó un gran latido y se expandió tanto como si fuera a estallar, pero luego se contrajo, tanto que junto al mas fuerte latido jamás escuchado por mi, desapareció.
Fue entonces cuando un gran sueño me izo su presa junto a un gran cansancio y no recuerdo cuando me acosté porque de allí no recuerdo más nada, quizás me desmayé.
Empecé a recordar fue el día siguiente cuando me levanté y me percaté de que había tenido un “extraño sueño.”
Pero pese a lo extraño y de una forma u otra, tétrico que fue el “sueño” me vestí lleno de emoción porque era ese día cuando comencé las clases después de las vacaciones de pascua.
Llegué tímido al salón de clases, todos los chicos estaban, algunos riendo, otros discutiendo y otros simplemente hablando sin parar.
Me fijé en él quien allí estaba, solo y recostado de su escritorio mirando a la pared que quedaba a su lado. Solo pude ver su cabello ligeramente más largo y con una semi cresta, escuchaba su voz, un poco gruesa y que decía cosas sin sentido, y pese al gran escándalo que reinaba en el aula, su voz se escuchaba claramente.
“Espero que no halla llegado… que no venga hoy, por lo menos no hoy… y si… no, no… ¡Caramba Víctor, concéntrate!”
Yo deseé no escuchar su atormentada voz, justo cuando él dejó de hablar, pero aún así sentí curiosidad, ¿con quien estaría hablando, si frente a él solo había una pared? ¿Estaría hablando por teléfono con alguien llamado Víctor como él?
El pánico se apoderó de mí cuando Víctor levanté su cabeza y aunque sus hermosos labios no se movían. Su voz se escuchaba tan claro como más nadie en el salón.
“allí está, ¡Cielos!” Escuché antes de sentir el deseo de que me tragara la tierra.
Fue tanta la impresión que me sobresalté y me caí de la silla donde me iba a sentar. Las risas y los abucheos, algo que no me importó, porque lo que más me importó fue la reacción de Víctor que me miró fríamente y volteó para empezar a escribir no se qué en su cuaderno.
El profesor de inglés entró en ese momento y mis compañeros habían quedado en silencio como si les hubiese lanzado un hechizo silenciador.
Solo escuché una voz fuerte y clara, era la de Víctor quien hablaba cosas que a pesar de tener sentido, yo no las entendía.
“¿Qué estará haciendo?, ¿a quien estará mirando?, ¿en qué estará pensando?
Su voz resonaba en mis oídos, pero al parecer era el único, la voz seguía tan alta, aunque el profesor había empezado a dar la clase.
Yo lo miraba fijo, y no se cuando pasó ni por cuanto tiempo pasó, pero Víctor dirigió su mirada hacia mí y aunque sus labios no se movían, él seguía hablando.
Yo estaba lleno de horror, y mas por las cosas que decía mientras sus ojos se clavaban en los míos. ¿Qué sentirás por mí? ¡No paras de mirarme y ya no lo soporto! ¿Por qué me miras así? ¿Qué siento por ti, te odio o te amo?”
Hablaba y hablaba cosas cada vez más hirientes y descabelladas. Mi cuerpo sentía un calor espantoso aunque el ambiente al principio era muy frío; mis manos temblaban sin control y mi corazón latía tanto que empecé a sentir un espantoso cosquilleo y como la sangre circulaba por mis venas.
¡No lo soportaba más! O estaba alucinando o Víctor se comunicaba conmigo de no se qué forma.
Sus pupilas de contrajeron tanto que solo pude ver esos hermosos ojos verdes que me miraban con un extraño y bonito desprecio. Pero eso no era lo que yo pensaba en aquél momento, Yokko tomó mi brazo y me llamaba, pero escuchaba su voz como un susurro, pese de que de reojo veía su boca moverse con mucho ahínco.
Era demasiado para mí, por eso preferí tomar mis cosas y salí del salón junto varios traspires…
Fantasía Sexual.Mientras Dormía, hace varios años, recuerdo un sueño que nunca olvidaré:
Yo estaba solo en una habitación muy diferente a las que conocía, me di cuenta que estaba en la cama de Yuki de Gravitation, el me miraba con la voz dulcemente fría desde la puerta de la habitación, no tenía camisa, su dorso liso y suave estaba desnudo.
Yo no logré contenerme y lo llamé, el me izo caso, se acercó lentamente hacia mi y rápidamente le bajé el pantalón. Era azul y le quedaba apretado.
Su interior era blanco y se veía su pene grande y mojado. Yo lo toqué y lo masturbé lentamente, el se montó en la cama y me quitó las sabanas, ya yo estaba desnudo y con un pene rojo por la excitación, el lo tomó y lo masturbó y se agachó para darle pequeños lamidos, su lengua acariciaba mi pene con cada terminación nerviosa activada.
Yuki se sentó sobre mi y edejó que lo penetrara, yo gemía, pero no tanto como él, quien por fin dejaba exprezar su cara llena de excitación, aunque sus labios se apretaban.
Su pene era muy grande y su glande mas aún, yo lo masturbaba mientras el movía su cintura para darme más placer. Lo abracé y sentí su pene en mí desde mi abdomen hasta mi pecho quien se mojaba de líquido preyaculatorio.
No aguantábamos más, le dije que me iba a correr y rápidamente el se levantó, por suerte pude aguantar y no me corrí en ese instante, si no, cuando ambos nos dimos un placer oral mutuamente y nos corrimos al mismo tiempo, su pene estaba rígido cuando eyaculó, pero después de un exquisito orgasmo su pene era como una goma y aunque ya no estaba tan largo, me éxito ver su grosor y el color rojo por la sangre que se había acumulado.
Yuki tragó mi esperma a diferencia de mí quien preferí dejarla en mi mano para lubricarlo y masturbarlo…
Atentamente: Shaoran Li.