Susan Black Presenta:
“Amor Desamparado”
Capitulo 8:
- ¿Mamá?-Se extraño Nat al ver bajar de un auto último modelo, a una mujer voluptuosa en un vestido negro, la mujer se quito las gafas de sol y se abrazo al joven.
Megan Whyte, esposa de Karl Whyte y madre de Nat. Era una mujer de cabellos rubios oscuros y ojos celestes, aun bella a pesar de su edad y las arrugas que nacían en algunas partes de su rostro. De profesión, abogada y dueña junto a su esposo de la firma Whyte de abogados.
- ¡Nat, cariño, estas tan guapo!-Exclamo la mujer fascinada.
- Pero mamá, papá acaba de irse. Se canso de esperarte-
- Si, me llamo hace unos minutos. Es que me metí en una congestión por un accidente-
- Ya veo. Bueno, ¿no gustas pasar?-
- ¡Obvio que si! Necesito saber como te estas alimentando, cariño-
- ¿Quién será ella?-Pregunto Julius curioso.
- Ni idea-Contesto Dylan.
- Parece ocupado, quizás debamos volver en otro momento-Dijo Gillian.
- ¡No! Tu no viste lo mal que estaba Nat ayer. Este ocupado o no, debes disculparte con él diciéndole la verdad-
- Dylan tiene razón hermano, si retrasas mas esto quizás Nat no te perdone-
- ¡Bien! Vamos-Mando Gillian y se adelanto. Dylan y Julius le siguieron.
- ¡Dylan, Hola!-Saludo un joven al ver entrar a este a la casa.
- Hola, Jack-Contesto Dylan sonriéndole. Julius miro al joven con el ceño fruncido, al lo cual este sonrío divertido. Sin embargo, su sonrisa se borro al ver a Gillian y este se extraño ante aquella reacción, pues nunca había visto a ese chico antes.
Jack Jackson, era un instructor de gimnasia que se había graduado en la misma universidad que Nat y por ello eran grandes amigos. El joven de 25 años, tenía el cabello color paja, algo largo y los ojos verdes, cuyos rasgos resultaban bastante llamativos ante su piel bronceada.
- ¿Vienes a ver a Nat?-Pregunto el joven.
- Si, es urgente-
- No se si te podrá atender. Esta ocupado con una mujer guapísima-Dijo Jack de manera picara.
- Aun así, necesitamos hablar con él-
- Bueno, tu sabes cual es su habitación, sube no hay problema-
- OK y gracias-
- No hay de que-
- Sueles hacer amigos adultos, eh-Comento Julius molesto.
- Sip, me agradan los hombres adultos-Contesto Dylan inocentemente.- En ellos busco algo, pero aun no lo hayo-Añadió casi en un susurro.
- “¿Algo?”-Pensó Julius curioso.
- ¿Nat vive en una habitación de esta casa?-Pregunto Gillian frunciendo el ceño en desapruebo.
- Así es. Esta casa es una pensión por así decirlo y Nat arrienda una de las habitaciones. El chico que vimos también arrienda aquí y es amigo de Nat-
- Oh…-Murmuro Gillian sin saber que decir.
Dylan paro frente a una habitación y toco a la puerta, la voz de Nat sonó al otro lado y por primera vez desde que le había conocido, Gillian sintió un estremecimiento al escucharla. Tenia miedo de que no le perdonara y que no volviese a ser su amigo, quería huir en ese preciso momento, sin embargo fue tarde para cuando decidió dar un paso atrás, puesto que la puerta se abrió y apareció Nat con aquella mujer colgada de su cuello.
- ¿Qué hacen aquí?-Pregunto Nat sorprendido. La mujer los miro curiosa, pero sin soltarse de Nat lo que inexplicablemente molestaba bastante a Gillian que no entendía el por qué.
- Gillian quería hablar contigo, asíque lo traje aquí-Explico Dylan. Nat miro a Gillian, pero este esquivo su mirada, lo que le dolió muchísimo. Ahora no quería ni verlo a la cara, era peor de lo que se esperaba. La ilusión de verle se esfumo con su reacción.
- Cariño, ¿son amigos tuyos?-
- Si. Este es Dylan, recuerdas que te mencione de él-
- “Cariño”-Pensó Gillian frunciendo el ceño.
- Así que tú eres Dylan, gusto en conocerte pequeño. Supongo que sabes quien soy, ¿no?-
- Si, he visto fotos de usted y déjeme decirle que el placer de conocerla es todo mío-
- Jeje, eres un niño muy galante-Comento la mujer sonriéndole.- Nat, hazlos pasar, no los dejes afuera-Añadió.
- Si, como tu digas-Nat les dejo entrar y serró la puerta tras de si.- ¿Quieren algo de beber?-
- No, gracias-Contestaron Gillian y Julius a la vez. Sin embargo, Dylan se acerco al pequeño refrigerador que Nat tenia en su habitación, lo abrió y saco de este una botella de jugo natural.
- Veo que compraste de mi sabor favorito-
- Sip. Siempre que vienes tenemos que ir a comprar, por eso compre varios para tenerte aquí en casa cuando vengas-
- ¿Quieres una cerveza?-Pregunto Dylan.
- No. Tome demasiada ayer con papá-Contesto Nat.
- OK. ¿Tía quiere algo?-
- Uno de esos que estas tomando-
- Bien-Sonrío Dylan y sacando otra botella serró el refrigerador y se acerco a la mujer, la cual se había sentado sobre el brazo del sillón en el cual Nat se encontraba sentado.
- ¿Y bien? ¿De qué se trata? ¿Qué quieren hablar conmigo?-Pregunto Nat curioso.
- Ella…-Musito Gillian dudoso.
- No tenemos secretos…-Dijeron a la vez Nat y la mujer, sorprendiendo a Gillian.
- De acuerdo. Niklas me dijo hoy en la mañana que lo que había sucedido ayer fue su culpa, que había sido una trampa que te había tendido, por ello, yo vine a disculparme. Realmente siento haberme comportado de esa manera contigo, ni siquiera te permití explicarte y te eche de mi casa sin permitir que dijeras palabra alguna. Por ello, quiero que me perdones Nat, quiero que todo vuelva a ser como antes. Que seamos amigos…-
- No puedo ser amigo de alguien que no confía en mi, Gillian-
- ¡Pero Nat…!-Gruño Julius.
- No, está bien, Julius. Comprendo. ¿Solo quiero saber si me perdonas?-Pregunto Gillian mirando a Nat a los ojos, este no respondió, pues fue interrumpido por su madre.
- Chicos, porque no vamos afuera y los dejamos a solas un momento-Comento Megan enderezándose.
- ¡Bien! Vamos, Julius-Dijo Dylan agarrando a este de la muñeca y arrastrándolo consigo fuera de la habitación.
- Gillian…-Musito Nat acercándose a este.
- Nat, ¿me perdonas?-
- Si. Seria capaz de perdonarte hasta una traición, eres mi amigo y quiero estar a tu lado de esa forma. Eres muy importante para mí y quiero ser tu pilar de apoyo, pero no funcionara si no confías en mi Gillian-
- ¡Si confío en ti, Nat!-
- ¡Pues no lo demostraste!-Contesto Nat mirándole herido.
- Lo siento, perdóname-
- Gillian, yo jamás le haría daño a alguien que tu quieras, yo solo quiero protegerlos con todo mi ser-Dijo Nat tomando el rostro de Gillian con sus manos.
- Nat…-Susurro Gillian sonrojado.
- Yo solo quiero estar a tu lado, Gillian. Jamás te abandonaría, solo te pido que confíes en mi, yo jamás te mentiría y jamás te traicionaría-Dijo Nat abrazando a Gillian, este al sentirse reconfortado entre sus brazos, serró los ojos, pero los abrió cuando por su mente paso una fugaz idea.
- Ven a vivir conmigo-Sugirió el castaño.
- ¿Ah?-
- Confío en ti, Nat. Así que ven a vivir conmigo. Es mi forma de decirte que confío en ti-
- No. Será mejor que no-Se negó el rubio alejándose un poco del otro.
- Por favor, eres mi amigo, ¿no?-
- Si, pero…-
- Entonces, ¿cómo piensas protegerme si no vas a estar ahí para ello?-Gruño Gillian mirándole directamente a los ojos.
- Gillian…no puedo-
- ¿Por qué no? Es por esa mujer, ¿es tu amante? Puedes traerla a casa si así lo deseas-Gruño Gillian molesto.
- No es mi amante-
- ¿No lo es?-
- No. Es mi madre-
- ¿Qué?-
- ¡¿Su madre?!-Exclamo Julius asombrado.
- Sip, lo soy. ¿Qué no lo parezco?-
- No, pensé que era su novia-
- Jajaja, me halagas-
- Es natural que los demás piensen eso si usted trata así a tu hijo-Comento Dylan.
- Tienes razón. Ahora que lo pienso no es la primera vez que nos confunden con amantes-Comento Megan pensativa.- Entonces, ¿ese es mi rival?-
- ¿Usted sabe sobre Gillian?-Pregunto Julius asombrado.
- ¿Qué no escuchaste lo que dije hace un rato? No tenemos secretos-
- Wauu…-
- ¿Y no esta celosa, tía?-
- Claro que lo estoy. Ese chico con ojos hechiceros se quiere robar a mi retoño-
- Realmente no parece su madre-Comento Julius sonriendo.
- ¿Acaso no nos parecemos?-Pregunto Nat.
- No es eso. Creí que era tu amante por como la tratabas-
- Ah, eso. Estoy acostumbrado a tratarla así y que ella me trate así. Tenemos problemas cuando nos confunden por amantes…-
- Entonces, si no es por ella… ¿Por qué no puedes venir a vivir conmigo?-
- Gillian, si sigues insistiendo no podré negarme…-
- Pero, Nat, quiero que vengas conmigo. Te quiero, eres mi amigo y confío en ti, además me gusta como cocinas-
- Gillian…-
- Dijiste que querías protegerme…entonces hazlo estando a mi lado-
- No puedo-
- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué sigues negándote?!-
- Por esto…-Contesto Nat y beso los labios de Gillian, este se sorprendió muchísimo.- Si vivo en tu casa…al que atacare será a ti… ¿aun así me quieres en tu casa?-
- Eres mi amigo…quiero saber mas cosas sobre ti y quiero que estés a mi lado…aun si no entiendo porque me besaste-
- No puedes ser tan lento, Gillian…-
- ¡Pues perdona que sea lento!-
- No te enfades. Dejare que lo descubras por ti mismo y si, acepto vivir en tu casa-
- ¡Genial!-
- ¿Y?-Pregunto Megan cuando su hijo salio de la habitación junto a Gillian.
- Me mudare con Gillian-
- ¡¿Ah?!-Exclamo Julius sorprendido.
- Déjenme presentarlos correctamente. Madre, este es Gillian Wood, el amigo del cual te hable-
- Gusto en conocerte, muchacho. Me llamo Megan Whyte y soy abogada-
- El placer es mío-Contesto Gillian mientras estrechaba su mano con la de la mujer.
- Ups, mira la hora que es, tu padre va a estar furioso. Me voy, hijo-
- Te voy a dejar a fuera-
- No quieren que los lleve a su casa, chicos-
- ¿Puede?-
- Claro que puedo, así me sirve para conocer el lugar al cual mi bebe se mudara-Contesto Megan, Nat se ruborizo ante la forma en como había sido llamado y los otros tres solo rieron por lo bajo.
- No puedo acompañarlos, tengo trabajo atrasado por hacer así que solo los voy a dejar afuera-
- Descuida. Será mejor que comiences a empacar tus cosas, yo desocupare la habitación que nos sobra-Sonrió Gillian y Nat asintió con la cabeza.
- Está bien-Contesto Nat forjando una débil sonrisa. Los chicos se despidieron de Nat y subieron al auto de la madre de este, pero esta que espero a que los chicos subieran se acerco a su hijo.
- Sandy estará tan celoso cuando le cuente que te mudas con tu novio-
- Por favor, no le digas-
- Que malo. Si no le digo vendrá a buscarte aquí y lo averiguara por si mismo y mas enfadado va a estar, cariño-
- Puede que tengas razón-
- No le dijiste a tu padre sobre él ¿o si?-
- No le dije que se trataba de un chico, él cree que Gillian es una chica-
- Aun con ese nombre él cree que es una chica, vaya tonto-
- Será mejor que te vayas, me estaré comunicando-
- Si, mas te vale o enviare a Liel para que te lleve ante mi-
- Por favor, no-
- Jajaja, si que le tienes miedo a tu hermana, eh-Rió Megan, Nat no dijo nada ante ello y solo recibió el abrazo y el beso de despedida de su madre con cariño.
- Nos vemos-Se despidió la mujer y Nat se despidió de los que estaban dentro con un gesto de mano.
- ¡¿Qué?!-Exclamo Niklas cuando su hermano mayor le dio la noticia de que Nat se mudaría a vivir con ellos. Gian se había marchado antes de que ellos llegaran, por lo cual no se enteraría de aquella noticia, quizás hasta el otro día.- ¡¿Estas loco o qué?!-
- No estoy loco, Niklas. Además, tenemos una habitación de sobra y lo que Nat paga en aquel lugar lo puede hacer aquí. Por otro lado Nat es el único que sabe cocinar tan bien-
- Entonces, ¿si aceptamos a Nat en la casa, tú dejarías de trabajar?-
- No-
- Entonces, no-
- Si Nat nos da el dinero a nosotros, dejare mi trabajo de la tarde-
- OK, acepto. Pero mas le vale a ese desgraciado comportarse-
- ¿Por qué lo dices?-
- ¿Qué aun no te das cuenta?-Se extraño Niklas.
- ¡Niklas!-Gruño Julius en advertencia.
- ¿De qué me debería dar cuenta?-Pregunto Gillian curioso.
- De nada. Me voy a mi cuarto-Contesto Niklas de mal humor y subió las escaleras.
- ¿Tú sabes a lo que se refería?-
- No. No lo se-Mintió Julius esquivando la mirada de su hermano.
- Así que te vas a mudar con ese muchacho, eh-Comento Jack recostado en la cama de Nat mientras este corregía unas pruebas en su escritorio.
- Si, pero lo malo que tenerlo cerca será demasiado duro-
- Si, de eso no hay duda. Tu suerte es de doble filo, Jajaja-Rió Jack.
- Incluso lo bese y aun así no se da cuenta que estoy enamorado de él-
- Bueno, que se le va a hacer. Existen personas así y justo tú te enamoraste de una de ellas-
- Mmm-Musito Nat quitándose los lentes de lectura. Pero aun así estaba feliz viviría bajo el mismo techo que Gillian, conocería así sus gustos y su temperamento, su personalidad hasta con un poco de suerte su cuerpo.
- Deja de babear-Lo reto Jack golpeándolo en la cabeza.-
- Me distraje-Murmuro Nat sobándose el lugar en el que le habían golpeado.
- Me voy a dormir, que tengas dulces sueños-
- Igualmente-Dijo Jack y salio de la habitación serrando la puerta tras de si.
Continuara…
¡Comentarios, quejas y opiniones de los personajes!
Nat: ¡Yuju! ¡Por fin! Incluso bese a Gillian, te amo tanto, Susan…
Gillian: No que me amas a mi.
Nat: Si, te amo mas que nada en el mundo, Gillian.
Gillian: Ojala lo demuestres.
Niklas: Ese maldito, le haré la vida imposible en casa por haber besado a mi hermano.
Gian: Si haces eso, Gillian se enfadara contigo.
Niklas: ¡No me importa! ¡Susan, me oyes bien, no me gusto para nada este capitulo!
Dylan: ¿Cuando me tocara a mi? Hasta ahora solo se que Julius me odia…
Susan Black: Tranquilo, pequeño, pronto…
Julius: ¡Nada que pronto, yo no quiero nada con Dylan!
Susan Black: Que difícil es darle en el gusto a estos personajes…pero bueno, sorprendentemente la inspiración fluyo después que termine el capitulo anterior y aquí me tienen con este capi, donde hemos conocido a dos nuevos personajes, la madre de Nat y el amigo de este.
Megan: Hola, dulzuras, soy Megan Whyte y tengo 50 años aunque no lo parezca.
Jack: ¡Hola! Soy Jack Jackson (y si mi nombre rima…), soy instructor de gimnasia y un intimo amigo de Nat.
Karl: Oigan, yo no me presente en el capitulo anterior, no es justo.
Megan y Jack: Pues hazlo. ¬¬
Karl: Hola, soy el papi de Nat y tengo 50 años y soy abogado. Gusto en conocerles.
Susan Black: Aun falta que conozcamos a mas personajes e incluso se llevaran sorpresitas muy pronto, Jajaja. Nos vemos y dejen sus comentarios. ^^
Amor Yaoi
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