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TOGETHER por Yu-Okawa

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Notas del capitulo:

Los personajes perteneces a Takao Aoki, está historia no ha sido elaborada con fines de lucro.


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Esta historia esta dedicada para una de mis mas queridas amigas, ¡Luz!, ¡que sepas que jamás te olvido!.

II
REVELACIONES


Sus recuerdos eran vagos pero exactos, aun podía percatarse de cada una de las sensaciones y sentimientos que embargaron su ser cuando era niño, todavía podía recordarlo, especialmente en aquellas noches donde Morfeo no aparecía.

En especial, en esas noches plagadas de insomnio y de recuerdos que había olvidado y embargaban la oscuridad omnipresente de aquella habitación iluminada únicamente por el alo de luna. En esas noches sentía un gélido frió que le congelaba hasta los huesos.

Recordaba que de niño conocía el dolor físico, dolor patrocinado y proporcionado por el desalmado de Boris, cada que hacia las cosas mal, o algo salía mal se hacia acreedor a algún castigo impuesto por Boris. En aquel entonces, a sus cinco años, conoció el dolor físico, supo que dolía tanto y que tardaba un poco en irse de su cuerpo y que en ocasiones dejaba cicatrices.

Poco después conoció el dolor de la derrota, aquel dolor que duele en el corazón, que pega en el orgullo y que hacen a uno doblarse en dos. Ese dolor lo conoció cuando por primera vez perdió contra uno de sus muchos superiores, en ese entonces se juro que no volvería a perder, que se haría mas fuerte, que se haría invencible. A sus seis años Yuriy conoció el dolor del orgullo, dolor que no deja cicatrices en el cuerpo, ni causa dolor físico, un dolor que va mas allá que eso, un dolor que deja huella en la memoria.

Pero a sus siete años conoció a Kai, un chico de ojos color granate y cabello azul, en la parte trasera de su cabeza de un azul mas oscuro que la de frente, un chico de piel tan blanca como la nieve y tan serio que parecía mudo.

En aquel entonces cuando Kai llego por primera vez no le presto mucha atención, recordaba que las cosas habían sido demasiado curiosas e increíbles para poseer coherencia alguna.

Desde hace dos semanas toda la abadía no sabia hablar de otra cosa que no fuera del nieto del honorable y magnánimo señor Hiwatari, dueño de la abadía, jefe de Boris y poseedor de una inmensa fortuna, este hombre había tomado la decisión de enviar a su nieto a la abadía. Dentro de no muy poco tiempo ese chico estaría por aquí.

No importaba donde fuese, ya fuese en el gimnasio, los baños comunes, o el pasillo de las habitaciones se escuchaban susurros acerca de este niño. Estaba molesto, tanto relajo por solo un chiquillo, era algo infantil y estupido, solo por ser el nieto del dueño de la abadía se armaba un alboroto de proporciones descomunales cuando lo que deberían estar haciendo es entrenar y no chismorrear en cada oportunidad que tuvieran.

Ese día se les permitía un descanso de tres horas a todos los habitantes de aquel lugar, pero el no tenia la mínima intención de desperdiciar su tiempo con gente que parecía gozar de aquella cómoda y nada fructífera actividad, el veia mas lejos que nadie, el ambicionaba mas que cualquiera que conociera, el quería hacerse el mejor jugador de beyblade que hubiera en el mundo, y sin duda lograría su objetivo.

Ese día, debido al descanso largo nadie iba al gimnasio y el aprovechaba para usar el gimnasio de manera personal, se sentía relajado en ese lugar y sentía que avanzaba mucho mas pues no había murmullos por todas partes, no había absolutamente nadie usando las maquinas. Era sin duda el mejor momento de ese día para entrenar.

Llego frente a la gran puerta metálica perteneciente al gimnasio y poso una de sus manos en lo que parecían ser, para un niño de su edad, unas gigantescas manijas. Pero algo lo detuvo, pudo escuchar claramente un golpeteo fuerte y rápido provenir del interior del gimnasio. Dudo unos instantes antes de abrir la puerta, no quería interrumpir el entrenamiento de quien fuese que estuviese dentro, pero le era necesario usar el gimnasio pues al final de cuentas el también tenia que entrenar.

Pensó de la manera mas lógica y madura en la que puede pensar un niño de su edad. El a diario compartía el gimnasio con 60 bey jugadores, todos en un solo lugar y entrenando por su cuenta, no habría ningún problema si compartía el gimnasio en ese momento con unas cuantas personas mas.

Así que se decidió a empujar la puerta y vio como un beyblade chocaba furiosamente contra los pilares de la habitación y rebotaba hacia algún otro punto para volver a repetir la acción, ese beyblade giraba con tanta fuerza que dejaba marcas en las paredes que atacaba fieramente. Miro maravillado aquel objeto sin creer que tal cosa existiera, seguía con ambos ojos la trayectoria de este, hasta que este salto de una pared a la mano de su dueño.

El chico tenia la mano alzada y recibió el beyblade con toda naturalidad y facilidad del mundo, la bajo lentamente y giro para ver a Yuriy de frente. Yuriy le vio anonadado, jamás habia visto a un niño con esas características, cabello azul en dos tonos, la parte trasera de un azul mas oscuro que la delantera, ojos penetrantes y mirada desafiante roja como una brasa, piel blanca como la nieve y cuatro pequeñas marcas azules, dos y dos en cada mejilla.

En ese momento, fue la primera vez en que el fuego infernal de los ojos del niño hacia contacto con el frió ártico de los ojos azules de Yuriy.

La primera impresión que Yuriy tuvo de aquel niño fue:

“el es fuerte, quiero ser como el”

Ese fue el primer momento, la primera vez que conoció a Kai Hiwatari, una persona que le mostraría otro clase de dolor, una persona que le mostraría otro mundo.

Se movía con clara dificultad por los pasillos de la abadía, era tardísimo, Boris le regañaría cruelmente, quizás se comportara benévolo con él considerando que era uno de los mejores luchadores de la abadía. Bueno, igual no tenia muchas esperanzas al respecto, era imposible que ese hombre sintiera compasión por algo o alguien.

Por fin había llegado a las puertas gigantescas metálicas que cubrían el acceso al gimnasio, poso su mano en la manija y empujo la puerta, al hacer esto el panorama de adentro era algo habitual, algo que siempre había visto durante muchos años pero con la clara diferencia de la presencia de alguien mas.

Kai practicaba con su beyblade, este giraba en una dirección para luego cambiar repentinamente de dirección e irse al centro del plato, eran movimientos rápidos fuertes y potentes, saltaba a grandes alturas para caer pesadamente sobre el plato y dejar un hoyo en este a causa del impacto. Y repetir una serie de movimientos que parecían imposibles para tal objeto, sin duda Kai seguía siendo igual, no, incluso mas fuerte que en antaño.

El entro en el lugar no sin antes cerrar las puertas tras el, intento caminar con toda la normalidad que le era posible pero el dolor en aquella zona aun persistía, se acerco a Boris y se paro justo a lado de este.

Boris estaba con los brazos cruzados observando a un chico cualquiera del lugar, cerciorándose de que el entrenamiento que le impuso se llevara al pie de la palabra. A pesar de estar conciente de la presencia de Yuriy a su lado no le dirigía la palabra. Yuriy se paro a su lado y cruzo los brazos, pero su vista irremediablemente se poso sobre Kai, este al darse cuenta de la mirada del lobo le miro fijamente para después girar la vista hacia en plato de batalla y mostrar una sonrisa socarrona. Sin duda se divertía por la situación del pelirrojo.

–Yuriy, ¿sabes que hora es?- pregunto Boris sin mirar al pelirrojo.

–cuarto para las nueve.- contestó Yuriy imaginándose ya, hacia donde se dirigía toda aquella conversación.

–Si menos mal recuerdo, los cite a las seis de la mañana, no quince minutos antes de las nueve.

Yuriy se quedo callado, simplemente no tenia excusas y tampoco podría decirle la verdad.

–Bueno, al ser esta la primera vez en varios años que ocurre esto lo pasaré por alto, pero tendrás que quedarte a practicar más tiempo del que normalmente lo haces.

–si, así lo haré, esto no se volverá a repetir.- Al decir esto volteo su vista para ver a Kai y volvió a repetirse para si mismo lo último que le había dicho a Boris. Definitivamente, estaba mas que dispuesto a que no volviera a suceder lo que había ocurrido esa noche.

–Deberías luchar con alguien, eso te ayudará.

–Entonces yo peleare con el.- se escucho una voz varonil provenir tras de Yuriy, el pelirrojo se volteo a ver para confirmar quien era el dueño de esa voz y vio a Bryan mirándole fijamente.

–Eso no podrá ser .- Se escucho la voz de Kai , quien se acercaba con pasos decisivos hacia donde Yuriy se encontraba. Kai se situó justo frente a Bryan posando su escarlata mirada sobre la de este.

–Yuriy luchará contra mi.- dijo Kai con voz firme sin dejar de mirar ni un instante a Bryan.

–Eso no lo decides tu.- fue la respuesta de Bryan hacia Kai mientras le miraba fieramente.

Si las miradas matarán ambos ya estarían en una batalla campal que no se detendría hasta ver a alguno de ellos muerto. Yuriy que no se esperaba nada de esto, sintió que el ambiente estaba lo suficientemente tenso.

Bryan había llegado justo después de que Kai abandono la abadía y lo dejo atrás, se hizo amigo de Bryan al instante, o al menos eso creía el hasta que este se le declaró. Obviamente le había rechazado pues Kai era la primera y única persona por la que había tenido tales sentimientos, esos sentimientos que todos llamaban amor.

Todavía lo recordaba, la primera vez que se dio cuenta de que estaba enamorado de él.

----------------------------FLASH BACK------------------------

Sin importar la estación del año, en todas parecía lo mismo, siempre hacia frío ahí, pero siempre hacia mas frío en invierno, un frío apenas soportable.

Yuriy venia de haber salido de las duchas junto con Kai, ellos habían adquirido la costumbre de hacer todo juntos, no había vez que se les viera separados, bueno, solo había un momento en el día en el que ambos no estaban juntos y ese momento era cuando la noche caía y ambos se retiraban a sus respectivos cuartos a dormir.

Ellos a partir del día en que se conocieron habían permanecido juntos, se habían llevado de la maravilla y entrenaban arduamente. Kai se había convertido en su primer amigo en un lugar tan competitivo y hostil como lo es esa abadía.

Era noche, ya había llegado el momento en que ambos se separaban, por alguna razón, en los últimos días Yuriy se sentía irritado en ese momento del día, simplemente no le gustaba la noche. También se había percatado que se sentía extrañamente molesto cuando se percataba de que los mayores o algún novato miraba fijamente a Kai, sentía cierto desprecio hacia esa gente y no podía explicar exactamente el por que de esa molestia desmedida.

El pasillo estaba vacio, normalmente a las once todos ya estaban en sus respectivas habitaciones, resguardándose en sus camas del frió glacial que invadía aquel lugar, pero ellos no eran como los demás, ellos daban todo de si para ser los mejores, ambos eran los últimos en salir del gimnasio. Hacia había sido desde hace 5 años atrás, desde que conoció a Kai. Ahora ambos tenían 12 años y siendo que ambos se habían terminado de bañar tenían el cabello aun mojado y Yuriy podía sentir el aire frío golpear contra su piel haciéndole temblar levemente.

–Hoy hace mucho frío- dijo Kai, Yuriy volteo a verlo y vio que el estaba mirando fijamente la pared, del lado contrario a donde el estaba impidiéndole ver su rostro.- Yura si tu…si tu quieres…-Kai llevo sus manos a los pantalones y jalaba fuertemente la tela de estos, como si lo que fuera a decir le causase un gran problema.-…tu, yo…durmamos juntos Yura.

Dijo Kai sin siquiera voltear a ver a Yuriy , el pelirrojo se enrojeció furiosamente y no podía creer lo que Kai le había propuesto, abrió la boca para contestar algo pero tan pronto la abrió la cerro. Se dio cuenta de que no tenia nada coherente que decir, no tenia idea de las cosas que se tenían que decir en esos momentos.

–Olvídalo, yo… no se lo que estaba diciendo…fue por que hacia frío y…te vas a enfermar…. ¡demonios!, da lo mismo, solo olvídalo.-Dijo Kai al ver que Yuriy no respondía nada y se dispuso a irse a su habitación.

Yuriy vio como se alejaba Kai y se sintió como un tonto, no solo no pudo responder algo a Kai si no que también solo miraba como se alejaba, se sentía como n grandísimo tonto, seguramente si dejaba escapar esta oportunidad Kai jamás volvería a decirle algo así.

Y entonces hizo lo único que se le ocurrió en ese momento, corrió hacia Kai y le tomo del brazo fuertemente haciendo que este se detuviera y volteara a verlo. Kai tenia las mejillas completamente rojas y Yuriy miraba fijamente el piso. Kai solo lo miraba con sorpresa mientras esperaba a que Yuriy hablara.

–¡hagámoslo!- fue lo que Yuriy dijo al tiempo que alzaba su mirada para toparse con el rostro de un muy sonrojado Kai, entonces fue cuando se dio cuenta de lo que había dicho, eso había sonado como una proposición indecorosa de hacer algo mas que dormir, y para Kai no había pasado inadvertido.

–yo…yo…no quise- Intento explicarse Yuriy logrando que sus palabras formaran oraciones inteligibles y salieran de manera atropellada, una detrás de otra sin pausa alguna, sentía que su cara le ardía totalmente y casi podía asegurar que de su cabeza salía humo de tanta vergüenza que sentía en aquellos instantes.

–Yo, a mi no me importa hacerlo…si es contigo- esto fue lo que dijo Kai, Yuriy alzo la vista y vio como Kai miraba a otro lado intentando ocultar su sonrojo. Y a pesar de que el aun estaba increíblemente sonrojado se sentía tremendamente feliz., fue entonces que Kai se soltó de su agarre y lo tomo de la mano y lo llevo a su habitación.
Ya llevaba dos horas sin poder dormir y es que se sentía como un pervertido, Kai estaba volteado hacia el lado contrario a él, y el solo podía mirar la espalda cubierta por la pijama azul de Kai. Es que se había sentido tan pervertido cuando creyó que Kai se refería a que no le importaba dormirse con el, inmediatamente se había sentido como un pervertido cuando pensó que Kai se refería a otra cosa.

–¡soy un tonto!- dijo en voz baja, para después pegar su frente a la espalda de Kai, soltó un suspiro de complacencia y abrazo a Kai, fue entonces cuando su corazón comenzó a latir de manera desbocada y sentía una extraña sensación dentro de su estomago, se sonrojo levemente y pego su cuerpo al poseedor de Dranzer.

Esa noche durmió con una sonrisa en los labios y pudo dejar de odiar la noche por que en esta ocasión no lo había separado de la persona a la que amaba.

Esa noche dejo de sentir frió.

----------------------FIN DEL FLASH BACK--------------------

Ese recuerdo de su infancia le había legado tan repentinamente que se había sonrojado levemente, le había hecho olvidarse por un momento de la situación en la que se encontraba, cuando alzo la vista vio a Kai mirando fijamente a Bryan, sin duda ninguno de ellos parecía ceder en su guerra de miradas.

Fue entonces cuando se acerco a Kai y le tomo de la mano, Kai volteo a verlo y sonrió socarronamente.

–Entonces, vamos a practicar- Y Kai camino hacia un plato de batalla dispuesto para el duelo que tendría con Yuriy, el pelirrojo le siguió sin voltear a ver ni una sola vez a Bryan.

Ambos luchadores lanzaron sus beyblades y estos se encontraban dándose poderosos golpes el uno al otro, pero Yuriy no parecía muy concentrado y es que se había dando cuenta de algo, Kai no le había llamado “Yura” como solía hacerlo en antaño, ¿acaso esa era una señal de que sus sentimientos por el habían cambiando, si es que alguna vez sintió algo por él? . Estaba cavilando tanto en sus pensamientos cuando una ráfaga de viento lo obligo a salir de sus pensamientos y a mirar hacia atrás.

Vio su beyblade incrustado en uno de los pilares de piedra del gimnasio. Giro su vista al plato y vio que el beyblade de Kai seguía girando ferozmente.

–¡Concéntrate, Yuriy!- fue lo único que le dijo Kai y el pelirrojo le miro atentamente y claramente enojado. Él no seria la puta de turno de Kai, no, no lo sería más.

Camino hasta el pilar que tenia incrustado a su Beyblade y lo retiro con un solo jalón de ahí.

–¡prepárate, Kai!- fue lo que dijo Yuriy antes de colocar su Beyblade en el lanzador y prepararse para el duelo.

Kai sonrió con satisfacción y le miro atentamente antes de contestarle.

–siempre lo estoy

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Eran las once de la noche y apenas había terminado de entrenar con Kai,, el sudor perlaba su piel y veia su imagen que le regresaba el espejo de el mismo. había ido al baño para mojarse la cara, y tenia el claro plan que después de eso regresaría a donde se encontraba Kai para continuar entrenando.

–Haz mejorado mucho-escucho una voz provenir tras él, Yuriy pudo ver a Kai reflejado en el mismo espejo que reflejaba su rostro cuando este se posiciono tras el.

–No podía ser de otra forma.- contestó mordaz el pelirrojo en un intento de ocultar el nerviosismo de saberse solo con Kai en el baño del gimnasio.

Kai se acercó a Yuriy para rodearlo con ambos brazos por la cintura.

–¡¿qué hac….- y antes de poder formular su pregunta sintió la lengua de Kai deslizarse por toda la extensión de su cuello haciendo que se le erizará toda la piel.

–Yura…- dijo Kai en susurros, dejando que su calido aliento pegará en la piel del cuello de Yuriy..

Yuriy abrió los ojos de par en par sin poder creer que Kai le haya llamado así, después de todo este tiempo, Kai lo llamaba justo como solía llamarle en un pasado. Pequeñas lagrimas que luchaban por escapar de sus ojos azules se formaron y es que Kai, era al único que le permitía llamarle así, el era el único entre todos que lo llamaba así, solo él y nadie más. Y después de tanto tiempo volvía a escucharle llamándole así.

La mano de Kai se deslizo lentamente hasta posarse sobre el miembro de Yuriy, siendo lo único que lo separaba de un contacto directo el pantalón del pelirrojo.

–Kai…-dijo entre suspiros Yuriy cuando sintió esa parte de su anatomía reaccionar a las caricias de Kai.

Kai había comenzado a morder suavemente el cuello del pelirrojo mientras su mano libre se colaba bajo la camisa de este para recorrer el perfecto abdomen de Yuriy, de su Yuriy.

–Voltéate- ordeno Kai al pelirrojo, quien obedeció sin rechistar. Ambos quedaron uno frente al otro, mirándose intensamente, Kai se acerco a Yuriy y pego su cuerpo tanto al de Yuriy que este podía sentir la parte baja ya despierta del cuerpo de Kai sobre la suya, siendo sus pantalones los que no les permitieran un contacto mas directo.

Kai acerco su rostro al de Yuriy uniendo sus bocas en un beso que poco a poco se fue tornando mas demandante. Yuriy había pasado ambos brazos tras el cuello de Kai y se pegaba tanto como podía al peliazul.

Kai deposito un beso corto sobre los labios de Yuriy para después apoderarse del cuello del pelirrojo, le había comenzado a besar lentamente su cuello y una de sus manos se colaba bajo la camisa del pelirrojo acariciando su espalda, mientras sus caderas comenzaban a moverse ligeramente sobre las caderas del pelirrojo.

–Kai…nos…ah…nos oirán- Dijo Yuriy , quien ya había empezado a gemir levemente.
–Entonces, trata de no hacer mucho ruido- dijo Kai para después volver a concentrarse en su tarea de besar el cuello de Yuriy.

Yuriy deslizo sus manos a la espalda de Kai y estrujo la tela de la playera de Kai entre sus manos. Se sentía un poco estupido pues momentos atrás se había dicho que esto no volvería a repetirse, pero simplemente el tener a Kai tan cerca hablándole del modo en que lo hacia en antaño derribaba cualquier barrera que intentará alzar entre el y Kai.

Kai había comenzado a desabrochar el pantalón de Yuriy para después bajarlo junto con su ropa interior de un jalón, logrando así liberar el miembro ya despierto de Yuriy. Kai miro por un momento esa parte de la anatomía de Yuriy logrando que este se sonrojará por la manera en que Kai le estaba mirando.

Kai alzo la vista y posos sus ojos granate en los de Yuriy y sonrió de lado para después tomar el miembro de Yuriy con una de sus manos para comenzar a acariciar esa zona tan sensible en el cuerpo de Yuriy arrancándole unos gemidos involuntarios al pelirrojo.
–Está bastante duro aquí- dijo Kai al oído del pelirrojo.

–ca…ah..calla…ah- simplemente Yuriy ya no podía hablar debido al placer que sentía gracias a las caricias de Kai en su miembro.

–Te haré pedir por más.- fue lo que Kai dijo para después dejar de acariciar el miembro de Yuriy . Yuriy lo vio con confusión cuando sintió que Kai le obligaba a recargarse sobre una de las paredes del baño. Kai le miro atentamente mientras poco a poco se hincaba frente al pelirrojo sin perder contacto visual con el.

Yuriy le miraba desde arriba con los ojos acuosos por las lagrimas formadas del gran placer que sentía en aquellos instantes y las mejillas tan rojas, su boca abierta ligeramente era una invitación clara y abierta a apoderarse de esa boca, sin duda para Kai aquella era la imagen más erótica y provocativa que había visto en su vida.

Agacho la cabeza para meter lentamente el miembro de Yuriy en su boca, Yuriy arqueo la espalda al sentir la calidez y humedad de la boca de Kai en su miembro.

Kai comenzó por pasear su lengua sobre toda la longitud del miembro del pelirrojo, degustando el sabor de la piel de Yuriy, para después posarse en la punta del miembro del pelirrojo y comenzar a acariciarla con la lengua en pequeños círculos.

Alzo la vista y vio como Yuriy se tapaba la boca con ambas manos intentando acallar sus gemidos y que nadie les fuera a oír. Kai sonrió de medio lado satisfecho por el placer que le brindaba al pelirrojo y después de aquello se dedico a lo que tenia planeado.

Hacer desfallecer de placer a su pelirrojo.

Engullo de una sola vez el miembro del pelirrojo y con ayuda de una de sus manos comenzó a sacar y meter el miembro de Yuriy en su boca. Yuriy bajo una de sus manos para apoyarla en a cabeza de Kai incitándole a moverse cada vez mas rápido, los gemidos se escapaban de sus boca y el placer le nublaba la vista.

–Kai….ummm…yo…- intento advertirle el pelirrojo de que pronto llegaría al clímax cuando Kai saco de su boca el miembro de Yuriy.

–Aún no.- Dijo Kai para ponerse de pie y obligar a que Yuriy se volteara, quedando la cara del pelirrojo sobre la pared del baño.

Kai se bajo los pantalones junto con su ropa interior y comenzó a besar la espalda del pelirrojo iniciando desde la nuca para acabar en la parte baja de la espalda.

Sonrió maliciosamente cuando llego al trasero del pelirrojo y procedió a introducirle su lengua. Yuriy había puesto ambas manos en la pared, una a cada lado de su rostro y se sintió desfallecer cuando la húmeda y calida lengua de Kai se movía dentro de él.

Kai había dejado de besarle y Yuriy había  hecho un gemido de protesta por la interrupción de Kai, quería que Kai siguiera con todo aquello. Kai beso uno de sus hombros para después besar el cuello de Yuriy.

–Te deseo, siempre lo he hecho, nunca he dejado de hacerlo.- susurro Kai contra la húmeda piel del cuello del pelirrojo quién le escuchaba atentamente, se sentía feliz por aquella confesión por parte de Kai pero aún así desear y amar eran dos cosas distintas.
Kai mordió el lóbulo de su oído al mismo tiempo que introducía su miembro en Yuriy.

Kai intento reprimir el gemido que le había causado el sentir el calido y angosto interior de Yuriy rodear su miembro. Yuriy cerro con fuerza sus puños en un intento por acallar sus gemidos y por soportar el ligero dolor que le había causado la intromisión repentina de Kai en él.
Kai no se movió por un rato, esperando a que Yuriy se acostumbrará a él, Yuriy había comenzado a relajarse cuando comenzó a sentir como Kai movía sus caderas.

Ambos gemían. Kai entraba y salía del cuerpo de Yuriy cada vez con mas fuerza, Yuriy gemía junto con Kai cada vez mas fuerte, el placer el estaba consumiendo, pero hubo algo, en algún momento, Kai había posado una de sus manos sobre la suya.

Kai nunca tenia esa clase de gestos tiernos, Kai nunca había sido así, pero mas sin embargo ahí estaba, Kai le estaba tomando de la mano al mismo tiempo que lo embestía fuertemente. Sonrió interiormente el pelirrojo y entrelazo sus dedos con los Kai.

No paso mucho tiempo para que Kai tomara con su mano libre el miembro de Yuriy y comenzará a masturbarlo, esto provocó que Yuriy llegará al clímax mas rápido. Y al hacerlo su interior se contrajo y apretó fuertemente el mimbro de Kai provocando que este también llegará al clímax un segundo después del pelirrojo.

Yuriy arqueo la espalda, y Kai recargo su frente en uno de los hombros de Yuriy. Ese momento de absoluto placer, ese momento que les impedía pensar en otra cosa que no fuera en ellos, Una sensación tan gloriosa que desquitaba todo uso de razón.

Yuriy había manchado con su semen la mano de Kai y este se había venido en su interior, por unos segundos mientras se recuperaban de aquella sensación de absoluto placer se mantuvieron sin moverse ni un poco.

Ambos respiraba con dificultad y su piel estaba perlada en sudor. Yuriy alzo la vista y vio que la mano de Kai aun seguía tomando la suya. Abrió la boca para decir algo pero se callo cuando Kai comenzó a hablar.

–Yura, he venido por ti, ven conmigo, vivamos juntos.

Yuriy abrió los ojos de par en par sin poder creer lo que sucedía. ¿qué era lo que acababa de decirle Kai?.
Notas finales:

Aquí está el capitulo justo en la fecha en la que acorde. ^^ y antes que nada…

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE HAN LEIDO MI HISTORIA! Y ¡MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE HAN DEJADO COMENTARIO!, como verán ya les respondí a todos aquellos que tan amablemente me regalaron una parte de su tiempo para comentar. En este capítulo ocurrieron muchas cosas y para ser sincera me siento nerviosa por las experiencias del pasado que les di a ambos, ojala les hayan gustado, pero siento que como eran muy amigos ambos se comportan de forma distinta cuando están solos que cuando están rodeados de gente. Pero bueno, yo me sentí muy feliz de leer todos sus comentarios y disfrute mucho de este capitulo, en especial por que imaginármelos de niños y bajo en es esas circunstancias se me hacían tan encantadores que casi gritaba de la emoción.

Bueno esta es una historia cortita con una trama algo simple, así que espero no decepcionarlos con la historia. ^^

De nuevo, ¡mil gracias por sus comentarios!, ¡soy muy feliz cuando los leo!.

Está vez intente mejorar un poquito en los aspectos que me dieron a notar, espero en esta ocasion haber mejorado =) y que hayan disfrutado de este capitulo. ^^

¡nos vemos en el próximo capitulo!

Jai Jien!


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