Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MANZANAS CON CARAMELO por Orseth

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

BIEN, AQUI ESTAMOS DE NUEVA CUENTA CON UN ONE SHOT Q AHORA SI ES DE UN CAPITULO... ME ASEGURE ANTES DE SUBIRLO^^

HABER Q LES PARECE.

 

"MANZANAS CON CARAMELO"

 

            -Harry... Harry...  -murmuró Draco sacudiendo suavemente por un hombro al moreno que dormía a pierna suelta a su lado dándole la espalda.

            -mmm...  -respondió Harry entre sueños negándose a abrir los ojos.

            -¡Harry!  -exclamó Draco molesto sacudiéndole ya con fuerza.

            -¿¡Eh?!... ¿¡qué?!... ¿¡cómo?!...  -saltó Harry desorientado, pero mirándolo con cara de susto-  ¿¡que pasa, te sientes mal, te duele algo?!  -preguntó casi histérico al chico rubio que lo miraba con el ceño fruncido mientras descansaba su brazo sobre su abultado embarazo de ya casi ocho meses.

            -No, no me duele nada...  -respondió Draco molesto-  pero si estuviera pariendo en este mismo momento, tú  ni en cuenta.

            -Ya Draco, no te enojes... -dijo Harry bostezando mientras se tallaba los ojos-  he tenido mucho trabajo y he dormido muy poco.

            -Y seguro yo tengo la culpa de eso ¿no?  -respondió Draco cruzándose de brazos.

            -Ya no hagas corajes... -dijo Harry dándole un beso  en la mejilla-  mejor dime ¿para qué me despertaste?

            -¡Ah, sí!...  -exclamó Draco cambiando de expresión al recordar-   tengo un antojo.

            -¿Un antojo?  -repitió Harry parpadeando como búho al tiempo que miraba el reloj que había en el buró.

            -Si,  -dijo Draco sonriendo-  quiero una manzana con caramelo.

            -¿Ahora?

            -No,  para cuando nuestro hijo se gradúe de Hogwarts...  -respondió Draco sarcástico-  ¡pues claro que ahora!

            -¡Pero Draco, son las tres de la madrugada!

            -¿Y?

            -¿Cómo que "y"?... ¿a estas horas donde voy a encontrar una manzana con caramelo?

            -No tendríamos problemas si tuviéramos un elfo domestico que me atendiera en vez de vivir en el piso de la comadreja y la cerebrito.

            -¿Cuántas veces hemos discutido eso?  -exclamó Harry rodando los ojos-  yo me voy mucho más tranquilo al trabajo si alguien de mi entera confianza y no un elfo, se queda cuidándote; además ya sabes que opina Hermione de los elfos.

            -Si, si, lo que digas...  -respondió Draco con fastidio-  y bueno... ¿me traerás mi manzana o tendré que ir a buscarla yo mismo?

            -Ya voy, ya voy... -dijo Harry levantándose y poniéndose una bata-  ahora vuelvo...

            Cinco minutos después, Harry salía de un callejón en el cual solía aparecerse en el mundo muggle, en el cual había insistido en vivir un tiempo.

            Con la melena mas alborotada que de costumbre, los lentes de lado y vistiendo pantuflas y bata, entro a un mini súper de veinticuatro horas en el que busco por casi media hora las manzanas.

            -¡Al fin!  -exclamó triunfante al ver lo que buscaba.

            Diez minutos después entró a la habitación en donde lo esperaba Draco viendo la televisión.

            -¡Bravo!...  -exclamó el rubio dando pequeños aplausos-  ¡me muero de hambre!

            -Toma.  -Dijo Harry dándole lo que había comprado.

            -¿Eh?... -exclamó Draco frunciendo el ceño-  ¿Qué es esto?

            -Lo que me pediste.  -Respondió Harry sentándose en la cama al tiempo que se quitaba la bata.

            -¡Esto es ensalada de manzana!  -dijo Draco alzando la voz.

            -Querías manzana con algo dulce ¿no?  -respondió Harry quitándose las pantuflas.

            -¡Claro que no!...  -exclamó Draco aventando el paquete en la cama y alzando las mantas.

            -¿Qué haces?

            -Voy a buscarla yo mismo, tú eres un inútil.

            -Vamos Draco, ni siquiera te puedes levantar.  -Dijo Harry al verlo hacer un gran esfuerzo por levantar su redondo cuerpo.

            "Gran error"

            -¡Ah!... así que... así que ahora soy un gordo inútil que no sirve para nada ¿verdad?

            Harry miró el techo suspirando; si el rubio Slytherin era temperamental, con el embarazo lo era mucho más.

            -Yo nunca dije eso.

            -¡Pero lo insinuaste!  -respondió Draco buscando sus pantuflas.

            -Yo nunca pensaría algo así de ti,  -dijo Harry yendo a su encuentro-  vamos, acuéstate de nuevo.

            -¡No, este gordo inútil ira a buscar su propio antojo para no molestar al gran Harry Potter, "el niño que vivió para ser un tarado"!

            -Iré de nuevo al súper a comprar tu manzana con caramelo ¿de acuerdo?... -dijo Harry poniéndole una mano en un hombro y levantándole la barbilla con la otra para darle un beso en la pequeña nariz.

            -¿En serio?  -Respondió Draco mirándolo con sus enormes y brillantes ojos grises llenos de anhelo.

            -Ajá... ahora tú y mi hijo volverán a la cama que yo ya regreso.  -Dijo Harry  poniéndose de nuevo la bata  y las pantuflas.

            Diez minutos después se encontraba de nuevo en el mini súper buscando las manzanas con caramelo, para que después de la decima vuelta sin encontrar lo que buscaba, decidiera ir a buscarlo a otro lado.

            Encontró otro súper de veinticuatro horas en el que con gran alivio si estaba lo que necesitaba; lo tomó y lo pago sintiéndose agradecido de que al menos podría descansar un rato antes de irse a trabajar.

            Cuando llegó, encontró de nuevo a Draco acostado viendo una película, quien al verlo, le tendió los brazos abriendo y cerrando los puños diciendo:

            -¡Al fin!

            -Toma,  -Dijo Harry- me tarde porque no había en ese súper, tuve que ir a buscar a otro lado.

            -¿Qué es esto?  -exclamó Draco viendo la lata que Harry le había dado.

            -Tus manzanas con caramelo.  -Respondió Harry quitándose la bata.

            -Pero... estas no son manzanas con caramelo.  -Respondió Draco con exasperación.

            -¿Y entonces qué son?  -preguntó Harry sintiendo que se acercaba una familiar tormenta.

            -¡Son manzanas en almíbar!

            -¿Y no es lo mismo?

            -¡Claro que no!.... ¡yo quiero una manzana con caramelo! ¿¡Porque no me entiendes?!

            -¡Porque tú no te explicas!  -respondió Harry alzando la voz.

            Draco se quedó de una pieza mientras sus ojos grises comenzaron a llenarse de lágrimas.

            -¿Y... y por eso... y por eso me gritas? -preguntó Draco con un hilo de voz.

            Harry suspiro haciendo acopio de paciencia para luego decir en un tono mucho más suave:

            -No te estoy gritando.

            -Si... si lo hiciste... -dijo Draco entre hipidos-  seguramente ya te tengo fastidiado...

            -Haber Draco... -respondió Harry sentándose a su lado y pasándole un brazo por los hombros-  mira mis ojos... -dijo al tiempo que le volvía el rostro tomándolo de la barbilla.

            -No quiero... -dijo Draco volviendo el rostro mientras su voz se quebraba mas.

            -No me hagas berrinches, Draco... no es bueno para ti.

            -Deja de regañarme... -exclamó Draco cubriéndose la cara con las manos.

            -No estoy regañándote, -dijo Harry envolviéndolo en un abrazo-  deja de llorar que eso provoca que se te suba la presión.

            -¡Acéptalo!... -dijo Draco mientras escondía su rostro en el cuello de Harry-  te tengo hasta la coronilla, ya no me aguantas...

            -No es verdad.  -respondió Harry acariciándole el cabello.

            -Si lo es... tengo los pies hinchados, todavía me dan nauseas por la mañana y parezco un maldito globo... eso harta a cualquiera...

            -A cualquiera... menos a mí.

            -No seas mentiroso... ya no puedes con esto...

            -Si pude con Voldemort ¿crees que no puedo contigo?

            -¡Yo no soy como él!

            -No... eres peor.  -Dijo Harry sonriendo sin que Draco lo viera.

            -No es gracioso... estoy horrible... ¡me siento horrible!...

            -Te sientes así porque tus hormonas están vueltas locas, por eso lloras por todo y te enojas por todo... eee... bueno, para eso ultimo no necesitas las hormonas... pero ten paciencia, ya falta poco, mientras tanto iré a buscarte tus manzanas con caramelo, ¿de cuales quieres exactamente?

            -Ya no quiero...

            -Mi hijo no va a nacer con cara de manzana, así que dime a que manzanas te refieres.

            -Bueno... -dijo Draco enderezándose-  una manzana con caramelo... pero son esas manzanas enteras clavadas en un palito que están cubiertas de caramelo rojo con chispas de colores.

            -Ah... esas manzanas... -exclamó Harry pensando en donde demonios encontraría una manzana de esas a esas horas de la madrugada-  ¿de esas que te arrancan las muelas de un mordisco de lo pegajoso de su caramelo?

            -Si... -musitó Draco sorbiendo la nariz.

            -Bueno... -dijo Harry levantándose y poniéndose su bata de nueva cuenta- tu espera, ya te traigo tu manzana con caramelo.

            -¿Estas... enojado conmigo?

            -Pues veras... -dijo Harry mirando un punto indefinido en la pared-  la mayoría de las veces quiero asesinarte y darte un par de cachetadas... ¿pero para que me engaño?...      ya sabía en el lío en el que me metía cuando decidí echarme al bolsillo a una pequeña serpiente rastrera como tú... además... -añadió Harry con un brillo malicioso en los ojos-  todo se compensa cuando hacemos el amor.

            Draco solo atinó a sonreír mientras se limpiaba el rostro con la manga.

            El sol ya despuntaba cuando al fin Harry regreso a su departamento diciendo con voz triunfante:

            -¡Voila!... aquí está tu...   

 Draco dormía profundamente con la televisión encendida; Harry bajó la cabeza con una sonrisa de aceptada derrota, puso la manzana en el buró que estaba al lado de la cama y miró el reloj; faltaban veinte minutos para que se "levantara", así que se quitó la bata y se acostó junto a Draco, quien sin despertar se acurrucó junto a él al sentir su calor.

El ojiverde solo sonrió mientras lo abrazaba preguntándose qué extraño antojo tendría el rubio esa noche, ya que esa misma escena se había repetido exactamente igual la noche anterior, y la anterior a esa, y la anterior a la anterior, y a la anterior de la anterior de la anterior, y así por espacio de varias semanas.

-Si Voldemort no lo logró, tú si vas a matarme... -pensó Harry mientras cerraba los ojos.

Pero eso no le importaba, él se sentía capaz de bajarle la mismísima luna y las estrellas a ese berrinchudo Slytherin si él se lo pedía con tal de verlo feliz; lo que fuera, así solo se tratase de una simple... manzana con caramelo.

Notas finales: BESITOS!!!!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).