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THE CURSE------La Maldición de Mello por Betsa

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Notas del capitulo: Hola a todos!
Regrese, esta vez más pronto y aunque no actualicé ayer aquí estoy por fin

AVISOS:
Como que ya noté que mis capitulos cada vez son más largos, solo espero que eso no les aburra -_- es que no puedo evitarlo

Este capítulo se lo dedico a Azul que me ha dejado unos review muy lindos y a Layla Love que a recomendado mi fic y me ha dedicado un capi, les recomiendo lean el suyo se llama "MELLO TE AMO" y esta lindo e interesante,

también les recomiendo los fics de YaoiSpainDNFanGirl que al parecer es nueva en AY pero tiene unas ideas muy interesantes.

Y por último pero no menos importante a mi queridisima Vermillion ^^

Bueno no más aburrisión al fic! 8D IMPORTANTE: NOOOOOO! No puede ser, con eso de que dividí el capitulo, lo subí equivocado NOOOOOOO Bueno ya edite solo agregué un parrafito en la parte donde Chie está hablando con Near, disculpen las molestias PERDONENME u.u
Ese hombre Kyosuke Higuchi, era un importante empresario o al menos eso parecía a los ojos de las personas, frecuentaba los lugares más caros y lujosos de la ciudad de Tokio, iba y venía a su antojo y si alguien le molestaba solo tenía que mandar a uno de sus guardaespaldas y en menos de lo que lo decía el trabajo ya estaba hecho, se sentía seguro de sí mismo y sabía que podía hacer lo que quisiera, al fin con todo lo que había robado sabía que mientras consiguiera clientes tendría suficiente para rato, se dedicaba simplemente a seguir su vida a todo lo que daba sin detenerse a pensar mucho en las consecuencias de sus actos.

Ese día era importante porque al fin había sido reconocido por un importante e influyente mafioso, un tal Asahi, que le ofrecía trabajar juntos, claro que todo lo que Higuchi era un empresario era solo una fachada pero ahora tenía oportunidad de realmente trabajar con alguien lo que le haría estar siempre seguro de que ganaría dinero por montones, pero quien a prisa vive… aprisa muere.

Llegó al lugar con mil personas saludándolo cordialmente y al entrar una de las edecanes ya le tenía preparada una mesa donde se vería con ese importante empresario, era una mesa en un cuarto privado, sus guardaespaldas lo siguieron y se quedaron a su lado todo el tiempo, Higuchi era muy precavido o eso creía él, entró al cuarto y se sentó en el cómodo sillón.

-En un momento llegará el señor Asahi- dijo la hermosa chica con una pronunciada sonrisa- me pidió le diera sus disculpas por la tardanza, mientras tanto ¿puedo ofrecerle algo?

-Gracias querida, tomaré Champaña- dijo altaneramente subiendo sus piernas a la mesa.

-En un momento señor, le enviaré a uno de nuestros meseros- dijo dedicándole otra sonrisa y saliendo para ir por el mesero, después de unos minutos llegó un mesero rubio que tenía el cabello amarrado en una coleta, destapó la botella y le sirvió a Higuchi en una copa de fino cristal, después salió del privado dejándolo solo con sus guardaespaldas.

-¡Higuchi eres un genio! Al fin estas recibiendo lo que te mereces- se dijo a sí mismo mientras se reía y saboreaba su próxima victoria, después de aproximadamente quince minutos entró en la sala el mesero abriendo la puerta a otra persona.

-Buenas noches, espero no haberlo hecho esperar demasiado- era un hombre alto o más bien un chico, tendría apenas unos 21 o 22 años y era bastante atractivo, sus ojos color miel lo miraban con seguridad pero con cortesía mientras se pasaba una mano por su hermoso cabello cobrizo.

-Buenas noches- Higuchi se puso de pie y se mostró un poco inseguro al ver a este chico ya que parecía muy joven para ser el mafioso que le había citado- ¿Es usted el señor Asahi?

-El mismo que lo ha citado, un placer señor Higuchi- dijo alargando una mano para luego estrecharla con la de Higuchi- pero siéntese por favor, veo que ya le han traído la champaña- hizo un gesto con la mano y al instante el mesero le sirvió en otra copa aún más fina que la anterior, con otro movimiento de su mano el mesero pareció entender que debía retirarse.

-Bueno debo agradecerle además su amabilidad- dijo tratando de ser cortes.

-No tiene de qué, al fin vamos a trabajar juntos ¿no es cierto? Y bueno hablando de eso vayamos a lo que nos interesa ¿le parece?

-Por supuesto que sí… señor.

-Vamos puedes llamarme Asahi.

-Bien Asahi, ¿qué vamos a negociar el día de hoy?

-Bueno antes que nada quisiera pedirle que se retiren sus guardaespaldas, no me lo tome a mal pero estos asuntos son delicados y prefiero que sea entre nosotros dos- Higuchi lo miró nervioso, Asahi lo miraba con una sonrisa entre amable y severa, como tratando de decir que no aceptaría un NO por respuesta, por un lado no le agradaba sacar de ahí a sus guardaespaldas pero si no lo hacía podría perder una gran oportunidad, sonrió nervioso y amablemente le contestó.

-Claro, claro, faltaba más no se preocupe- miró a sus guardaespaldas dándoles la señal para que salieran y así lo hicieron, en el momento en que el último de ellos salió entró el mesero a la sala y cerró la puerta tras él.

-Bueno ya que estamos solos creo que podemos hablar más tranquilamente.

-Pero y el mesero, ¿no le molesta?- dijo mirando extrañado a Asahi y señalando al mesero.

-Por el momento no, me interesa más saber el porqué le robaste al señor Aizawa- a Higuchi se le heló la sangre y más aún porque en el instante en que Higuchi se había distraído el mesero ya había sacado una pistola y le apuntaba con ella.

-Se te ha acabado el juego Higuchi, vamos a acabar contigo aquí y ahora o puedes cooperar y darnos las respuestas que te pedimos.

-Tú… tú eres…

-Kira- dijo Light interrumpiendo a Higuchi y riéndose de él fríamente.

-No…no puede ser… Tú jamás te mostrabas ante los demás mafiosos, todos pensábamos que eras una leyenda porque nunca se te había visto, ¡no puedes ser tú!- estaba peor que shockeado, señalaba a Kira temblando como un niño asustado.

-Si quieres podemos comprobarlo- dijo al tiempo que sacaba también un arma pero no le apuntó sino que jugaba con ella, Higuchi no contestó y simplemente si limitó a mirarlo aún demasiado asustado como para hablar.

-Bueno veo que vas a cooperar- dijo Kira dejando su arma a un lado- Dinos ¿porqué le robaste?- al principio no contestó y Kira al ver esto tomó su arma de nuevo aún sin apuntarle, Higuchi no esperó a que actuara y empezó a hablar rápidamente.

-Yo…yo…yo solo quería salir de ahí, no quería seguir ahí ¡no quería!

-¿Por qué motivo?- dijo Kira mirando a Higuchi muy serio, pero una vez más se quedó callado.

Kira seguía sin apuntar pero lo miraba amenazadoramente, sin embargo el mesero pareció desesperarse y disparó muy cerca del asiento de Higuchi haciéndole saber que no estaba para estarlo esperando, este dio un salto en su sillón demasiado asustado y miró fijamente al mesero, había algo familiar en él; hasta ese momento no había notado quién era ese mesero, hasta que lo vio desamarrarse el rubio pelo y quitarse la falsa piel que llevaba sobre la cicatriz para disimularla.

-Tú… no tú no…- dijo al tiempo que sus ojos se desorbitaban de la sorpresa y empalideció del susto de ver quién había ido por él.

-¿Qué demonios estas diciendo?- dijo Mello extrañado por su reacción, ni siquiera conocía a ese tipo ¿porqué le tenía tanto miedo? Mientras tanto Kira se dio cuenta de las reacciones de ambos, miró a uno y después al otro sin entender que pasaba.

-Higuchi ¿conocías ya a Mello? – le dijo Kira claramente molesto de no saber que ocurría.

-…- silencio total.

-¡Responde!- dijo mientras ahora si apuntaba a Higuchi impaciente por saber la respuesta, Higuchi dudó si hablar pero finalmente contestó.

-Yo… yo ya lo conocía, trabajaba con el señor Demegawa con quién yo trabajé antes de unirme a ustedes, él nunca me vio pero tenía muy mala reputación, todos lo conocían porque era como el arma secreta del jefe- Mello lo miró con recelo, ciertamente no sabía ni quien era ese tío pero parecía saber algo sobre su pasado.

-Se decía que podía matarnos a cualquiera con solo desearlo y el jefe a menudo lo usaba como amenaza cuando alguien quería desertar o traicionarlo.

¡Maldición ese tipo ya había hablado demasiado! Kira lo miraba en parte extrañado y en parte sorprendido, no sabía si creerle algo tan inexacto a una persona como él, Mello sabía que tenía que actuar, algo tenía que hacer, ese tipo no podía seguir hablando.

-Cuando vi que se unió al señor Aizawa supe que no quería quedarme ahí ¡Aaaaah!- Higuchi gritó cuando otra bala pasó muy cerca de él dañando el sillón una vez más, Mello lo había asustado para que callase.

-Mello ¿de qué se trata esto?- le preguntó a Mello mirándolo con clara desconfianza.


-No lo sé, estoy tan sorprendido como tú, además sabes que eso es imposible, ¿matar a alguien con solo quererlo? Eso es ilógico e imposible.

-Entonces porqué esa reputación.

-Creo que no es momento de hablar de eso ¿no crees?- terminó Mello ignorando de nuevo a su compañero y apuntando firmemente a ese tal señor Higuchi.- entonces ¿qué hacemos? ¿lo matamos para poder irnos ya?

-No! ¡No por favor! Lo que digo es cierto, por favor no me maten, a él es al que deberías de matar si no él te matará a ti- al hablar Higuchi se dirigió a Kira pensando que lo que estaba diciendo sobre Mello quizá le salvaría la vida.

-¡Cállate ya maldito insecto! Kira por favor esto es ridículo ¿podemos acabar con esto de una vez?- gritó Mello tratando de no verse demasiado obvio por su nerviosismo.

-Kira créeme, él está maldito, lleva consigo a la muerte.

-Pero ¿qué demonios estas diciendo?- dijo Kira cada vez más confundido.

-…l es causa de desgracias, él hará que toda la organización desaparezca y todo lo hará sin mover un dedo, él es una maldición andante.

Por un momento todos se quedaron callados, Kira por la confusión de todo lo que había oído, por un lado eso resolvería que Mello realmente si mataba con solo quererlo pero eso era ridículo ¿una maldición? Por favor ni que hubiera nacido ayer, de verdad llegó a pensar que Higuchi se había vuelto loco, pero ¿sería lo mejor matarlo o debería dejarlo para investigar más?

Mientras tanto Mello no sabía que hacer, estaba sorprendido de que Higuchi sin ser tan inteligente hubiera llegado a una conclusión tan certera sobre él que nadie más había logrado intuir, ahora no sabía que hacer, lo que se le ocurría era matar a Higuchi para silenciarlo pero… Mello jamás había matado a nadie con sus propias manos, de una manera u otra siempre era indirectamente o simplemente le dejaba a otro el trabajo, creía que asesinarlo usando su propia arma sería el fin de su perdición pero ¿qué más hacer? ¡¿Qué más?! En ese momento los sacaron de sus pensamientos unos golpes que se escucharon en la puerta del salón en el que estaban.


-¡Salgan de una vez! ¡Sabemos que están ahí, salgan o entraremos a la fuerza!- esos eran los guardaespaldas de Higuchi que seguro habían escuchado los disparos.

-¡Mierda! ¿Ahora que hacemos?- dijo Kira claramente preocupado.

-¡Kira tenemos que matarlo de una buena vez!

-¡Cállate maldito chiquillo, que tu no me dices que hacer!

-¡¿Y qué propones entonces?!

En ese momento ambos se callaron al escuchar las risas de Higuchi, se reía como si se hubiera vuelto loco, parecía totalmente desquiciado.

-¿Qué tal eh? Ahora los que morirán serán ustedes, si me matan mis guardaespaldas no tendrán piedad de ustedes. Allá afuera solo les espera la muerte, ambos se encontraran hoy en el infierno.

Mello lo miró con un odio que jamás había experimentado en su vida, ¿todo terminaría? ¿nunca más vería a Matt? ¿moriría ese día? ¿toda su existencia había sido solo eso? Odió a ese tipo más que cualquier persona en toda su existencia, se permitió odiarlo por todo, por todo lo que le afligía aunque no tuviera la culpa, dejó salir todo su odio tan solo con esa única y última mirada a Higuchi y todo por haberle insinuado que moriría para ir al infierno, si a algo le temía Mello (aunque no lo aceptase) era a la muerte y más que nada a lo que a veces pensaba era inevitable: La llamas del infierno.

“Muerte, solitaria y fría muerte”

Mello perdió la noción de sí ante el odio que lo llenaba por dentro, todo en él se destrozó en ese momento, ya no era el Mello de siempre, en ese momento realmente deseaba matar a Higuchi, deseaba que de verdad muriera.







-¡Abran la puerta!- decía uno de los guardaespaldas tocando desde fuera del salón esperando respuesta pero no escuchó absolutamente nada- ¡Demonios! No hay de otra, tendremos que tirar la puerta- disparó directo a la cerradura logrando entrar a la habitación.

La habitación estaba completamente vacía, el único que aún se encontraba ahí era su jefe el señor Higuchi, se encontraba tirado en el piso sin ninguna seña de violencia, simplemente tirado ahí con una mirada que solo podía describirse en una palabra “horror”.

-¡Señor Higuchi! ¡Señor Higuchi!- pero el señor Higuchi no contestó y Mello y Kira se habían esfumado por completo de la habitación.


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Amanecía en la ciudad de Los Ángeles, el sol se reflejaba en los enormes edificios y se empezaban a colar unos leves rayos por las ventanas de despertando a muchas personas, uno de ellos era Mail Jeevas. Matt sintió como le llegaban esos rayos de sol a los ojos haciendo que despertara de repente, se levantó perezosamente de la cama yendo a cerrar las ventanas, había olvidado cerrarlas anoche, sentía que no había dormido prácticamente nada ya que se había quedado hasta muy tarde en la ventana viendo las estrellas, pensando ¿que estaría haciendo Mello en esos momentos? realmente esperaba que estuviera bien, ya lo extrañaba demasiado, sobre todo después de lo ocurrido la noche anterior, quería desesperadamente ver a Mello pronto.

“¿Qué rayos me pasó?” se dijo a si mismo la noche anterior mientras miraba al cielo y en esa mañana mientras se volvía a tirar en la cama sin poder conciliar de nuevo el sueño se preguntó lo mismo.

-¿Qué rayos me pasó?- era extraño, sabía perfectamente lo que sentía por Mello y sabía que a pesar de todo lo amaba, pero la noche anterior Near lo había besado y lo raro era que Matt no se había negado del todo, por lo menos al principio ¿Qué estaba pasándole? Pensaba en esto cuando escuchó la puerta de su habitación abrirse a sus espaldas pero no se molestó en ver quien había llegado.

-¿Matt?

-¿Qué ocurre Chie?- dijo un poco adormilado aún.

-Nada, solo quería verte- Matt aún sin voltear escuchó como ella caminaba hacia su cama y se sentaba en el borde- últimamente no nos vemos demasiado y… te he extrañado.

Matt volteo a verla sin saber que decirle, se veía tan triste ¡Perfecto! Lo único que le faltaba era que Chie viniera a decirle eso para que fuera más difícil aún dejar la relación, había querido decírselo desde que Mello se fue pero como ella dijo no se habían visto mucho ya que la mayor parte del tiempo ella estaba fuera y él con Near en la investigación.

-Chie yo…- no sabía por donde empezar después de todo Chie había sido su pareja durante años, desde aquella ocasión en que esa chica le salvó la vida ayudándolo a escapar de una banda de mafiosos que lo habían secuestrado, ella era miembro de esa otra banda pero al parecer prefirió arriesgarse a ser atrapada y ayudó a Matt a escapar; desde entonces ella se unió a la mafia de Aizawa siendo al principio compañera de Matt y al poco tiempo el pelirrojo y la morena se hicieron pareja.

¿Qué rayos pasaba? ¿Acaso todos los que fueran sus compañeros iban a gustar de él? O más aún ¿a él le iban a gustar todos sus compañeros? ¿le gustaba Near? ¡Basta! ¡Que demonios estaba pensando!

-Chie yo no quiero lastimarte pero…- la chica lo silencio con un único beso en los labios al tiempo que se posaba sobre él haciendo que sus muy bien formados pechos se aplastaran sobre el torso desnudo de Matt.

Los labios de Chie eran suaves y carnosos pero aún así insuficientes, los labios de una mujer ya no eran lo que Matt quería, ya no le eran tan atractivos esos labios como él lo recordaba, ni el cuerpo de ella se sentía tan bien como tener el de Mello sobre él. Matt no se resistió pero tampoco le correspondió el beso, simplemente se quedó ahí indiferente esperando que su falta de atención hiciera el trabajo por si solo, Chie lo captó y se separó de él al instante, dándole una mirada llena de tristeza, melancolía y ¿resignación?, se levantó y permaneció sentada en la cama dandole la espalda a su ya perdido pelirrojo.

-Chieko… lo siento- no se le ocurrió nada más que decir.

-No importa- dijo en un susurro, su voz empezaba a quebrarse y ella se dio cuenta a tiempo para poder evitar una escena sentimentalista, ella no era ese tipo de chica era más fuerte que eso- En realidad ya lo esperaba y no te preocupes en serio, de cualquier forma será mejor así porque ya no nos veíamos tanto- dijo todo esto en un tono que quería parecer indiferente, se levantó de la cama y fue hacia la puerta, Matt la miraba con tristeza.

-Ah! Por cierto- dijo dándose la vuelta para mirarlo antes de salir- creo que Near es un buen chico deberías de darle otra oportunidad. Adiós Mail- y dicho esto salió dejando a Matt confundido por estas palabras, este se entristeció por haberle causado daño a la única persona que hasta ese momento sabía lo había amado de verdad.

-Chie en verdad lo siento…

Chie salió de la habitación y se quedó recargada en la puerta, se sentía a punto de dejarse caer pero volteó hacia el pasillo al tiempo de ver a un albino esperándola jugando con un mechón de su cabello blanco, trató de ignorarlo mientras pasaba junto a él rumbo a su habitación.

-Muy bien hecho mi querida Chieko- dijo con una sonrisa, cuando ella pasaba junto a él.

-Ya estarás contento- dijo fríamente- ahora lo demás supongo que depende de ti no creo que vaya a verme más.

-Créeme mi linda chica, él te verá de nuevo de eso me encargo yo, aún tienes que hacer algunas cositas por mi pero por el momento has hecho un trabajo excelente aunque el beso no creo que haya sido necesario.

-¿Tú que sabes?- dijo empezando a molestarse del insoportable y manipulador albino.

-Más de lo que crees linda, así que ahora es mi turno ¿no me deseas suerte?-

Chie lo miró despectivamente y con un odio que jamás había sentido por nadie, tal vez solo por Mello, sin responderle se encaminó de nuevo a su habitación.







Mientras tanto en su cuarto el pelirrojo pensaba en lo que le había dicho su ex novia ¿Qué sabía Chie? ¿Se habría dado cuenta de algo la noche anterior? No eso no podía ser, llegó mucho después de ocurrido todo eso, pero además porque ahora ella le decía que le diera una oportunidad al albino, no tenía sentido, ¿es que de verdad le gustó aquel beso? Ya estaba cansado de pensar tanto así que simplemente se volvió a recostar dando la espalda a la puerta intentando dormir otro rato, cuando de repente escuchó que la puerta volvió a abrirse.

-¿Ahora que pasa Chie?- dijo sin voltear mientras escuchaba que volvían a acercarse a su cama y sintió como se recostaba al lado de él abrazándolo por detrás y sintió su aliento muy cerca de la oreja lo que le dio escalofríos.

-Chie por favor ya no hagas est…- pero cuando volteó no era Chie quien estaba ahí, era…- ¿Near?





Chie se fue a su habitación casi corriendo, algunos que la veían la saludaban pero ella hizo caso omiso de todos y cada uno de ellos, al llegar a su habitación dos pisos más abajo cerró la puerta con llave y se recargó en ella quedando tranquila al fin y con la mirada perdida quien sabe en qué.

-Ma…Mail- susurró el nombre real de Matt al tiempo de se deslizó hacia el suelo aún recargada en la puerta, se había quebrado por completo, se abrazó las piernas escondiendo su rostro en sus rodillas y empezó a llorar como nunca en su vida, todos esos años no habían valido de nada, todo lo que había hecho por él no valía, todo lo que sentía por él o lo que estaba dispuesta a hacer tampoco valía de nada; siguió llorando y sollozando mientras seguía gritando su nombre como queriendo que él llegara a salvarla de esa muerte en vida que estaba sufriendo y todo…todo había sido culpa de Mello. Pero lo pensó mejor y todavía le quedaba tratar de deshacerse del rubio y quizá así ella regresaría a los brazos de Matt, esos brazos que le fueron arrebatados por él, por Mello.

-Mello- dijo levantando su rostro pero ahora con una mirada cargada de odio, rencor, ira y desprecio- Me las vas a pagar Mello, ¡como que me llamo Chieko - concluyó mientras secaba sus lágrimas, aforrándose a la venganza para poder dejar ir esa tristeza que le ahogaba hace apenas un momento.



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En Tokio ya era de madrugada, policías, ambulancias y reporteros se empezaron a juntar afuera del nuevo bar “Tokio Lights” que había tenido su inauguración precisamente ese día, todos se preguntaban que había pasado con el hombre que había aparentemente sido asesinado por dos personas que misteriosamente nadie vio salir o entrar, más que los propios guardaespaldas que afirmaban que habían sido dos sospechosos.
Lo más misterioso era que ya se había examinado el cuerpo del señor Higuchi, como lo identificaron sus guardaespaldas, y no tenía seña del más mínimo rasguño o agresión, lo que un doctor dijo es que lo más seguro es que hubiera sido… un paro cardiaco.

En un carro azul que habían robado para escapar del lugar se encontraban Kira y Mello rumbo al aeropuerto para conseguir boletos antes de que los detectaran como sospechosos de algún crimen.

- ¡¿Qué rayos fue lo que hiciste Mello?!

-¡Ya te dije que yo no hice nada! Tú lo viste el tipo de desplomó solo y yo no hice nada.

-Pero fue tan extraño, tú lo miraste de esa forma y él empezó a convulsionarse o algo así.

-Tú mismo viste que estaba yo tan sorprendido como tú.

-Si, bueno eso no lo puedo negar pero… - Kira prefirió no decir nada o Mello descubriría que ya sospechaba de él, de cualquier forma si Mello hubiera sido el que mató a Higuchi hubiera sido muy extraño dado que en realidad no hizo nada de nada y de verdad parecía tan sorprendido como él, de cualquier forma tenía un informe muy interesante que mostrarle a su jefe.

-En fin ya hemos cumplido y eso sin querer, lo bueno que se te ocurrió salir por el ducto de ventilación, para ser un chiquillo tienes cerebro-dijo Light una vez más burlándose de él.

Mello se limitó a mirarlo molesto pero ya no podía darle importancia a algo tan trivial como los insultos de Kira porque algo lo estaba preocupando más ¿qué había pasado? ¿realmente había sido él? La forma en que murió le parecía más del estilo de Ryuk, era el único que conocía que podía matar con solo quererlo y si él hubiera sido el culpable ¿por qué ayudar a Mello? ahora no podía preguntárselo hasta que estuviera solo para hablar con él, pero realmente la curiosidad lo carcomía, porque él mismo no le había hecho nada a Higuchi ¿o si? Lo único que lo hacia dudar era ese ataque de ira que le dio de repente y en que realmente sintió que era totalmente capaz de matar a Higuchi, porque realmente sintió como si en ese momento no fuera él.


Ya estaba cansado de todo, no quería pensar, esperaba llegar pronto a Los Ángeles y tenía más de una razón para llegar cuanto antes, de nuevo el pensamiento de esa persona lo hizo olvidarse de los otros problemas que lo tenían tan nervioso, esa persona que le había robado tantos pensamientos y a la que deseaba ver con todo su corazón.

“Matt”

















Pero Mello aún no sabía que él tenía más poder del que antes pensaba…


CONTINUARÁ…






Notas finales: Bueno espero les haya gustado que me estoy esforzando para que así sea, pronto les traigo el siguiente que ya lleva hasta la mitad ^^

Un saludo a todos las bellas chicas que me dejan siempre review cada capítulo que gracias a todas ustedes es que mi fic tiene vida aún XD

Matta ne y besos chocolatosos!

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