¿REENCUENTROS?
MELLO
Hay demasiada gente en el aeropuerto, registrarse es un lío, la impaciencia me mata, creo que me he comido dos docenas de chocolates en ¿Cuánto tiempo?, ¡quiero encontrarlo de nuevo, quiero verle otra vez!, tengo que aceptar que me muero por ver esos ojos de nuevo pero ¿para que? ¿Para rechazarlo? esa es la única opción pero de verdad que es una opción que (siendo sincero) no deseo pero ¿tengo de otra? ¿hacer un pacto con un Dios de la Muerte? ¿ser feliz al lado de Matt? No lo creo, ¿o si?.
Me siento totalmente perdido, sin saber que hacer, sin saber que decir, me siento nervioso, mi corazón late a mil por hora, lo siento retumbar en mi pecho como queriéndose salir impaciente por llegar a donde quiere estar, al lado de su corazón, al lado de él. Kira se la pasa empujándome para que me apure pero no me importa, todo a mi alrededor es irrelevante, todo es irreal, todo me importa nada, lo único que deseo es verlo, ¡ya quiero verlo! Es de lo único que estoy seguro.
Por fin después de una larga espera por fin salimos del aeropuerto donde ya nos esperan dos autos para llevarnos de nuevo al cuartel general, solo a Chie puedo ver parada al lado de uno de los dos autos, sin decirme nada se dirige a Kira y le dice que él ira en el auto que vaya ella, por obviedad pensé que yo iría en el otro auto así que me dirigí a la puerta trasera sabiendo que había ya un chofer, lentamente me acerqué para abrir la puerta pensando que en ese otro carro tal vez iba a estar Matt esperándome, tal vez ya había hablado con Chie y había arreglado las cosas para ser él quien fuera en el auto conmigo.
Mil cosas pasaron por mi mente en esos pocos segundos, abría la puerta ya esperando recibir al pelirrojo de ojos verdes mirándome con esa siempre radiante sonrisa y yo como siempre le respondería con un golpe y un “eres un idiota” después nos sonreiríamos para finalmente… ¿finalmente que? Esa vez tenía que pasar algo más, esa vez ambos teníamos mil cosas que decirnos, ¿cómo rayos iba a hacer para darle una negativa sin lastimar a Matt? Mejor aún ¿cómo iba a hacer para resistirme a besarlo sin tener que decirle absolutamente nada?
Cuando por fin estaba por subir al auto, me quedé de piedra, de todas las posibles situaciones en que me imagine dentro de ese auto, nunca pensé que la persona con la que me encontraría sería él.
//Flash-Back//
Unas horas antes en el cuartel general Matt iba caminando por el pasillo del piso 5 buscando con paso decidido una habitación a la que jamás había ido, se encontraba serio y todos los que pasaban junto a él lo notaban, Matt nunca actuaba así, era siempre un chico tan despreocupado y siempre tan sonriente que verlo así de verdad daba miedo; llegó hasta una habitación y tocó la puerta.
-Adelante- respondió una voz en el interior.
Entró y vio al chico que buscaba sentado en el piso tratando de armar un puzzle que aparentemente debía tener unas dos mil piezas, volteó para ver quien era su visitante que llegaba a esas horas de la noche y a pocas horas de ir al aeropuerto por Mello y Kira.
-Matt ¡que sorpresa! ¿qué te trae por aquí?- dijo aparentando que realmente estaba sorprendido pero en realidad no era así, todo lo tenía ya fríamente calculado y sabía que era lo que seguía.
-Déjate de tonterías Near! vengo de hablar con el señor Aizawa y ahora he venido a hablar contigo- dijo en tono muy serio y acercándose al centro de la habitación donde estaba el albino.
-Bien bien, como tu digas. ¿Qué has pensado sobre lo que te dije?- Matt permaneció callado un momento, una parte de él aún le decía que no debía creer lo que le habían dicho pero por otro lado no era nada que no fuera absolutamente posible, sobre todo hablando de Mello, el pelirrojo suspiró antes de responderle.
-Está bien Near, te creo- Near sonrió triunfante- pero aún tengo que preguntarte ¿porqué no me dijiste toda la verdad?
-Ya te has enterado- afirmo el albino suponiendo que ya Chie le había dado los detalles como él mismo le había pedido.
-¿Era necesario que se me ocultase eso? He sido agente leal del señor Aizawa durante años, creí que confiaba en mí y si había algún tipo de sospecha debieron decírmelo.
-Vamos Matt, ¿acaso crees que si de verdad hubieras sido culpable nos hubieras dicho algo si te lo decíamos? Precisamente lo que queríamos era asegurarnos de que no tenías nada que ver para poder decirte la información completa, además tienes que entender que después de lo que vimos sobre tú y Mello era de esperarse que le hubieras ayudado o algo así.
-Pero yo jamás ayudé en nada para robar las bodegas- Matt parecía ofendido y molesto- además dudo que Mello lo hubiera hecho, nunca tuvo oportunidad de…
-¿Entonces lo defiendes Matt?- tenía razón ahora lo estaba defendiendo, ¡que idiotez! Sabía muy bien que era posible que Mello hiciera esos robos, pero no sabía porque no podía evitar pensar que era inocente.
-No, en realidad no- dijo con tristeza- en tal caso que puedo hacer para demostrarles que soy inocente.
-Ah vaya! Entonces ¿planeas ayudarnos a descubrir a Mello?- por un momento el pelirrojo aún dudó pero ya lo había pensado bien y sabía lo que iba a hacer.
-Estoy dispuesto a ayudarte a descubrirlo si así puedo demostrarte que no le he estado ayudando.
-Eso quería escuchar mi querido Matt.- dijo sonriéndole y levantándose del piso- En tal caso lo único que necesito que hagas es muy sencillo.
-¿De qué se trata?- dijo Matt ya un poco más calmado.
-Necesito que me des toda información que sepas acerca de Mello, sus hábitos, los lugares a los que va normalmente, que hace, en fin todo y nadie mejor que tu puede darme esas pistas.
-Por mi esta bien, el jefe ya me había dicho que algo así me dirías, lo único que quiero es limpiar mi nombre de toda sospecha.
-Hay una cosa más…- dijo Near poniéndose muy serio.
-¿Qué pasa?
-Tengo ciertos planes pero de esos planes el señor Aizawa no tiene conocimiento y no se lo he dicho porque podría creer que es peligroso y no nos daría autorización, te los diré conforme sea tiempo pero quiero saber si estas dispuesto a ayudarme aunque eso signifique ocultarle ciertas cosas al señor Aizawa.
Matt se lo pensó muy bien, ¿engañar al señor Aizawa? Bueno él mismo sabía que en muchas ocasiones había hecho misiones fuera de sus ordenes y al final salían bien, el señor Aizawa era un poco terco en cuanto a misiones peligrosas, la única excepción era la próxima misión que realizarían en el cuartel enemigo, pero debía tener sus buenas razones, pero ¿debía confiar en Near? finalmente él era quien le había advertido sobre Mello así que en parte le debía aunque fuera un poco de confianza, al final no vio razón para no ayudar.
-Bien Near haré lo que esté en mis manos para ayudarte. Solo una cosa más y es una petición.
-Dime Matt.
-Ya se lo he planteado al jefe pero necesito que tú estés de acuerdo; quiero que seas tú quien vaya por Mello al aeropuerto- Near sonrió interiormente sabiendo ya que el pelirrojo le diría algo como eso.
-Si así lo quieres lo haré pero ¿Ocurre algo malo con eso?
-Tú mejor que nadie debes saber la razón y una cosa más, cuando llegue al cuartel quiero permanecer lejos de él.
-Entiendo, no te preocupes Matt le diré al señor Aizawa que estoy de acuerdo con tu petición. .
-Gracias. En tal caso me voy a la sala de monitores tengo que revisar los últimos videos e vigilancia, ya está todo casi listo según tus planes y la misión esta programada para dentro de cinco días así que debo apurarme a ver las últimas novedades, ya me he dado demasiado descanso.
-Por supuesto, nos veremos luego y no te preocupes, puedes confiar en mí, el señor Aizawa no sospechará de ti.
-Gracias Near- dicho esto se dirigió a la puerta.
-Oye Matt- Near lo interrumpió antes de que saliera.
-¿Qué pasa?
-Tomas la mejor decisión Matt te lo aseguro- Matt quisiera estar seguro de eso pero no lo estaba, así que sin más salió de la habitación hacia la sala de monitores.
Near empezó a jugar con uno de sus legos que tenía cerca mientras reía, le impresionaba lo bien que iba su plan, ya se tenía a Chie en la bolsa y hacia lo que él le indicara con tal de demostrar que Matt era inocente, a Matt lo tenía comiendo de su mano, ya había aceptado dar información sobre Mello y hacer lo que el albino le dijera, y por otro lado el pelirrojo pidió ya no ver más al rubio lo que le venía como anillo al dedo ya que eso facilitaría la siguiente fase de su plan, la cual consistía por supuesto en acercarse a Mello.
Todos estaban siendo engañados por Near, Chie, Matt y hasta el Kira y el propio señor Aizawa, todos ellos querían demostrar la culpabilidad de Mello, pero no contaban con la astucia de Near que lo que planeaba era precisamente lo contrario y ahí el que saldría mal parado sería otro, de algo estaba seguro haría que Mello pareciera inocente así tuviera que hacer lo que fuera.
//Fin de Flash-Back//
-¿Tú?
-Mihael ha pasado tanto.
-No puede ser.
-Pero sube al auto, no querrás quedarte ahí parado ¿verdad? Tenemos que llegar al cuartel general.
Mello subió al auto haciendo caso a lo que le decía Near, pero aún dentro no sabía que hacer o como responder, finalmente el albino rompió el hielo.
-Creí que no me ibas a reconocer, después de todo hace como diez años que no hemos sabido nada uno del otro- Mello se sentía tonto, seguía mirando al chico sin saber que decirle, estaba tan sorprendido de encontrarse con ese chico después de tanto, pero a pesar de eso reconocerlo fue fácil, pasó con él de los momentos más agradables de su infancia, además era imposible no reconocer a un chico albino como él, no había cambiado para nada.
-¿Tú eres el tal Near? ¿Tú eres el que ha sido el compañero de Matt? – fue lo único que se le ocurrió decir, su rostro estaba totalmente embobado por la impresión.
-Así es Mello, así te llaman ahora ¿verdad? Mi nuevo nombre es Near y sí soy el compañero de Matt.- tras esa afirmación ambos quedaron un momento en silencio mirándose uno a otro.
-Nate yo… yo…-Mello comenzó la frase pero no supo como terminarla.
-A mí también me da gusto volver a verte Mihael- y tras de esa expresión Nate hizo algo que nadie más había visto viniendo de él, le sonrió a Mello pero esa sonrisa no era como las otras cargadas de burla, o ironía, o autosuficiencia, esa era una sonrisa de verdadera alegría, una sonrisa que remarcaba sus delicadas facciones, ese albino no había cambiado nada desde que lo vio por última vez. Mello se sonrojó sin saber que responder, sentía algo extraño en él, algo que estaba seguro no sentía hace mucho, algo que estaba pidiéndole salir, algo que no pudo contener una vez que paso.
Mello se lanzó sobre Near abrazándolo con fuerza y haciendo lo que hacía mucho no hacía: reír, dejó salir toda la alegría que le había causado ver a ese chico al que tanto apreció cuando aún eran unos pequeños niños, cuando todo era tan sencillo, cuando a ambos los unía una misma razón: la soledad.
-Ey! Mihael me haces cosquillas- dijo riendo de la reacción del rubio.
-Ah! Con que tienes cosquillas- y en un acto totalmente infantil empezó a hacerle cosquillas a Near, riendo de su tonto juego que había salido de la nada, tan solo de haberse vuelto a ver después de tanto tiempo.
En ese momento Mello no era precisamente Mello, más bien no era el Mello que todos conocían, fuerte, frío y sin demostrar nada hacia nadie, pero con Near no tenía que fingir, con él podía ser todo lo que él quisiera: infantil, tonto, sensible, alegre, sin vergüenza; simplemente era ese niño interior que Mello hacia mucho había dejado ir.
Durante un tiempo su juego infantil les robo algunas sonrisas más y así empezaron a conversar sobre lo que había sido de sus vidas y que había pasado cuando dejaron de verse en el orfanato.
-Siento haberme ido sin despedirme- decía Mello ya más calmado.
-No te preocupes, no fue tu culpa, quién iba a decir que me iba a enfermar- Mello hizo una mueca sabiendo cual había sido la verdadera razón de aquella enfermedad.
-Lo siento en verdad, cuando supe que me iban a transferir quise poder hablar contigo pero me dijeron que estabas muy grave… ese día lloré mucho Nate, pensé que jamás en la vida te vería de nuevo, me sentía tan solo ¿sabes? De no haber sido por ese niño pelirrojo yo…- y se detuvo en su explicación porque el rostro de Matt lo hizo volver a la realidad.
Mello ya no era un niño pequeño con su amigo, había todo un mundo allá afuera, un mundo lamentablemente real, cruel y lleno de preocupaciones; en ese momento su preocupación era como iba a romperle el corazón a Matt. Near se dio cuenta de que algo le pasaba a Mello porque inmediatamente se puso serio y su cara se transformó en algo que Near no recordaba y que solo había visto durante el tiempo que pudo espiar al rubio, ese rostro era el frío, triste e indiferente que caracterizaba a Mello.
-Ha pasado tiempo Mihael- dijo mientras ponía de nuevo su cara indiferente y volteaba hacia otro lado mientras se ponía a jugar con un mechón de su cabello.
-Si, lamentablemente si Nate, y lo que hay ahora ya no es precisamente Wammy´s House- Mello se veía triste y melancólico.
Near lo observó de reojo sin saber como hacer sentir mejor a su amigo que tanto ansiaba por ver finalmente solo se le ocurrió una cosa, se acercó a Mello y dulcemente le dio un tímido beso en la mejilla, con lo que el rubio poso una de sus manos en la mejilla donde había recibido esa muestra de cariño y miró al albino sorprendido, sonrojado y sin saber que decirle.
-Solo quiero que sepas, que si necesitas alguien con quién hablar siempre estaré para ayudarte- y dicho esto sonrió tímidamente a su amigo de la infancia con lo que Mello le devolvió la sonrisa aún sonrojado- Vaya! creo que ya hemos llegado.
El tiempo se había ido volando, cuando Mello se dio cuenta ya estaban llegando a la entrada del edificio y el chofer les abría la puerta para que bajaran del auto, llegaron al interior del edificio y antes de irse al cuarto de monitores Near se dirigió a Mello.
-Bueno creo que te veré más tarde, deberías ir a dormir, mañana en la tarde debes ir con el señor Aizawa, habrá una junta en la que hablaremos de la misión en el cuartel enemigo, estaré presente así que te veré mañana- le dedicó una última sonrisa y entró en uno de los elevadores.
Detrás de él llegaron Chie y Kira, quién tenía muy mal aspecto, se había dormido casi todo el viaje y aún se veía débil y enfermo, pero era algo normal pensó Mello ya que habían pasado juntos un mes completo, era de esperarse que la maldición hiciera su trabajo, sin embargo Mello notó algo raro en todo eso: Kira parecía enfermo como si ya llevara meses estando cerca de Mello y eso era extraño; Matt había estado con él un total de 9 meses sin morir, enfermo sí pero sin morir al fin. ¿Qué era eso que hacía que Matt no muriera y que a Kira lo enfermaba más rápido? ¿Tenía algo que ver con el incidente de Tokio con Higuchi? Había una sola diferencia obvia entre Matt y Kira, que Mello detestaba a uno y al otro… bueno el otro no le era indiferente.
Una vez más el rostro de Matt le vino a la mente, haciendo que se pusiera nervioso ya que casi veía de nuevo ese rostro tan hermoso, esos ojos mirarle y esos labios tan suaves sonreírle…
“¡Agh! ¿de nuevo lo estoy haciendo? Ok, ok no me es indiferente y no solo eso, ¡creo que sí lo amo de verdad! Pero eso no cambia nada, tengo que ser fuerte y hacer lo que debo hacer”
Ahora estaba un poco más seguro de lo que sentía, ya que haber visto a su amigo de la infancia le marcaba la diferencia entre el cariño y el amor, sabía que estaba feliz de encontrarlo pero encontrar a Matt era algo que sabía lo hubiera puesto más feliz aún, pero finalmente como siempre se resignó a perderlo y caminó directo a su habitación para descansar, mañana tendrìa una importante junta donde todos los involucrados estarían ahí: Near, Kira, Chie, Matt y él mismo; no pudo evitar sonreír cuando supo que vería al pelirrojo aunque fuera a distancia.
“Mello eres tan contradictorio”
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Mello durmió hasta muy tarde, despertó con tremendo cansancio que ni siquiera quería levantarse pero su estomago rugía y debía comer algo, se levantó y a duras penas se dio un baño para después vestirse con su siempre ropa color negro y su rosario rojo, salió de su habitación hacia la cocina para prepararse algo de comer.
Se estaba preguntando si ir de una vez con Matt o esperar hasta la junta, la tentación era enorme pero finalmente pensó que era mejor no ir aún, ahora que lo pensaba mejor quería retrasar el momento de decirle a Matt lo inevitable pero por otro lado, tenía tantos deseos de verle.
Su día, o lo que quedaba de él, transcurrió lentamente, fue ala cocina y se preparó unos sándwich, después se quedó largo rato en su cuarto pensando en mil tonterías y en nada a la vez, hasta que llegó la hora de ir al despacho del señor Aizawa para la junta sobre la misión; su corazón latía con fuerza mientras caminaba lentamente hacia el piso diez donde estaba la oficina, al llegar tocó a la puerta tres veces.
-Pasa Mello- el señor Aizawa ya se encontraba ahí con todos los que Mello había supuesto que irían Near, Chie y Kira se encontraban sentados frente al escritorio pero… Matt ¿Dónde estaba?
-Toma asiento por favor, te estábamos esperando para comenzar así que, Near si me haces el favor queremos escuchar tu plan- dicho esto el señor Aizawa adopto tu acostumbrada posición, apoyo los codos en el escritorio, entrelazó sus dedos y apoyo su barbilla en ellos, escuchando con atención a Near.
-Bueno como ya todos sabemos el robo al cuartel enemigo será peligroso pero no imposible, Matt y yo hemos observado con las cámaras que él mismo instaló, durante un mes observamos que una vez a la semana la mayoría de los guardias se toman un descanso y eso no es todo sino que además a eso de la media noche un miembro aprovecha precisamente para robar mercancía pero siempre en pequeñas cantidades para no ser descubierto, ese día será dentro de cinco días y lo que haremos será lo siguiente…
Near continuó hablando del plan y Mello escuchando tan atento como podía ya que en ese momento su mente estaba en otra parte; finalmente después de lo que parecieron horas Near terminó y el señor Aizawa concluyó.
-Brillante! Near es brillante, de verdad que eres un excelente estratega.
-Gracias señor, me halaga de verdad- dijo Near con su típica cara seria.
-Bueno creo que ya pueden irse, he decidido que les daré estos días para prepararse, descansen y ya nos veremos en cuatro días para ajustar los últimos detalles.
Cuando el señor Aizawa terminó de hablar todos se levantaron y salieron cada quien para su lado, Near vio como Mello fue el primero en salir de la sala y pudo observar que llevaba algo de prisa ya que ni siquiera le volvió a hablar y simplemente se fue, creía saber a donde se dirigía pero no importaba ya sabía muy bien que eso iba a ocurrir pero sabía también que lo que pasaría le iba a beneficiar.
Mello caminó a pasa rápido hacia la puerta de la habitación de Matt, ya no podía esperar más, no era su imaginación, o algo pasaba o Matt lo estaba evitando; al llegar a su puerta en vez de abrir inmediatamente se quedó ahí parado justo en frente preparándose para lo que venía después, no supo cuanto tiempo se dio para prepararse pero la voz de alguien detrás de él lo sobresaltó.
-No está ahí.
-Chie, ¿acaso quieres matarme de un susto? ¿de qué hablas? ¿Cómo que no está?
-Lo siento pero no lo vas a encontrar.
-¿Qué dices?
-¿Qué no es obvio? …l ya no quiere verte más, caíste de su gracia, ya no le gustas, así de fácil- Mello se puso rojo como tomate, al parecer Chie sabía más de lo que él creía, permaneció callado sin decir nada y sin mirarla hasta que ella misma se alejó del lugar dejándolo ahí, antes de irse se dirigió a él.
-Si yo fuera tu lo dejaría en paz- y dicho esto se retiró.
Mello estaba confundido, ¿sería eso cierto? ¿Matt ya no lo amaba? ¿Y porque eso lo afectaba tanto? No, no podía ser, después de todo era Chie y no tenía porque creerle algo que de seguro decía para alejarlos ¿y bueno eso que? Pero de cualquier forma Mello sentía la necesidad de verlo y saber que era lo que realmente pensaba.
Cuando el shock abandonó su rostro se dirigió a las cocinas, a su propio cuarto por si iba a visitarlo, a los estacionamientos, los baños, varios cuartos, en fin revisó todo el edificio y preguntó por él pero jamás apareció.
Empezaba a pensar que quizá Chie hablaba en serio y lo estaba evitando, pero… un momento había un lugar donde no había buscado y conociendo a Matt estaría justo en ese lugar: la azotea.
Sin pensarlo más fue a paso rápido y casi corriendo hacia el último piso donde estaban las escaleras que daban a la azotea.
Al abrir la puerta finalmente ahí estaba, le daba la espalda pero podía ver como el viento le alborotaba el cabello y como los últimos destellos del atardecer se reflejaban en él, fumaba un cigarrillo sentado en una banca que él mismo había puesto para sus tardes fumando ahí, estaba mirando el atardecer tranquilamente y pensando en tantas cosas que lo hacían perder su acostumbrada sonrisa despreocupada, no sintió cuando Mello llegó hasta que escuchó su voz tras de él.
-¿Matt?- Mello habló tímidamente pero con una involuntaria alegría, sin embargo cuando Matt volteó a verlo su alegría desapareció, su rostro era frío, indiferente y carente de cualquier pizca del amor que antes profesaba.
-Ah! Eres tú- dijo mientras se levantaba de su asiento para quedar viendo a Mello de frente, aún estaban a unos metros de distancia pero a Mello en ese momento le parecieron kilómetros.
-¿Qué ocurre Matt? ¿Qué es lo que te ha pasado? ¿Estás bien?
-¿Acaso eso a ti te importa Mello?
-¿ Qué es lo que estás diciendo? Claro que me importas!
-En serio? Porque honestamente no te creo.
Ven a mi lado, dime que es lo que te han hecho
-Matt que esta pasando? Cuando me fui de aquí me hablaste de amor y ahora que ni siquiera te he dicho nada ¿asumes que no me importas?
-Bien! Porque no me lo dices tú ¿Me amas Mello? ¿Quieres estar conmigo?
Di las palabras que quiero oír, para que mis demonios huyan
-Yo…yo…- no supo como responderle, sabía que sí lo amaba pero estar con él era algo que no podía permitirse y se lo había repetido mil veces.
-Así lo supuse.
-Pero espera, no es como tú piensas es que no me has dejado explicarte nada- cuanto quisiera poder decírselo “Matt yo si te amo”
La puerta está bloqueada, pero está abierta si eres sincero
-¿Y qué quieres explicar Mello? Honestamente no quiero oírte.
-Matt es que si pudieras entender…
-¿Entender? ¿Entender qué? Todo este tiempo he sido tu perro, tu mascota, solo un títere que has manipulado a tu antojo.
-Pero Matt yo…yo nunca he querido que sientas eso, es que yo soy así y…
-Exacto Mello! Tu eres así y ya me he cansado, porque no entiendo como pudieras tratar así a una persona que quieres.
-¿Qué es lo que te está pasando Matt? Te agradecería que me dijeras porque honestamente no te entiendo. Este no eres tú- “Este no es el Matt del que me enamoré.”
Si tú pudieras entenderme, entonces yo podría entenderte.
-Y tú que sabes de quien soy yo? No me conoces, no sabes nada de mí.
-Matt creo que sé lo suficiente, hemos sido compañeros y la hemos pasado bien, ¿porqué estas haciendo esto?
-¿Por qué? ¿Quieres saber por qué? Muy fácil ¡yo ya no te amo!
En ese momento el atardecer desapareció, la unión se resquebrajó y solo quedó pura oscuridad, solo dolor y oscuridad; ninguno de los dos se movió y se miraban uno al otro, Matt miraba a Mello con una mezcla de tristeza y enojo a la vez que trataba de comprimir estos sentimientos y reflejar solo en su rostro la seguridad de lo que acababa de afirmar; Mello solo podía mirarlo con incredulidad y sorpresa ¿entonces era cierto lo que Chie le había dicho?
Ven a mi lado, bajo un cielo pervertido
El negro del día y en lo oscuro de la noche donde compartimos esta parálisis
-¿Qué?- no podía ser, NOO! Aún sabía que en principio quería dejarlo ir pero en el fondo de su corazón lo único que quería era poder estar con él aunque fuera como amigos y ahora parecía que ni eso iba a ser posible.
La puerta se quiebra y se abre, pero el Sol no brilla a través de ella
¿Cómo había llegado a ese punto? Mello jamás había sentido nada parecido por nadie en toda su vida, solo tal vez su madre, pero Matt había sido su amigo, compañero, su amor secreto y había sido quien le había dado un poco de alegría a su triste vida, quien le había ayudado un poco a curar todas las heridas y ahora…ahora todo lo que existía era dolor.
Corazón negro aun cicatrizando más oscuro, pero el Sol aún no brilla
-Lo siento Mello pero esto es todo, ya no tengo nada más que decirte. Adiós Mello
Se dirigió a la puerta pasando justo al lado de donde Mello seguía parado como idiota y sin poder moverse, justo antes de que pasara por completo lo tomo del brazo.
-Matt…- el pelirrojo volteo a verlo con indiferencia- Por favor Matt, no te vayas- su rostro casi cambiaba de opinión pero tomando fuerzas se soltó y lo dejó ahí completamente solo en la oscuridad, viendo como la única persona que de verdad había amado se esfumaba para siempre.
Ven a mi lado. Esto no dolerá, lo juro
El no me ama, nunca me amará de nuevo
No supo cuanto tiempo pasó ni en que momento se había caído de rodillas solo sabía que tenía un dolor en el pecho y que de repente todo le importaba nada, sintió algo romperse en mil pedazos dentro de él, el amor se había esfumado para siempre de su corazón y lo había reemplazado el frío, la soledad, el rencor, el odio; esos mismos sentimientos que siempre lo seguían a todas partes, esos que siempre quiso reprimir y que en ese momento no pudo más.
-Matt- susurró su nombre al viento mientras este le contestaba golpeándole la cara despiadadamente.
-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaggh!- dejó escapar un grito ahogado que se empezó a mezclar con su llanto al tiempo que se permitía odiar a todos y a todo, a él mismo y a la vida que llevaba, ya estaba harto, cansado de sufrir y lo único que deseaba era que todo fuera mentira, que de repente Matt llegara y le dijera que todo era una broma, que siempre estaría ahí para consolarle, desde ese día y para siempre.
Enfermo y cansado, estoy solo
Podrías estar ahí?, porque soy e único que espera por ti
Pero tal parecía que el gran pecado de Mello se seguía costando su felicidad, estaba seguro de que su Dios lo odiaba, de que su sola existencia no tenía perdón y jamás lo tendría.
O tu tampoco tienes perdón?
“Lo siento Mello pero no puedo perdonarte”
Amor Yaoi
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