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THE CURSE------La Maldición de Mello por Betsa

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Notas del capitulo: Bueno bueno antes que cualquier cosa, debo ofrecerles una disculpa por mi repentina desaparición por AY
Tuve algunos problemas y demas por lo que no pude terminar pronto el capi, creo que es el que mas he tardado en actualizar :S

Pero en fin les dejo el capi, espero les guste (comrpendase que mi unica hora para escribirlo era la madrugada por fa tenganme paciencia si algo está mal ^^U

Betsa: Quiero pedir a todos un minuto de silencio por la lamentable muerte de nuestro querido Mail Jeevas, fue un amigo, un amante y un esposo excepcional.

Matt: Ey todavía no estoy muerto!

Betsa: Suspira ~ Casi puedo escuchar su voz

Matt: Ah en fin no se puede con esta niña y vamos aleer :

Palomitas?!o o

-¿Matt?- dijo Mello en un hilo de voz.

Chie simplemente movió su cabeza afirmativamente sin dejar de mirarlo con sus ojos henchidos de lagrimas que reclamaban por salir en cualquier momento, en sus ojos vidriosos se reflejaban otros azules que al mismo tiempo comenzaban a llorar las mismas lagrimas que ella.

Chie tomó aire, se sentía tan incapaz de decir aquellas palabras pero debía hacerlo.

-¡Lo van a asesinar Mello!- y dicho esto no pudo contenerse más y se lanzó al regazo de Mello donde se puso a llorar desconsoladamente.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando Chie? ¿Está bien, Matt está bien?

-Lo...lo está... pero... no se... por cuanto... - sollozaba mientras intentaba pronunciar la frase completa, se veía tan desesperada.

-Dios Chieko! No hagas eso de nuevo, pensé que...- no pudo terminar la frase, trató de calmarse así que tomó aire aliviado de que no estuviera muerto ¿aún? - pero ¿Está bien? ¿Cómo que lo van a asesinar?-

-Siento haberte asustado... -Chie hablaba con dificultad a causa de los sollozos- pero Mello es como si ya estuviera muerto... lo van a asesinar, sus minutos están contados...-  miraba a Mello a manera de suplica, humillándose completamente, la enfermedad que llevaba cargando le hacían ver muy cansada, ojerosa y delgada,  el rubio jamás pensó que la vería así pero en ese momento tenía cosas más importantes en que pensar.

-¿Qué? Espera, espera- tomó a Chie por los hombros- Por favor Chieko cálmate y dime de qué estás hablando- Chie respiro profundo y continuo ahora con un tono de voz muy distinto.

-¡Fue ese maldito albino de mierda!- dijo cargando cada palabra de todo el odio que era capaz de sentir- culpó a Matt de todo lo que se supone que deberías ser culpado. En cuanto llegamos al cuartel con la mercancía Near me pidió que fuera a buscarlos en el auto sin que nadie se diera cuenta; no sé qué hiciste pero cuando llegué todos estaban muertos y tenías en tus brazos a Matt, supe que no habías querido hacerle nada malo porque contenías la hemorragia aún cuando estabas inconsciente, los traje a ambos directo al cuartel y un doctor revisó a Matt.

Ahora Mello podía recordar todo, al principio algunas partes le parecían borrosas pero conforme Chie hablaba iba teniendo todo mucho más claro y se aterró al recordar a Matt lleno de sangre y desnudo sobre el cofre de aquel auto.

-¡¿Y qué pasó?! ¡¿Está bien?!- dijo en tono de preocupación.

-Si lo está, gracias a Dios no lo dejaron morir...aún; Near le dijo al señor Aizawa que tú no eras culpable porque nos habías salvado de ser atrapados pero logró esconder algo de mercancía robada solo para poder culpar a Matt de traición, dijo que había huido y que tú habías ido tras él, dijo haberme enviado y que yo le di el reporte de haberte salvado de él ya que casi te mataba.

Mello escuchaba cada vez más sorprendido, cada palabra le parecía tan irreal, nunca creyó que por más desesperado su "amigo" Nate pudiera ser capaz de algo tan atroz.

-Pero eso no tiene lógica, yo ni siquiera estaba herido.

-Lo sé pero no despertabas, estuviste tres día en coma  y no sé que haya pasado pero el asunto de que los miembros de la mafia enemiga estaban muertos le convino a Near, se inventó algo de una habilidad especial para propagar una enfermedad con un arma que aún no descifró, le dijo al señor Aizawa que todo este tiempo Matt nos había enfermado, ya sé que nada de esto tiene lógica pero Aizawa le creyó ya que resulta que Kira apoya a Near y si no lo han matado aún es porque quería que tú despertaras para dar tu versión.

 

¡¿Tres días?! Como había pasado tanto, después de todo fue Matt el más afectado ¿o no? ¿Y cómo era que Nate había llegado a la acertada conclusión de la habilidad especial para matar? y de haber llegado a esa conclusión ¿Por qué culpaba a Matt y no a él? Bueno, tenía una idea de porque lo habría hecho pero... ¿sería capaz?

 

-Pero ¿qué no dijiste nada? y que hay de Matt ¿no defendió su inocencia?

Chie dirigió una vez más su mirada al piso con pesar.

-Al llegar al cuartel me dijeron que lo curarían solo para que pudiera dar su testimonio pero que estaba en calidad de prisionero, Near decía que lo mataran de inmediato- al decir esto las lagrimas comenzaron a salir una tras otra, el solo hecho de pensarlo le aterraba a la pobre chica- pero el señor Aizawa insistía en que lo dejaran dar su versión, Matt tardó mucho en despertar pero se recuperó y  cuando al fin pudo darla...- no continuo.

-¡¿Qué?!- Mello prácticamente gritó desesperado buscando que la chica le diera una respuesta.

-No sé qué le pasó- decía mientras se cubría la cara con ambas manos conteniendo las lagrimas- No dijo una sola palabra, dejó que Near le acusara de todo y yo no pude hacer nada, de haberlo hecho nos hubieran matado a ambos y no podía permitirlo Mello ¡no podía! Necesitaba desesperadamente hablar contigo y yo estaba tan sola Mello, nadie más que tú me puede ayudar- se le quebró la voz en esto último mientras sollozaba cada vez más fuerte.

Mello estaba en shock, ¿Cómo había pasado todo esto tan rápido? Y ciertamente ¿Qué había pasado allá? Todo era tan extraño, tan incongruente ¿qué debía hacer? La única manera que se le ocurría para demostrar la inocencia del pelirrojo era culparse él mismo pero eso solo significaba una cosa: MUERTE. 

-Chieko...- la aludida lo miró sin responder- ...creo que si alguien se dio cuenta de lo que soy capaz de hacer esa eres tú- la miró esperando una respuesta que no llegó en palabras, simplemente asintió- entonces deberías de odiarme por eso, así que dime ¿Por qué has acudido justo a mí para esto?

-Porque sé que lo amas tanto como yo...- fue su respuesta y Mello no necesito de nada más, era obvio lo único que se le ocurría a Chie para salvar a Matt era pedirle a Mello que confesara.

Sin decir más el rubio simplemente se levantó con dificultad y tomo su pistola que estaba en la mesita, para luego ir con paso seguro y firme hacia la puerta de la habitación, antes de salir se detuvo en el marco.

-¿Adónde lo llevaron?- preguntó mientras la veía aún sentada en la cama sin atreverse a mirarlo.

-A las celdas del subterráneo- dijo aún sin voltear,  y sin más el rubio salió de la habitación dejándola ahí sola.

-Gracias Mello...-susurró la chica mientras dejaba más lagrimas correr por sus mejillas.

 

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Corrió  hacia el subterráneo lo más rápido que sus piernas se lo permitieron, después de tres días de no despertar estas no le respondían como debían pero poco le importó, sabía que si algo no tenía era tiempo; no utilizó los elevadores ya que se sentía demasiado nervioso y no podía permanecer parado así que se apresuró por las escaleras a pesar de estar en uno de los pisos más altos.

En poco tiempo ya estaba en la puerta que llevaba a las celdas de alta seguridad, sacó su identificación para mostrársela al guardia que siempre estaba ahí, al ser uno de los miembros más importantes de la mafia se le permitía el acceso con facilidad así que le abrió la puerta para que pasara, sin embargo Mello se detuvo justo frente al guardia mirándolo con severidad.

-Dame las llaves de la celda del pelirrojo- ordenó seriamente.

-Pero señor...- el guardia se sorprendió por las palabras de aquel chico- --no puedo hacer eso, usted sabe lo estrictos que son con la seguridad de estas celdas.

-¡¿Y tú crees que eso a mí me importa?!-sacó su pistola apuntándolo y lo tomó del cuello de la camisa- ¡Dame las llaves!

El guardia le miró aterrorizado, era increíble como unos ojos azules tan hermosos podían causar tanto miedo, sacó las llaves sin tener otra opción y se las entregó al rubio que al instante lo soltó.

-Solo voy a hacerle una visita, te las devolveré y no voy a sacar a nadie, pero te advierto...-hizo una pausa para mirarle con ojos especialmente amenazadores- si le dices a alguien sobre esto te mataré- dicho esto emprendió camino hacia la celda que buscaba.

Corría buscando aquella pelirroja cabellera pero al pasar por las celdas nada se le hizo familiar, cuando casi llegaba al final del pasillo lo vio y se paró en seco frente a la celda, estaba sentado en el borde de una dura cama de metal en la que seguramente había dormido los tres días anteriores, agitado como estaba se acercó hasta tocar el vidrió que los separaba más no por esto el chico dentro se inmutó ni le dirigió una sola mirada, permaneció como estaba con los codos apoyados sobre sus rodillas y ocultando el rostro con sus cabellos rojos , se veía delgado y podía notar los vendajes en su hombro, al parecer estaba bien pero no por eso se dignaba a notar su presencia.

Al no recibir respuesta, el rubio metió la llave por la puerta la cual se movió al instante dándole paso, más una vez adentro no supo que decir, se quedó ahí inmóvil, simplemente  de pie mirando al objeto de su amor, aquel chico al que internamente había intentado proteger de sí mismo pero al final parecía que no lo había conseguido, no sabía por dónde empezar: "¿Por qué no te defendiste? ¿Por qué no dejaste que me culparan? ¿Están bien tus heridas? ¿Cómo va tu enfermedad, te sientes débil? ¿Aún puedo hacer algo por nosotros?"   Eran tantas las preguntas así que simplemente empezó por la primera que se le ocurrió, tomó aire dispuesto a romper el hielo.

-Matt...

-¿A qué has venido Mello?- Matt lo había interrumpido con aquella tajante pregunta.

-¿Qué hago aquí dices? ¿Qué no es obvio? Estoy tratando de salvar tu vida.

-¿Y desde cuando a ti te preocupa mi vida?- dijo con la voz dolida pero firme aún sin levantar la vista.

-¡¿Desde cuándo?! Es decir ¿eres idiota? Si no me importaras te habría dejado morir ahí cuando caíste del camión, no te hubiera salvado ¡Claro que me importas pedazo de imbécil!- Mello se sentía ofendido y enfadado, ¿Cómo podía a esas alturas decir todo aquello?

-¿En serio?- al fin había levantado el rostro y Mello se sorprendió al ver aquel rostro demacrado y débil que le dirigía una mirada cargada de rencor y desprecio-  Entonces dime- continuó mientras se ponía de pie y daba un débil paso por cada pregunta-   ¿Por qué nos enfermaste?  ¿Por qué me usaste? ¿Por qué traicionaste al señor Aizawa?- ahora se encontraba justo en frente de Mello y lo tomó de los hombros sacudiéndolo con la poca fuerza que aún le quedaba-  ¡¿Por qué me traicionaste Mello?!

Por un momento ambos simplemente se miraron mientras el rubio podía ver como las lagrimas se acumulaban en los ojos cansados del pelirrojo negándose a salir, negándose a mostrar lo débil que era frente a Mello; fue entonces cuando cayó en cuenta de todo, así que fue eso, Matt ya sabía de su maldición o al menos sabía que lo había estado engañando, se sintió miserable pero no se le ocurría que decir en un momento como ese "¿Perdóname?" No, de seguro eso no era suficiente, intentó posar una de sus manos en la mejilla de Matt pero este al ver sus intenciones le apartó de un manotazo a la vez separándose de él.

-No te atrevas a tocarme...- dijo en voz baja y triste, a Mello se le rompía el corazón, no sabía que decir, miró al piso tratando de saber qué hacer.

- ¿Por qué no dijiste nada? - fue lo único que salió de sus labios mientras  la culpa empezaba a hacer estragos en su pecho.

-Entonces te hubieran culpado a ti- respondió tranquilamente mientras se dirigía al otro extremo de la habitación dándole la espalda, su reacción tomo al rubio por sorpresa, ¿acababa de reclamarle algo y ahora estaba dándole a entender que lo estaba salvando?

-Pero...- su rostro era reflejo de su angustia y sorpresa- Matt tú bien sabes que no hiciste nada, fui yo, todo el tiempo fui yo, pero te juro que no quise hacerte daño, no lo hago intencionalmente, te juro que...

-¿Intencionalmente?- se volteó de repente a mirarle fijamente dejando notar sus ojeras- ¡Mello por Dios! Tú y yo sabemos que todo esto lo hiciste por beneficio propio, no sé que sea lo que haces pero lo pude ver... - en su mente se dibujaron aquellos ojos diabólicos color rojo que pudo ver en el que había pensado sería el último momento de su vida- lo pude ver...

-Matt no es lo que crees, en verdad que no lo es- trato de acercársele haciendo retroceder al pelirrojo.

-¿Lo dices en serio?- su voz estaba cargada de sarcasmo y cada vez sonaba más molesto- Entonces explícame ¿Cómo es que has estado enfermando... no, matando a casi todo el cuartel? ¿Qué pasó allá? No sé cómo pero vi en tus ojos que tú habías matado a todos ellos, todas mis dudas de que pudieras ser inocente se disiparon en ese momento.

-Pero Matt yo no... no sé como ocurrió, yo no maté a todos esos hombres... a propósito...e- en realidad fue...- ¿Qué había sido? Ahora que lo pensaba no sabía que la maldición tuviera ese poder.

-¿Qué fue Mello? - se quedó callado y no supo cómo responderle, ¿Cómo decirle que él no había querido hacerlo si ni siquiera sabía cómo lo había hecho? - Olvídalo Mello ya no tiene caso que expliques nada,  ahora estoy seguro de lo que eres... un maldito traicionero, alguien que solo me usó, que me mintió, alguien que no sabe amar y que jamás debí amar...

Las palabras se clavaron como cuchillos en su pecho, sintió como su interior se destrozaba con cada palabra y un nudo en su garganta le impidió decir cualquier cosa, su rostro se clavó en el piso de la celda sin saber cómo poder decirle a Matt que todo era verdad, que él era culpable, pero que nunca quiso lastimarlo, que estaba arrepentido, que lo amaba...

-Mejor que te vayas Mello, déjame solo- le dio la espalda una vez más  recargándose en la pared más cercana, se sentía demasiado débil como para estar de pie mucho tiempo.

Sus palabras le dieron valor al rubio, no podía dejar que eso terminara así, no podía ver como mataban a Matt y simplemente no hacer nada.

-¡No me iré!- dijo con seguridad - Matt si todo eso piensas de mí, debiste decir la verdad, no tienes que pasar por todo esto, ¡no es tu culpa!

-¡¿Y tú crees que eso me importa?!-  gritó por fin, su voz se quebró cuando terminó la frase, seguramente había empezado a llorar, Mello  lo observó sin dar crédito a lo que escuchaba.

- Tú no tienes idea de lo que es el amar de verdad a una persona- continuo el pelirrojo tratando de parecer calmado- y a mí no me importa si eres lo más ruin y desgraciado del mundo, aún así te amo...- hizo una pausa mientras se colocaba de perfil para mirar a Mello por última vez - y no estoy dispuesto a dejar que mueras- concluyó mientras podía verse como sus ojos rojos se llenaban de agua.

El rubio le miró llorar y trató de acercarse, quería abrazarlo, pero el pelirrojo volvió su vista hacia otro lado dando a entender que no quería que se acercara.

-Será mejor que te vayas, por ahora creen que yo soy el culpable pero no tardaran en descubrirte si te quedas aquí, debes huir- Mello escuchó sus palabras sin saber que hacer o que decir, su pelirrojo se estaba sacrificando por él, por la mierda de persona que era, no lo iba a permitir... dio media vuelta sin responder y se dirigió a la salida.

-¡Mello!- le llamó Matt antes de que pudiera salir, haciéndolo detenerse pero sin mirarlo, ya no podía mirarle - Si dices una sola palabra a Aizawa me culparé de todas formas, le diré que fuimos cómplices y seguramente Chie terminara también afectada ya que éramos compañeros los tres, terminaremos muriendo de cualquier modo; así que quiero pedirte... si alguna vez me amaste o sentiste algo mínimo por mí, por favor...- su voz sonaba débil y derrotada- por favor no me dejes morir en vano, huye- fueron las últimas palabras que le dirigió antes de escucharlo salir apresuradamente cerrando la celda tras él; se recargó completamente en la pared resbalando hacia el piso y quedándose ahí sentado.

-Mello... te amo- las lágrimas comenzaron a salir una tras otra tratando de lavar todas las sensaciones que se aglomeraban en su pecho: tristeza, dolor, odio, amor, miedo...

 

Caminó por el pasillo, aquello lo había dejado sin opciones, tenía pensado ir con Aizawa y confesar todo pero no  contaba con el hecho de que Matt insistiera en ser culpado con lo que ciertamente  Chie saldría afectada de alguna forma, era muy congruente pensar que ella tendría algo que ver si él y  Matt dijeran ser cómplices, de no ser por eso no le molestaba morir junto a Matt si de todas formas no lo podía salvar. Siguió por el largo pasillo derrotado y acabado, todo había sido culpa suya y ahora no tenía forma de salvar a Matt si no era convenciéndolo de que dijera la verdad lo cual al parecer ahora parecía imposible, todo había acabado.

-Jejeje- Mello escuchó a alguien reír detrás de él, se giró y en el pasillo ahí estaba

-Ryuk- susurró al verlo al parecer su presencia no era muy grata, por no decir nada grata.

-Vaya Mello apenas te dejo un rato y ya estás haciendo desastres, aunque ninguno tan grande como este ¿no crees?- lo miraba burlándose de todo lo que le ocurría igual que siempre.

-¡Maldito bastardo!-fue la gota que derramó el vaso- ¡Vas a decirme ahora mismo que fue lo que pasó allá!- dijo amenazándolo aunque en realidad no podía hacerle daño.

-Jejejeje, finalmente llegamos a este punto eh? Debo decir que tardaste mucho, empezaba a pensar que perdería la apuesta-  "apuesta" ¿había dicho?

-¡¿De qué estás hablando pedazo de engendro?! - Ryuk simplemente siguió riendo, Mello enfureció- ¡HABLA DE UNA VEZ MALDITO HIJO DE PUTA!- si pudiera ya le hubiera dado una buena madriza a ese cabrón, Ryuk siguió riendo sínicamente antes de responder.

-Bien, bien creo que ya es hora de decírtelo, después de todo ya no te queda mucho- hizo una pausa antes de continuar- Desde el momento que te puse esa maldición sabía que llegarías justo a lo que acaba de suceder, mataste a muchas personas Mello, y ahora acabas de hacerlo en forma "masiva " en un instante ... dime tienes idea de porque cuando Matt te rechazó los habitantes de este edificio enfermaron en muy poco tiempo? Tienes idea de porque a pesar de haber pasado tanto tiempo Matt sigue resistiendo? Sabes porque ese día en Tokio mataste a ese tipo? Y lo que nos interesa ¿tienes idea de porqué mataste a todos esos matones tan rápido?

Mello permaneció callado, estaba seguro que por sus palabras todo esto tenía algo en común pero no podía sabes qué era, como se conectaban entre sí, decidió dejarlo terminar, Ryuk rio de nuevo.

-Veo que no tienes ni idea... Fue tu odio estúpido chiquillo- hizo una pausa deleitándose con la expresión de Mello que ahora se tornaba incrédula y sorprendida- Desde que tu madre murió has odiado al mundo y sigues  haciéndolo ya que gente sigue muriendo a tu alrededor, sin embargo estos último meses me has sorprendido, nunca creí que alguien fuera capaz de odiar tanto como para matar personas de esa manera- Qué estaba diciendo? Odiar a las personas le hacía matarlos?

 

-No digas idioteces! Eso es completamente imposible- dijo el rubio  todavía tratando de entender.

-En serio?- Ryuk parecía tan divertido por todo- entonces explícame a que se debe que la persona que lleva más tiempo junto a ti no muera a pesar de enfermar y que casualmente a esa persona sientes amar pero a la vez hay un sentimiento de resentimiento hacia él- de repente comenzó a carcajearse- De hecho sabes? Si jamás te hubieras permitido sentir odio mi maldición no hubiera funcionado- y en eso último su carcajada fue tal que de haber sido posible todo el edificio lo hubiera escuchado.

Mello lo miraba incrédulo, aterrado, impactado, traicionado, todo era una vil mentira, toda su vida había matado a las personas quitándose la culpa de encima pensando que no lo podía evitar pero ahora le dice eso y recuerda que inconscientemente odiaba a todos porque el mundo era tan cruel  y lo trataba tan mal, y de donde provenía ese odio?  antes Mello no odiaba a nadie y no tenía porque hasta que la injusta muerte de su madre lo dejo solo en el mundo aún después de haberla salvado milagrosamente una vez.

-No...no puede...- no  podía continuar clavó su mirada en el piso sintiendo como todo el mundo se le venía abajo, el shinigami seguía burlándose.

-Y ahora que harás Mellito, después de saber que realmente eres un asesino y más que eso que gracias a ti la única persona que has amado será muerta por tu culpa- sus burlas eran escalofriantes, sus ojos brillaban color escarlata de pura maldad y miraban a Mello deseándolo ver colapsar.

-Tú...- levantó la vista solo para clavar sus ojos en los del shinigami, si lo que decía era cierto cuanto hubiera dado por matar al shinigami con el puro odio que estaba sintiendo hacia él en ese momento - Porque?!- gritó - Que has ganado con esto? Simplemente te divertías? No entiendo?- iba dando pasos seguros hacia Ryuk mientras gritaba histérico, sin mostrarle debilidad y a pesar de que no podía por nada lastimarlo este retrocedió ante el ataque de ira del muchacho pero aún sin borrar esa sonrisa.

-Jeje, en realidad lo que has hecho es hacerme ganar una apuesta, una que hice con el que ustedes llaman Dios... Aquel que nos rige a todas las criaturas, normalmente no me habría dejado venir al mundo a divertirme de esta manera, pero le dije que le demostraría que en el corazón humano no había más que odio hacia las demás personas y si yo lo hacía..- hizo una pausa para soltar una carcajada al hablar- ... se me permitiría tomar todas las vidas que quiera para así alargar mi tiempo de vida, normalmente no se nos tiene permitido más que un cierto número de personas para robarles los años y para mí estaban por terminarse por lo que se me ocurrió una manera muy divertida de conseguir más, así que gracias a ti viviré eternamente- dejo ver sus blancos y escalofriantes dientes al esbozar una diabólica sonrisa.

Así que de eso se trataba, el shinigami lo había usado y no solo eso, había ganado pero... un momento, como sabía que había ganado, aún podría hacer algo?

-Ryuk- trató de no mostrarle su malestar interno- cual era la  señal que buscabas,  la que te haría ganar la apuesta- su pregunta al parecer le hizo gracia, no paraba de reírse ese imbécil.

-La señal que sigo esperando Mello... es tu suicidio- miro sobre la rubia cabellera - y por lo que puedo ver no falta mucho- dijo mientras usaba sus ojos de Dios de la muerte para ver el tiempo que le quedaba de vida el cual, era ya muy poco...

¿Sería cierto? No, pero Mello no quería suicidarse, no podía aún tenía algo que hacer y entre toda la confesión del shinigami recordó, Matt sería asesinado y no había mucho tiempo.

Caminó por el pasillo de regreso a la salida,  dejando solo ahí  al Dios de la Muerte sin mostrarle ninguna emoción, sin embargo no podía sentirse más agobiado, cansado... Todo se aglomeraba en su cabeza, la culpa lo llenaba, Matt tenía razón no debió haberse enamorado de alguien como Mello;  aún cuando deseara estar con él con todo su corazón eso no iba a evitarle la muerte a su dulce cachorro, todo estaba perdido ya no se le ocurría más que hacer para salvar a su pelirrojo y peor aún se sentía tan poca cosa que no sentía poder ayudarle.

De repente como un rayo la idea llegó a su cabeza ¿Cómo no la había pensado? Era tan obvio; la única solución posible radicaba en el problema mismo y ahora que lo pensaba estaba seguro que precisamente todo el asunto había sido solo para que Mello llegara a la única persona que era capaz de salvar a Matt.

 

Comenzó a correr lo más rápido que pudo, lanzándole las llaves al guardia al pasar sin siquiera detenerse, tomo el elevador esta vez.  Se detuvo en uno de los pisos intermedios, saliendo disparado hacia la habitación que buscaba, vuelta en un pasillo, luego en el otro hasta que finalmente llegó, más cuando estuvo frente a la puerta se detuvo en seco, normalizó su respiración agitada  y dio un último suspiro antes de entrar a la habitación sin tocar. Ahí estaba sentado en el suelo armando uno de sus puzzles sin inmutarse en el momento que escuchó venir al rubio.

 

-Me estaba preguntando cuando vendrías Mello...- dijo un ojeroso  albino despreocupadamente.

 

Notas finales: Bueno gracias por leer y espero aún les guste y sigan con el fancic x_x

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