De repente como un rayo la idea llegó a su cabeza ¿Cómo no la había pensado? Era tan obvio; la única solución posible radicaba en el problema mismo y ahora que lo pensaba estaba seguro que precisamente todo el asunto había sido solo para que Mello llegara a la única persona que era capaz de salvar a Matt.
Comenzó a correr lo más rápido que pudo, lanzandole las llaves al guardia al pasar sin siquiera detenerse, tomo el elevador esta vez. Se detuvo en uno de los pisos intermedios, saliendo disparado hacia la habitación que buscaba, vuelta en un pasillo, luego en el otro hasta que finalmente llegó, más cuando estuvo frente a la puerta se detuvo en seco, normalizó su respiración agitada y dio un último suspiro antes de entrar a la habitación sin tocar. Ahí estaba sentado en el suelo armando uno de sus puzzles sin inmutarse en el momento que escuchó venir al rubio.
-Me estaba preguntando cuando vendrías Mello...- dijo sin voltear a mirarlo siquiera, Mello entró a la habitación cerrando la puerta tras él pero quedándose parado ahí donde estaba sin querer acercarse más al albino.
-Nate... ¿cómo?... ¿Por qué Nate?...- no se le ocurría que decir, sabía que iba específicamente a pedirle que le ayudara pero en ese momento era más grande el sentimiento de reclamo, Near lo miró dejando su puzzle por un momento.
Sonrió.
-¿Preguntas por qué? Vaya Mihael ¿es que acaso no me estas agradecido? Ahora nadie tendrá que culparte de nada, ¿no es eso bueno?- comenzó a jugar con un mechón de cabello mientras sonreía triunfante.
Mello lo miró molesto, entonces él sabía, sabía perfectamente que lo culpaban de traición, ahora lo entendía todo, lo había sabido todo desde un principio pero no dijo nada simplemente porque era de su conveniencia, sabía perfectamente lo que estaba haciendo, se estaba burlando de él; Mello enfureció, atravesó la distancia que los separaba en dos zancadas, lo tomó del cuello de la camisa y le propinó un golpe justo en medio de la cara antes de dejarlo caer.
-¡Deja de burlarte de mi pedazo de pelusa mal parida!- gritó sin pensar mucho en lo que hacía.
Near comenzó a reír como psicópata mientras ensuciaba la manga de su blanca camisa al limpiarse la sangre del labio, miró a Mello triunfante a pesar de la situación en la que se encontraba, a pesar de estar siendo golpeado parecía que fuera eso lo que en realidad había estado buscando, sin querer Near se había convertido en una persona realmente masoquista.
-¿Eso es lo que has venido a hacer Mello, golpearme?- este le dirigió una mirada de desprecio, ni siquiera cuando estaba siendo humillado dejaba de ser tan prepotente- Porque ¿sabes? Eso no salvará a Matt...- ensanchó su sonrisa al hacer énfasis de la última frase.
Una oleada de cólera mezclada con impotencia se apoderó del rubio, no era tonto y sabía perfectamente a lo que había ido a esa habitación y no había sido precisamente para golpear a Near, comenzó a caminar por la habitación nerviosamente debatiéndose entre que hacer o que no, sabía que él era el único que tenía el poder de salvar al pelirrojo así como también sabía que no podría obligarlo a ayudarle sino que él mismo se tendría que humillar a pesar de todo el desprecio que sentía por el albino en ese momento, se detuvo frente a la cama, apretó fuerte los puños y sin mirarle por fin se animó a externar la petición que Near ya conocía.
-Dime que es lo que quieres a cambio de salvar a Matt- el chico de blanca camisa se levantó del suelo para luego colocarse frente a Mello, le dedicó una ensanchada sonrisa y al instante siguiente aprovechó que Mello estaba cerca de la cama para tirársele encima.
-Creo que sabes perfectamente lo que quiero- Mello vio en sus ojos esa mirada lujuriosa que le estaba insinuando los deseos ocultos que hacia tanto el chico albino guardaba, sabía que Near aún sentía ese amor enfermizo hacia él y también se esperaba su reacción pero no por eso dejo de ser desagradable aquella petición, le miró resignado y volteando su cara hacia un lado dejó completamente expuesto su cuello a lo que Near no desaprovechó ni un segundo.
Se lanzó a morder su cuello, lamerlo y besarlo por todas partes dejando todas las marcas posibles, mientras que con sus manos comenzó a repasar con caricias todo el cuerpo del rubio, pasando descaradamente una por su entrepierna acariciándolo por encima de la ropa, mientras que con la otra comenzaba a desabrochar el chaleco negro que llevaba y al conseguirlo su boca siguió con la mezcla de mordidas, besos y demás por todo su pecho poniendo especial atención en sus pezones.
Mello simplemente se dejaba hacer, trataba de llevar su mente muy lejos de ahí pensando que estuviera en otro lugar que no fuera entre las tramposas manos de su examigo, pero a pesar de sus esfuerzos era inútil, no podía dejar de lado el hecho de que alguna vez fue una persona especial y no solo eso, sino que muy dentro de él había un cariño incondicional que nunca se había ido, no podía ignorar esas caricias ya que aunque enfermizas eran la muestra del extraño amor que le tenía, sin querer su entrepierna había empezado a reaccionar lo cual no paso desapercibido por el pequeño albino.
-Vaya Mello puedo ver que lo estas disfrutando- sonrió satisfecho y acarició más insistentemente esa zona mientras continuaba besando su pecho y empezaba a bajar hasta su vientre.
-Nate....aaah...- no pudo evitar dejar escapar un suspiro al sentir su cálida mano-...Nate... ¿por qué... por qué haces esto? - es aludido rió y le miro dejando por un momento la labor de excitar a Mello.
-¿Sigues intentando saber por qué? Ya te lo he dicho todo esto lo hago por ti- entonces su expresión cambio completamente a una más tierna y cariñosa pero sin dejar de ser obsesiva, se colocó a su altura de nuevo, recostándose a su costado y acarició suavemente su mejilla mientras le hablaba a centimetros del rostro - Mihael ¿acaso no lo entiendes? Yo te amo y te he amado desde que fuimos amigos en Wammys y ese sentimiento no cambiará, estoy dispuesto a cualquier cosa para estar contigo, incluso si tengo que quitar a alguien de en medio - de nuevo su expresión mostró ese toque maquiavélico que distaba mucho de ser aquel chico en Wammys, su mano bajo de nuevo al sexo de su amigo y lo apretó con fuerza por encima de la ropa.
-Mnh... Nate no hagas esto, tú no eres así- Mello resistió la sensación excitante que su amigo le ocasionaba, respiro hondo y lo miró con tristeza- este no es el Nate que yo conocí, este no eres tú- su afirmación sorprendió y entristeció al albino que de inmediato dejó de insistir y se incorporó quedando sentado en la cama y dándole la espalda.
-Me duelen tus palabras Mihael.... Yo creí...creí que realmente te hubiera gustado estar conmigo- Mello sintió pena por lo que decía su amigo, era cierto Nate lo quería y tal vez simplemente sus intenciones eran buenas, erradas pero buenas, posó una de sus manos en el hombro del chico y se colocó a su lado.
-Nate, no es que yo no quisiera estar contigo es solo que...- su mirada se volvió aún más triste-... me enamoré de Matt pero... no te preocupes por eso, no planeo estar con él... ya me cansé de lastimarlo tanto pero por favor Nate entiende- le hizo verle directo a los ojos mostrandole una mirada que parecía suplicante - no quiero que muera por favor no hagas esto.
Near retiró su negra mirada de aquellos ojos azules, permaneció callado durante minutos que a Mello le parecieron eterno, finalmente el chico se lo pensó un momento antes de responder.
-Está bien Mihael... si tú me lo pides le salvaré- Mello le sonrió mientras ponía una de sus manos en el hombro de su amigo como signo de gratitud.
-Gracias Nate- fue lo único que atinó a decir.
-Pero...- era demasiado bueno para ser verdad al parecer- ... hay un inconveniente en todo esto- se levantó de la cama y se dirigió hacia la ventana dándole la espalda mientras comenzaba a jugar con su mechón una vez más- no puedo simplemente retractarme de lo que ya he dicho, el señor Aizawa confía en mí pero no creo que sea tan fácil sin pruebas, más si Matt insiste en culparse aún cuando lo defendamos.
Mello lo escuchaba con atención, tenía razón no era tan fácil como parecía.
-Pero entonces como...-comenzó a decir el rubio mientras se ponía de pie.
-Solo hay algo que se me ocurre hacer- le interrumpió el albino volteando su mirada de nuevo hacia su amigo- la única manera de hacer que Matt sea inocente es decir la verdad... tengo que culparte Mello- la afirmación no tomó por sorpresa al aludido ya que era muy natural de pensar algo así, además él mismo ya lo había pensado.
-Bien, supongo que no hay otra opción- dijo con seriedad- pero no me importa morir si así lo puedo salvar.
-Un momento ¿quién dijo que te dejaría morir? ¿Por quién me tomas Mihael?- replicó Nate a lo que Mello lo miró un tanto sorprendido- Voy a culparte a fin de salvarle pero para cuando yo se lo diga a Aizawa tú ya estarás lejos de aquí- dijo esto y se dirigió a un cajón de dónde sacó un celular y una libreta para luego sentarse en la cama una vez más mientras tecleaba el aparato con rapidez - Voy a preparar todo para que viajes lo antes posible a Japón, ahí tengo una mansión donde puedes esperarme mientras yo dejo todo en orden aquí, mandaré un mensaje de texto y aproximadamente en...- miró su reloj- ... 20 minutos debería estar una limo fuera del edificio, deberías ir por tus cosas de una vez y...
-¡Hey! ¡un momento Nate!- dijo el rubio quitándole por un momento el aparato a fin de llamar su atención- Todo esto es muy rápido, que yo me vaya en 20 minutos a Japón o a donde sea, además Matt dijo que se culparía de todas formas.
-Por eso no te preocupes que yo hablaré con él y lo convenceré- afirmó Nate con seguridad- después de todo ahora no tendrá razón para seguirse culpando, su razón era salvarte pero si sabe que has escapado lejos y que no corres peligro me será fácil convencerle de decir la verdad.
-No creo que te sea tan fácil, ya lo intenté- dijo Mello con pesar en la voz.
-Cierto, pero tengo poderes de convencimiento muy útiles con él, además...- su cara se tornó seria yo no dejaré que te maten mi querido amigo- sonrió y Mello por poco le corresponde la sonrisa pero luego recuerda un detalle importante... Demegawa.
-Nate pero... ehm... hay algo más que no puedo dejar simplemente así, verás yo trabajaba para...
-Para Demegawa sama de la organización enemiga- interrumpió Near quitándole el celular a Mello y volviendo a teclear, este chico le miró con ojos como platos, así que Near ya lo sabía.
-Pero ¿cómo es que...?
-Vamos Mello ¿crees que soy idiota? Como no iba a darme cuenta si todo apuntaba a que tú eras culpable y obviamente no actuabas solo, una cosa me llevó a suponer otra y simplemente tuve que sacar conclusiones, pero no te preocupes después del incidente de hace tres días él obviamente se enteró por sus fuentes y no fue difícil simplemente confirmarle que estabas muerto.
-¡¿Qué?! ¿Tú le dijiste que estaba muerto?- preguntó el rubio totalmente sorprendido.
-Así es- dijo el albino aún tecleando- tuve que hacer algunas cosas pero conseguí comunicarme con él y de manera anónima le dije que habías muerto, aunque tomó bien la noticia dado que digamos que ya has cumplido en parte lo que te correspondía y mejor aún que si morías no tendría que pagarte.
-Espera... dijiste que ya he cumplido con la parte que me correspondía? - ¿Cómo sabía tanto? Mejor dicho ¿de qué estaba hablando? ¿A qué se refería con eso?
-Si, ya sabes... pasarle información para robar del cuartel, y por supuesto de seguro lo que quería era que exterminaras esta mafia y si tomas en consideración que el 85% de los trabajadores están cada vez más débiles y enfermos, y además de que el señor Aizawa esta grave, pues yo diría que prácticamente has derrocado ya la organización.
Mello lo miraba incrédulo como sería que sabía todo aquello pero... escuchó bien? El señor Aizawa estaba...
-Nate... el señor Aizawa... está...
-Así es el señor Aizawa está grave, nunca fue muy resistente a las enfermedades- le interrumpió Nate mientras dejaba de teclear y ponía a un lado el celular- es por eso que debes salir de aquí cuanto antes, si además de todo el señor Aizawa llega a morir Kira no descansará hasta verte muerto una vez que yo le diga toda la verdad.
Ambos se quedaron callados mirándose el uno al otro, era increíble como su amigo había accedido a salvar a Matt y no solo eso sino que además le salvaba la vida ayudándole a escapar, Mello no se había equivocado, muy en el fondo su amigo Nate seguía siendo aquel niño que conoció hace mucho tiempo.
- Ya va siendo hora - dijo por fin Near rompiendo el silencio y levantándose de la cama - ve a tu habitación y saca tus cosas, solo lo que consideres más indispensable, una limo te esperará una calle más adelante del edificio, sal por la puerta trasera sin que nadie te vea.
-Entendido- Mello se levantó y se dirigió a la puerta dispuesto a salir disparado hacia su habitación.
- Y Mello... - le detuvo un momento Near haciendo que el aludido se detuviera en la puerta mirándolo - ... apresúrate no vayas a ningún otro lado ya no hay tiempo- entonces su amigo albino le plantó un último beso en los labios parándose de puntas para alcanzarlo - nos veremos en Japón amigo.
Mello miró como su amigo le dedicaba una última sonrisa y así lo hacía él mismo, no se resistió al beso, era lo menos que podía hacer después de que salvara a Matt y a él mismo; salió disparado a su habitación no sin antes decirle "Gracias" a su buen amigo Nate.
Solo en su habitación la sonrisa de Near antes sincera ahora se convertía en una mueca de burla.
-Todo de acuerdo al plan - dijo para sí mismo mientras ahora salía de su habitación rumbo a seguir con la segunda fase de su bien trazado plan, todo iba a la perfección y muy pronto Mello sería solo de él y de nadie más.