Una por una las gotas de agua en aquella fuga se oían caer y hacer eco en el húmedo sótano donde había permanecido desde la explosión en el edificio Aizawa; desde aquel fatídico día en que su mundo se apagó por completo, dejándole un vacio inmenso en su dolido corazón. Le mantenían aún amordazado y atado, ya no sabía cuánto llevaba ahí, tal vez un par de días, o cinco o diez, que mas daba; ahora se encontraba en el piso de alguna celda maloliente, seguramente en alguno de los tantos edificios pequeños que tenía la ex organización Aizawa; se mantenía inmóvil, casi como un muerto, el dolor por la golpiza no había cesado ya que diariamente recibía una nueva, eso sin mencionar que la falta de alimento le mantenía exhausto y sin fuerzas. Pero este sufrimiento no era en realidad nada, hubiera aceptado gustoso pasar por eso y mucho más si con eso hubiera salvado a la persona que, debía aceptarlo, más amaba en este mundo y a la cual le falló, al final no lo pudo salvar.
"No te pude salvar Matt" pensó mientras empezaba a sentirse un tanto adormilado y sus ojos comenzaban a ceder.
´Mihael´
Una voz suave y extrañamente familiar se mezclaba con sus pensamientos.
´Mihael´
Escuchó de nuevo esa voz, seguramente ya estaba delirando, lo supo porque juntamente con la voz justo frente a él, la silueta neblinosa de una persona vestida en un blanco traje le llamaba insistentemente pero con suavidad.
-¿Quién es?- preguntó tratando de distinguir bien aquella forma extraña.
´Mihael aún no es tu tiempo para morir debes seguir´
Esa voz... esa voz la conocía.
-¿Nate? - preguntó sorprendiéndose de lo que él mismo se había dado cuenta.
`Prometí que iba a protegerte y no te dejaré morir aquí de esta manera, debes seguir, todavía hay alguien que te sigue esperando Mihael´
-Nate pero yo... yo te maté... lo siento, lo siento tanto - extrañamente los ojos volvieron a pesarle sin que él pudiera hacer nada para mantenerlos abiertos.
`Ya no te preocupes más por ello´
Antes de cerrar sus ojos completamente distinguió la figura acercándose a él y acariciándole el cabello con ternura.
`Si morí fue porque yo ocasioné todo esto, pero no te preocupes más porque de ahora en adelante yo estaré aquí, junto a ti´
Fue lo último que escuchó el rubio antes de caer en la inconsciencia completamente...
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Despertó un tiempo después, pero tan solo abrió los ojos sin tener la voluntad de moverse, quizá aquello tan solo había sido un sueño y ya fuera eso o no, la realidad es que se encontraba en aquella celda sufriendo un dolor que estaba seguro merecía por todos sus pecados, por eso mismo ya no tenía porque más luchar, tan solo dejaría que todo pasara hasta que llegara su momento de morir.
Un ruido chirriante proveniente de la puerta al abrirse hizo eco en las paredes pero Mello no se inmutó ni hizo ademán de haber notado la presencia de aquel joven que se le acercó caminando lentamente para después golpearle fuertemente en la cara como ya acostumbraba como usual saludo, sin hacer ningún tipo de gesto o queja el rubio simplemente recibió el golpe sin más consecuencia que un hilillo de sangre saliendo de su nariz.
-¿Sabes Mello? Cada día que pasa te ves aún más patético que el anterior, me das nauseas- al hablar hizo una mueca desagradable cual si estuviera viendo lo más asqueroso en el planeta, sin embargo se acercó lo suficiente para retirarle la mordaza sin ningún cuidado como esperando una respuesta.
Mello no contestó, había perdido la voluntad hacia mucho, (o poco... ya no lo sabía) y lo único que atinó a hacer es mirar al chico cobrizo con notada indiferencia.
-¿Entonces no piensas contestar?
Una vez más la respuesta no llegó, tan solo pudo mirar como aquel rubio escupía un poco de sangre debido al golpe sin mostrarle en ningún momento algún signo de querer seguirle el juego; Yagami furioso volvió a patear al indefenso Mello, esta vez en el estómago; le golpeó varias veces hasta cansarse y en ese punto se puso en cuclillas junto a él tan solo para levantarle tomándolo del cuello del chaleco negro y lanzándole una mirada cargada de odio y desprecio le propinó un último y especialmente fuerte puñetazo justo en la nariz.
Tan pronto Kira le hubo soltado y dejado caer al suelo, el rubio se removió intentando mitigar el dolor y recuperar el aliento, mas no por eso hizo una sola mueca de dolor que Yagami pudiera disfrutar; ya no había nada de esa chispa que al cobrizo le gustaba tanto observar, esa que le hacía saber que seguía sufriendo y sufriendo, misma con la que unos días antes le desafiaba aquel rubio ahora sumiso e indiferente.
-¡Bah! ¡No eres más que un patético bastardo! No vale siquiera la pena tenerte aquí para mi diversión, te has convertido en algo menos que una escoria- una vez más no recibió respuesta, el cobrizo caminó por la celda mirando de reojo al desvalido chico a sus pies, ya parecía haber perdido la voluntad de vivir, pues... no estaría mal cumplirle su deseo.
-Bueno, encontraras que soy muy generoso- continuó el cobrizo- ya que tanto deseas la muerte esta noche te la concederé- finalmente un atisbo de atención se notó en los enrojecidos ojos del rubio, que sin moverse de su posición le miró con cierta incertidumbre, Kira rió perversamente al darse cuenta de esto- pero ya has hecho mucho por mi querido Mello, no te dejaré morir tan rápidamente, tendré que devolverte todos los favores.
Finalmente con una risa mucho más maligna el cobrizo abandonó la celda cerrando fuertemente la puerta tras de sí y dejando al rubio con un sentimiento por demás extraño. Si bien era muy cierto, había perdido la voluntad de vivir, pero eso incluso había sido mucho antes de todo aquello, mucho antes cuando aún trabajaba para Demegawa.
En ese entonces nada le motivaba a vivir, simplemente seguía haciéndolo porque aún conservaba esa creencia que le dejó su madre, esa en la que había un Dios que al llegar tu muerte te juzgaría por tus pecados, y era precisamente eso lo que, por más que no lo aceptara, le causaba temor, al final no tenía voluntad para vivir pero le tenía miedo a la muerte, que patético...
Pero... todo eso cambió...cuando a su vida llegó aquel pelirrojo tan insoportable...
Sin darse cuenta se metió en su vida y le dio una razón suficientemente fuerte para mantenerse con vida, esa razón era él, Matt. Incluso en el último momento cuando ya lo veía todo perdido y no tenía ya más fuerzas, se vio obligado a mantenerse, todo fuera por bien esa persona, no importaba tanto lo que le pasara a él mismo, pero ahora... qué más daba... ¿acaso aún le daba miedo la muerte? O ¿tenía realmente tantos deseos de morir ya? Era extraño... por fin iba a morir... entonces porque había algo que le decía que luchara, una pequeña voz interior a la que prefería no escuchar. Finalmente decidió callarla y mientras seguía escupiendo algo de sangre se quedó ahí, en el suelo húmedo esperando su momento que estaba seguro llegaría pronto.
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La preparación para su muerte fue más extraña de lo que pensaba; llegado el momento despertó al escuchar el ruido de la puerta al abrirse y pudo ver como entraban tres de los hombres de Kira, dos le levantaron sin ningún cuidado mientras el otro les hacia alguna especie de seña que Mello no entendió; salieron de la celda, Mello siendo llevado bruscamente por los dos que le sujetaban y el otro al frente como guiándolos. Por primera vez Mello pudo observar el lugar, se dirigieron a un elevador y de ahí unos cuantos pisos hacia arriba, tal vez estaba equivocado pero le parecía escuchar alguna especie de música, como si en alguno de los pisos hubiera una especie de antro o algo así.
Al llegar al piso indicado le empujaron para que siguiera caminando, pasaron por un pasillo largo donde había varias puertas, pasaron aproximadamente 6 de estas hasta que se detuvieron frente a una y abrieron la puerta empujándole dentro después; debido a la fuerza y a su propia debilidad Mello cayó al suelo quejándose ligeramente, al mirar rápidamente a su alrededor notó que era una especie de habitación de hotel, seguidamente uno de los hombres volvió a levantarle y le dirigió hacia lo que parecía un baño, fue entonces que escuchó detrás de él aquel sonido tan familiar de un arma al cargarse, no necesitó voltear para saber que estaba siendo apuntado por ella.
-Desnúdate y date un baño- le ordenó aquel tipo y Mello realmente resignado obedeció sin saber exactamente por qué, quizá estaba esperando una muerte realmente dolorosa y digna, más que tan solo una herida de bala.
Y así lo hizo, se duchó con uno de los hombres vigilándolo, sintiendo la mirada de ese sucio hombre sobre su desnudo y mallugado cuerpo pero finalmente solo terminó de asearse y no dijo más; sin embargo su sorpresa fue que al salir del baño los hombres le tenían preparado algo que de verdad le aterró. Pudo notar las cadenas y aquella especie de collar de cuero negro, así como ese atuendo también de cuero que parecía ser un conjunto de correas que le rodearían el cuerpo terminando en una especie de tanga masculina demasiado sugerente, ahora veía de qué iba todo aquello.
No importándole el arma que le amenazaba ni aquel tipo trató de zafarse, incluso logró golpear al hombre que le apuntaba y hacer que tirara el arma, pero los otros dos hombres claramente más fuertes le inmovilizaron y obligaron a colocarse todo aquello, por lo visto si Kira iba a matarlo se encargaría de humillarle todo lo posible antes de eso.
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Pasó no mucho tiempo cuando por fin vio entrar al cobrizo en la habitación, había tenido que quedarse ahí esperándolo, intentó zafarse pero junto con todo lo que le habían obligado a ponerse estaban una especie de mordaza que tenía más bien pinta de bozal y un par de esposas con los que lo ataron inevitablemente a los barrotes de la cama sin posibilidad de escapatoria alguna.
-Vaya te han dejado bien preparado eh Mello?- su risa por demás burlona y altanera hicieron que por primera vez en ya varias días Mello le dedicara una mirada cargada de desprecio- ah por cierto... eso me recuerda que hay algo que olvidaron colocarte - al rebuscar en su saco Kira le mostró a Mello otro de esos artefactos raros con el que parecía que tenía intenciones de vendarle los ojos, y al estar atado como estaba sí lo hizo sin importar cuánto Mello se retorció para evitarlo.
-Ya verás Mello, te haré que sientas todo el dolor que yo sentí en todo este tiempo- a pesar de no poder observarlo Mello no pudo contener un escalofrío que le recorrió toda la espalda, seguramente conseguiría lo que quería y luego le mataría, no había más para donde escapar.
Sin previo aviso sintió como Kira en un rápido movimiento se posaba sobre la cama justo encima suyo, se removió intentando por todos los medios zafarse de la situación sin lograr mucho en realidad, poco a poco sintió como el otro le empezaba a acariciar primero el torso haciéndolo estremecer y arquear ligeramente la espalda por el roce, movió las piernas intentando golpearlo sin ningún éxito.
-Deja de moverte tanto, si no te resistes tal vez hasta lo disfrutes- escuchó que el otro decía directamente en su rostro con voz por demás perversa y lujuriosa.
Después de acariciar de aquella manera su torso fue bajando lentamente la mano hasta llegar a su sexo, mismo que repentinamente estrujó entre su mano ocasionando que Mello soltara un grito de dolor ahogado por la mordaza, no conforme mientras seguía oprimiendo dolorosamente su parte íntima acercó su boca a uno de los pezones del rubio mismo que mordió salvajemente cual animal en celo a lo que un grito mucho más fuerte siguió siendo ahogado en la garganta de aquel chico.
De un momento a otro mientras intentaba mitigar el dolor sintió como Kira lo jalaba de la correa y tomándolo con fuerza lo volteaba para que quedara con la cara dando hacia la cama y exponiéndole su trasero al pervertido de su agresor; sintió como detrás de él Light se despojaba de su ropa de la cintura hacia arriba y sin perder tiempo se colocó detrás de él para empezar a hacerle sentir la prominente erección.
-Vamos Mello yo sé que esto te gusta- le susurró pegando su torso a la espalda del rubio y acercándose a su oído, luego de eso le mordió fuertemente la oreja y el rubio no acababa de soportar ese dolor cuando sintió la mano del otro tomarle con fuerza de los cabellos ocasionando que hiciera hacia atrás su cabeza.
Viendo Kira que tenía a su disposición el cuello desnudo de Mello se dirigió cual vampiro sediento a morderlo sin tener ningún tipo de consideración; sus dientes se incrustaron en la suave piel y el otro tan solo podía retorcerse e intentar impedirlo, sin embargo solo lograba que el movimiento excitara mas al enfermo que tenía detrás ya que aumentaba considerablemente la fuerza de su mordida. Usando su mano aún libre se encargó de desabrochar su propio pantalón y hacérselo ligeramente hacia abajo junto con la ropa interior de manera que su miembro quedó completamente libre y muy cerca de la entrada aún cubierta del rubio.
Sin perder tiempo y agarrando con fuerza entre sus dientes a su presa también se dispuso a despojarlo de aquella tanga de cuero que aún le cubría, no le costó mucho ya que jaló y prácticamente desgarró la ropa de tal fuerza que aplicó ocasionando también que la parte íntima de Mello saliera afectada dolorosamente por la fuerza con que lo hizo. Así ya no había más obstáculos y Mello lo sabía, sintió a Kira acercarse peligrosamente aún mordiéndolo con fuerza, con toda la fuerza con que fue capaz se removió de tal manera que obligó al otro a retroceder ligeramente y soltarle del agarre de su mordida más no así con la mano que seguía aferrándolo desde los cabellos.
-¡Quieto! Será mejor que obedezcas a lo que te digo- sin embargo Mello continuó debatiéndose debajo sin querer en ningún momento ceder a tal humillación. Aprovechando que le sostenía aún Light empujó la cabeza rubia del chico fuertemente ocasionando que se golpeara directamente de frente con la cabecera, logrando así que por un momento el aturdido Mello se tranquilizara ligeramente; utilizando ese momento el cobrizo removió en la bolsa de su pantalón aún a medio quitar y sacando una pequeña navaja, jalando con fuerza expuso una vez más el cuello del rubio y lentamente acercó aquel aparatito punzocortante a su piel con lo que este al sentirla detuvo todo movimiento.
-Tenía pensado mantenerte más con vida pero algo me dice que de esta manera te disfrutaré mucho mejor.
"Maldito enfermo" pensó Mello, ¿pensaba matarlo y luego fallárselo? ¡Qué repugnante!
-Pues hasta aquí has llegado querido Mello, nos veremos en el infierno.
¡PUM!
El sonido repentino de un arma disparándose se escuchó muy cerca, Kira soltó a Mello de inmediato notando con horror que esa bala había pasado peligrosamente cerca de su cabeza y fue a pegar en la cabecera de la cama.
-¡¿Quién jodidos está ahí?!- se levantó rápidamente de la cama acomodando su pantalón.
¡PUM!
Otro disparo salió, esta vez pudo ver que provenía del otro lado de la puerta del cuarto, entonces a este sonido se le unió el de alguien golpeando la puerta con fuerza hasta que después de algunos intentos finalmente la puerta cedió mostrando a la persona que ahora amenazaba a Light con aquella pistola apuntándola directamente a su cabeza.
-¿Chieko? ¿Pero qué carajos? ¡Tú habías huido!
-Piénsalo dos veces Kira, nadie se mete con Matt y se queda tan campante- la chica de cabellos antes negros ahora mostraba una cabellera pelirroja y miraba al agresor de Mello con notado resentimiento.
-Oh disculpa, ¿me metí con tu queridísimo Matty que ni siquiera te quería a ti sino a un rubio asesino?- contesto sinvergüenza el cobrizo con notada burla entra cada palabra, sin contenerse la ahora pelirroja lanzó un disparo directamente a la pierna del cobrizo que cayó al suelo con un grito de dolor, tomándose la herida mientras empezaba a brotar la sangre, más no por eso dejó su mirada despectiva hacia la chica.
-Te vas a arrepentir de todo Light Yagami.
-Al menos ya hice lo que tenía que hacer con tu Matty- contestó sin pena conteniendo el dolor mientras veía como la chica le apuntaba a la cabeza una vez más con su arma.
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Mello y Chie corrían por los pasillos de aquel edificio intentando no ser encontrados, poco después de salir de la habitación escucharon con claridad como algunos de los guardias de Light ya se acercaban al lugar seguramente siendo la causa el sonido de los disparos; se detuvieron antes de dar vuelta hacia otro pasillo esperando que no hubiera nadie vigilando la zona donde estaban las escaleras ya que era muy riesgoso usar el elevador.
-¿Estás bien Mello? - preguntó ella sin mirarle mientras observaba el alrededor haciéndole una seña un poco después para que continuaran.
-Estoy bien, solo algo cansado- contestó jadeante el chico ahora vestido con la ropa que antes llevara Light, iba caminando tras ella - he pasado unos días difíciles aquí.
-Lo sé, hubiera venido antes pero tenía que ocuparme de alguien- continuó ella abriendo la puerta que daba hacia las largas escaleras blancas, Mello la siguió sin entender muy bien, estaba a punto de preguntar cuando ella le robó la palabra - ¿Mello?
-¿Qué ocurre?- contestó él siguiéndole el paso.
-¿Por qué no me dejaste matar a Yagami?- Mello tan solo veía la espalda de ella pero pudo saber que posiblemente ni ella misma sabía porque había accedido a su petición, mientras él aún se encontraba esposado a la cama y ella tenía a Yagami a su merced- ¿Por qué me pediste que no lo matara?- continuó ella caminando con prisa escaleras abajo pero con cautela.
-Porque si lo hubieras echo te habrías convertido en lo mismo que él es, un asesino- dio eso como contestación a lo que ella bufó como única reacción ante sus palabras - ahora puedo yo saber ¿por qué has venido aquí a salvarme?- preguntó ahora él.
- Eso es fácil Mello... - al contestar esta vez ella se detuvo para mirar al ojiazul que la miraba expectante- eso es porque hay alguien que todavía está luchando para poder verte de nuevo- sin entender muy bien Mello la miró primero interrogante para luego cambiar su expresión a asombro cuando un atisbo de comprensión cruzó por su mente.
-M-Matt?... Él...
Repentinamente escucharon el ruido de varios hombres corriendo hacia su posición y apresurando el paso se dirigieron escaleras abajo.
-Toma esto- sin dejar de correr ella le alargó un brazo para entregarle un sobre cerrado.
-¿Qué es esto?- preguntó él siguiéndole el paso.
-Cuando hayas salido de aquí ábrelo, sabrás que hacer.
Los pasos se escuchaban ahora viniendo desde los pisos más bajos, planeaban seguramente rodearlos.
-Por acá- le indicó Mello entrando por una puerta que llevaba a los pasillos de otro piso.
Siguieron corriendo pero sería muy difícil escapar, ya que seguramente todos los hombres de Light estaban tras de ellos en ese momento, aunque... eso podía no ser tan malo después de todo. Chieko miró a su alrededor, observando por si encontraba cualquier vía de escape, pero al no encontrarla tomó rápidamente la decisión de seguir con lo que ya había planeado horas antes de iniciar con todo aquello.
-Mello, debes seguir adelante, seguramente todos los secuaces de Kira vienen tras nosotros así que yo los distraeré, aprovecha el momento para escapar- habló ella rápidamente y se detuvo- ¡Anda corre!
-¿Estás loca? ¿Cómo pretendes que...?
-¡Has lo que te digo carajo!- le interrumpió ella- de nada sirve que ambos nos quedemos aquí - recuerda que hay alguien que te está esperando.
A Mello le hubiera gustado decirle algo más pero antes sus palabras dio media vuelta y se dispuso a correr.
-Mello!- le detuvo ella momentáneamente a lo que él la miró interrogante- Lo dejo en tus manos - dijo simplemente y se dirigió en dirección opuesta a la de él sacando dos armas con las que de alguna manera pretendía distraer a los guardias.
Él aún la miro irse por un momento deseando con todas sus fuerzas que de verdad fuera cierto y la persona que él estaba pensando realmente le estuviera esperando; hizo lo que ella le pedía y corriendo se alejó buscando alguna ruta de escape aprovechando la distracción que ella le ofrecía, tan solo esperaba que ella lograra salir también.
Mientras tanto, Chieko veía venir la horda de tipos ex mafiosos que se dirigían hacia ella apuntándole con sus armas.
-Espero al menos que esto sirva de algo- se dijo a sí misma y cargando ambas armas las dirigió hacia su objetivo y con un fuerte grito digno de héroe de guerra inició el fuego dándole a varios de aquellos hombres que uno por uno fueron cayendo al suelo; ella dio dos pasos soltando las armas que habían quedado sin balas y sacó otras más que tenía guardadas en fundas atadas a su cinturón, tomándolas de igual manera siguió disparando dando certeramente a varios blancos.
Más de la mitad habían sido reducidos por sus balas, tal vez después de todo si tendría oportunidad de....
¡PUM! ... el primer balazo directo en el estomago.
¡PUM! .... El segundo directo a su hombro empujándola ligeramente hacia atrás.
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! .... Tercero, cuarto, quinto, diez... veinte...
No fue capaz de contarlos cuando las innumerables balas empezaron a atravesar su cuerpo una por una; solo supo que al final el dolor era tal que no podía permanecer siquiera en pie, cayó de bruces golpeándose contra el piso. Su vista se volvió borrosa y casi no distinguía ya nada a su alrededor, tan solo como último pensamiento de aquella mujer estaba el rostro de un chico pelirrojo de ojos esmeralda sonriéndole feliz como en aquellos días en que él aún permanecía enamorado de ella así como ella aun lo estaba de él, sin embargo al final eso...
-No fue... suficiente- y exhalando un último suspiro aquella chica murió por amor a él.
