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THE CURSE------La Maldición de Mello por Betsa

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Notas del capitulo: Wola a todas o todos los que lean 8D!

Bueno aquí esta el capitulo 8, este sí me ha gustado más y de hecho ha sido menos cursi pero bueno para que les arruino la sorpresa mejor lean ok xD

Disfruten! Tuve problemas al principio para subir correctamente el capitulo, en cuanto a los saltos de linea y eso, así que pido disculpas para los que tuvieron dificultad de leerlo. u.u pero creo que ya quedo bien
START AGAIN.

Un nuevo día comienza y los rayos del sol entran por la ventana de un cuarto de hospital, donde un chico pelirrojo está sentado al lado de una cama donde un chico rubio duerme profundamente, Matt mira a Mello dormir “Se ve tan inofensivo cuando duerme” Era extraño que después de todos esos meses Mello hubiera despertado de esa manera tan peculiar.



//-Flash back-//
La mano de Mello se movió poco a poco finalmente apretando levemente las manos de Matt, los doctores estaban sorprendidos por lo que había pasado.
-¡Esto es un milagro!- decía una de las enfermeras mientras el doctor estaba examinando a Mello, su ritmo cardiaco ahora era normal.
-No lo puedo creer…- dijo el doctor- ¡Esto es increíble! Su corazón late normalmente, parece estar reaccionando; ¡no sé como lo ha logrado!-, Chie observaba desde la puerta de la habitación impresionada por el suceso.

En ese momento todos incluyendo a Matt se sorprendieron ya que Mello lentamente abrió los ojos. Fue acostumbrándose a la luz poco a poco y lo primero que vio cuando por fin pudo enfocar fue a ese pelirrojo.

-M…Ma…Matt- hablaba con dificultad y se veía muy débil.
-¡Mello!- Matt sostuvo más fuerte aún su mano y se le veía muy feliz, las lagrimas casi se le salían de la emoción.
Mello al parecer no se había dado cuenta de que le sostenían la mano y miró un poco extrañado cuando Matt la apretó un poco más fuerte.
-Matt…- Mello levantó con dificultad la mano que tenía libre y la acercó al rostro de Matt, tomó suficiente fuerza y le dio un débil pero enérgico golpe en la cara.
-Auch…-Matt le soltó la mano y se llevó una de ellas a la mejilla donde Mello le había pegado, le miró sorprendido por esta reacción, no le dolió tanto en realidad, pero considerando que Mello llevaba 6 meses en cama esa fuerza era de tomarse en cuenta.
-Aún sigues siendo un marica Matt- dijo sonriéndole y Matt sobándose la mejilla le devolvió la sonrisa.
-No puede ser…- susurró Chie para sí misma.

//-Fin de Flash back-//




Total así era Mello, impulsivo, agresivo, temperamental, incontrolable pero finalmente buena persona, a pesar de que lo conoció poco tiempo ahora lo sabía. Después de lo que Mello había hecho esa noche para salvar a esas personas sabía que, aunque nunca lo iba a aceptar, Mello era una persona con un gran corazón y Matt empezaba a sentir real apreció por ese chico.
Los días ya habían pasado y después de un mes Mello se empezaba a recuperar del coma en el que estuvo, sus piernas se habían vuelto débiles y tenía que empezar la rehabilitación para volver a caminar, pero Mello siendo terco como era, a pesar de que le daban determinados horarios para la rehabilitación él siempre quería seguir y esforzarse más de lo que a veces tenía permitido; también había perdido unos kilos así que Matt le llevó todos los días chocolate: helado de chocolate, pastel de chocolate, pudin de chocolate, malteadas de chocolate y sus favoritas barras de chocolate.
Matt pasaba todas las mañanas en la habitación de Mello y por las noches salía para atender nuevas misiones pero siempre cuando amanecía el pelirrojo ya estaba ahí de nuevo. Ambos conversaban bastante, si es que a pelearse todo el tiempo e insultarse el uno al otro era conversar, pero siempre al final cuando Matt se tenía que ir Mello parecía decepcionado, sobre todo si era Chie quien llegaba para llevárselo a una nueva misión, a pesar de sus diferencias siempre que Matt iba a visitarlo Mello no podía evitar sonreír aunque fuera un poco.
A Mello no le caía mal Chie, de hecho la había conocido mucho menos que a Matt para que le cayera mal, pero siempre sintió ese recelo hacía ella por alguna razón, eso sin mencionar que Chie parecía no querer por nada a Mello, siempre que lo veía le dedicaba miradas furibundas y despreciativas pero a Mello le importaba eso igual que un cacahuate.



Ese día Matt acababa de llegar de una misión importante que Aizawa le había encargado y debido a esa misión dejó de ir a visitar a Mello por unos días pero finalmente había cumplido, de todas formas no podía quedarle mal a su jefe y menos ahora que se había ausentado un tiempo debido al estado de Mello, Aizawa solo había tolerado esa situación porque sabía muy bien que gracias a Mello él seguía vivo e incluso estaba dispuesto a dejarlo entrar definitivamente en la mafia como agradecimiento.
Matt estaba muy cansado, la misión había requerido de varios días de espionaje y de un robo de mercancía que una mafia enemiga transportaba para vender, normalmente un trabajo fácil para Matt pero debido a que estaba débil por su enfermedad se había cansado más de la cuenta, sin embargo aunque cansado esos días pasados en que no fue al hospital se sentía mejor, ningún doctor le había dicho la causa de su enfermedad, solo sabían que poco a poco sus fuerzas se habían ido debilitando y que seguían así, así que Matt no podía hacer más que tratar de mantenerse sano pero Chie insistía en que ir a ver a Mello le hacía mal pero él sabía que eso era una idiotez, ¿Por qué iba Mello a causarle una enfermedad? ¡Que tontería! Además ese día no podía faltar, el mismo Aizawa le dijo que fuera al hospital, ese día Mello salía por fin del hospital.
En ese momento Mello se movió, ya había despertado, se estiró un poco y no pareció darse cuenta de que Matt estaba al lado de su cama.


-Mmmm… ¡que bien dormí!- dijo aún sin abrir los ojos- Me pregunto si Matt va a venir el día de hoy…- abrió los ojos.
-Aaaaahhhh!!!-gritó al ver a Matt junto a su cama y Matt se sobresaltó cuando oyó a Mello gritar así.
-¡¿Qué te pasa Mello?!-
-¡¿A qué hora llegaste?!- estaba totalmente rojo y había saltado de su cama.
-En la madrugada…Hace unas dos horas creo…- estaba sorprendido pero de pronto comprendió él porque el rubio había actuado así -¿Qué te pasa Mello? ¿Oí algo que no debiera?- dijo con su típica sonrisa pícara.
-¡Cl…claro que no idiota! Solo que hacía días que no venías y me preguntaba si por fin te habrías muerto- dijo finalmente para tratar de excusarse y volteo hacía otro lado.
-Veo que ya estás muy bien, eso me alegra- dijo sonriéndole, ambos quedaron en silencio durante un momento, Mello tratando de mirarlo con indiferencia y Matt solo sonriendo, aunque Mello no podía ignorar esas enormes ojeras debajo de los ojos de Matt – En fin, el señor Aizawa me ha enviado por ti, quiere verte lo más pronto posible ya que no ha tenido oportunidad de agradecerte lo que hiciste antes, el doctor no ha llegado para darte el alta así que tendremos que esperar un rato a que llegue
-Ojala sea pronto- dijo Mello sentándose en su cama- estoy tan arto de estar aquí, ya estaba a punto de escaparme por mi cuenta.
-¿A punto?- Matt reía- no creas que no me han dicho las enfermeras de tu intento de escape, como siempre tan impulsivo Mello.
-¡Cállate tonto tu que sabes!- dijo lanzándole una almohada acción que más bien le hizo gracia al pelirrojo ya que reía.
-Jaja eso me agrada ¿sabes? Esa personalidad tuya, es tan encantadora- su tono era sarcástico y rio- digo algún atractivo tenías que tener Jajaja
Continuo riendo de la broma que hizo sin embargo se detuvo cuando vi a Mello mirando el suelo y ni siquiera mostrando enojo por lo que Matt dijo, ¡Qué tonto! Se había burlado del atractivo de Mello sabiendo que esa enorme cicatriz que ahora le cubría la mitad de la cara y parte del hombro y la espalda no era precisamente atractiva.
-Y..Yo…Mello lo siento- dijo mirando ahora él hacia el suelo, Mello empezó a reír irónicamente y Matt lo miró.
-No hay problema ¿sabes? En realidad no es mi intención gustarle a nadie, además así es la vida hay cosas que simplemente tienen que pasar y hay que vivir con las cicatrices que quedan.


Matt se sintió muy avergonzado, de por si el día que Mello se vio al espejo por primera vez después de su largo coma había reaccionado rompiendo el espejo y de seguro hubiera golpeado al pelirrojo de tener oportunidad, de no ser porque ese día aún no podía caminar hubiera corrido tras él para desquitarse con alguien, Matt sabía que no era agradable para Mello esa situación, además de que en parte por culpa de él Mello ahora tenía esa horrible cicatriz.

-Bueno, mmm ¿porqué no te cambias mientras llega el doctor?- intentaba sonar lo más natural posible- te he traído ropa nueva, espero te quede y te guste, traté de que fuera del estilo que te gusta, mientras estaré afuera esperando- y se dispuso a salir de la habitación, Mello miró a ese pelirrojo que era tan bueno con él y le causaba pesar mirarlo de esa forma, al caminar se veía débil y había bajado algunos kilos, se veía claramente enfermo, sintió ganas de agradecerle, pero ¡diablos! Su orgullo era grande, se estaba debatiendo entre agradecerle o no cuando…
-Ah! Por cierto- Matt se detuvo antes de salir- te traje un celular nuevo, tiene tu anterior número, pensé que te sería útil ya que… bueno tú sabes el otro se destrozo ese día.
-¡No necesito que estés ayudándome tanto ¿sabes?! Matt creo que puedo cuidarme solo- dijo Mello sin pensar mucho en lo que decía.
-Si si, ya lo sé- suspiró un tanto molesto por la “gratitud” de Mello- en fin te espero afuera y salió de la habitación.

Realmente Mello se sentía muy culpable por ser tan malo con el pelirrojo aún siendo él tan amable con él, pero no podía evitarlo, ese rechazo hacía las personas era natural en Mello, era su forma de mantenerlos alejados para no dañar a nadie pero por alguna extraña razón, por más mal que tratara Mello a Matt, este no se iba nunca y eso a Mello comenzaba a asustarle, en verdad no quería matarlo pero si Matt no se alejaba y Mello quería continuar con su misión, al final Matt tendría que morir.
Mello empezaba a cambiarse de ropa, cuando de repente miró el celular nuevo y pensó que era el momento ideal para hacer esa llamada que llevaba tanto tiempo querer hacer pero no lo hacía porque no sabía de dónde llamar, tomó el celular y marcó ese número ya conocido por él, sonó un par de veces antes de que contestara.

-Mello- dijo una voz ya muy conocida.
-Señor Demegawa
-Ya decía yo que era tiempo de que me llamaras, ya han pasado suficientes meses para que tu “don” hiciera efecto en nuestros contrincantes y no hemos tenido muchos resultados.
-Lo siento señor, han pasado muchas cosas y..
-Sí, lo sé Mello, estás en el hospital- Mello se quedó sorprendido.
-¿Usted lo sabía?
-Sí lo he sabido, tú sabes tengo mis fuentes, pero honestamente no podía hacer mucho ya que si despertabas no podía descubrir nuestro plan porque igual hubieras muerto si te descubrían. Debo decírtelo Mello en esta ocasión no me has sido muy útil, estoy pensando que hacer contigo ahora- ¡Ah no! ¡Demegawa no lo iba a amenazar! Era su jefe pero Mello sabía sus puntos débiles.
-¿Me está diciendo que está pensando en despedirme? (cuando un miembro de la mafia es despedido en realidad significa que le darán muerte porque ya no es útil) Jaja no me haga reír jefe, si usted quisiera matarme ni siquiera hubiera guardado el secreto para mantenerme vivo, tanto usted como yo sabemos que me necesita para este trabajo ya que nadie más puede hacerlo.
-…-
-¿O me equivoco señor?
-Eres listo Mello- el jefe sabía reconocerlo.
- En fin voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar.
-Bien bien ahora nos entendemos Mello
-Sé que este tiempo parece haber sido una perdida en cuanto a lo que mi misión se refería pero no es así.
-Te escucho
-He entablado relación con un miembro de la organización, ese chico que era su guardaespaldas, he obtenido su confianza por lo que me será fácil obtener información confidencial, si usted me da unos meses más yo le daré información que puede serle muy útil a usted, de hecho podría decirle donde tienen mercancía para que usted fácilmente pueda mandar a robarla, y será pan comido si yo le ayudo.
-Mmm interesante… Bien! Trato hecho, entonces como si iniciáramos de nuevo ¿te parece bien? Tienes otros 6 meses supongo que en ese tiempo tu “don” hará efecto y al fin conseguiremos nuestro objetivo.
-La total aniquilación de la mafia de Aizawa- dijo Mello en tono sombrío.
-No pude haberlo dicho mejor, entonces hasta dentro de unos meses Mello- y cortó la llamada.


Mello no entendía su cabeza en ese instante, al momento de hablar con Demegawa había sido frío al planear su estrategia para derrocar la organización de Aizawa, pero en ese momento en que colgó el remordimiento le comía por dentro, al final utilizaría la buena voluntad de Matt para su conveniencia y eso lo hacía sentir mal.
-No- se dijo a sí mismo en voz baja- No puedo permitirme un sentimiento así, además ese chico está muy feliz con esa tal Chieko y si yo me involucró con él de todas formas morirá. Matt solo es un negocio más- concluyó.
Terminó de vestirse y salió de la habitación, Matt estaba con el doctor que ya había llegado y estaba firmando el alta, después el doctor se le acercó a Mello.
-Muchas felicidades chico! Disculpa que no llegara antes a darte el alta, es que lamentablemente una de nuestras compañeras enfermeras ha fallecido ayer en la noche y era una buena amiga- el doctor se veía dolido y triste por el suceso, siendo ese doctor amable como había sido con Mello durante su estancia no pudo evitar mostrar un poco de pena aunque fuera fingida.
-Lo siento doctor… y como ha sido- ya sabía la respuesta.
-Su corazón se había debilitado y dejó de latir, primero le dio una especie de debilidad que no pudimos asociar con ninguna enfermedad, al parecer era totalmente sana de no ser porque sin explicación se debilitó, era una chica que constantemente era débil ante las enfermedades y no aguantó mucho. De hecho mucho de nuestro personal tiene esa misma enfermedad y estamos preocupados por una epidemia, esperamos poder encontrar la razón y tomar precauciones.
Mello pudo notar que el mismo doctor se veía cansado y con ojeras impresionantes, lamentaba haber causado eso en personas que solo le habían ayudado pero como siempre solo pudo resignarse a esa situación.
-De verdad lo siento- finalmente dijo antes de despedirse y salir con Matt del hospital para después subirse en el auto deportivo negro de Matt que ya estaba estacionado en la entrada, Matt puso el auto en marcha y arrancó.
-Toma te traje esto- dijo Matt dándole un chocolate a Mello pero sin mirarlo y diciendo esto de una forma muy fría, seguro seguía molesto por la fala de gratitud de Mello. El chocolate decía “Felicidades” en la envoltura.
-¿Y esto?
-Yo que sé, solo era un regalo… por tu alta- dijo encogiéndose de hombros y quitándole importancia al asunto.
Durante un tiempo ninguno de los dos se dirigió la palabra y así permanecieron un rato hasta que Mello rompió el hielo cuando estaban en un semáforo.
-Matt…
-¿Qué pasa?- preguntó aún sin mirar a Mello.
-Gracias…-
Mello simplemente sintió que tenía que decirlo. Esta vez Matt le miró un tanto sorprendido, sabía que ese tipo de frases no era muy normal en el rubio, no pudo evitar sonreírle haciendo que sus facciones ahora delgadas resaltaran aún más al igual que sus ojeras, mientras Mello lo veía con expresión seria pero avergonzada y tratando de contener una sonrisa. Se puso el verde indicándole que podía seguir y sin más se dirigieron al cuartel general de Aizawa.

En lo alto de un rascacielos de la enorme ciudad una criatura de enormes alas negras, piel blanca y ojos rojos observaba la escena sonriéndolo de forma malévola.
-Jejeje No cabe duda que los humanos son… muy interesantes.

Continuará…


Notas finales: Gracias otra vez por tomarse tiempo de leer y dejar unr review :P

Espero les haya gustado y que sigan leyendo porque viene un personaje que hasta ahora no tenía pensado meter en esta historia y seguro que a más de uno le ha de gustar, en fin gracias a los que me dan su apoyo para que siga el fic.

Saludos a Daru, Vermillion, Dagnarek, Xime, BlackRose y a una querida anonima que siempre me dejan review ^^

Matta ne n.n

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