Se quedo atónito ante tal acto de osadía. Maxirel se había relamido los labios con deseo, con lujuria, de arriba abajo. Estaba jugueteando con su lengua roja sobre sus labios rosados, sin descaro. Había conseguido lo que quería... la gloriosa atención de Alanis… Una sonrisa surco sus labios, la cual enfureció al moreno de sobremanera.
Aquel muchacho desconocido hasta ahora se estaba comportando como un seductor… Seduciéndolo a él…Vio como los labios de Maxirel se abrían y pronunciaban una frase en silencio…“Actos impuros”. Que buena frase aquella. Se le ocurrió una pintura que encarnaría esa frase conque siempre buscaba en sus actos pictóricos. Ni siquiera la había pensando demasiado aquella frase… Tan solo al ver a Alanis, esas palabras escaparon de sus labios. Comenzó a repetirla un poco en su mente. Pero al rato quedo de una pieza cuando vio lo que hacia el moreno. ¡Le estaba sonriendo con sensualidad! Fijo sus grisáceos ojos en los verdes de Alanis. Alanis se movía con desenfreno en el escenario. -Solo déjame ser como soy...-recitaba con sus blancas manos enguantadas de un ligero trozo de encaje negro sobre su pecho, sus caderas y su cintura…- Llévame a un lugar mágico, de deseo, de lujuria...- los grandes ojos verdes se posaron en los del Max, este lo miraba con ganas de más, aunque se le notaba severamente sorprendido y a la vez aturdido por esos actos tan osados.- Los sentidos se me nublan, mi corazón se enloquece...
Permíteme ser así como soy… Solo un poco mas...
La canción culminó con el estrépito de una batería enloquecida, las manos que la tocaban era expertas en ella. El vocalista de Black Metano separo sus ojos de los de Maxirel dejando una mirada lasciva. Se volteo y les sonrió a sus compañeros con ternura, acto que sorprendió al artista sentado a su espaldas. Este pensaba que Alanis era un ser frió, un poco distante con los demás, así se mostraba con sus compañeros de clase y sus fans.
-¡Eres fabuloso, Al!-le victoreó Poul muy emocionado.- ¡Has estado espectacular! Tu voz me es deliciosa...- sentenció con una sonrisa fraternal.
-Es que ese es su don.- susurro Vlad con sus ojos puestos en el vocalista. El pintor se sorprendió de que sus ojos sean de ese color: un rojo sangre, algo poco común en las gentes normales... Pero si lo pensaba bien, ninguno de los que estaban allí, tenían un ápice de normalidad en sus raras vidas. Dedujo que todo puede ser posible. Si un chiquillo como Alanis podría ser tan bueno, ¿por que no podrían pasar cosas mas inhóspitas en esa banda?- Alanis jamás podría ser malo en alguna presentación, por mas de que tenga un solo espectador...- la voz era tan espectacular para los oídos del castaño... Era una voz profunda, ronca pero con toques de cierta dulzura.
-Hey...- comenzó un poco sonrojado el moreno gótico.- No es para tanto...- se rascó la cabeza un tanto apenado por tales elogios que recibía de sus amigos.- Pero déjenme decirles que hoy vine muy inspirado.- acto seguido le dirigió una mirada de dudosa procedencia al Max. Este se sonrojo levemente.
-Joshua...- hablo Rex sacándose la correa de la guitarra azul eléctrica. Este le miró de mala manera, se sabía de memoria que cuando el guitarrista lo llamaba por su nombre completo y con ese tono de voz, le pediría algo.-¿Qué deseas?
-¿¿Vamos a comprar algo??-rogó con impaciencia.- Tengo mucha sed... y hambre también...
-NI EN TUS SUEÑOS.-sentencio fríamente.- Hoy me quiero quedar con mi vocalista...-le dirigió una mirada al moreno. Este le sonrió.
-Vamos, Josh...-pedía Rex, que se había acercado al baterista y le rogaba de rodillas con las manos juntas. Para complementar, un puchero y los ojos nubladitos, expresión de perro desamparado y mojado por la fría lluvia de invierno.
-Ahora que hablan de comida...- comenzó Poul con mirada pensativa.- se me antojan unos bollos salados...- su mirada era la de un soñador.- Un delicioso helado de kiwi granizado...con, con, con salsa de mango por arriba... y de postre: un rico plato de fideos con salsa banca y roja... y una Coca-Cola con una rodaja de limón. AH! Y ya que me acuerdo, Vlad me debe las papas fritas con sabor a pescado. ¡Las quiero ahora!- (si se pudiera ilustrar la escena, Poul estaría babeando toda la estancia sin consideración alguna, con un globo sobre su cabeza que mostrara todas esas... ¿comidas?... como el las quiere: o sea todo un desastre).
Los demás le miraban asqueados. El apetito de su segundo guitarrita era abrasador, por no decir asqueroso, ya que todo le cae bien y todo le gusta. Para colmo, Poul era de contextura pequeña, medía unos centímetros más que Alanis y sus cuerpos eran parecidos… Nadie sabía de dónde sacaba tanta energía y tanta hambre.
-A mi me entraron ganas de tomar un Speed...- argumentó Vlad dejando el órgano y acercándose al grupo.- Si no me molestas, te comprare lo que quieres...- le indico a Poul.- aunque lo negara, Vlad adoraba consentir a su amante…
-¡¡¡AHHHHHHHHH, VLADDDDDDD!!!- exclamó abalanzándose sobre el de levita roja, tirándolo al piso de madera empolvado del escenario. - No sabes cuanto te quiero...- le declaro con una sonrisa de niño pequeño. Los lentes que tenía habían volado junto con ese porte de gran músico que tenia. Ahora sí salía a relucir la verdadera personalidad de Poul.
-Por supuesto que lo sé...- dijo con una vena ciertamente hinchada en la frente.- no más que el helado de dulce de leche con crema de vino tinto.
-¡¡Claro que te quiero más!!
-No seas pesado, Poul...
-¿¿Insinúas que estoy gordito??- preguntó con lagrimones en los ojos.
-Si tu lo crees así, es por que realmente lo eres...- soltó con una sonrisa torcida, adoraba enloquecer al guitarrista.
-Que mala persona que eres...-le dijo llorando a borbotones como un chiflado…- ¡Yo que te digo que te quiero mucho! Y tú que me maltratas con tanto fervor...
-Te maltrato con cierta razón...-se incorporó junto con el llorón sobre sí. Con una mirada fraternal, más que fraternal, tierna y enamorada, le acarició las greñas cobrizas. Poul paró de llorar por el tierno contacto.-Sabes que te quiero...-el otro sonrió emocionado.- Pero no te soporto a veces...-le sonrió.
-Yo no voy.-sentencio Joshua parándose de la sillita de la batería.
-Josh...-le susurro Alanis, el albino le miró.- ve con los chicos...
-Pero yo me quiero quedar contigo...- dijo arqueando las cejas.
-No te preocupes...-le dijo con tono tranquilizador.-... además, hoy es viernes...
El pálido rostro de Joshua adquirió unos tonos carmín en sus mejillas. Le sonrió picaramente al gótico y se acerco al grupo que hacía todo el escándalo.
-¡¡BIEN, BIEN, YA BASTA DE TONTERIAS Y VAMOS A COMPRAR!!-exclamo eufórico empujando a todos sus compañeros fuera de allí.
-¡Nos vemos!-le dijeron a Alanis y Maxirel.
“Además, hoy es viernes....”
“¿Que clase de frase era aquella? ¿Que le había insinuado Alanis al albino aquel? ” Pensó Maxirel con descaro. Una idea se le hizo presente, que la verdad, le disgustó de sobremanera.
Continuara...