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El fin de semana de Eiji por EijiTonks

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Notas del capitulo: Viva la Strongest y Golden Pair!!!!

 Llegaron ya cerca de la media noche a su destino, el pelirrojo había encontrado su celular abajo del asiento y se imagino que había ido a parar ahí cuando se cayó cuando el padre de Fuji freno y descubrieron que había otro invitado; al llegar a la ciudad Eiji vio con emoción las calles de la ciudad, el señor Fuji condujo unos minutos mas y al fin llegaron a una casa grande de dos pisos, la cual tenía una reja grande de color negro y una amplia terraza así que apenas se estaciono el señor Fuji bajaron de la camioneta y empezaron a llevar el equipaje al interior de la casa. Aunque no había nadie en la residencia esta parecía muy bien cuidada, entraron en la casa y de inmediato se dispersaron en la casa para dejar las cosas en sus respectivas habitaciones los únicos que se quedaron en la planta baja fueron Fuji y Eiji, ya que la habitación del castaño se encontraba en esta y no en el piso superior.

 

-¿Quieres darte un baño antes de dormir? –pregunto Fuji buscando entre su ropa.

 

-Nya, creí que nos quedaríamos viendo películas –dijo Eiji haciendo puchero.

 

-Pero no compramos ningún anime o película, y las películas que yo tengo son de terror y esas no te gustan –dijo Fuji tomando una toalla.

 

-Pero yo traje mi disquera, nya, tal vez haya algo que podamos ver.

 

-Eres un gato precavido –dijo Fuji alborotándole el cabello.

 

-No hagas eso… ¿dónde está el baño? –pregunto Eiji pues tenía calor y quería ducharse.

 

-Hay tres baños, el de la habitación de mis padres, uno aquí abajo el cual usare cuando Yuuta salga y el de arriba –dijo Fuji dándole una toalla.

 

 Fuji salió de su habitación para ir a molestar a Yuuta para que ya saliera del baño, mientras el pelirrojo abría su mochila y sacaba de esta su pijama, tomo el pantalón de esta y una playera delgada que Fuji le había dado, una vez que tuvo lo que necesitaba salió de la habitación, paso a un lado de Fuji que aporreaba la puerta para apurar a su hermano y subió al segundo piso para darse un refrescante baño.

 

-Qué rica está el agua –dijo Eiji bajo el chorro de agua.

 

 Eiji estaba bajo el agua fría, pero eso no le molesto en lo absoluto ya que con el calor que hacia resultaba muy refrescante bañarse con agua fría pero no todo podía ser tan bueno para el gato ya que cuando se estaba enjuagando noto que de la regadera cada vez salía menos agua y el pelirrojo abrió los ojos justo cuando vio que de la regadera solo salían unas cuantas gotas.

 

-Nya, esto no puede ser –dijo Eiji abriendo toda la llave.

 

 Eiji se había quedado a medio enjabonar y no dejaba de ver la regadera con algo de frustración, ¿ahora qué podía hacer?, cerro la llave y se quedo sin hacer nada por unos minutos tratando de pensar que podía hacer, pues no quería ponerse a gritar que no había agua y molestar a los Fuji, probaría de nuevo abrir la llave tal vez y tendría suerte para poder terminar de bañarse, sino tendría que quitarse el jabón con la toalla y salir con el cabello lleno de espuma. Aguardo unos momentos con los ojos cerrados rogando con todo su ser que el agua saliera, entonces empezó a oír un ruido y luego el agua salió.

 

-Hoi, hoi que suerte –dijo Eiji saltando.

 

 Eiji se resbalo mientras saltaba y estuvo a punto de caerse pero logro sostenerse de la pared y evito caerse de sentón, se enjuago y enjabono otra vez para estar bien limpiecito pero pareció que el gran, gran señor del karma quería divertirse a expensas suyas y se quedo otra vez a medio enjabonar; bufo frustrado por su suerte y dejo la llave abierta convencido de que el agua volvería, afortunadamente no tuvo que esperar tanto como la vez anterior y en cuanto llego el agua otra vez termino su ducha lo más rápido que le fue posible porque no quería quedarse sin agua una tercera vez.

 

-Estas cosas solo me pasan a mi –dijo Eiji secándose.

 

 Una vez que estuvo seco se puso el pantalón del pijama, el cual era de un tono azul parecido al del Seigaku y con dibujitos de medias lunas y estrellas, el pelirrojo sabía que era un pijama ridículo pero era muy cómoda, se puso la toalla en la cabeza y bajo para ir a la habitación del castaño.

 

-Esta rica el agua, ¿no crees? –dijo Fuji al verlo entrar.

 

-Nya, está bien fresquecita… ¿te quedaste sin agua? –pregunto Eiji con duda.

 

-No, para nada, ¿por qué?

 

-Por qué yo me quede sin agua a medio enjabonar, nya –dijo Eiji cruzado de brazos.

 

-Gato esas cosas solo te pasan a ti –dijo Fuji riendo –¿qué onda con tu pijama?

 

-¿Qué?, se que es ridícula pero es muy cómoda, nya –dijo Eiji haciendo puchero.

 

-Tranquilo gato, vamos a cenar y luego vemos una película, ¿vale? –dijo Fuji abriendo la puerta.

 

 En pocos minutos ya los Fuji estaban reunidos en el comedor junto con Dan, que ya le había hablado a sus padres para informales donde estaba y para sorpresa de Eiji la hermana del tensai ya había llegado en lo que se metió a bañar, fue una cena tranquila pero el pelirrojo no podía apartar la vista de lo que estaba cenando su amigo, pues su cena constaba de una extraña mezcla de doritos con salsa y chocolate, en verdad que no entendía el extraño paladar de su amigo y no quería aventurarse a probar a que sabia esa cosa rara.

 

-¿Cómo puedes comer eso?, es asqueroso –pregunto Eiji viendo con aprensión esa cosa.

 

-Pero si está muy rico –dijo Fuji comiendo otro nacho.

 

-Es cierto –dijo Yumiko tomando un nacho del plato de su hermano.

 

-Deja, prepara tus nachos –dijo Fuji al ver que su hermana le quitaba su plato.

 

-Tengo que preparar una presentación así que esto me ayudara a mantenerme despierta.

 

 Después de cenar se fueron a sus habitaciones, los chicos de iris azules se fueron a la habitación del castaño, mientras que Yumiko se quedo en la sala preparando su presentación para el trabajo; Fuji saco su lap-top y la prendió para ver un rato películas con el pelirrojo.

 

-No tengo DVD aquí así que usaremos mi lap –dijo Fuji acostándose.

 

-Hoi, hoi, como digas, quiero estar despierto toda la noche –dijo Eiji acomodándose.

 

 En menos de una hora el pelirrojo se había quedado dormido abrazado a chibi-Diagoro, el castaño se fijo que su amigo se había quedado profundamente dormido, así que apago su computadora y salió a la sala para tratar de ayudarle a su hermana, ya que aun no tenia sueño, y dejo al gato hecho bolita bien dormidito.

 

Eiji despertó algo aletargado y escucho ruidos afuera, estaba solo en la habitación así que el castaño ya se había despertado, se sentó en la cama y se tallo los ojos y después de estirarse cual gato que era salió a la sala, donde encontró no solo al tensai sino también a Yuuta y Dan, mientras que Yumiko continuaba trabajando en su computadora pero cada cierto tiempo se quedaba viendo la televisión, distrayéndose de lo que se suponía que tenía que hacer; el pelirrojo saludo a todos y se fue a sentar a la sala junto con los demás.

 

-Voy a ir a comprar la comida, ¿me acompañan? –pregunto Yoshiko.

 

-¿Podemos pasar a ver a Saeki? –dijo Yuuta sin apartar su vista del televisor.

 

-Claro, así aprovecho para platicar con su madre.

 

-¿Vienes gato? –dijo Fuji levantándose.

 

-Nya, claro pero préstame algo de ropa –dijo Eiji.

 

 Los que estaban en la sala aun en pijama fueron a cambiarse, el castaño le prestó una playera y una bermuda. En pocos minutos estuvieron listos y salieron tras la madre de Fuji quien decidió no llevarse el auto así que caminarían, después de un rato el pelirrojo ya estaba algo cansado pues el calor hacia que su resistencia disminuyera, también el pequeño Dan se veía algo cansado, exceptuando por los Fuji que se veían acostumbrados al calor de la región.

 

-Quédense aquí, yo no tardo y así se compran un helado –dijo Yoshiko deteniéndose.

 

 Los muchachos vieron entonces que se había detenido frente a una heladería y Eiji estuvo a punto de saltar de felicidad, la madre de Fuji los dejo ahí entonces prometiendo que no tardaría; entraron a la heladería y se dirigieron al mostrador para pedir sus dulces.

 

-Chocolate, chocolate, chocolate –decía Eiji dando saltitos.

 

-Creo que eres adicto a eso –dijo Yuuta arqueando una ceja.

 

-Como le digo a mi mamá: no fumo, no bebo, no me drogo así que déjame mi único vicio, el chocolate –dijo Eiji dejando de saltar.

 

 Pidieron sus conos de helado y se sentaron en la ventana a la espera de la madre de Fuji, entonces el tensai se empezó a reír pues veía que el pelirrojo tenía un pequeño problema, ya que su helado se estaba derritiendo bastante rápido y como consecuencia quedo todo batido al tratar de apurarse a comer su helado.

 

-No sabes comer helado, Eiji –dijo Fuji comiendo su helado con toda la calma del mundo.

 

-Nya, no es mi culpa que esta cosa se derrita tan rápido –dijo Eiji todo manchado.

 

 Yuuta le paso una servilleta para que se limpiara, mientras que Dan trataba de aguantarse la risa, una vez que terminaron de comer su helado se quedaron esperando a la madre de Fuji, quien no tardo en llegar con un par de bolsas que por supuesto sus hijos se apresuraron en tomar y luego de que la propia señora Fuji también tomara un helado se dirigieron a la casa de Saeki.

 

-Pasen, pasen, me da mucho gusto verte Yoshiko –dijo la madre de Saeki al abrir la puerta.

 

 Los jóvenes pasaron y de inmediato se dirigieron a la habitación de Saeki, mientras que las madres se quedaban platicando, el sub-capitán del Rokkaku se vio sorprendido pues los chicos entraron en su habitación y lo encontraron con una cosa verde en la cara de inmediato salió directo al baño tapándose la cara, Eiji estaba que se moría de la risa por dentro junto con Dan, mientras los hermanos Fuji se miraban entre si algo extrañados ante lo que habían visto, cinco minutos después Saeki volvió y pretendió que nada había pasado. 

 

-Disculpen el desorden –dijo Saeki recogiendo algunas cosas –es que mi hermanito ya se está extendiendo hasta mi habitación.

 

-Descuida –dijo Fuji sentándose en la cama –¿tienes cartas?

 

-Por favor acabo de recuperarme de la última vez, me dejaste sin nada –dijo Saeki sacando un mazo de cartas de su escritorio.

 

-No apostaremos en esta ocasión –dijo Fuji tomando las cartas y barajeando –¿juegan?

 

-Sabes que si, será entretenido –dijo Yuuta acomodándose.

 

-Nya, yo también quiero jugar –dijo Eiji echándose en la cama.

 

-Yo solo veré –dijo Dan sentándose detrás de Eiji.

 

-Qué alivio que no apostaremos, quiero tener mi mesada completa –dijo Saeki.

 

-¿Eres tan malo?, nya –pregunto Eiji con curiosidad.

 

-Claro que no, es que Fuji es demasiado bueno –dijo Saeki algo ofendido.

 

-Pero no logro ganarle a Tezuka, es demasiado bueno –dijo Fuji tras un suspiro.

 

-Ah sí, Tezuka –dijeron en voz baja Yuuta y Saeki, volteando los ojos.

 

-A mí me gusta jugar contra Kaidoh, nya –dijo Eiji con entusiasmo.

 

-Por qué siempre le ganas –dijo Fuji repartiendo.

 

-Es que con él hay de dos, o yo soy muy bueno o él en realidad es muy malo –dijo Eiji tomando sus cartas.

 

-¿Cuántas veces le has ganado? –dijo Yuuta tomando también sus cartas.

 

-Pues no sé, nya, la última vez perdí la cuenta después de ganarle quince veces seguidas.

 

 Se entretuvieron un buen rato jugando cartas, el pequeño Dan de vez en cuando hacia ciertas expresiones al ver las cartas de Eiji, el cual comprobó que Fuji era muy bueno pero logro ganar algunos juegos, al igual que todos que al menos ganaron un juego, pero el pelirrojo tuvo la impresión de que el tensai no estaba jugando para nada en serio de lo contrario hubiera barrido el suelo con ellos; el celular de Fuji empezó a sonar y todos pudieron deducir de quien se trataba al ver la sonrisa del castaño.

 

-Mitsu, que bueno que llamas –dijo Fuji sonriente.

 

-¿Acaso ese cuatro ojos nunca lo deja en paz? –murmuro Saeki de mala gana.

 

-Comparto tu opinión Saeki, en verdad que no se qué le ve –dijo Yuuta de igual manera.

 

-¿Quieres que te pase a Eiji? –dijo Fuji con algo de sorpresa.

 

-¿Nya? –exclamo Eiji igual de sorprendido.

 

 Aquello no lo podía creer, lo último que esperaría era que Tezuka pidiera hablar con él, de Oishi no le extrañaría en lo absoluto, es mas esperaba que al menos le mandara un mísero mensaje, el castaño le extendió al pelirrojo su celular indicándole que el capitán esperaba que contestara.

 

-¿Tezuka?

 

-Kikumaru, ¿cómo estás? –dijo la grave voz de Tezuka.

 

-Bien… esto es raro –dijo Eiji con duda.

 

-Entonces hablare sin rodeos –dijo Tezuka con seriedad –el pelos de panda está ahí, ¿verdad?

 

-¿Quién? –pregunto Eiji sin comprender.

 

-Saeki, solo contesta sí o no.

 

-Si –dijo Eiji de inmediato.

 

-De acuerdo, entonces tú te encargaras de que ese pelos de panda no se quede solo con Fuji.

 

-¿Qué?

 

-Si no haces lo que te digo correrás doscientas vueltas, ¿quedo claro? –dijo Tezuka amenazante.

 

-Si –dijo Eiji con un hilo de voz.

 

-Pásala bien entonces ahora… pásame a Fuji –ordeno Tezuka.

 

-Está bien.

 

 Eiji le paso el celular de nuevo a su dueño mientras trataba de procesar lo que acababa de ocurrir, ahora tendría que estar de chaperón por ordenes de Tezuka y no dejar que Saeki se le acercara más de lo necesario al castaño, por lo que maldijo al gran, gran señor del karma.

Notas finales:

 Bueno aqui esta el capitulo, a pesar de que solo fue un fin de semana el fic me salio de seis capitulos, seis!!!, crei que no lo terminaria, pero puse casi todo lo que ocurrio y de lo que me hicieron, bueno ya me estoy saliendo de tema. Espero que les guste y dejen reviews!!!


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