One-Shot 01: ¿Lealtad?
Cuchicheos, chismes, rumores; los escuchaba a la perfección y aunque no pudiera oír aquellas palabras aún así su contexto era ya conocido. ¿Quién rayos lo dijo? No sabía, y fingía que el asunto en sí no le importaba. Aunque prefería desviar la mirada a recordar lo que tuvo que hacer para llegar a donde estaba ahora.
-Luces bien, Gilbert-kun... ¿o debería llamarte Raven? Tal y como lo hacen en Pandora.
¡Justo lo que le faltaba! Xarxes había hecho acto de aparición, siempre tan oportuno.
-Nunca cambias.
Brake estiró los labios aún más.
-La gente sin corazón nunca envejece.
Continuaba allí, incluso se aventuró a sentarse a su lado en esa solitaria banca.
-¡Cállate y desaparece! -llevó una de sus manos al rostro, rogando por que en verdad esa visión tan molesta se esfumara con solo desearlo.
-Veo que tu sentido del humor no ha cambiado, Break esta tan feliz~.
Ese tonó tan meloso y detestable. Junto las cejas, ¿seguía siendo tan fácil de molestar? Ni una palabra más, intentar ignorarlo era lo mejor que se le ocurría en el momento. Pero por supuesto, decirlo era más fácil que hacerlo.
La ligera risa de Xarxes era lo único que escuchaba además del canto de las aves. Unos minutos en un preciado silenció comenzaron a alegrarlo hasta que nuevamente Break habló. Se limitó a escuchar cada palabra que la despreocupada voz del mayor denotaba. Entonces salió el tema de su apreciado amo, la cabeza comenzó a punzarle, no quería recordar esa noche de lluvia.
Por su debilidad, por su ingenuidad, todo fue su culpa. No haber podido protegerlo cuando se juro hacerlo. El de cabellos claros cesó al mirar el estado de Gilbert, su sonrisa se desvaneció dando paso a una mueca seria.
-He querido preguntarte esto desde antes -la curva en su boca volvió- ¿por qué eres tan devoto a tu amo?
¿Por qué? Tal vez ni él mismo lo sabía del todo, la respuesta se hizo evidente tras que el dueño de Emilie continuó.
-Esa devoción tuya... -un misterioso brillo apareció en su único ojo- no, más bien, aquel cariño, esos sentimientos son de corazón noble pero es algo anormal para mí.
Se sintió atrapado, siempre se había hecho la misma cuestión infinidad de veces y llegaba a un único resultado. El cariño, admiración y respeto terminaron por volverse poco a poco en algo mucho más fuerte, pero era casi seguro que esos sentimientos solo fueran de un lado y no de ambas partes.
Aún así se conformaba con estar a su lado, con servirle y cuidarlo desde ese rincón en el que posiblemente no era más que un amigo. De repente se levanto, ya tenía suficiente. Era obvió que Break lo sabía, o por lo menos sus conjeturas no estaban lejos de la realidad.
-Piensa lo que quieras, aún así yo...
-Te daré un consejo -la amplia sonrisa sorprendió al moreno- un corazón leal puede volverse una espada de doble filo -levantó el brazo señalándolo, sentenciante-algún día apuñalara aquello que es tu tesoro -disfrutó ver su expresión incrédula ante sus palabras- abre bien los ojos o algún día... -su mano tocó con cuidado la mitad izquierda de su rostro, su semblante siempre alegre y desinteresado cambió a uno melancólico, quizá hasta agrió - terminarás igual que yo.
Gilbert apretó los puños y rechinó los dientes, no escucharía más.
-Siempre hablando con acertijos, con cosas que no entiendo -sin más se marchó ante la atenta mirada de Xarxes.
-Tan ingenuo e inocente -susurró para sí llevando una paleta a su boca que, como de costumbre, pareció sacar de la nada; la misteriosa sonrisa que formó tras un silencio sepulcral le provocó gracia al recordar la razón que la creó- bueno, supongo que el amor provoca eso.
[Fin: ¿Lealtad?]