Comenzando a Amar
Caminaba por la calle, no habia mucho que observar, las calles iluminadas por los desgastados faros, algunos autos pasaban a altas velocidades creando rafagas de aire que hacian que su chaqueta y cabellos se movieran de forma violenta.
Cruzo la calle, del otro lado le esperaban las prostitutas que sin una pizca de verguenza les ofrecian sus servicion, aunque claro, no era de sorprenderse, su apariencia sin duda atraia a muchos a satisfacer sus deseos carnales mas bajos. El de ojos grises esquivo sin problema alguno a un hombre que iba en un severo grado de embriagez. Suspiro pesadamente, no estaba tan ambriento ni desesperado como para atacar una persona en ese estado tan lamentable. Escucho un disparo y corrio en direccion a donde provenia el dichoso ruido, giro en direccion aun callejon y se encontro con la esena de una mujer que se convertia lentamente en cenizas y un joven de cabellos negros que bajaba su arma.
- ¡Near!, Crei que no vendrias -
- Yo tambien creia eso L - Le dijo acercandose lentamente. L, un joven de aparentemente diez u once años mayor que el. De cabellos y ojos negros, bajo los cuales habia un par de notadas ojeras. Su tez palida era sumamente parecida a la de Near. - Es solo que....creo que por fin a vuelto....- L se quedo callado.
- ¿Quieres buscarlo? -
- No, nos encontraremos cuando llege el momento -
- Entonces...Nos vemos -
El albino le sonrio y se fueron caminando, a paso lento pero seguro, no sin antes de que L volviera a cargar su arma, por si acaso, una persona nunca sabia lo que podia pasar en una noche obscura de luna llena y mucho menos cuando tu compañero y amigo era un vampiro, quien sabe, bien podria terminar todo en un delicioso festin.
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Una sombra iba vagando por las calles, buscando, buscando, mirando quien posia ser una buena presa, una presa perfecta, se quedo en las sombras de una solitaria esquina, miro el cielo. La luna, tan granfe, ¿Porque siempre que la veia los recordaba?
-fb-
- ¿Adonde vamos? - Decia el peliblanco siguiendo al mas alto.
El sol ya se ocultaba en la ciudad, los rayos del sol daban un contraste naranjizo en algunos lugares y calles. Mello se quito el gorro de la chamarra y miro a Nate.
- Te tengo que enseñar muchas cosas -
- ¿Que cosas?¿Que tal si es otra de tus mentiras? -
- Yo no te menti - Le contesto volvienod a caminar, jalando de la mano al albino que se resistia un poco a caminar, mientras que con la otra se volvia a poner el gorro.
No hablaron en un buen rato, no hasta que el sol se oculto totalmente, dejando las calles obscuras, caminaron un poco mas hasta un parque, un lugar en donde el de ojso grises jamas habia estado. Poco despues de que llegaron, Mello tomo delicadamente su mano y lo condujo hatsa una banca, donde ambos se sentaron.
- ¿Como te sientes? - Le pegunto entre tranquilo y preocupado y despues beso la palma de su mano.
- Solo un poco mariado - Se onrojo.
- ¿Y no tienes sed? -
- ¿Sed?, ahora que lo dices...siento un poquitito de sed - Le aclaro. - ¿Porque? -
- Hoy te enseñare lo mas importante, conseguir tu alimento -
Un escalofrio recorrio la espalda del albino cuando entendio a lo que se referia con la palabra alimento. De manera inconsiente nego lentamente con la cabeza, aterrado, mientras el rubio lo miro seriamente y le tomo de la nuca, acercanod sus rostros.
- Tienes que acerlo...- Nate estaba a punto de negar nuevamente. - ...O si no moriras -
Se quedo quieto mirando directamente a los ojos verdes. Mello acero totalmente sus rostros y le beso. Se levanto, junto con el menor, se diriguieron a una rea del parque mas obscura, dejo a Nate junto a un arbol, sentado, mientras el se quedaba de pie, vigilando el camino empedrado y poco a poco comenzarona escuchar pasos acercandose, la miraa del menor era de triztesa, poco a poco entendia un poco mas la situacion, el destino de esa persona ya estaba marcado. Los ojso de Mello parecieron brillar mas en la obscuridad, como los de un gato acechando, Nate sintio un fuerte estremecimiento que le obligo a ponerse de pie, una uerte oprecion le atravezo el cuerpo.
Una mujer, sola, iba caminando, teni cabellos cortos, gafas, un sueter color azul cielo, una falda que le llegaba un poco mas abajo de la rodilla y unas botas, su cuello iba cubierto por una bufanda morada y en su hombro una bolsa de piel cafe. Caminaba muy tranquilamente, sin saber que dos jovenes la seguian en silencio entre las sombras muy discretamente. Fue cuendo se escucho el sonido de las hojos moviedose, ella se detuvo un momento, mirando en direcciona donde el sonido creia habia provenido.
- Una ardilla, diven que ultimamente hay muchas - Dijo, apretando un poco mas su bolso por el nerviosismo y reanudando el paso.
Mello fue el primero en salir de entre los arbustos, impidiendo el paso a la mujer, esta, al sentir el peligro retrocedio un paso y se giro, buscando huir de ese lugar, pero se llevo la sorpresa de ver al albino, quien la miraba sin saber que hacer, un con la mirada triste y seria. El rubio la tomo de los hombros, esta giro la cabeza horrorisada, retiro con su mano la bufanda y aprovechando el panico levo su boca hasta el area descubierta, mordiendo con fuerza y bebiendo la sangre que omenzaba a correr. apartir de ahi todo fue rapido, la mujer s tenso y sintio un punzante dolor, la bufanda callo al suelo y poco a poco ella se fue desvaneciendo hasta quedar inerte en los brazos del rubio y Nate que solo miraba aterrorizado. Mihael separo su boca del cuello, dejando correr uno hilos de sangre por las pequeñas heridas y miro al otro.
- Ven -
El de ojos grises pudo notar cierto estraño brillo rojizo en los ojos del otro, pero el olor a sangre le atrajo irremediablemente y se acerco a paso inseguro.
Con la punta de la lengua quito el rastro de sangre, inseguro, pero al descubrir el agradable sabor de esta comenzo a beber sin reparo la sangre que quedaba en aquel cuerpo que poco a poco comenzaba a enfriarse. En cambio Mello, miraba con una sonrisa la escena, los ojos de Nate brillando, sus labios tornandose mas rosas producto de la sangre que corria por ellos en esos momentos y despues, separandose de golpe, al caer en cueta del acto atreoz que habia cometido, callo de rodillas al piso con lagrimas en los ojos.
El rubio dejo el cuerpo de la mujer en una banca, caminando en direcciona a Nate, se quedo a su lado, quitando las lagrimas con su mano y limpio el hilillo de snagre que corria por la comisura de sus labios.
- No te sientas mal, tendras que acerlo de ahora en adelante -
- Me...Mello - Se abrazo con fuerza a el, colgandose de su cuello, buscando refugio.
El ojiverde lo abrazo con fuerza contra el, recargando su cabeza sobre la del joven de cabellos blancos. Le levanto el rostro y le volvio a besar, esta vez Nate no lo rehcazo, de hecho correspondio de una manera extrañamente dulce y cariñosa. Poco a poco el beso fue aumentando su nivel de pasion, hasta que el aire se hizo necesario. El albino no levanto la mirada, pues su rosto estaba cubierto en verguenza cosa que a Mello hizo reir, escucharon pasos acercandose al lugar y rapidamente se alejaron del lugar por el peligro a ser descubiertos.
Nate no decia nada, tampoco Mello, iban en silencio. el mas alto se sonrojo un poco y tomo la mano paliuda del menor causando que fuera mirado con asombro por el mismo quien bajo la mirada y apreto un poco mas su mano, sonriendo levemente. Su estomago dio un vuelco cuando noto lo que estaba pasando, volvio a mirarlo, iba un tanto serio, aun sin soltar su mano, mirando siempre al frente, sin bajar la mirada. Se dio cuenta de que era una persona orgullosa, siguieron caminando un buen rato hatsa llegar al edifcio donde se encontraba el departamento del albino. Mello lo acompaño hasta que estuvieron frente a su puerta.
- Me marcho - Le dejo un beso en la frente y comenzo a alejarse.
Mas no pudo avanzar mucho, el de ojos grises sujeto de la chaqueta al ojiverde, impidiendole el seguir caminando.
- ...Espera...quedate ¿Si?...ademas, no tengo sueño, de hecho no estoy cansado -
Lo miro dulcemente alos ojso, sabiendo bien que no mentia.
- ¿Entonces que haras el resto de la noche? -
- No lo se, pero...quiero que estes conmigo - Con un tinete levemente rosado abrazo de nuevo a Mello.
El mayor correspondio el abrazo y de nuevo se dieron un beso.
- Entonces...¿Vienes a deambular un rato mas conmigo? - Le contesto con una sonrisa y saliron nuevamente del edificio.
Mello lo llevo a varios lugares que no conocia de la ciudad a Nate, en todo el trayecto el albino le sonreia y se sonrojaba, se abrazaban de vez en cuando. Aveces se daban cuenta de que se complementaban de manera correcta y el menor se daba cuenta de que en su interior surgian sentimientos nuevos.
Sentimientos que aumentaban con el paso de los dias y con el paso de esos dias el deseo de estar siempre con el se hacia cada vez mas necesario, despues de todo, el seguia siendo el sirviente de un vampiro.
Como otras veces, Mello acompañaba a Nate a alimentarse, pero una vez no fue asi.
Era mas de la media noche y Nate se movia de un lado a otro, no se snetia bien, se sentia nervioso y a la vez cansado, sin poder esperar mas salio rumbo a la calle, apresurado de buscar un buen lugar donde comer. Por su mebte pasaron las enselanzas de Mello para poder cazar su alimento. Fue al parque donde se habia alimentado por primera vez, no dio tiempo siquiera para esconderse y escojer como siempre lo hacian, esa noche, no era como las demas noches y se sentia muy diferente.
Antes de siquiera slir del trance en el que se encontraba, se dio cuenta de que estaba bebiendo desesperadamente del cuello de un joven que pasaba por ahi, se alejo asuatdo, sorprendidonde lo que habia sido capaz de hacer. Escucho los pasos de alguien detras de el, por un momento penso que alguien lo habia descubierto y se giro, encontrandose con esos cabellos rubios, un sembalnte apasible pero al mismo tiempo duro. Near bajo la cabeza apenado y el otro se le acerco y acaricio sus cabellos.
- Vamos - Nate miro por un momento a la persona que se hallaba inerte en el piso y se levanto para seguir a Mello, el culpable de que su comportamiento cambiara, la persona que habia logrado que un sentimiento extremadamente fuerte apareciera. Iba caminando en silencio, Mihale se detuvo y se giro a verlo. - No te quedes atras - Tomo su mano con fuerza. - No te preocupes, a mi tambien me ha pasado lo mismo -
- ¿Porque? -
- Por que no te habias alimentado, solo eso -
Mello rodeo con uno de sus brazos los hombros de Near, en un intento de consolarlo mientras comia una barra de chocolate, el menor se abrazo a el.
- Te quiero mucho, Mello -
- Y yo a ti -
f/fb
- Eso fue lo ultimo que de dije, la ultima verdad - Susurro para si mismo mirando aun la luna llena, tan hermosa, tan fina, tan parecida a el, siguio caminando un rato ma, deambulando por las casi solitarias calles.