Compartiendo al hombre de mi madre
Capitulo I: Perfecto Idiota Traidor
Por Hitomi Kyouya Klainer
Desde hacia un tiempo había notado que su madre actuaba un poco extraña y en cuanto el preguntaba que era lo que pasaba o mejor dicho que era lo que esta ocultaba ella solo le respondía “Ya lo sabrás”
¿Ya lo sabrás? ¿Qué y cuando?
Bueno en realidad, fuera lo que fuera sabia que su madre se lo diría en su momento.
Noli amaba a su madre, era lo único que tenía en la vida, ya que su padre la había engañado hacia ya varios años y por tanto se habían separado, el mismo había decidido quedarse al lado de su madre, por que algo que Noli no soportaba era la traición y el engaño.
Odiaba a su padre por haber engañado a su madre con otra persona, si había algo que el no quería era llegar a ser como el.
No, no quería ser un hombre que se la pasaba toda la vida engañando a las personas por su propio beneficio.
Iba tan concentrado en sus pensamientos que sin darse cuenta choco con alguien…
- Lo siento – Se disculpo de inmediato y se agacho a recoger unos papeles que en el choque se le habían caído
- Discúlpame a mi –
Escucho como una voz varonil se disculpaba con el y no pudo evitar voltear a mirar a la persona que le hablaba…
Se sorprendió un poco al ver a ese hombre, se veía tan…
¿Como debería describirlo en una sola palabra en ese momento?
Tan… Perfecto
Jamás antes se había plantado a pensar de esa manera en un hombre, ese hombre era bastante atractivo, tenía los ojos pardos y el cabello rubio sin contar que era algo alto.
- Fu-Fue mi culpa, perdón – Después de unos cuantos segundos logro reaccionar y volvió a hablar aunque esta vez con algo de nerviosismo
- Permíteme ayudarte – Se agacho el también y le ayudo a recoger sus papeles y trato de hacer un poco de conversación - ¿Vas para la escuela?
- …S-Si – No era tonto, sabia que no tenia que hablar con gente que no conocía pero con el no pudo evitarlo - ¿Y-Y usted?
- Me baje para preguntar por una dirección
- Ah – Seguramente tenia una cita con alguien – Gracias por la ayuda, debo irme, se me hace tarde
- ¿Te gustaría que te lleve a tu instituto?
- Amm no lo se… No quisiera molestarlo
- No te preocupes no es molestia… Ven sube
Pudo observar que el carro de ese hombre estaba justo en la esquina, seguramente se paro a preguntar en aquel local de la esquina la dirección que buscaba, se acerco con algo de nerviosismo y desconfianza.
El hombre le abrió la puerta y enseguida se subió del lado de conductor.
- Dime, ¿A que instituto vas?
- En el Instituto de La Paz… Esta a unas cuantas calles de aquí – Dijo tratando de darle un poco mas de información
- Bien, creo que se por donde – En realidad no conocía muy bien la Ciudad – Si gustas indicarme por donde – Las pocas veces que se había paseado por la Ciudad pudo notar varias cosas, recordaba que había visto ese Instituto pero no sabia muy bien por donde – Y dime, ¿Cómo te llamas? – Pregunto mientras miraba fijamente a los otros carros
- Mmm Noli – Mientras tanto, noli miraba por la ventana, no sabia muy bien el por que pero no se atrevía a mirarle a los ojos, desde que lo vio en la calle le había impactado tanto, era tan guapo y además agradable.
Tenia que conocerlo.
Conocerlo mejor…
Pero por desgracia sabia que eso no podría ser posible ya que no atrevía a preguntarle ni su dirección, ni mucho menos su numero
- Y tu ¿Cómo te llamas? – Pregunto después de un tiempo, por lo menos tenia que conocer su nombre
- Soy Maitú Lauria, un placer conocerte Noli – En un alto que hubo en la calle se volteo a mirarle y le sonrió ampliamente
El ojiazul se sonrojo ante tal sonrisa, se le habían erizado los vellos de sus brazos.
Jamás había sentido algo así por alguien, Noli, a sus 18 años no se había enamorado nunca de nadie pero parecía que el amor le había llegado cuando menos se lo esperaba.
Maitú hasta su nombre le sonaba a pura gloria…
Como siempre, todo lo bueno en la vida de Noli se tenía que terminar y lo mismo pasaba con ese maravilloso encuentro…
- Bien, por aquí me bajo –
- ¿Qué? ¿Por qué? –
- Allá esta el Instituto – Señalo con su mano a la otra calle - Desde aquí puedo caminar, muchas gracias por todo – Quiso abrir la puerta pero se detuvo un momento, no quería que eso terminara de esa manera
- Ah esta bien – Apago el motor un momento y miro a Noli – De verdad me dio mucho gusto conocerte, Noli
- A-A mi también – Se sonrojo un poco y le miro también – Maitú – Susurro al final
El rubio sonrió al escucharlo decir su nombre con tanta delicadeza, comenzó a acercarse lentamente a el, paso una de sus manos alrededor de su cuello y pudo observar como Noli cerraba sus ojos lentamente y eso lo tomo como una absoluta aprobación a lo que iba a hacer.
Acero sus labios al rostro de Noli y le beso sobre ellos.
Fue un beso fugaz pero que ambos disfrutaron bastante.
Noli se sintió con la necesidad de más, necesitaba sentir más de Maitú pero tampoco quería parecer un fácil que se le lanzaba al primero que le brindaba un beso.
Al separarse, el menor no podía creer que de buenas a primeras se había dejado besar por un hombre! Que por si fuera poco, había conocido en el mismo día!
Se bajo rápidamente de su auto sin decir nada más.
Mientras corría hacia su Instituto comenzó a pensar…
“Deje que un hombre me besara!... Una persona de mi mismo sexo que acabo d conocer, es mas, ni siquiera lo conozco!. No puedo decir que lo conozco solo con saber su nombre.
Pero, se sintió tan bien…” Ladeo su cabeza para quitar esos pensamientos, coloco una mano sobre su boca y continúo corriendo.
No quería admitir que le había gustado ese beso, o mejor dicho, aquel efímero roce.
Por otra parte cuando Maitú vio a Noli como se bajaba de su auto, no pudo evitar observar aquel pequeño trasero.
Por un momento no pudo evitar pensar el que se sentiría estar dentro de ese pequeño trasero que seguramente estaría sumamente estrecho.
Que delicioso pensamiento.
Pudo sentir una pequeña corriente recorrerle todo el cuerpo, se excito un poco al pensar en eso.
Arranco su carro rápidamente y continúo con su camino, tenia que irse y dejar de pensar en ese chico.
Cuando iba de regreso a buscar la dirección recibió una llamada en su celular.
- Hola, cariño
- Hola, Maitú ¿Dónde estas?
- Me tope con un chico justo cuando estaba buscando la dirección de la casa… Chocamos y lo fui a dejar a su Instituto
- OH, entiendo… Bueno yo ya fui al trabajo a hacer lo que tenia que hacer y me dieron el resto del día así lo podemos pasar juntos y te ayudo a instalarte
- Perfecto, entonces iré para allá cuanto antes, bueno en cuanto encuentre la dirección – Rió un poco
- ¿Estas seguro? ¿No quieres que vaya por ti?
- No, no, en un momento llego
- Bien, entonces por acá te espero. Besos
- Igual linda!
Cortaron la llamada y Maitú se dirigió cuanto antes a la dirección que su novia le había dado, sabía que estaba cerca de donde se había encontrado a ese chico… ese chico.
Después de unos cuantos minutos llego a la casa, que era bastante amplia bueno, para el era un lugar grande ya que el antes vivía solo en un departamento un tanto pequeño…
Toco el timbre y de inmediato salio su novia a abrirle la puerta, la cual, al verlo sonrió alegremente.
Sin embargo el rubio, no pudo evitar pensar en ese momento en Noli, justo en ese momento prefería ir a casa de ese chico a vivir y que fuera este quien le abriera la puerta en lugar de esa mujer…
¿Cómo había sido posible eso?
¿Cómo un chico con el cual apenas había tratado le había afectado tanto?
El no era homosexual, no, no señor!
Pero ese chico tenia algo que desde un principio le llamo la atención y aun podía sentir el calor de esos labios sobre los suyos.
En fin, se tendría que resignar con solo saber su nombre y vivir con el recuerdo.
Entro en la casa, beso a su novia la cual le correspondió el beso con la misma pasión.
Su novia, Karen, le ayudo a llevar sus maletas a su habitación.
Karen y Maitú se habían conocido hacia unos pocos meses, pero desde un principio lograron una química increíble.
Comenzaron a conocerse poco a poco, a citarse para poder platicar, a salir con un poco mas de seriedad hasta que Karen le propuso ir a vivir a su casa con su hijo.
En un principio el rubio se negó, no quería ir a vivir con un mocoso, como el les decía, y tampoco quería ir a irrumpir en un hogar que Karen había formado con su hijo.
La mujer de 40 años, le insistió muchas veces, diciéndole que a su hijo no le importaría en lo absoluto y que lo entendería.
Además, a ella no le gustaba que el tuviera que vivir solo en su pequeño departamento y al final el tuvo que aceptar.
Ahora se mudaba con ella y con su hijo, el cual aun no conocía pero por lo que le había contado Karen, no parecía ser un mocoso insoportable como el pensó desde un principio.
Maitú se acomodo en el mismo cuarto Karen, claro, si eran pareja y ello lo invitaba a vivir a su casa lo mas lógico era que durmieran juntos.
Había tres recamaras en esa casa, la primera era la de ella, justo al lado se encontraba una habitación vacía, que podía ser mas bien la de huéspedes y al fondo estaba la de su hijo.
Acomodaron sus pocas ropas y demás rápidamente, quería tener todo listo para cuando su hijo llegara darle una sorpresa… y vaya sorpresa.
Por otra parte estaba Noli, el cual no presto atención a ninguna de las clases por culpa de ese… ¿Idiota?
Si, idiota, eso era justamente lo que pensaba de el.
En muy poco tiempo había cambiado su opinión sobre el, en cuanto le vio era el hombre perfecto, guapo, amable, con una voz que le causaba escalofrió, además de que parecía tener dinero por el carro que llevaba pero eso era lo de menos. Y ahora era un idiota que no pensó en lo que hacia sino que simplemente hizo lo que hizo in su consentimiento, el hecho de que fuera guapo no le daba el derecho de estar besando a las personas así como así, sobre todo si estos era hombres igual que el.
- Noli ¿Estas bien? – Pregunto Andrew, el era su mejor amigo y desde que lo vio en la mañana parecía que algo malo le había pasado. Andrew era un chico de su misma edad, 18 años, ambos querían ser médicos, el era de cabello castaño y tenia ojos color miel, parecía atractivo
- Si… - Respondió con desgano. Apoyo su cabeza sobre su pupitre y después hablo - ¿Qué hora es, Andy? – Solo Noli le decía Andy, al principio cuando se habían conocido y Andrew se presento con el le dijo como se llama, pero Noli había entendido Andy en lugar de Andrew. No sabia muy bien por que entendió así, los nombres no se parecen mucho como para andarlos confundiendo, pero a Andrew le había gustado ese “nombre” que le dio Noli, así que le había permitido el llamarle de esa manera. Solo Noli podía llamarle así
- Es hora de que nos vayamos. – Dijo mientras recogía sus cosas – Todo el día has estado raro ¿Paso algo?
Noli suspiro y se levanto de su asiento tomando sus cosas y comenzando a salir del salón junto con Andy.
- No estoy seguro – Le respondió después de un tiempo
- ¿Cómo? ¿No sabes que fue lo que paso?
- Así es
Andrew le conocía demasiado bien, habían pasado mucho tiempo juntos y sabia perfectamente que algo le pasaba, pero si Noli no quería comentarlo en ese momento, el lo respetaba…
Después de unas cuantas calles se separo de Andrew y el se fue directo a su casa, sin saber que era lo que le esperaba.
- Ya llegue! – Dijo en cuanto entro, dejo su mochila justo a un lado de la puerta y se adentro buscando a su madre - ¿Madre?
- Acá estoy hijo! – Respondió desde la cocina y después salio al corredor para ver a su hijo – Noli, ven! Quiero presentarte a alguien. El chico no tuvo más opción que ir a ver quien era esa persona, si era una petición de su madre no iba a negarse aunque no tuviera ganas de conocer a nadie en ese momento.
En cuanto Maitú escucho su nombre, Noli, no podía creerlo.
¿Era ese mismo chico con el que se había tropezado en la mañana?
Jamás le había preguntado a Karen el nombre de su hijo, no le tomo importancia.
Estaba sentado en una mesilla que se encontraba en la cocina observando a Karen cocinar, y se levanto en cuanto escucho el nombre del chico.
El joven en cuanto llego a la cocina se quedo mas que sorprendido, el mismo hombre! Maitú Lauria estaba en su casa con su madre ¿?! ¿Por qué?
Ambos se quedaron con la boca abierta, la mujer lo noto pero no quiso decir nada.
- Noli, hijo el es Maitú Lauria, es mi novio desde hace algunos meses… Disculpa que no te lo haya dicho antes, pero quería esperar a este momento – Después de hablar volteo a mirar a su joven novio – Maitú, cariño, el es mi hijo
- Mucho gusto – Respondió el chico, no quería que su madre notara nada, y en ese momento pensó, “Además de todo, es un traidor… me beso cuando el ya estaba con mi madre!”
- Igualmente – Si Noli iba a fingir que no le conocía, el también lo iba a hacer por el bien de Karen
- Querido – Se dirigió a su hijo – Maitú vive solo, es decir vivía solo, le ofrecí la casa para que se quedara a vivir con nosotros y así ustedes también podrán convivir
Definitivamente el colmo.
El hombre perfecto.
El hombre que lo había besado.
El hombre idiota.
El hombre por el cual empezaba a sentir sentimientos fuertes.
El hombre traidor.
Ese hombre, ahora viviría bajo su mismo techo.
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