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Juego de cuatro por EijiTonks

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Notas del capitulo: Viva la Strongest Pair!!!!!
Todo había vuelto a la normalidad para la pareja de castaños, el chico de lentes había vuelto a sus entrenamientos ya que un torneo se acercaba mientras que el fotógrafo ya había terminado la campaña para una firma de moda importante por lo que ahora tenía algo de tiempo libre, pero había decidido que aceptaría un trabajo más antes de irse a Monte Carlo con Tezuka y ahora se estaba divirtiendo pues las revistas y diseñadores más importantes se peleaban por tenerlo en su equipo, literalmente. A Fuji lo divertían, las amenazas, los gritos, la tensión entre diferentes compañías, simplemente lo divertían.

-Te divierte esto, ¿cierto? –pregunto Yukimura viendo a los ejecutivos pelear.

-¿Y a ti no? –contesto Fuji con una sonrisa siniestra.

-Por supuesto que es divertido, pero quiero saber que hago aquí –dijo Yukimura intrigado.

-Estas aquí porque serás el modelo –respondió Fuji sencillamente.

-¿Entonces ya sabes cual propuesta aceptaras? –pregunto Yukimura con una sonrisa.

-No necesariamente –contesto Fuji con una sonrisa cómplice.

-Después de esto se irán a Mónaco, ¿cierto?, ¿ya estas recuperado? –dijo Yukimura con cierta picardía.

-Menos de una semana basto para que le saltara encima –confeso Fuji tras un suspiro.

-Fuji-san, ¿tiene novia? –interrogo uno joven ejecutivo.

-Tengo una relación –contesto Fuji pensando que en realidad tenia novio.

-Ya se, seguramente a usted y a su pareja le gustaran nuestro nuevo modelo –dijo el mismo joven sonriente –podríamos darles uno para que se convenza de trabajar con nosotros.

-No me dejo influenciar por regalos –aclaro Fuji sabiendo las intenciones del otro.

-Sera sin compromiso, solo para que conozca nuestro producto.

-Entonces también acepte los nuestros –dijo un señor interviniendo en la conversación.

-Y los nuestros –dijeron otros.

-Caballeros, por favor no es necesario…

-Pueden mandar los obsequios a la casa de Fuji-san –dijo Yukimura interrumpiendo a Fuji.

-Seiichi… no quiero verme presionado –advirtió Fuji mirando de mala forma al modelo.

-Sera sin compromiso alguno –dijo un señor con seriedad –y a su novia también le gustara.

-Hagan lo que quieran –dijo Fuji suspirando con resignación.

Como no llegaron a acuerdo alguno todos los ejecutivos se retiraron del estudio del fotógrafo, el cual se sentía algo incomodo respecto a los regalos que le harían, sobre todo porque ya estaba medio convencido de una propuesta; estaban en la espaciosa oficina de su estudio y el fotógrafo estaba sentado en su escritorio en el cual estaban esparcidas muchas fotografías, volteo a ver al joven modelo y galerista el cual desde el sillón, mientras jugaba con una pelota de tenis que había tomado del escritorio, lo miraba y reía suavemente divertido ante la situación que sin querer había provocado.

-Espero que a tu “novia” le agraden los regalos –comento Yukimura riendo.

-Los devolverá –contesto Fuji convencido de sus palabras –¡Taro!

-¿Si?, Fuji-san –dijo el joven de inmediato.

-Ve por un jugo de uva –pidió Fuji dando vueltas en su silla –¿quieres algo Seiichi?

-Un jugo está bien –respondió Yukimura jugando con la pelota.

-¿Qué esperas? –dijo Fuji mirando fijamente al asistente –¡muévete!

El joven salió corriendo tan solo de ver esa mirada en el rostro de su jefe, el cual de inmediato cambio la expresión de su rostro cuando el joven salió, y empezó a reír en compañía de Yukimura, para él era tan divertido atormentar al pobre muchacho que probablemente en un día no muy lejano llegaría a traumatizarlo.

-Eres algo duro con el –dijo Yukimura riendo.

-Es la única manera de tratarlos –contesto Fuji sonriente recargándose en el respaldo –y ahora hablando de negocios, ¿aceptas ser el modelo?

-Sabes que es un placer trabajar contigo –dijo Yukimura lanzándole la pelota.

-¿Eso es un sí? –pregunto Fuji atrapando la bola.

-Sí, seré tu modelo… y ya que hablamos de negocios, ya tienes ofertas muy tentadoras por las fotografías en Milán.

-¿Te molesta si lo veo después?, no estoy de ánimos –dijo Fuji jugando con la pelota.

-Pásate por la galería entonces –pidió Yukimura mirando su reloj –espero que Taro no tarde, quede de verme con Gen.

El asistente llego con el jugo y se retiro totalmente asustado ante las miradas de los otros dos, de lo cual rieron cuando el joven salió de su vista; charlaron un rato más y luego cada quien se dirigió con su respectiva pareja. Fuji llego a su casa, en la cual no se encontraba nadie lo que le indicaba que Tezuka aun estaba entrenando, preparo una cena sencilla y luego subió a su habitación para prepararse un baño.

-Suke, ¿dónde estás? –preguntaron desde afuera.

-Estoy dándome un baño –dijo Fuji desde la tina.

La puerta se abrió y por ella entro el chico de lentes, el cual venia en ropa de ejercicio, avanzo hasta la tina y le dio un beso al fotógrafo que estaba cubierto por espuma, luego se sentó en la orilla de la tina y se le quedo viendo.

-¿Qué tanto me ves? –pregunto Fuji jugando con la espuma.

-Lo deseable que eres –respondió Tezuka.

-¿Qué esperas para meterte a la tina?

-Esperaba a que me lo pidieras –dijo Tezuka quitándose la ropa.

-Eres un tonto –respondió Fuji haciendo espacio para que su compañero se metiera.

Ambos disfrutaron del relajante baño que había preparado el tensai, y pasaron un buen rato mimándose bajo el agua y cubiertos por la espuma; cuando terminaron su baño bajaron a cenar y luego el tenista le pidió al fotógrafo que tocara un poco en el piano, ya que tenía un buen rato de no escucharlo y al chico de lentes siempre le agradaba escuchar las melodías que Fuji tocaba, a lo cual el tensai acepto gustoso, Tezuka sirvió una copa de vino para él y otra con jugo para Fuji.

-¿Qué quieres escuchar? –pregunto Fuji frente al piano.

-Lo que quieras, lo que toques será magnifico –dijo Tezuka tras tomar un poco de vino.

Fuji respiro profundamente y llevo sus manos al teclado, en pocos segundos Tezuka ya estaba disfrutando de las notas, se recostó en el sillón y cerró los ojos cayendo bajo el hechizo de la música que el tensai tocaba, de vez en cuando se llevaba la copa a los labios para tomar el delicioso y dulce vino.

-Mitsu…

-¿Qué pasa? –pregunto Tezuka con los ojos cerrados.

-Pues ya sabes que voy a hacer unas fotografías mas antes de irnos a Mónaco –dijo Fuji sin dejar de tocar.

-Si ya me lo habías dicho, hoy te iban a entregar algunas propuestas –recordó Tezuka tomando mas vino.

-Y lo hicieron pero se armo una discusión entre los clientes…

-Lo cual de seguro te divirtió –interrumpió Tezuka.

-No lo niego, pero resulta que por culpa de Yukimura me van a dar ciertos obsequios para ambos –comento Fuji tocando una sonata.

-¿Qué?, ¿y yo que pinto en eso? –dijo Tezuka volteándolo a ver y dejando su copa de lado.

-No mencionamos tu nombre, no te preocupes, simplemente Seiichi dio a entender que tenía una relación, lo cual no desmentí, pero no aclare quien eras –explico Fuji con toda la calma del mundo –y pues me darán algunos obsequios para nosotros, al parecer nos darán algo agradable.

-¿Te vas a dejar comprar? –cuestiono Tezuka acomodándose de nuevo.

-Es sin compromiso, según ellos, además sabes bien que yo pongo las reglas –dijo Fuji concentrándose un poco –y no está mal que nos consientan un poco, algo para ti y para mí.

-Eres caso perdido –dijo Tezuka acabando su copa.

Dos días después en la casa de Tezuka y Fuji había paquetes de ropa de diseñador nueva, botellas de vino y licores caros, cada uno tenía un nuevo celular e incluso les habían mandado unas computadoras nuevas, ninguno de los dos se hallaba cómodo con esto, pero había otros que les habían mandado entradas para el teatro en lugares exclusivos había una cosa sobretodo que a Tezuka le había molestado, pues una de esas firmas de moda había mandado unos hermosos vestidos y Fuji casi se muere de la risa cuando le dijo al chico de lentes que era la ropa para su pareja, mientras el fotógrafo se probaba una camisa. Entonces mientras él estaba en el estudio leyendo un libro entro el tensai notoriamente emocionado, apago la música de Vivaldi que había puesto el tenista y luego le quito el libro de las manos.

-¿Qué haces? –pregunto Tezuka molesto.

-Tienes que ver esto, es el mejor regalo –contesto Fuji casi saltando.

-Quieres que vaya a ver –dijo Tezuka con algo de fastidio –si son otros vestidos te voy a…

-Para nada, además los vestidos se los daré a Yumiko, por favor acompáñame te gustara, es simplemente genial –dijo Fuji tomándolo del brazo.

-Está bien –acepto Tezuka dejándose arrastrar por Fuji.

-Cierra los ojos –pidió Fuji quitándole los lentes.

-No hagas eso –se quejo Tezuka arrebatándole los lentes –tendrás que ser mi lazarillo.

Tezuka puso la mano sobre el hombro de Fuji y este lo guio, había accedido a la ridícula petición porque el tensai en verdad se hallaba muy emocionado y le seguiría el juego en esa ocasión, entonces Fuji le cubrió los ojos con su mano y ya no vio nada.

-Casi llegamos, cuidado con el escalón.

-¿Estamos saliendo de la casa? –pregunto Tezuka tratando de reconocer el camino.

-Ya verás –contesto Fuji con entusiasmo.

-Ya quiero ver que es lo que tenemos –dijo Tezuka dejándose llevar por el más bajo.

-Te va a encantar –aseguro Fuji deteniéndose –¿listo?

-Aja –dijo Tezuka empezando a cansarse del jueguito.

-¡Ta-da! –dijo Fuji destapando los ojos del tenista.

Tezuka no alcanzo a distinguir bien de que se trataba, solo veía un manchón de color rojo y negro, se puso los lentes para poder ver con claridad, y ante sus ojos se materializo una reluciente motocicleta, el fotógrafo fue hasta el vehículo y toco asiento de cuero negro delicadamente, como si temiera despertar de un sueño.

-¿Una moto? –dijo Tezuka tratando de disimular su molestia.

-¿No te gusta? –pregunto Fuji mirando extasiado el vehículo.

-Claro que si, Syusuke, ¿a quién no le gustaría? –contesto Tezuka con cierto sarcasmo.

-Oh, la odias –dijo Fuji con decepción.

-Claro que si, Syusuke, ¿quién no lo haría? –contesto Tezuka con sinceridad –dijiste que iba a ser para nosotros, pensé que algo que ambos disfrutáramos, no sé, como un… un bote.

-Pero esto es mejor que un bote, es una Yamaha R6 –dijo Fuji defendiendo la motocicleta.

-¿Cómo?

-Bueno, no… no es un tonto bote, ni me gusta la pesca.

Tezuka suspiro antes de darse la vuelta para entrar de nuevo a la casa.

-¡Pero es veloz! –dijo Fuji siguiendo al chico de lentes.

Fuji siguió de cerca al tenista por la casa rogándole que lo escuchara y le diera una oportunidad a la motocicleta, pero el chico de lentes lo ignoro olímpicamente y se encerró en el estudio, poniendo el seguro para que el fotógrafo no pudiera entrar, toco un par de veces pero pronto escucho Invierno a todo volumen, Fuji bufo un tanto frustrado por la reacción de Tezuka; decidió que dejaría que se le bajara un poco el enfado y trataría mas tarde de convencerlo, subió a su habitación a recostarse un rato para pensar como le haría para que el chico de lentes aceptara la motocicleta.

Ya había dejado de escuchar Las Cuatro Estaciones, por lo que el fotógrafo tomo un par de chaquetas del armario y había decidido bajar para tratar de hablar con Tezuka que continuaba encerrado en el estudio. Toco un par de veces más y espero, unos minutos después Tezuka abrió la puerta con esa expresión seria que no abandonaba su rostro, Fuji puso ojos de cachorro regañado y tomo la mano del más alto.

-Está bien le daré otro vistazo –dijo Tezuka besando la frente del tensai.

Salieron otra vez al patio donde estaba estacionada la motocicleta rojo escarlata con negro, el tensai soltó la mano del más alto y se subió al vehículo de dos ruedas, tenía una expresión de felicidad y alegría que le daba el aspecto de un niño al que le habían dado el mejor regalo del mundo.

-Mira, Mitsu, mira como me veo bien en ella –dijo Fuji poniendo los mismos ojos de cachorro regañado –podríamos tener chaquetas que combinen.

-Suke, ¿en que estas pensando?, son peligrosas –explico Tezuka tratando de hacer entender al fotógrafo –no quiero que te pase nada.

-Pero se manejar muy bien –contesto Fuji haciendo puchero –y además ya desde antes había decidido aceptar su propuesta, ¿por qué no puedo quedarme con la moto?

-¿Quieres que piensen que te dejas influir por regalos? –cuestiono Tezuka seriamente.

-Pero, pero… yo no te digo nada de tu auto –dijo Fuji buscando algo con lo que contraatacar.

-¿Qué tienes contra mi auto? –pregunto Tezuka a la defensiva.

-Un Aston Martin es pretensioso –respondió Fuji lo primero que le paso por la cabeza.

-¡Y tú tienes un Porsche! –contesto Tezuka señalando la cochera.

Fuji volteo hacia la cochera que estaba abierta y dentro de esta se hallaban dos autos de lujo: uno de ellos era un Aston Martin DB9 de color plata que pertenecía a Tezuka, y al lado de este estaba un Porsche Carrera 911 de color azul zafiro el cual era propiedad de Fuji. En verdad que a ambos les iba muy bien ya que se podían dar esos lujos, Tezuka ganaba varios torneos además cuando no entrenaba hacia algún proyecto de arquitectura, y Fuji con todas las sesiones, exposiciones y varios premios podían darse una vida sin preocupaciones; pero ahora Fuji tenía la oportunidad perfecta para tener una motocicleta.

-Lo siento, supongo que tienes razón –dijo Fuji suspirando –al menos demos un paseo antes de devolverla.

-Está bien –acepto Tezuka sin poder negarse.

Fuji se bajo para abrazar al chico de lentes y acto seguido saco una chaqueta para él, además de dos cascos, el tensai se puso su casco en el que estaba dibujado un dragón plateado, sobre un fondo negro.

-Te toca el casco sin gracia –dijo Fuji dándole a Tezuka un casco negro.

Fuji se volvió a subir a la motocicleta y tras de él se subió Tezuka, el cual se agarro con firmeza de la cintura del fotógrafo, este sin poder retener su emoción sintió el suave olor a nuevo del metal, del cuero, de la fibra de vidrio, miro el tablero que traía el velocímetro en millas, y a un lado otro más, que marcaba la potencia del motor cuando fuera usada, saco la llave de la chaqueta y la metió, giro rápidamente la llave hasta que las luces del tablero y los faros de la motocicleta se encendieron, puso sus manos en el acelerador y lo giro suavemente.

-Se siente bien –dijo Tezuka apretándolo más.

Fuji sonrió ante el comentario de Tezuka, la motocicleta sonaba como un gatito hambriento de velocidad, decidió que le daría un poco más a Tezuka por lo que volvió a repetir la acción, esta vez más violento, y el sonido fue esta vez como un león atacando a su presa.

-Eso se siente muy bien –dijo Tezuka apretándolo aun mas.

Fuji estaba más que complacido por las palabras de Tezuka, volvió a acelerar soltando el freno y arrancando lentamente, pues estaban en una zona residencial, esperaría hasta llegar a la carretera para que Tezuka pudiera experimentar la emoción y el éxtasis que la velocidad provocaba.
Notas finales: Aqui otro capitulo de este fic al que todavia le quedan muchos capitulos, Atobe aun tiene que aparecer y tambien Oshitari, bueno entonces nos vemos por aqui el proximo domingo dejen reviews si gustan, bye.

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