Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juego de cuatro por EijiTonks

[Reviews - 127]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Algo de Arrogant Pair y claro de Strongest Pair!!!!!
-Mitsu, ¿qué sucede? –volvió a preguntar Fuji.

-Solo creo que no debes apresurarte, es una decisión que debe ser tomada con calma y no a la ligera –contesto Tezuka levantándose.

-No veo cual es el problema, Italia es un país hermoso, nos darán una casa para quedarnos en Venecia y en cada ciudad a donde vayamos, nos darán alojamiento –explico Fuji con calma –¿o es que tú no quieres?

-Suke, lo que tenemos aquí es bueno, no hay por qué irnos y abandonarlo –argumento Tezuka dirigiéndose a la casa.

-¿Qué?, no puedes estar hablando en serio –dijo Fuji siguiendo al tenista –hay que hablarlo.

-Te lo diré entonces, no quiero mudarme a Italia y dejar todo lo que tenemos aquí.

-¿Disculpa?

-No quiero irme de Japón, tenemos una buena vida aquí –dijo Tezuka mirando fijamente al tensai.

Fuji se quedo en silencio por las palabras dichas por Tezuka, en verdad no esperaba que este fuera a reaccionar así, esperaba un poco de apoyo y no una rotunda negativa, trato de tranquilizarse un poco antes de responder, aquello en verdad le parecía muy injusto.

-Pareciera que te estoy pidiendo que nos vayamos a otro planeta –dijo Fuji con calma.

-Syusuke, por favor comprende, tenemos una vida aquí todo lo que conocemos esta aquí, nuestros amigos, nuestra familia, compréndelo no puedes pedirme que deje todo –razono Tezuka, tratando de hacer entender al fotógrafo.

-¿Comprender?, disculpa si no te sientes apoyado en este momento, creí que por una vez pensarías en alguien más a parte de ti mismo –respondió Fuji con enfado –por un momento anhele que te alegraras por mi pero veo que estoy equivocado.

-Syusuke…

-Hablas de que comprenda, que entienda, que te apoye, siempre lo hago en cada paso que das siempre estoy ahí, apoyándote, incluso he dejado de lado importantes propuestas de trabajo por acompañarte a tus torneos –se desahogo Fuji sintiéndose completamente frustrado –y por una vez esperaba que me brindaras el mismo apoyo que siempre te brindo, es una gran oportunidad en mi carrera y no pienso desaprovecharla.

Tezuka se quedo en silencio sin saber que argumentar ante las palabras de Syusuke, solo se quedo ahí parado mientras que el otro esperaba su respuesta, pero no sabía qué hacer o que decir, era simple lo que pensaba, no quería irse de Japón, no quería dejar lo que tenían y aventurarse en un país extraño, ¿pero como hacérselo entender al fotógrafo?, no se le ocurría la manera, nunca había sido bueno expresándose. Fuji espero con ansias la respuesta de Kunimitsu, la cual no llego, se sentía decepcionado por la actitud del chico de lentes; al ver que no recibía respuesta alguna salió de la casa y monto la motocicleta, partió sin rumbo fijo, solo quería alejarse de Tezuka y tratar de aclarar sus ideas.

-Fujiko, solo debes darle tiempo, nya –tranquilizo Eiji al tensai que estaba echado en el sillón.

-Yo no pensé que fuera a reaccionar así –se lamento Fuji mirando al techo.

Syusuke había ido a refugiarse al consultorio de Eiji, que solo al verlo le había pedido a su secretaria que cancelara todas sus citas por el resto del día y las reprogramara, el fotógrafo ingreso en el consultorio tratando de contener las lagrimas, se recostó donde se sentaban los pacientes y le platico a su amigo lo que había sucedido con Tezuka, el pelirrojo lo escucho con atención mientras el castaño se desahogaba, se suponía que tendría que haber sido uno de los mejores días de su vida y se había transformado en un completo caos.

-No esperaba que fuera a saltar de alegría pero al menos unas palabras de apoyo –dijo Fuji tras un suspiro –creí que comprendería que es muy provechoso para mi carrera.

-Bueno es que se lo soltaste de golpe, nya, mudarse a otro país no es tan simple, es natural que este un poco reacio ante la idea –trato Eiji de excusar al chico de lentes.

-Tal vez tengas razón, debo darle tiempo para que se haga a la idea –acepto Fuji el razonamiento de su amigo –todavía tengo tiempo para dar mi respuesta.

-Eso es, tu tranquilo no te precipites y tómalo con calma, nya, ya verás como Tezuka aceptara tu punto de vista.

-Vaya, tu diciendo esas cosas, la verdad no me lo esperaría de ti.

-Hoi, hoi, no siempre puedo ignorar a Oishi, es un buen psicólogo y a veces presto atención a lo que dice, nya –dijo Eiji sonriente.

-Nunca cambiaras, gato.

Regreso a la casa un poco tarde pues no se sentía con ánimos de reanudar su pelea con Tezuka, subió a la alcoba donde ya se encontraba el tenista acostado, se cambio en silencio y se metió a la cama con cuidado, aunque sabía bien que este se encontraba despierto, pero no quería discutir así que era mejor pretender creer que Kunimitsu estaba dormido, tomo una de las almohadas y la abrazo para tratar de conciliar el sueño, por un momento tuvo la esperanza que Tezuka lo abrazara, como era su costumbre, pero Fuji se vio decepcionado pues los dos permanecieron de espaldas, fue más fuerte el orgullo de ambos y se quedaron dormidos mientras esperaban que el otro fuera el primero en dar el primer paso.

Mientras en uno de los edificios del centro de la ciudad, en el último piso donde estaba el pent house que compartían los chicos del Hyotei; el interno de cirugía se encontraba en el salón mientras trataba de distraer su mente con algo de música, tomo su violín y trato de que sus preocupaciones se desvanecieran mientras el arco se deslizaba por las cuerdas, disfrutaba tocando el violín, del cual salía una melodía placida, pacifica, simplemente hermosa, transmitía una belleza hipnotizante, según decían la pieza más difícil de interpretar, pero que el doctor parecía tocar con naturalidad. Entonces noto que alguien lo estaba acompañado con el piano, sin dejar de tocar ni desconcentrarse, viro su mirada encontrándose con el heredero que estaba al piano tocando el acompañamiento de la pieza.

-No he escuchado a alguien que toque El trino del Diablo como tú –dijo Atobe cuando terminaron de tocar –es perfecto.

-No lo es, un ser tan imperfecto como el humano es incapaz de igualar esa melodía que contiene la esencia misma de la maldad y perfección del diablo –contesto Oshitari bajando el arco.

-¿Acaso pretendes que el diablo se presente y te proponga un trato? –pregunto Atobe sirviendo dos copas de champán.

-¿Sería tan malo?, al violín se le considera el instrumento musical del diablo por el ímpetu y locura que se muestra en algunos al tocarlo –explico Oshitari guardando el instrumento en su estuche.

-Pero tu diablo toca el piano en su lugar –comento Atobe ofreciendo una copa al otro.

-Muy cierto –concordó Oshitari tomando la copa que le ofrecía el heredero.

Chocaron sus copas antes de saborear aquel líquido dorado, el doctor tal vez debía sentirse culpable, tener algún reparo en lo que hacían pero no era así. Después de terminar con la bebida se dirigieron a la alcoba que solían compartir, sabían que no se pertenecían, que la situación tarde o temprano podría terminar mal, pero estaban dispuestos a correr ese riesgo, para que sus heridas no escocieran cada vez que los recordaban, sabían que entre ellos no se lastimarían. Los labios del moreno buscaron una presa y fueron directamente al cuello del heredero, sus manos delinearon con suavidad el cuerpo bajo el, al empezar a mover de nuevo la mano buscando más músculos que delinear, sus dientes mordieron; el chico del lunar hizo un sonido peculiar, medio gemido medio grito, el doctor se permitió una sonrisa mientras sus dientes aumentaban la presión, aprovechó que lo acababa de desorientar para agarrarle las muñecas por encima de su cabeza, empujó una vez más sus caderas una contra la otra.

-Tienes unas manos… prodigiosas… Yuushi –dijo Atobe entrecortadamente acostado al lado del médico –en el violín, la cirugía… en la cama.

-¿Te parece? –pregunto Oshitari apartándose el cabello húmedo del rostro –también alimentare tu ego entonces, eres todo un dios sexual, siempre vuelvo a ti.

-Ninguno de nuestros amantes nos superan, por eso estamos juntos.

Cuando el tensai despertó se dio cuenta que estaba solo en la cama, bajo a la cocina pero simplemente Tezuka ya no se encontraba, se imagino que estaría en el club de tenis aunque en ese tiempo no tenia entrenamientos, o tal vez se había ido a casa de sus padres para pasar un rato con su abuelo, se dio un baño y almorzó solo, sintiéndose un poco afligido por lo que estaba ocurriendo, fue a la cochera y vio que el Aston Martin de su pareja estaba en su lugar, Kunimitsu se había llevado la moto, el fotógrafo subió a su Porsche y condujo durante un rato sin saber bien a donde se dirigía.

-Este parece un lugar tranquilo.

Fuji se había detenido en un parque y había bajado de su auto para fotografiar a unos niños que jugaban con una pelota y de unas chicas que regresaban del colegio, desafortunadamente una de ellas se había puesto nerviosa al darse cuenta que las estaban fotografiando, por lo que fue a avisarle a un policía que las estaban acosando; Fuji se vio muy sorprendido cuando el oficial le pregunto qué estaba haciendo y que dejara de molestar a las jóvenes, el fotógrafo confundido vio al policía ya que él no estaba haciendo nada malo, y claramente no tenia esas intenciones, bajo la cámara y le explico al oficial que solo estaba tomando fotografías sin ninguna mala intención.

-¡Por Kami!... es Fuji Syusuke –exclamo una de las jóvenes.

Fuji volteo a mirar a la joven que lo había reconocido y se encontraba realmente sonrojada, el fotógrafo le sonrió con gentileza y la chica casi muere de la emoción, se acerco a los hombres y totalmente avergonzada le dijo al oficial que se había tratado de un error de su amiga; el grupito de chicas miraban al apuesto tensai totalmente ruborizadas y apenadas, Syusuke le dijo una vez más al oficial que era fotógrafo y que solamente le había sacado fotografías a las señoritas porque le había cautivado su actitud despreocupada y relajada con la que platicaban y que en ningún momento había querido hacer sentir incomoda a ninguna de ellas.

-Gracias por intervenir, por un momento creí que me llevaría a la estación –agradeció Fuji cuando el oficial se retiro –te aseguro que en ningún momento fue mi intención molestarlas.

-Fue culpa nuestra, Fuji-san, somos nosotras quienes lo lamentamos –se disculpo la muchacha.

-¿Te gusta la fotografía?

-Un poco… he visto varias de sus fotografías y son geniales, hace poco salió en una revista de arte y ahí lo vi –dijo la chica tratando de controlar sus nervios.

-Bueno será mejor que me retire antes de que tu amiga me acuse de nuevo, fue un gusto conocerte…

-Sunako.

-Fue un gusto conocerte, Sunako-chan –se despidió Fuji dándole un beso en la mejilla.

La chica casi se desmaya cuando Fuji le dio el beso, el fotógrafo se colgó la cámara en el hombro y tomo sus cosas para caminar un rato mas, a sus espaldas pudo oír como las amigas de Sunako trataban de hacerla reaccionar y también le reclamaban a la otra chica ya que por su culpa el tensai había dejado de fotografiarlas. Syusuke después de comprar algo de comida rápida fue a dar a las canchas de tenis callejero, se sentó en una de las bancas y observo un rato a los que jugaban, después saco su raqueta y fue a pelotear un rato contra una pared, necesitaba despejarse, distraerse y al menos eso lo haría olvidar por un rato el problema.

Pronto escucho un peloteo que se le hacía familiar, detuvo la pelota y fue a explorar los alrededores en busca del origen, encontró a Tezuka que al igual que él se encontraba peloteando contra una pared, tratando de desquitar con esta su frustración, aquello le pareció increíble habían ido al mismo lugar a desahogarse.

-Kunimitsu –llamo Fuji.

Tezuka detuvo la pelota al escuchar al tensai, solo lo observo mientras trataba de normalizar su respiración, Fuji traía su raqueta en mano, le hizo una seña con la cabeza para indicarle que lo siguiera, llegaron hasta una de las canchas donde cada uno tomo su lugar detrás de la red, el fotógrafo saco una pelota y se preparo para sacar e iniciar el partido.

-Kunimitsu simplemente no entiendo porque no quieres mudarte a Italia –dijo Fuji contestando el golpe –será una nueva vida.

-No quiero vivir en Italia, tan sencillo como eso –contesto Tezuka marcando un punto.

Continuaron jugando y conversando entre este, al parecer era una forma que funcionaba para ambos, no les importaba en verdad el resultado del encuentro era a lo que menos le estaban prestando atención, tenían que escuchar lo que el otro tenía que decir eso era lo importante.

-Necesitamos ayuda, ver a alguien –sugirió Fuji realizando el hakugei –si queremos solucionar esto tenemos que esforzarnos.

-Está bien, iremos con un terapista que nos ayude con esto, Oishi es bueno iremos con él, nos ayudara con este problema –propuso Tezuka contestando con un smash a la red.

-Necesitamos a un especialista, Oishi es psicólogo de niños –refuto Fuji haciendo el higuma otoshi.

-Syusuke, por favor, un terapista es un terapista –dijo Tezuka observando que la pelota pegaba en la línea del fondo –le pagas para que escuche nuestros problemas y luego le ruegas a Kami que no diga nada en público.

Dieron por terminado el partido sin saber quién de los dos había ganado, regresaron a casa cada uno por su lado, Tezuka llamo a su amigo para que al día siguiente pudieran reunirse, eso no convencía del todo a Fuji pero vio el lado positivo a que el chico de lentes tratara de hacer algo para solucionar el problema.

Al día siguiente se fueron en el auto del tenista al consultorio de Oishi, el cual estaba en el mismo edificio en el que estaba el consultorio de Eiji, ambos se sintieron un poco incómodos pues estaban esperando en una sala con decoraciones infantiles, aunque no rayaba en lo ridículo ya que varios de los pacientes del Oishi era casi adolescentes y de ninguna manera aceptarían estar esperando en una sala tan ridícula, la puerta se abrió y por ella salió una chica de trece años, el doctor se despidió de la niña e hizo pasar a sus amigos, que se acomodaron en un sillón mientras que Oishi tomaba asiento en otro que estaba frente a ellos.

-Bueno, ¿qué es lo que sucede? –pregunto Oishi.

-Primero que nada quisiera aclarar que Syusuke y yo nos amamos y esto solo es un contratiempo –dijo Tezuka de inmediato.

-Bien, eso está bien, el amor es importante –comento Oishi comprensivo por lo dicho por el chico de lentes.

-A Syusuke le propusieron que realice un libro en Italia, pero nos tendríamos que mudar un año en lo que realiza el libro…

-Ese no es el problema, Italia no es el problema –interrumpió Fuji.

-¿Ese no es el problema?, porque yo creo que si –contesto Tezuka confundido.

-Italia solo es la superficie del problema –aseguro Fuji recargándose en el respaldo.

-¿Superficie? –pregunto Oishi confundido.

-Tiene miedo de mi, miedo de que lo supere, esta deprimido, por eso es por lo que no se quiere mudar a Italia y tenemos problemas sexuales.

-¿Qué? –pregunto Tezuka sorprendido.

-¿Sex-sexuales? –tartamudeo Oishi sonrojándose.

-Ya no lo hacemos tanto como antes, desde que volvimos de Francia estas deprimido y apenas si nos tocamos –le dijo Fuji al tenista que estaba incomodo –es fantástico, es un gran amante, pero solo se ha detenido, parece que se ha cansado.

-Esta bi-bien, está bien –dijo Oishi tratando de no acalorarse.

-Syusuke, no… esto no es sobre… esto no es sobre el sexo –le dijo Tezuka ofendido, al terapista –el sexo está bien.

-Comprendo, claro, digo es natural, todas las presiones y trabajo, Eiji lo comprende.

-Exacto, la presión, los entrenamientos, tu sabes uno a veces solo quiere descansar, Syusuke no se trata de nuestra intimidad –concordó Tezuka.

-Esto sí es sobre nuestra intimidad –insistió Fuji con su punto de vista –pregúntale a Tezuka que siente con el sexo.

-¿Por qué le preguntaría algo así? –pregunto Oishi jugando con sus pulgares.

-Por qué quiero que conversemos, es necesario que él se abra a mi –continuo Fuji mientras que el tenista volteaba para otro sitio –quiero que me diga que representa el sexo para él.

Oishi ya estaba sudando ante todo lo que decía el tensai, ahora recordaba por que trabajaba con niños, sin duda alguna cuando la pareja de castaños se retirara tendría que sacar una cita con su psicólogo para hablar del trauma que le estaban provocando. Tezuka quería desaparecer de la faz de la Tierra o al menos poder callar la hermosa boca del tensai, pues a su juicio Syusuke se había ido por un tema completamente diferente al que los había llevado a ver a Oishi.

-Pregúntale cuantas veces me besaba entre las piernas –le pidió Fuji a Oishi, que se asusto al escucharlo –antes lo hacía todo el tiempo, hasta que un día simplemente dejo de hacerlo.

-Hagamos esto, pregúntale tú –dijo Oishi todo sudoroso.

-Está bien –acepto Fuji volteándose hacia el chico de lentes –Kunimitsu, ¿por qué ya no me besas entre las piernas?, contéstame por favor… soy el mismo, las mismas piernas y el mismo…

-No lo sé, supongo que la pasión pasa, es normal –interrumpió Tezuka al tensai para que se callara.

-¿Ves?, eso no lo creo, algo le está molestando y no lo comparte conmigo, no se trata de Italia y no se trata de sexo.

-¡Gracias Kami! –exclamo Oishi aliviado.

-Kunimitsu no quiere hablar, no habla y no tenemos sexo –dijo Fuji dirigiéndose a su amigo –voy a hacer un libro y el acaba de perder el Rolland Garros, por eso esta así, teme que lo supere eso le afecta.

-Syusuke tú crees que todo nos afecta, TODO, sabes bien que no soy de muchas palabras y el que me presiones se vuelve muy pesado.

-Oishi, pregúntale cuantas veces me pedía que se lo hiciera con la boca, cuantas veces a la semana –pidió Fuji como si preguntara la hora.

-Por Kami, ¿tengo que hacerlo? –pregunto Oishi al punto del colapso.

-Si, pregúntale cuantas veces me pedía que se lo hiciera con la boca cuando comenzamos nuestra relación –insistió Fuji.

-Bien, Tezuka…

-¿Si? –pregunto Tezuka cruzado de brazos.

-¿Cuántas veces le pedias a Fuji que… t-te lo hiciera con la bo-boca? –pregunto Oishi a duras penas.

-Doce o quince veces a la semana –respondió Tezuka ásperamente.

-Pregúntale donde, pregúntale.

-¿Dónde le pedias a Fuji que te hiciera…?, bueno tu sabes qué –pregunto Oishi incapaz de decirlo otra vez.

-Bueno en todos lados en realidad, en la casa, el auto, su estudio, el club de tenis, en la estación del metro.

-¿La estación del metro? –interrogo Oishi sorprendido.

-Así es, ahora pregúntale cuantas veces lo hago ahora… una, dos veces a la semana tal vez, me pregunto por qué pasa esto, y otra vez llego a la conclusión de que está deprimido y todo por haber perdido un torneo.

-Tú no entiendes –dijo Tezuka a la defensiva –no solo perdí.

-Pues entonces ayúdame a entender, no te encierres en ti mismo y déjame ayudarte –pidió Fuji tomando la mano del tenista –por qué me haces pensar que estas molesto porque tengo una gran oportunidad en mi carrera.

-Claro que no es eso, solo que aquí entreno y tengo proyectos, no quiero irme.

-Entonces, dime que te sucede, acaso crees que en Italia no hay canchas de tenis, casi no ejerces solo lo haces en tus tiempos libres, estoy más que seguro que conseguirías algo, es una patética excusa lo que dices.

-Creo que será mejor que nos calmemos –pidió Oishi al ver que las cosas se estaban calentando.

-Dime que es lo que te pasa, ¿por qué dices que no solo perdiste?

-Falta a una promesa, ¿estás contento? –dijo Tezuka molesto ante la insistencia –falte a la promesa que le hice a mi abuelo.
Notas finales: Bueno, ¿que les parecio?, ¿podran superar el problema?, ¿Oishi necesitara ayuda psicologica para superar el trauma que le ocasionaron?, en los pronximos capitulos lo sabran ya nos acercamos al final, en el proximo Tezuka tomara algo de protagonismo, entonces nos vemos por aqui cuando actualice recuerden que se acerca navidad y si gustan dejar reviews seran un buen presente, bye.

Pues aqui les dejo la direccion del trailer del fic, que Xcaret hizo no se que estabamos platicando y salio la idea del trailer, le quedo super, espero les guste como a mi.

http://www.youtube.com/watch?v=DkCX64DaLUI

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).