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Juego de cuatro por EijiTonks

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Notas del capitulo: Viva la Strongest Pair!!!!!
Regresaron a la casa después de que Tezuka confesara que había faltado a una promesa a su abuelo, pero no había pronunciado otra palabra después de eso, pero ahora el tensai no se quedaría así, había logrado que al fin Kunimitsu dijera que era lo que le pasaba, pero aun tenía que trabajarlo y no podía presionarlo más por ese día, esa noche Tezuka durmió en otra habitación ya que no era capaz de ver a la cara al tensai, el chico de lentes se sentía vulnerable y no le gustaba, no quería que nadie viera sus debilidades. Fuji había salido temprano y estuvo toda la mañana ausente, regresando a la hora del almuerzo donde encontró a Tezuka en la cocina tomando un café.

-Creo que al final de cuentas fue bueno que viéramos a Oishi, aunque lo note algo nervioso, casi no intervino –comento Fuji.

-Bueno es natural, hiciste que el pobre se sonrojara y casi le da un colapso –dijo Tezuka tras comer una galleta.

-Mitsu, fui esta mañana a la galería a firmar el contrato –informo Fuji recargándose en una pared –si no quieres ir a Italia lo comprendo, pero no puedo desaprovechar esta oportunidad.

-¿Te vas? –pregunto Tezuka sorprendido.

-Lo siento, pero tengo que hacerlo.

-¿Qué esperas de mi exactamente?, ¿qué quieres que haga?

-Quiero que seas sincero y no te guardes todo, si estas así por que no ganaste el Rolland Garros, déjame decirte que haces una tormenta en un vaso de agua, aun puedes ser ganador del Grand Slam.

-¿Qué dices? –cuestiono Tezuka sorprendido de que Fuji supiera.

-Ya ganaste el Open de Australia, y el año pasado ganaste el Rolland Garros y Wimbledon, ahora tienes que ganar el Open de E.U. y serás ganador del Grand Slam, cumplirás con la promesa –explico Fuji tranquilamente.

-Syusuke.

-¿En verdad crees que a Kunikazu le importa eso?, el te quiere ver feliz, ver que disfrutas tu vida, te dijo lo del Open porque sabe que disfrutas jugando al tenis –dijo Fuji siendo lo más honesto posible –y que eso te hace feliz, no quería encadenarte a una carga así, es difícil no lo consiguen muchos, grandes tenistas son ganadores en dos temporadas es soberbio de tu parte creer que no perderías.

-Es que yo… yo sentí que le había fallado, que lo decepcionaría –confeso Tezuka avergonzado.

-Tu jamás lo decepcionaras y solamente le fallaras si no eres feliz y no disfrutas de tu vida, el quiere que no te arrepientas de nada –dijo Fuji con una cálida sonrisa.

Tezuka se quedo solo en la cocina y dejo que su café se enfriara, las palabras de Syusuke resonaban en su cabeza, se quito los lentes y los dejo en la mesa, se llevo las manos al rostro y se recargo en esta, muchas emociones se agolpaban en su pecho, aquel sentimiento de culpa, de tristeza lo embargaba y no solamente por su promesa sino porque Fuji tenía razón en cada una de sus palabras, unas lagrimas resbalaron por sus mejillas al no poder soportar más, eso era más grande que él y ahora anhelaba que el fotógrafo estuviera a su lado para consolarlo.

-Yuushi… detente por favor.

-No puedo, por favor Gakuto.

-¡Para!

Oshitari se separo del enfermero que estaba forcejeando con él, estaban en el cuarto de descanso del hospital, y hasta hace un segundo la estaba pasando en grande con el que había sido su compañero de dobles, después de ese café la relación había avanzado rápidamente y pronto sentía el fuego y pasión que hace mucho no sentía.

-Gakuto, ¿qué pasa?

-Yo no quiero ser un juego, Yuushi, no me gusta esto –se quejo Gakuto.

-No eres un juego para mí –contesto Oshitari acariciando la mejilla del más bajo.

-Tu estas con Atobe y yo no quiero… lo lamento, Yuushi, pero no puedo hacer esto –dijo Gakuto tomando la manija de la puerta.

-No, por favor, no –detuvo Oshitari abrazando al enfermero –hablare con él, te lo juro.

Gakuto se dio vuelta para quedar de frente con el doctor, el no quería provocar que la relación que tenia Oshitari y Atobe terminara por su culpa, pero no había podido evitar lo que había pasado con el interno de cirugía, siempre se había sentido atraído por su compañero de dobles pero nunca tuvo la oportunidad o más bien nunca había tenido el valor de decirle algo a Oshitari y luego se vieron separados por la universidad, donde el más alto había iniciado una relación con Fuji Syusuke, por lo que opto por alejarse del doctor pensando que tal vez así podría olvidarlo, teniendo el mas mínimo contacto con este, solo viéndolo ocasionalmente en alguna reunión. Y ahora había empezado algo con Oshitari que sabía que estaba mal ya que el tenia una relación con Atobe, aunque hubiera un millar de rumores sobre la fidelidad del interno a su pareja, no quería ser un juego para el doctor.

-Yuushi, no quiero obligarte pero debes tomar una decisión –dijo Gakuto en voz baja.

-Ya la he tomado –aseguro Oshitari besando el cuello del más bajo.

-Yuushi…

-Te quiero a ti –dijo Oshitari uniendo sus labios con los de Gakuto.

Tezuka se encontraba en el consultorio a la espera de que el doctor llegara, había pedido que lo atendiera Oshitari ya que después de las experiencias vividas había llegado a tenerle cierta confianza; habían sido los días más infelices desde que tenía memoria pues Fuji se había ido de la casa y pasaría los días restantes en el país en la casa de su hermana, llevaba días sin poder dormir pensando que todo estaba por acabar.

-Tezuka, ¿en qué puedo ayudarte? –pregunto Oshitari entrando al consultorio.

-Necesito que me des unas pastillas para dormir –respondió Tezuka con rapidez.

-¿Qué?

-Llevo días sin dormir y necesito algo fuerte.

-Dime qué pasa, no puedo darte drogas solo porque si, te ves mal –dijo Oshitari tras observar al tenista.

Tezuka se veía notoriamente cansado, en su rostro se podían observar las ojeras producto de sus noches en vela y no se había afeitado en varios días, tenía algo de barba y el cabello algo revuelto; presentaba una imagen completamente diferente a la que solía mostrar, siempre propio e inflexible sin dar muestra alguna de que algo le afectara, parecía que la coraza que lo acompañaba había sido reducida a cenizas pues el Kunimitsu que ahora se mostraba era completamente diferente, vulnerable y herido, siendo solo una sombra de lo que el otro Tezuka Kunimitsu reflejaba.

-¿Tezuka?

-Solo dame algo que me haga dormir –dijo Tezuka ásperamente.

-Toma algún té, hay unos muy buenos, lo natural siempre es lo mejor –recomendó Oshitari.

-Si no me vas a ayudar será mejor que me vaya –corto Tezuka levantándose.

-¡Espera! –detuvo Oshitari al tenista.

Oshitari busco en su bata y saco su block de recetas, escribió rápidamente y luego le entrego el papel a Tezuka, este lo recibió de inmediato y se acomodo los lentes; Oshitari lo miraba con preocupación ya que ese no era el Tezuka que conocía, algo muy fuerte debió haber sucedido para que se encontrara en ese estado.

-Gracias.

-No es lo mas fuerte pero te ayudara a dormir –dijo Oshitari guardando su bolígrafo –tu aspecto personal deja mucho que desear.

-Menos vanidad eso suena como algo bueno –contesto Tezuka guardando la receta.

-Este tipo de cambios indican un estrés intenso…

-Estoy bien –interrumpió Tezuka.

-¿Quieres discutir algo conmigo?

-Preferiría lanzarme a un precipicio en una moto a toda velocidad –respondió Tezuka cortante.

-Necesitas hablar de lo que te está pasando, sino es conmigo con alguien más, tus amigos te apoyaran –aconsejo Oshitari.

Tezuka abandono el consultorio, paso a la farmacia a surtir la receta para luego volver a la casa que ahora se encontraba vacía, necesitaba dormir, solo unas horas sin que lo atormentaran los pensamientos de que Fuji se iría de su vida y el era incapaz de detenerlo. Cuando despertó ya era noche, había estado durmiendo durante todo el día gracias a esas pastillas aunque sentía que en realidad no había descansado del todo, escucho ruidos en la planta baja de la casa, se levanto y fue a ver quién era el intruso en su casa, el ruido provenía de la cocina donde encontró a Syusuke que estaba dejando unos platos sobre el comedor.

-Suke.

-Lamento haberte despertado –se disculpo Fuji sonriente –vine a guardar algunas cosas y te encontré dormido, imagino que no has comido y te prepare algo.

-Gracias.

-No hay por qué, bueno será mejor que me vaya no quiero molestarte, ya casi todo está listo para cuando… bueno me vaya a Italia.

Tezuka no sabía que decir solo miraba al tensai, que se veía tan radiante como siempre, la sonrisa que siempre enmarcaba su rostro no lo había abandonado, pero esta no era más que una máscara para no dejarle ver al otro que su interior estaba lastimado. No supieron en qué momento fue cuando se besaron ni cuando habían entrado en la habitación, lo único que sabían era que se necesitaban el uno al otro, lo que lo hacía en extremo doloroso.

-Kunimitsu, levante tenemos entrenamiento –llamo Hannah.

-Vete, no estoy de humor –contesto Tezuka cubriéndose con la sabana.

Había despertado la mañana siguiente solo en la cama después de haber estado con Fuji, este se había ido muy temprano y no lo despertó, no se despidió, por lo que cuando se dio cuenta que estaba solo se sintió todavía peor. La entrenadora se encontraba preocupada por su pupilo pues este se había ausentado a los entrenamientos a lo largo de la semana y eso no era común en el chico de lentes, tenía que existir una poderosa razón para que Tezuka Kunimitsu dejara de lado sus responsabilidades, por lo que había ido a la casa del tenista para saber qué era lo que estaba sucediendo, se llevo toda una sorpresa cuando un Tezuka descuidado le abrió la puerta y le dijo cortante y seco que estaba harto de los entrenamientos y que se tomaría un descanso, por lo que la pelirroja había seguido al chico de lentes por la casa hasta la habitación donde Kunimitsu se metió en la cama y trato de ignorar a su entrenadora.

-¿Qué te sucede?, ¿dónde está Syusuke para que me ayude a que entres en razón?

-Syusuke no está y no va a regresar –contesto Tezuka poniéndose la almohada en la cabeza.

-¿Se fue?, ¿por eso estas así? –interrogo Hannah quitándole la almohada –todo el mundo tiene peleas, es normal en una pareja…

-Se fue, Syusuke, se va a largar a Italia y no puedo detenerlo –respondió Tezuka con rudeza.

-No puedes debes dejarte decaer, eres un tipo fuerte.

-Ese es el maldito problema, estoy harto de ser fuerte, de permanecer siempre estoico sin que nada me afecte –dijo Tezuka en un arrebato, mirando con fiereza a la chica –si quiero quedarme todo el día en casa lo hare, voy a hacer lo que se me dé la gana.

-Kunimitsu… yo no sé… me gustaría poder ayudarte –dijo Hannah con tristeza.

El tenista puso fin a la escasa distancia que lo separaba de la pelirroja, la tomo del brazo con fuerza y la atrajo hacia su cuerpo, para besarla con brusquedad y rudeza, la chica por un segundo se hallo sorprendida por el acto de su pupilo, reaccionando de inmediato y empezando a forcejear con él, dándole golpes en el pecho con la mano que tenia libre, cuando se separaron Hannah le dio una fuerte bofetada al chico de lentes, que le devolvió una mirada fría antes de soltarla. Tezuka solo observaba a su entrenadora que se veía asustada y sorprendida ante lo que acababa de suceder, le dolía, sentía un intenso dolor que no lo dejaba respirar, nada podía aliviarlo no importara que hiciera, solo sentía dolor y odio.

-Vete.

Hannah salió de la casa del tenista, que se hallaba irreconocible, jamás en sus mas locos sueños se había imaginado poder ver así a Tezuka, en verdad se encontraba afectado por lo que estaba sucediendo, y aunque quisiera negarlo verlo así le dolía, porque desde que se habían conocido en Alemania siempre estuvieron al pendiente uno del otro, ese chico le había ayudado a dejar el alcohol, se preocupaba por ella y la sermoneaba a pesar de ser menor que ella, no podía evitar tenerle un cariño especial y verlo como un hermano menor, porque eso era Kunimitsu para ella, mas allá de su pupilo y que fuera su entrenadora, la pelirroja veía en el chico de lentes un hermano al que cuidar y verlo así le provocaba una enorme tristeza. Tezuka por su parte se quedo de pie al lado de la cama por un buen rato, jamás en su vida se había sentido así, tan impotente y vulnerable, sin tener control de nada de lo que pasaba, se sentó en la cama y tomo una marco de plata que estaba en el buro junto a la cama; Fuji Syusuke se encontraba en la fotografía brindándole una cálida sonrisa y una mirada que desbordaba amor por el chico de lentes que se hallaba detrás de la cámara y quien había tomado la fotografía, el tensai había dicho que era encantadora por que Tezuka la había tomado; paso sus dedos por el cristal añorando acariciar el rostro de Syusuke, más un veneno lo empezó a recorrer cuando recordó que era él quien lo estaba abandonando, un odio inmenso se apodero de él y lanzo el marco a la pared, el vidrio que protegía la fotografía se rompió en varios pedazos, exactamente como Kunimitsu se sentía por dentro.

-No sé cómo hacer esto –dijo Tezuka quitándose los lentes.

-Bueno solo cuéntame lo que tienes en tu mente –pidió Oishi amablemente.

Kunimitsu había ido una vez más a consulta con su mejor amigo, pero esta vez había ido solo, no sabía qué hacer y necesitaba que alguien lo ayudara a aclarar sus ideas, pasaron varios días en los que sintió que un veneno lo corroía por dentro y vivía en una prolongada agonía.

-Pues lo que hay en mi mente es odio hacia todos –contesto Tezuka de inmediato.

-¿Todos?

-En distintos grados, pero si, por todos –dijo Tezuka tras pensarlo un segundo –hacia Kikumaru por que se que él está más cerca de Syusuke que yo, Yukimura por haberle propuesto lo de Italia, mi abuelo por que hice una tonta promesa y a Syusuke al que más odio, porque nosotros teníamos algo grande y ahora todo… es un completo desastre, ¿debo seguir?, la lista es larga.

-No, no ya lo capte –contesto Oishi preocupado por su amigo.

-Solo los odio a todos, entonces, ¿ahora qué?, ¿terapia intensa, medicación?

-No, el odio es bueno, lo estás haciendo bien.

-¿Es en serio?, porque odio a todos –intervino Tezuka sorprendido.

-Es adaptación, es una técnica de afrontamiento, te estás adaptando lo cual es bueno.

-¿Conseguiste tu titulo por correo?

-Pronto sustituirás el odio hacia todos por algo más agradable, pero por ahora estas bien con tu técnica de adaptación.

-Mi técnica de adaptación del odio.

-Correcto.

-No quiero sentir odio –dijo Tezuka con honestidad –son demasiados problemas.

-Eso es difícil de aguantar, especialmente si te sientes responsable.

-Es exacto lo que siento, sí, me siento responsable… es mi incapacidad de avanzar al siguiente nivel.

-¿Por qué? –pregunto Oishi con calma.

-Supongo que siento temor de entregarme por completo a alguien, no estoy seguro de que sea lo que Syusuke merece –confeso Tezuka con voz ronca –el siempre me ha apoyado y me ha entregado todo de su ser sin esperar nada y ahora yo lo decepciono, el es lo mejor que me ha pasado, ¿qué es lo que debo hacer?

-Tú sabes que debes hacer, Tezuka.

Oishi lo miro con cierta complicidad mientras esbozaba una sonrisa, aun tenia cosas que arreglar y al menos la charla con su amigo lo había ayudado un poco, aun se encontraba indeciso pero ya tenía una idea de lo que debía hacer para estar en paz. El tenista se encontraba en el baño del consultorio de Oishi, se quito los lentes para refrescarse un poco, esperanzado en que el agua aclarara las ideas de su cabeza, un recuerdo se hizo presente en su mente cuando vinieron a su cabeza las palabras dichas por Syusuke. —Hablas de que comprenda, que entienda, siempre lo hago en cada paso que das siempre estoy ahí, apoyándote…—. Algo que había olvidado pero que ahora se hacía presente con auge, cerró la llave del agua, mientras se secaba el agua del rostro se recargo en la pared.

Se encontraba en la sala de estar sentado en el suelo recargando la espalda en uno de los sillones y con el teléfono a un lado, acababa de realizar una llamada a Alemania con la que había sido su entrenadora años atrás, meditando todavía en lo que la pelirroja le había dicho, de pronto sintió que algo ejercía presión sobre su cabeza volteo un poco y se encontró con el tensai que estaba sentado detrás de él en el sofá y tenía su mentón apoyado en la cabeza del tenista.

-Quítate, pesas –pidió Tezuka tratando de volver a sus cavilaciones.

-Déjame estar así un ratito –murmuro Fuji abrazándolo –estoy cansado, en verdad Yuusuke es algo inquieto, está empezando a gatear y he tenido que estar detrás de el por todo el estudio.

-Veo que es de familia.

-Que malo eres, Mitsu, te ves distraído, ¿te pasa algo?, ¿ya hablaste con ella?

-No te puedo esconder nada –dijo Tezuka besando la mano del tensai –hable con Hannah y parece que es algo complicado que venga a Japón para que sea mi entrenadora.

-¿Qué harás entonces?, has dicho que no hay nadie mejor que ella para entrenarte y le tienes una gran confianza… ¿quieres mudarte a Alemania?

-Pareciera que lees la mente, no mentiré, si lo he pensado –respondió Tezuka volteando a ver al tensai –pero casi acabas de poner tu estudio y te gusta cuidar de tu sobrino…

-Nadie dice que no puedo poner mi estudio allá, por el trabajo no te preocupes y pues visitare a Yuusuke cuando pueda –contesto Fuji acariciando la mejilla del tenista –yo te voy a apoyar en todo lo que necesites y si nos tenemos que mudar a Alemania lo haremos.

-Ich liebe sie* –dijo Tezuka antes de besarlo.

Y así era, Fuji Syusuke lo apoyaba a cada paso que daba, ya no había mas duda en el, tenía claro por fin lo que tenía que hacer, pues no podía permitir que Syusuke pensara que sus sueños eran menospreciados por él, los sueños de ambos debían ser realizados.

-Keigo, necesito hablar contigo –dijo Oshitari por el celular.

El doctor no quería perder a Gakuto que había vuelto a su vida, no podía seguir con el heredero pues no era nada justo para ninguno de los involucrados, aun cuando tenía un acuerdo con Atobe de que podían estar con otras personas siempre y cuando fueran discretos, había creído que con Mukahi sería igual que con sus otras conquistas, un polvo rápido y nada más, después de haber terminado con Fuji estaba muy herido así que se dedicaba a jugar con las personas y creyó que podía hacerlo una vez más, estaba completamente equivocado pues resulto que con el enfermero era simplemente diferente, no podía lastimarlo la sola idea lo hacía sentir miserable, sin haberse dado cuenta el enfermero había pasado las barreras que había levantado para no salir lastimado y eso no lo dejaría pasar, no iba a dejar que su oportunidad pasara de lado, esta vez lucharía por lo que quería.

-Cuando vuelvas de tu viaje nos veremos –dijo Oshitari para después colgar.

-Yuushi, aquí están los resultados de Mori-san y bueno creo que uno de sus nietos le trae helado de contrabando –informo Gakuto entregándole las hojas.

-Tomare cartas en el asunto –contesto Oshitari tomando los papeles.

Oshitari miro con ternura a Gakuto convencido de que había tomado la decisión correcta, mientras sus manos se rozaban cuando tomo las hojas, y tuvo reprimir el deseo de besarlo, se sentía seguro, el enfermero era la persona que necesitaba.

Kunimitsu llego a la casa de sus padres y fue directo al jardín donde sabia que se encontraría su abuelo, sus padres lo miraron con sorpresa pues no esperaban la visita de su hijo y mucho menos que pasara de largo, por lo que lo siguieron para saber qué era lo que tenía a su hijo de aquella manera. Kunikazu estaba en el jardín arreglando uno de sus más queridos bonsáis cuando vio a su nieto que se dirigía a donde estaba, se sorprendió mucho por la imagen que su nieto presentaba la cual distaba mucho a lo que estaba acostumbrado.

-Kunimitsu, ¿qué rayos te paso? –pregunto Kunikazu sorprendido.

-Solo escúchame, falle a la promesa que te hice y no me refiero al Grand Slam, ese lo ganare, pensé erróneamente que eso querías y Syusuke me hizo ver que a lo que te referías era a mi felicidad.

-Kunimitsu…

-Pero no voy a fallarte, no voy a fallarme, esto es por mí y no quiero arrepentirme de nada.

-Me alegro por ti… pero no se de qué diablos me estás hablando –comento Kunikazu algo confundido.

-No quiero odiar a la gente que más quiero, solo tengo que decidir y luego hacerlo y es justo lo que hare –dijo Tezuka con decisión.

-¿Te sientes bien?, ¿Syu-chan no debería estar contigo?

-Syusuke estará conmigo, así estaré bien.
Notas finales:

*Ich liebe sie es te amo en aleman. Espero que se haya entendido que lo que va en cursiva era un flash back.


¿Ques es lo que hara Tezuka?, ¿Realmente Oshitari terminara con Atobe?, ¿Volveran a estar juntos Tezuka y Fuji? Bueno este fue el penultimo capitulo, y en este queria dar un lado de Tezuka que no es muy visto, ojala me haya quedado bien, entonces solo nos resta el proximo y el epilogo para que este fic termine, espero que haya sido de su agrado, bueno entonces nos vemos en el final, si dejan reviews sera un exelente regalo de navidad. Feliz Navidad a todos!!!!!


Les dejo otro video:


http://www.youtube.com/watch?v=PW_fCwWQ3Zw


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