Una nueva oportunidad.
Capitulo 2. Mi vida después de ti. Parte II
Años. Tantos años ya habían pasado. ¿15? ¿16?
Solo. No, jamás había encontrado a otra persona que hiciera latir su corazón nuevamente. Pensándolo bien… ¿Acaso tenía?
Huyó, dejó al amor de su vida. Era un completo cobarde.
Y ahora, estaba en Inglaterra, presentando su último libro.
Solo sobrevivía de recuerdos. Había olvidado lo que era sentir.
Shuichi… tan solo el pronunciarlo dolía. Jamás había vuelto a Japón y por alguna extraña y desconocida razón el joven esta vez no lo busco con desesperación. No se merecía que alguien lo buscará.
Cuando hablaba por teléfono con su hermana, antes de que alguno de los dos pudiera mencionar al cantante, Tohma se las ingeniaba para interrumpir.
Suspiró. El avión tardaba demasiado debido al mal tiempo. Tampoco es que se muriera de ganas por llegar: Primero una reunión, después la presentación, la firma de autógrafos… lo mismo de siempre… la misma vieja rutina.
Últimamente no podía sacar a Shu de sus pensamientos.
Dos aviones aterrizaron casi al mismo tiempo.
Claramente enojado, bajó del avión dirigiéndose al lugar donde dijeron que lo recogerían.
Parado, ahí en medio de la multitud que iba y venía. Odiaba esperar por que eso hacia que recordará cada vez más al cantante.
-Hay, lo siento- el golpe de una persona que se estrelló contra él, lo despertó de sí mismo.
-¡Oye!- contestó malhumorado- ¡Fíjate por donde…!- pero en cuanto volteó a ver, las palabras ya no podían salir de su boca, porque lo primero con lo que se encontró fueron unos ojos… esos ojos… los iris de Shuichi estaban ahí, frente a él, mirándolo.
-¿Se… ñor?- la voz femenina logró que dejara de ver dichas pupilas y observó a la dueña de la voz.
Una hermosa adolescente, cabello rubio que le llegaba a media espalda, bella anatomía, facciones definidas, suave tono… sobre todo… esos ojos…
Por dios, esa niña era la belleza de Shuichi hecha mujer.
La cara de sorpresa que puso el escritor impresionó a la chica, sin embargo, no pareció asustaba, más bien preocupada.
-¿Se encuentra bien señor?
-¿Quién… por qué tú… cómo?
La palidez de Yuki aumentó al momento en que la melodía del celular de la chica empezó a sonar… ya empezaba a alucinar.
-Hay… de verdad le pido una disculpa- la chica se sonrojó- ¿Bueno?- la música se interrumpió antes de que Eiri pudiera sacar alguna deducción- sí papi, ya llegue. No te preocupes, en cualquier momento vendrá por mí. Te quiero pa.
Cuando colgó, Yuki ya había recuperado una parte de su conciencia. Esa chica… ¿Quién era? ¿Por qué se parecía tanto a Shuichi? Ella…
-Bueno, me vuelvo a disculpar. Espero que se encuentre bien, con su permiso, me retiro- la niña empezó a caminar.
-Oye- la voz del hombre la detuvo.
-¿Sí?- la chica volteó haciendo que el escritor recordará una vez más a Shuichi.
- ¿Cómo te llamas?
Ella lo miró curiosa, una semisonrisa que él juraba que conocía (pero que no era la de Shu…) se dibujo en sus labios para dejar salir a su voz.
-Me llamó Emiri Shi…
-¡Emi-chaaaaaan!- antes de terminar la presentación, la voz que la llamaba hizo que volteará rápidamente.
-¡Haruhi-chan!- las dos jóvenes corrieron a abrazarse.
-Yuki-sensei- la voz de un hombre lo llamó, era la persona que venía por él- vamos, disculpe el retraso… pero démonos prisa- el hombre lo tomó del brazo para jalarlo sin permitirle discutir.
Mientras estaba siendo llevado, una vez más, se permitió voltear a ver a la chica.
-Emiri…- susurró lentamente el escritor.
Continuará…
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