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Zoofilia por quezorallado

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Notas del capitulo: Disclaimer:
Bueno, ya revisé mis papeles de nacimiento y no, yo no soy tsugumi ohba, por lo tanto, DN no me pertenece.
a menos qe...
no.

oOOo

fuaaa actualizacion
no avanza casi nada la historia -.- pero este cap es necesario.
mis humildes aplausos y mi gratitud a niña_otaku, a Cora y a cierto ser anonimo por sus reviews reales no-oníricos ;D
sin más los dejo con esta actualizacon caca

Captulo 2: Necesidades, necesidades, necesidades, necesidades…

El hombre, ser humano en cuestin, posee caractersticas propias que los diferencia del resto de animales; as como tambin comparten ciertas conductas, sin alejarse de las races del ncleo de la humanidad.

Sin embargo, su personalidad egocntrica y de superioridad, acoplado a sus deseos de poder y gloria establecidos naturalmente en su sentido comn, le han alejado de la sociedad y enviado al exilio.

Desde los humanos que imprudentemente se apoderaron del pas, despus de su llegada en la que se le recibi cordialmente; hasta los rechazados de la poca actual, escondidos entre nosotros, viviendo una vida comn, mezclndose en una multitud en la que pueden pasar inadvertidos.

Diversos atentados se han realizado en contra de esta especie, entre ellos el ataque terrorista a los Alfiles Gemelos, el homicidio del lder de Amrica, la destruccin de la embajada y la decapitacin de la lder revolucionaria del movimiento Green Peace; todos motivados por el rencor hacia los humanos y su comportamiento egosta y destructivo ya mencionado anteriormente. Esta conducta se atribuye a...

- Cmbiale, Mello...- Balbuce el canino a los pies de la cama.- Ese reportaje siempre lo pasan cuando no tienen programacin.

- Si s, pero me gusta verlo.- Contest el rubio bajando los pies de la espalda de su cachorro e incorporndose en su sitio.

- Eres alguna clase de racista?

- Tu crees?- Dijo encogindose de hombros.

El pelirrojo le vio unos momentos con recelo y luego decidi ignorar el tema.

- Entonces- Prosigui acercndose al ojiazl- La vas a cambiar?

El rubio se dej caer en la cama, dndole la espalda a su perro y escondiendo su rostro entre las almohadas.

El pelirrojo zamarre suavemente a su amo y luego, resignado, apag la televisin por s mismo, quedando el cuarto a oscuras.

Hubo un sencillo silencio que convirti su mundo en una completa nada, una nada oscura, silenciosa y sofocante en la cual parecan estar los dos solos.

El pelirrojo baj de la cama y encendi la lmpara del velador, de inmediato el rubio la apag.

- Durmete ahora.- Orden el somnoliento ojiazl.- Maana tengo que salir temprano.

- Ah? Por qu?- Pregunt sorprendido.

Mello? Levantarse temprano? J! Eso tena que verlo.

- Por qu?- Repiti el rubio.- Por qu ser, por qu ser?- Gru molesto.- No te acuerdas que tena que buscar un trabajo?

- Ah, verdad.- Record el ojiverde, yndose al silln donde dorma.- La mujer sta, Halle, dijo que tenas que pagarle, si no me echaba... Buenas noches y buena suerte maana Melln!- Canturre en voz baja, tapndose con las cobijas en el sof.

- Yo? T vienes conmigo, perro intil.

- Qu!?

- Es lgico!- Se levant de su cama con pigricia, chocando con las cosas.

Al igual que el pelirrojo, Mello comenzaba a irritarse por la falta de sueo; hacan ya dos semanas desde el incidente con la duea del edificio, y hacan ya dos semanas desde que sta les gritaba cada maana la cantidad de dinero que se le deba remunerar, dos semanas de despertarse en el piso, misteriosamente fuera de la habitacin.

- T eres el que debera trabajar, no yo!- Continu el ojiazl.

- Tu eres mi dueo Soy tu responsabilidad, estpido!- Se defendi el pelirrojo, obteniendo como respuesta un gruido seguido de unas cuantas maldiciones por parte del rubio.

El canino se levant del silln amenazante y podidamente harto de esa conversacin, en la que irremediablemente, l no tena la razn.

La habitacin estaba oscura, un abismo lgubre y abstracto, apenas iluminada por una noche nublada y los focos de la calle, pero esto no le import al rubio, quien se abalanz contra Matt. Ambos cayeron al piso, Mello sobre Matt, intentando golpearle, y ste a su vez reteniendo las muecas de su amo.

- CALLENSE YAAAAAAAAAAA EL PAR DE INVERTEBRADOS!- Rugi la rubia desde afuera.

La puerta se abri dando paso a una frentica y ojerosa perra con una motosierra en sus manos.

Antes de retirarse victoriosa, dejando a un pelirrojo con trauma en una esquina y a un jadeante ojiazl lleno de moretones y cortadas sobre la cama, la rubia record lo acontecido durante el da.

- Ah, Keehl, esta tarde vino un amigo de tu hermanito, dijo que te contratara si prometas portarte bien.- Hizo una pausa para sacar un papel de entre sus pechos.- Esta es la direccin y la hora, que te vaya bien Y no se te ocurra faltar que hecho a la calle a ese perro pulgoso!- Amenaz con su puo, asustando un poco a ambos chicos para luego darse media vuelta y regresar a su habitacin.

Luego de calmarse, el rubio tom el papel y lo ley, el ojiverde se pregunt por qu la mujer lo llevara entre sus senos.

-Pervertida.- Pens moviendo su cola de un lado a otro, y acercndose al ojiazl.

-Bueno...- Se anim a si mismo el aludido.- Por lo menos ya consegu un trabajo.- Dirigi su mirada al pelirrojo que segundos antes le haba quitado el trozo de papel.- Y t no te vas a salvar, me tienes que acompaar maana.

- Est bien, est bien.- Acept finalmente el canino, recordando la violenta reaccin de ambos rubios. Se pregunt si todos los rubios se comportaban igual frente a la falta de sueo.- No quiero una tercera paliza de mi dueo y una cuarta de su perra.

- Mi perra...- Repiti con tono de pregunta y molestia.

- No dijiste que te acostabas con ella y que por eso...?

- Halle no es puta, Matt.

- Y entonces qu es?

- Qu a caso tu no tienes tus cuantas mujeres?- Respondi como contra pregunta.

- Unas perras y una que otra zorra, pero...

- Ya ves?- Dijo el rubio, convencido de su razn, y se acost en su cama luego de apagar la luz.- Ahora, si no quieres que ella nos venga a regaar de nuevo, durmete.

El canino obedeci sin objecin y una vez la habitacin haba quedado en silencio y ambos se disponan a dormir, unos pensamientos se cruzaron por la mente del pelirrojo.

- Halle no es una puta, Matt.

- Y entonces qu es?

- Ha evadido mi pregunta?

Y eventualmente uno que le dejara bizco.

- Esta tarde vino un amigo de tu hermanito, dijo que te contratara si prometas portarte bien.

Entonces Mello tena un hermano…?

A la maana siguiente el pelirrojo despert de golpe, casi ahogndose.

- Xumare...! A qu viene eso Mello?!

- Ya sabes lo que dice el refrn, cachorrito mo, "El que se acuesta con nio amanece mojado."- Dijo burlndose de la hombra del pelirrojo, despus de haberle tirado un vaso con agua para despertarle (N/A: el agua, no el vaso).

El canino se levant de mal humor, aunque ya estaba acostumbrado a las constantes burlas hacia su persona por parte del par de rubios, despertar mojado a las ocho de la maana era algo imperdonable.

Pero, irnicamente, lo olvid despus de un rato.

Mientras el rubio tomaba una ducha, el ojiverde se cambi la ropa; misma polera rayada, mismos jeans, misma apariencia de perro callejero fumador, ya que en efecto, el cigarro matutino no faltaba nunca en su boca... Y el de medio da, y el de la tarde, y el de la cena, y el de la noche, y los que no tenan ningn pretexto.

Salieron sin desayunar, pese a las quejas del ojiverde.

- Dnde es Mello?

- A unas calles. Nos vamos caminando.- Le indic quitando la envoltura de aluminio de una barra de chocolate.

- Sigue la pesadilla!- Se lament el pelirrojo entre sollozos, tirndose al piso y golpendolo con el puo. Luego sinti una especie de cosquillas en su cuello.- Qu se supone que es esto?- Pronunci cada slaba conteniendo la ira y la impotencia.

- Un collar de perro.- Dijo con naturalidad, mordiendo el chocolate.- Ya sabes, pongo “eso” “ah” y te hago “as”- Explic tirando de la cadena unida al collar.

- No imbcil, fue retrico. Me refiero a que… (N/A: tributo a Efecto Chocolate) Olvdalo.- El pelirrojo suspir y se levant

Qu caso tena discutir con Mello? Primero, era su dueo. Y segundo, esto lo estaba haciendo por l, o algo as. No se poda estar seguro con alguien como l.

Iniciaron el trayecto a la entrevista de trabajo, Matt adelante, conducido por el rubio y ste a su vez, iba despreocupado terminndose la barra de chocolate.

El ojiverde reflexion un poco y acab convencido, no lo haca por l, era nica y exclusivamente que no quera perder.

En otras palabras, Mello slo estaba llevndole la contraria a Halle.

Ciertamente, su dueo era en parte predecible; respondiendo blanco al decir otro negro; diciendo no ante la mayora del s. Pero tampoco haba que olvidar lo impulsivo que poda ser… En especial cuando tena sueo…

Record lo sucedido la noche anterior.

- Esta tarde vino un amigo de tu hermanito…

La curiosidad comenz a carcomerle la mente. No era que le importara la vida de Mello No! Para nada, pero ciertas dudas tontas se le cruzaban.

Gir levemente su rostro, mirando de reojo al rubio, quin se lama los dedos cubiertos por su preciado chocolate, ajeno a la opinin pblica.

Eso, esa era una de las cosas que le agradaban de su dueo.

Vacil en preguntarle sobre su supuesto hermano y decidi no decir nada, porque despus el imbcil empezara con esas mariconadas preguntas. Con un poco de suerte lo averiguara sin necesidad de preguntar. Ri con malicia, el slo hecho de pensar que hara algo a espaldas de su dueo, y ms an, algo que tena que ver con l, lo haca estremecerse de satisfaccin.

Su reflexivo estado de oxidacin fue interrumpido por el collar que ahora le ahorcaba.

- Llegamos.- Le comunic Mello, examinando el papel que sostena con la mano libre.

El rubio amarr la cadena al poste de luz a un lado y se despidi inexpresivo del canino, meciendo la mano de un lado a otro.

Una bola de pelos atraves el espacio entre ambos.

- Por qu crees que esto va a evitar que me escape?- Pregunt el pelirrojo, bien molesto, apuntando el nudo y poniendo nfasis en la palabra "esto".

- Intuicin.- Respondi antes de darse vuelta y entrar al edificio.

Esper por casi una hora a su dueo, hasta que le vio en la salida acompaado de un hombre ms alto, de cabellos rubios. Bien, su eficaz odo canino le haba ayudado en varias ocasiones y sta no sera la excepcin.

-... Claro, Lester.- Deca su dueo.- Por quin me tomas? Dexter?- Gru con fastidio.- Lo hara con los ojos cerrados.

El mayor le mir con desconfianza.

- Ni se te ocurra.

- Y cundo empiezo?- Cambi de tema el menor.

- Maana mismo.- Le indic Lester.- Llega temprano.

- Est bien, est bien, ya lo tengo, adis.

Su dueo se alej un poco y se detuvo sin voltearse al escuchar al mayor:

- Deberas darle las gracias a Near por esto.

El ojiazl permaneci en silencio unos instantes.

- Lo tendr en mente...- Dijo con sosiego, haciendo un ademn de despedida con la mano izquierda y sacando de su bolsillo una barra de chocolate con la otra.

Near

El canino lleg fcilmente a la conclusin de que se trataba del hermano de su dueo, era una probabilidad del 37%, pero era suficiente para continuar con la investigacin.

Cuando el rubio hubo llegado hasta el ojiverde, ste se puso en pi para iniciar el camino a casa.

- Ya ves que s sirvi?- Brome el ojiazl mientras retiraba el nudo de la cadena en el poste.

- Ja, ja, j.- Ri sin ganas.- Y?- Inquiri refirindose al resultado de la entrevista.

Si bien ya conoca ligeramente el resultado, ignorarlo sera ms adecuado.

- Qu no tienes sper-odo o algo as?

Bueno, Mello no era tonto.

- Ese tipo Era un halcn?- Otra vez, desviando conversaciones.

Mello pareci sorprenderse ante la pregunta de su mascota.

- Si.

Al llegar al edificio, la rubia les esperaba en la puerta de su habitacin, como si hubiera esperado toda la maana; entonces, hizo la misma pregunta que el pelirrojo.

-Y?

- Ya est, ya est.- Contest con cansancio el ojiazl, estresado por lo agitado que haba resultado hablar con Lester.- No tienes que preocuparte ms por tu dinero.

Ambos jvenes se dejaron caer en la cama, uno al lado de otro, el rubio relajndose, el pelirrojo intentando quitarse el collar.

- Me parece bien.- Sonri la Terrier comenzando a alejarse.

Record algo y regres a la habitacin del rubio.

- Te dijo Lester que le dieras las gracias a tu hermanito?

Bingo! Near era su hermano.

- Si.- Dijo en un soplido, dndose la vuelta hacia el lado de los cojines.

- Ya lleg, est en su habitacin.- Inform la rubia.

- Ya s.- Murmur cortante el ojiazl.

- … Despus ve a comprar algo de leche para l.

Dicho esto, la rubia finalmente se retir.

Encendiendo un cigarro, y habiendo desistido de quitarse la maldita correa, el canino se sent al borde de la cama, esperando la reaccin del rubio. Pasados unos diez minutos ste se levant y se dirigi a la puerta.

- Entonces s vas?- …l no era quin para entrometerse en los asuntos personales de su dueo, ni conoca a su hermano o la relacin que tenan, as que intent sonar lo ms distante y desinteresado.

El rubio medit un momento, para luego dibujar una sonrisa pcara y victoriosa en su rostro.

- Quieres conocerlo No?

Lo haba atrapado.

- Cllate.- Dijo levantndose y siguiendo a su dueo.

Aaahh, su dueo, un imbcil sarcstico y burlesco.

Un par de habitaciones ms all se encontraba la del hermano del rubio, quien dio unos cuantos golpes bruscos a la puerta y esper respuesta. En unos cuantos segundos se abri y un pelinegro con apariencia extranjera sali a recibirlos.

Matt se pregunt si l sera el tal Near.

- Oooh, cuanto tiempo Gevanni.- Se apresur a decir con sarcasmo el rubio.- Y Near?

Pues no, no era l.

- Espera un momento.- Sugiri el pelinegro.

Unos pasos sobre la rechinante madera del piso, acercndose lentamente a la puerta llenaron al pelirrojo, quien se encontraba apoyado en la pared contraria, de una inmensa e incontenible impaciencia. Dio una calada al cigarrillo a medio fumar en su boca y esper las milsimas de segundo que tomaron al pequeo albino abrir completamente la puerta, posicionarse frente al rubio.

Ambos se miraron fijamente. La tensin saltaba como chispas, teniendo como expectadores al pelirrojo y al pelinegro.

El momento de hablar era ese, Matt se emocion, como si estuviera en el clmax de una buena pel--

- Gracias.- Dijo el rubio y se dio la vuelta para retirarse.

El pelirrojo apenas se enter de lo sucedido, siendo arrastrado de la cadena del collar por su dueo.

Y su hermano, un albino raro y aparentemente distante.

Caminaron por el pasillo, pasando de su habitacin, lgico, ahora el rubio quera salir.

- Tu hermano...- Coment de la nada el canino.- Es raro. Me da escalofros.

- Debe ser porque es un gato. Ya sabes.- Respondi el ojiazl mirando de reojo al ojiverde.- Esa tontera de la rivalidad entre perros y gatos, resulta que no es mentira.

El canino guard silencio unos momentos.

- Oculta muy bien su identidad.- Acept con molestia.- El otro era un zorro Cierto?

Nuevamente el rubio se sorprendi. Bajaron las escaleras sin decirse nada hasta salir del edificio.

- Examinar a la gente hasta averiguar su verdadera identidad.- Dijo con sinceridad el pelirrojo.- Es un hbito tan regular que se volvi involuntario.- Explic tirando el cigarrillo al suelo para luego pisarlo.

- Buen chico.- Susurr el ojiazl al odo del canino, acaricindole la cabeza.

- A qu vine eso?- Pregunt el pelirrojo extraado de tal muestra de cario.

Ah, cario. Qu raro era viniendo de Mello.

- Parece que mi cachorro no es tan tonto…

- Y mi querido dueo es un estpido.

Una venita inflamada se asom intermitentemente en la sien del rubio.

- Oh Es as?- Sise en el odo del pelirrojo, tirando dolorosamente de su peluda cola.

El canino cay de rodillas y luego se sostuvo con ambas manos en el piso, con su cuerpo totalmente tenso. El ojiazl sonri a tal accin, tena controlado a su cachorro, sin importarle las miradas de la gente que all estaba en ese momento.

- Joder, Mello! Aqu no!- Chill volteando a ver a su dueo, para darse cuenta de lo comprometedora que haba salido la frasesita.

Unos tipos cerca rieron, una madre cubri los ojos de su hija y una nia de aspecto sospechoso sac una foto.

- Rugame.- Orden el rubio, sonriendo lascivamente.

Mierda Es que no tena vergenza?

- Por favor.- Dijo entre dientes el ojiverde.

A sabiendas que no obtendra nada ms que eso, el ojiazl solt la cola de su cachorro y esper que se recuperara y pusiera en pi.

- Mello, t… T…- Ri resentido.- …Eres un gato!- Acus victorioso apuntando al ojiazl y respirando entrecortado.

La mueca de aburrimiento del rubio no cambi en lo absoluto. Una brisa suave y repentina atraves el espacio entre ambos.

- En serio que ests obsesionado con eso de mi verdadera identidad.

Ya no era burla y ya no era sarcasmo, era un sentimiento de comprensin y humildad que expresaba el rubio.

Quizs realmente estaba obsesionado… Pero eso no quitaba el hecho de haberlo descubierto!

- Eso quisieras, amo mo. Acabo de darme cuenta hace unos momentos cuando me dijiste la identidad de tu hermano.- Explic con seguridad y engreimiento.- Es lgico que siendo tu hermano t…

- El enano no es mi hermano, Matt.- Dijo en un soplido, dejando al pelirrojo bizco, parpadeando repetidas veces.

- Pe… Pero Halle, y t y el sujeto rubio…

- Que no. Si quieres puedes ir y preguntarle t mismo.

El canino balbuce estupideces, probablemente por el impacto de la noticia y lo ridculo y avergonzado que se senta.

- Y Gevanni es su mayordomo, un zorro negro, (N/A: ah, Kuroshitsuji no me pertenece) como ya te habas dado cuenta.- Agreg solo como dato y comenzando a preocuparse por la salud mental de su cachorro.-… Venga, Matt, que quera dar un paseo.- Un cambio de tema predecible.

Notas finales: Mello: Ains...
Matt: D':< ¿Dónde estamos?
Mello: En... Ehhm... Xumare...
Matt: ¡Mello nos perdiste!
Mello: ¡YO S… D”NDE ESTAMOS! Nada más que no puedo decirlo con exactitud.
Matt: ...>_>
Mello: ¿Qué? ¬¬
Matt: >______>
Mello: ¿¡Qué, maldita sea!?
Matt: ¿A caso no me trajiste aquí para violarme? >_>
Mello: ...¿Por qué piensas eso?- sonríe pícaramente.- ¿Quieres que lo haga?
Matt: Nada de eso por Dios ·_·
Mello: - ignorándolo- Bueno, no se puede hacer nada.- desabrochandose el pantalón.
Matt: ¡CORTEN! ¡Corten aquí por favor!
Mello: Bien, Matt, ponte en cuatro y yo te meto mi--
Matt: ¡NOOOOOOOOO! >¬

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