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Reescribiendo nuestro futuro por LirinSanzo

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Notas del capitulo:

Mil gracias por sus reviews!!!
*-*

Nadie podía decir que las cosas iban bien, pero al menos aun se mantenían de pie, Howgarts había perdido a cincuenta y tres alumnos entre los trece y dieciocho años de edad, los merodeadores se habían extinguido con el ultimo aliento de Remus Lupin y de la sagrada y poderosa orden del fénix quedaban tan solo unos muy pocos miembros que aun se mantenían en constante lucha por encontrar a los Mortifagos que huyeron y otros se encargaban de reconstruir el destrozado mundo mágico.
Mientras su venerable colegio aun se estaba reparando, lenta pero mágicamente.
En uno de los jardines mas hermosos de Howgarts, junto al lago se encontraban un enorme monumento de un mago con una varita extendida hacia su frente y a sus espaldas una hermosa bruja con su varita también alzada hacia el cielo. Debajo de este, un epitafio que decía: “En honor a todos aquellos que lucharon por su libertad sin importar trascender mas allá... Porque uno no muere cuando deja este cuerpo, si la gente aun le recuerda seguirá vivo en lo mas profundo de su corazón. Y en lo mas hondo de Howgarts”

Sentado bajo ese monumento un jovencito de ojos verdes miraba hacia el lago en silencio. Tan solo dos semanas habían pasado desde la muerte de Voldemort, el mundo mágico estaba de fiesta, de gozo y de luto, había muchas lagrimas derramadas, muchas manos estrechadas y muchas notas en los diarios hablando del niño-que-vivio y del niño-que-lucho y sobre todo del niño-salvador. Darse un descanso siempre había sido bueno para todos de vez en cuando.
Ese verano todos regresaron a casa, antes de irse todos los alumnos sobrevivientes juraron ante aquel monumento regresar y terminar el curso, pase lo que pase estarían aquí.
Harry vio como muchas personas conocidas fueron llevadas inconscientes, otras tantas como lavender o Colín creevey fueron trasladados en hermosos carruajes fúnebres manejados por caballos alados, Ron y Hermione se despidieron con un enorme beso, Hermione iría con Ron hacia Australia, a buscar a sus padres, el pelirrojo ya no quería separase de ella por nada del mundo.
Harry suspiro, sin Lupin, sin Sirius y sin saber (ni desear saber) el lugar donde actualmente habitaban los Dursley había pedido con gran favor quedarse a ayudar a reparar y reconstruir su tan adorado Howgarts, que si bien, todo era por causa mágica y no había necesidad de desgastarse haciéndolo, la profesora McGonagall hablo con el Director y este a duras penas acepto.
Otro suspiro, el profesor Snape, director de Howgarts no le había vuelto a dirigir la palabra ni siquiera para molestarle o fastidiarle la existencia, de echo, tampoco le había visto desde el entierro de Tonks y Remus quienes fueron enterrados al lado de la tumba de Dumbledore, junto con muchos otros alumnos y personas que decidieron morir y descansar en su amado colegio, su hogar.
-Este va a ser el verano mas largo que e vivido en toda mi vida... –suspiro Harry mientras se ponía de pie hacia dirección de su colegio.

La gran mayoría del colegio estaba restablecido, solo si acaso por la torre de Astronomía, la magia después de todo, era poderosa en Howgarts. Harry recorrió el camino desde el jardín hasta los pasillos, aun sin saber porque, tal vez por una vana esperanza, tal vez porque estaba aburrido, no lo sabia, solamente sentía que caminar y pensar en otras cosas lo alejarían de la tristeza sumergida dentro de si. Había perdido a Remus, a Sirius, Ojoloco, Tonks, Fred, Hedwing y a Dumbledore en tan solo dos años y eso para el era demasiado peso sobre sus hombros, un peso que había guardado y aguantado tanto tiempo, un peso que por lo pronto seguiría así. Tan ensimismado venía pensando y tan escondido dentro de su tristeza que ni siquiera noto cuando la puerta frente a el se abría y se golpeaba junto con la persona que venía saliendo, Harry cayo al piso sentado y sobre el varios pergaminos y cartas de Howgarts .
-yo.. lo... lamen... –pero antes de que Harry terminará su frase miró hacia arriba encontrándose la fría e incomoda mirada de Severus Snape quien estaba de pie ante el.
Harry espero alguna frase estilo: “Potter usted solo es un incordio” o algo por el estilo, pero Severus solo se agacho, tomo las cartas y pergaminos tirados en silencio, sin mirarle y al terminar se puso de pie, simplemente fingiendo que el no existía.
-¿porque? –Escuchó entonces Severus las palabras de Harry cuando este le dio la espalda y siguió su camino, realmente no le interesaba hostigarlo como antes, si el vivía o moría ya no le importaba, Harry Potter llevaría una vida de lujos y de fama, logro lo que James hubiera deseado, Severus estaba dolido, el debería haber muerto con todos aquellos valientes hombres y mujeres que dieron la vida en batalla.. Pero claro.. A Potter se le ocurrió la magnifica idea de hacerle vivir. Severus estaba humillado por vivir. Y la única razón por la cual seguía viendo al chiquillo era por esos ojos.
-Lily... –murmuró Severus cuando entro a su aula de pociones y se sentó en el escritorio. –¿porque tu hijo tenía que parecerse tanto a ese idiota? Con su arrogancia, su carisma.. y su valor, es por ti por quien me detengo a no reunirme a tu lado cuanto antes... yo, ya no tengo nada que hacer en este mundo, no tengo razón de vivir Lily, y el único absurdo motivo por el que sigo aquí es por un montón de niñatos malcriados que me han pedido quedarme a tutelar este colegio - Severus saco de uno de sus cajones una imagen, la fotografía de Lily Evans, sonriente como siempre. Severus miró esos enormes y alegres ojos verdes y cerro los ojos tratando de evocarla.
Una lagrima fue lo primero que se vino a su mente, una lagrima que caía de unos muy bellos ojos verdes. –“Es Lily” –pensó Snape mientras recordaba ese rostro... Pero Lily jamás uso anteojos...
“¡yo no estoy decidiendo por usted...!” Había exclamado la persona dueña de esos ojos verdes mirándolo desesperado mientras una lagrima se le escapaba pero no se noto debido a que se quedo escondida detrás de los anteojos. “yo quería por una vez en mi vida decidir por mi... por lo que yo quería...”
-Potter... –Snape abrió los ojos un poco asombrado, ¿estaba acaso pensando en Harry Potter?. Enfurecido tomo un frasco con poción y la lanzo sobre la chimenea de su aula.
-¡ese estúpido mocoso! –gruñó molesto.


-¡Potter... Potter! –se escuchaban los gritos desde el castillo hasta el jardín unos días mas tarde.
-por aquí... –respondió entonces Harry mirando hacia atrás. Minerva McGonagall alcanzó a Harry con una enorme sonrisa. –últimamente te e visto mucho andando por aquí... ¿te sienta bien estar aquí? –
Harry sonrió débilmente mirando hacia las tumbas donde descansaban la gran parte de sus amigos.
-este es mi hogar... todo esto profesora, solo vine a dejar unas flores a Tonks y Remus antes de regresar al castillo. –Sus ojos verdes se clavaron en el cielo, las nubes negras estaban cubriendo este, al parecer iba a llover. –creo que se avecina una tempestad -
-justamente por ello te buscaba, al parecer un Huracán esta azotando los lugares cercanos y pues, será mejor que vayas a tu sala común Potter, no quiero que te enfermes y cuando Hagrid regrese me culpe por irresponsable... –mencionó McGonagall con una sonrisa dulce para después ver la tumba de Albus Dumbledore. Sus ojos se pusieron cristalinos. –Albus no le gustaría verte siempre solo mirando las tumbas Harry... tu sabes que puedes contactarlo cuando quieras... -
- Lo se –dijo secamente Harry. –pero hay personas que no fueron directores de Howgarts, personas que aun ni siquiera tienen tumbas a donde poder dejar flores... –suspiro tristemente. Realmente Sirius hubiera sido de gran ayuda en este momento. –Ya la alcanzo profesora... solo iré a dar un ultimo paseo al lago. -
McGonagall se retiro con una sonrisa dulce en sus labios. Harry le preocupaba desde luego, siete años cuidándole o tal vez aun mas, tal vez aun muchísimo antes de que entrase a Howgarts ella ya le protegía, en cierta forma ya conocía muy bien sus sentimientos, y sabia que su tristeza no solo era causada por todas esas amarguras. Algo, alguien, estaba detrás de tanto dolor.
Harry se sentó frente a la tumba de Remus y de Tonks, y abrazo sus piernas escondiendo su cara entre estas. –Remus.. no sabes cuanto necesito un consejo, Tonks ojala pudieras sacar alguna broma de todo esto.... Sirius... desearía tener a alguien que entendiera tan solo un poco... –
Harry pudo comenzar a llorar pero un ruido lo saco de su concentración, levanto su cabeza y vio a una persona caminar lentamente hacia el monumento de la hechicera y el Mago, Harry le observo detenidamente, su cabello negro caía sobre su cara descansando en sus hombros, su rostro cansado y serio miraba fijamente el monumento y alzo su varita invocando un hechizo que apareció flores muy hermosas alrededor, Harry respiro profundo y lentamente se acerco hasta el totalmente firme aunque por dentro, muy inseguro.

Severus miro el monumento que el mismo se encargo de hacer antes de que todos se fueran a sus respectivas casas. Tantos alumnos caídos, tantos niños inocentes luchando por un simple ideal, y el, el que debería estar realmente muerto estaba ahí, aun vivo. ¿Era ese acaso su pesar? ¿Seguir vivo y arrepentirse de no haber muerto?. Cerro los ojos, y respiró profundo, era increíble como un año antes era el hombre mas buscado del mundo mágico y ahora era el director de la escuela de Magia y Hechicería mas prestigiada de todas...
-profesor... –una voz a sus espaldas le hizo salir de sus cavilaciones pero no tenía ni sentía la necesidad de voltear a verle. Le había esquivado durante dos semanas y sabia que aunque no podría hacerlo para siempre, podría hacerlo unas semanas mas.
Severus guardó su varita entre su túnica, con la misma tranquilidad de siempre giro sobre sus pasos y se encamino hacia el colegio dejando a Potter parado a su lado, pero apenas dio unos pasos el chico de ojos verdes se puso delante de el impidiéndole el paso.
“había durado mucho mi felicidad evitándolo” pensó Severus mirando con frialdad a Potter quien le veía fijamente detrás de esos ojos esmeraldas.
-me esta evitando... –murmuró Harry seriamente. Snape levantó una ceja y trato de darle la vuelta a Harry pero este volvió a ponerse delante de el extendiendo sus brazos. –quiero hablar con usted, profesor Snape -
-que ironía... –Harry no sabia que sentir al escuchar la gélida voz de Snape. –yo con usted no quiero hablar nunca mas si dependiera de mi...¡Apártese Potter! – y con ello movió la mano de Harry a un lado y siguió su camino.
Harry se sintió mas destrozado que antes. Y sobre todo mas solo que nunca.


Severus entró a la oficina del director y se dejo caer en la silla que estaba frente a su escritorio, curiosamente nunca se había sentado en la silla del director, tal vez por costumbre a siempre estar ahí, o tal vez porque aun tenia la esperanza de que Dumbledore apareciera y se sentara en esa silla.
Nada apareció.
-Te veo confundido, Severus –dijo entonces aquella voz que el esperaba escuchar.
-de verdad, ¿un Avada Kedavra contra mi mismo no me mataría al instante? –le interrogo cerrando sus ojos negros. El hombre de anteojos de media luna sonrió en ese cuadro.
-siempre fuiste alguien que le gustaba arreglar las cosas de frente... ¿has tratado de intentarlo? -
-no con el... es muy difícil y complicado, ni siquiera sabría explicártelo –
-¿y tu te sabes explicar a ti mismo lo que sientes? -
Severus abrió los ojos y levantó la vista hacia el antiguo director. Este le sonrió ligeramente.
-¿lo ves...? Ni siquiera sabes que es lo que sientes hacia aquella inocente criatura, tal vez, solo tal vez, una oportunidad concedida no estaría tan mal -
-claro –respondió con sarcasmo Severus –¿una segunda, tercera o cuarta oportunidad Albus? –
-eres tu quien decide eso, Severus –
Tras ello, abandono el cuadro dirigiéndose hacia otro extremo.
Esa noche las nubes antes de que oscureciera daban muestras de que realmente un fuerte huracán azotaría Howgarts, Severus miro por uno de los ventanales de los pasillos, la lluvia comenzaba a llegar, lentamente y muy suave aun. Decidió que era hora de ir a descansar un poco. Esta vez no solo a cerrar los ojos y dormir, si no descansar de verdad.
Entro a las mazmorras, y antes de pasar de largo hacia su habitación escuchó un ruido en el aula de pociones. Cautelosamente y con la varita en su mano entro al salón y solo encontró una figura conocida sentada en una de las bancas, solo mirando hacia la nada. Al acercarse ya era mas que indiscutible identificarle, cabello revuelto y anteojos, características principales y no necesitaba saber su tono de piel o de atuendo para saber quien era, aunque la oscuridad era absoluta de no ser por alguna que otra vela encendida. Caminó dispuesto a gritarle que se largara pero su voz se perdió cuando le vio detenidamente: El chico miraba hacia una de las veladoras que estaban frente a el, en el escritorio del profesor, sus ojos verdes parecían centellear ante el fuego, pero una cosa lo estremeció mas, las lagrimas que caían sin detenerse, sin hacer pausa alguna, rodando libremente por sus mejillas sonrojadas y perdiéndose entre el cuello. Snape sintió que su corazón latió mas fuerte que en otras ocasiones, solo un latido fuerte, nada mas.
-Potter –dijo secamente al mismo tiempo que curiosamente un trueno se dejaba escuchar de una manera tan estrepitosa iluminando hasta la mazmorra.
Harry se levantó de golpe con un resoplido de sorpresa y miró hacia atrás. Snape le miraba con esa mirada tan fría, esas miradas que te taladraban el corazón con una sola vista. -¿Qué demonios cree que esta haciendo aquí? Creí haberle dicho que se alejara de mi vista –
-si.. eso fue exactamente lo que dijo... –respondió Harry tratando de permanecer tranquilo. –pero no me iré aun, no sin saber muchas dudas que tengo y que usted como director debe aclarármelas -
-simple y directo –le dijo Snape cortantemente –muy Gryffindor para mi gusto, usted tiene dudas y yo las responderé, pero quiero algo a cambio-
Harry no sabia si aceptar o no, cuando un Slytherin quería algo a cambio no se podía fiar del todo.
-que es... -
-Una vez que le resuelva sus dudas usted jamás volverla a dirigirme la palabra que no sea para decir presente durante clases o contestar alguna pregunta en clases también. Si me ve en los pasillos hará como si mi existencia no fuera real, simplemente se olvidara de mi. ¿Es un trato justo no Potter...? -
Harry se quedo en silencio pensando aquellas palabras. Todo seria como si Snape fuera en verdad un desconocido, como si el nunca hubiera entrado a su vida. Aunque ya no importaba mucho.
-trato... –dijo débilmente y Snape asintió con la cabeza. Hubo un minuto de silencio y Harry se atrevió a hablar.
-¿Esta molesto con este puesto de Director? –preguntó entonces Harry.
-No estaba en mis planes, solo estoy cumpliendo lo que Dumbledore me hizo prometer -
Hubo un corto silencio. Harry suspiro. –Extraño muchísimo al director anterior... -
-no eres el único que lo extraña Potter... –dijo Snape cortantemente. Harry levantó su mirada hacia el.
-¿porque me odia? -
Severus se sintió sorprendido tras la cuestión de Harry. “esa era una buena pregunta” . –Eso no es de su incumbencia Potter -
-pero me incluye, y quiero saberlo profesor.. ¿Tanto me odia por haberle...? –no terminó la frase, guardo silencio con un leve sonrojo.
-¡dígalo Potter! –exclamó Snape sintiendo una furia en su cuerpo. –¿Ahora se va a titular también mi salvador? -
-yo no... Profesor... ¿tanto hubiera deseado morir?-la voz de Harry sonaba cortada, Severus lo noto pero prefirió ignorarlo.
-Si Potter, si hubiera deseado que usted tomara mis malditos recuerdos y huyera con ellos salvando su pellejo, ¡no el mío! Dejándome en el recuerdo como a Remus Lupin, Nymphadora Tonks y hasta como Fred Weasley, si Potter, yo hubiera deseado morir en batalla.. no vivir con mi atormentada mente matándome sin morir. Si Potter, si lo culpo, y si Potter, le odio... -
Severus nunca se había sentido tan mal como desde aquella ocasión en que Albus Dumbledore le había anunciado la muerte de Lily Evans, pudo distinguir que el chico aguanto la respiración un poco y sus ojos se ponían tan cristalinos y acuosos que por un momento creyó que se pondría a llorar como un niño, ahora se arrepentía de haber hablado de tal manera que en cierta forma era mentira, pero no le pediría una disculpa. No a Harry Potter.
-bu..bueno –balbuceó Harry con un nudo en la garganta bastante obvio. De seguir ahí atormentándose no soportaría mas el dolor. –enton..ces, ya esta resuelto, usted me odia, es mi culpa y ahora que... –respiro profundo cada vez con mas dificultad de aguantar las lagrimas -...ahora que aclare mis du...das, le prometo, yo Harry James...Potter no volverle a molestar jamás... De echo desapareceré de su vida... se lo juro... –
Tras ello Harry fingió una sonrisa que se vio como la cosa mas triste que Snape habría visto antes, abandono el lugar a prisa mientras otro rayo ilumino la mazmorra y un segundo después un trueno escandaloso se escuchó en Howgarts: la tormenta había llegado.


Severus vio a Harry salir por un momento sintió la terrible necesidad de detenerle y abrazarle. ¿¡Qué era lo que pasaba!? El amaba los ojos de Harry Potter solo por la razón de ser como los ojos de Lily Evans, su Lily. Así Harry fuera una ternura y una inocencia andante, y así esos ojos llorosos le hubieran tocado hasta el fondo, aun así el amaba a Lily. ¿O no? Se sentó en el escritorio, apesadumbrado y mas confundido que de costumbre y cerro los ojos tratando de no pensar, pero fue en vano. No dejaba de ver al chiquillo llorar.
Frustrado abrió los ojos y fijo su mirada en el almacén de pociones y noto algo diferente. Este estaba abierto, se acercó hasta ahí y encontró dos pociones abiertas, una derramándose, toco una y la olio con sus dedos y después miro la otra. No era difícil adivinar que se hacia con ellas. Entonces unas palabras atornillaron su mente:
“yo Harry James...Potter no volverle a molestar jamás... De echo desapareceré de su vida... se lo juro...”
-¡¡Ese estúpido Potter!! –gruñó saliendo a toda velocidad hacia algún lugar donde encontrarle.

-realmente al final... me di cuenta quien era el cobarde –murmuró Harry con una sonrisa triste en sus labios, frente a la tumba de Remus y Tonks.
–perdónenme por que el niño-que-vivió perdió las ganas de seguir viviendo. -
Harry sentía las frías y grandes gotas de lluvia caer en su cuerpo y rostro empapándolo, en una mano su capa de invisibilidad, en la otra una poción blanca.
-Es lo mejor... –dijo Harry mientras salieron de el unas gruesas lagrimas. –Mucho mejor que viva un buen director a que viva un niño que solo sigue su fama, ya no quiero... más problemas... –
Y con ello se calo la capa de invisibilidad solo en la espalda. Destapo la botella y la acercó a sus labios.
-¡¡WADDIWASSI!! –un grito fuerte y un rayo morado hicieron que la poción que Harry iba a beber saliera disparada hacia el piso quebrándose. Harry, miró hacia su derecha. Un hombre encapuchado apuntaba hacia el, bajo su varita y su capucha también, su cabello caía sobre su rostro pegándose a el gracias a la lluvia, fue directamente hacia Harry y le tomo de la muñeca con fuerza obligándolo a mirarle, aun se le podía distinguir agitación debido a la prisa con la que llegó.
-¿¡¡ERES IDIOTA!!? ¡Esperaba más de aquel mago que lucho contra Lord Voldemort! –Harry pudo escuchar desesperación en la voz de Snape –Entiendo que eres un arrogante y estúpido niñato como tu padre, pero no te entiendo Harry Potter, ¡porque James Potter jamás fue un egoísta! ¡James Potter nunca hubiera echo ni pensado lo que tu estabas a punto de hacer! ¡Tanta gente Potter!... ¡¡Maldita sea Potter!! Tanta gente que a muerto por ti y ahora tu... -
Harry se soltó de la mano de Snape y le tomo por la ropa del cuello acercándolo mas, mirándole con sus ojos verdes llenos de lagrimas. – ¡usted... usted no me entenderá jamás profesor! ¡¡jamás!!, ¡en seis años nunca me dio la oportunidad de demostrarle que NO SOY JAMES POTTER!, no importaba cuanto me esforzará para que usted viera lo que yo era, no importaba, siempre terminaba insultándome, humillándome, lastimándome, ¡¡a mi!! ¡Cuando mi maldita culpa solo era parecerme a mi padre!... -
Harry perdió fuerza en sus manos y soltó a Severus lentamente se sintió tan débil y sus piernas le flaquearon, cuando acordó ya se hallaba de rodillas, tapando su rostro bañado en lagrimas. Sacando todo ese dolor que durante años había guardado. De pronto sintió como alguien le retiraba lentamente las manos y tomaba su mentón obligándole a levantar la mirada. Abrió los ojos solo para ver a un Snape que no conocía, con una mirada triste en su rostro, agachado a su altura.
-deja de llorar Potter -
-es difícil... –lloró el chiquillo mirándole fijamente mientras aun se destrozaba en lagrimas. Se sentía la persona mas frágil en ese momento, llorando como un niño ante su profesor - ... ¡quiero ver a mis padres!, quiero ver a Sirius, a Remus, a Fred, quiero que el director Albus este aquí... solo quiero... solo no quiero estar solo... como siempre lo había estado hasta que conocí este mundo... así no funciona... -
Severus por primera vez sintió unas inmensas ganas de abrazar al chiquillo que lloraba. Le entendía en cierta forma, la soledad no siempre era buena y amable con todos, y más cuando sientes una perdida. Por primera vez miro a Harry Potter simplemente como Harry, no el niño que vivió, si no como el indefenso niño que siempre necesitó de alguien. Y sin pensarlo mas lo acercó hasta su pecho y lo abrazo con fuerza sintiendo el cuerpo de Harry tensarse bajo sus brazos.
-si le sirve de consuelo o no Potter... desgraciada o afortunadamente me tiene a mí... –susurró Severus en el oído de Harry suavemente. El cuerpo del mas chico se relajo y Severus sintió los brazos del mas jovencito rodearle.
-usted me odia... y desea estar muerto... -
-ya no... -

Los ojos verdes levantaron la cabeza y le miraron fijamente, Snape pudo encontrar un suave brillo de alegría en ellos. –No me odie profesor... –Harry oculto la cabeza recargándola en el pecho de su profesor de nuevo -no cuando yo le amo tanto... –
Severus nunca creyó sentirse tan feliz de escuchar esa frase en los labios de Harry Potter, bajo su rostro y beso la frente del niño, pero antes de decir alguna cosa mas, el joven cerro los ojos y se desmayo. Severus le tomo en brazos acarició su rostro. Era fiebre debido a permanecer tanto tiempo en la lluvia.
-Ajenjo y Asfodelo, hierbas mezcladas para crear la poción del Filtro de Muertos en Vida ¿no Potter?, planeabas tomarla y dormir tanto tiempo durante la lluvia, no despertar y morir del resfriado al día siguiente ¿no? Y para que no lo notaran te envolverías en tu capa... –le decía con suavidad Severus mientras entraba al castillo dirigiéndose directamente hasta sus mazmorras donde le daría una poción curativa en vista de que la enfermera Poppy se hallaba de vacaciones. –me alegra haberlo prevenido... que hubiera echo sin ti, Harry –murmuró Severus al recostar al chico en su habitación y acariciar su rostro. –A veces creo, que eres el único que le puede dar un sentido a mi vida.

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