Había esperado tanto por aquel día, tanto que no podía creer que haya llegado ya.
Su corazón latía a mil por hora y su respiración apenas y la recordaba.
Además: ¡Adoraba los parques de diversiones!
Corriendo llegó a la entraba del parque de diversiones de su ciudad. Descubriendo que ya había alguien esperando su llegada.
- perdona la demora. – Se disculpó bajando la mirada con una torpe sonrisa.
- no importa, recién llegué. – Le responde con una sonrisa cálida.
Ambas muchachas sonrientes se adentraron al parque. Ambas con su corazón golpeando fuertemente, ambas con mejillas sonrojadas.
Emocionada jaló a su acompañante a la primera atracción que vio, también la más atestada.
- esto se va a demorar demasiado... – refunfuñó apoyando su cabeza en el hombro ajeno.
- Sa-Sakura... – dijo nerviosa por la cercanía.
- ¿si, dime? – respondió sonrojada mientras la veía directo a los ojos.
- yo... – se aleja un poco, cuando siente un fuerte empujón desde atrás. – ¡hey! Fijat...- mientras caía quiso reprochar al ser que se había atrevido a empujarla, pero su idea fue frustraba por que al perder el equilibrio su acompañante quiso ayudarle, dando como consecuencia que sus labios se rozasen.
Imposibilitándose el contenerse apresó esos labios que por tanto tiempo había deseado; ignorando completamente el lugar en donde se encontraba.
Ese día Sakura aprendió que las filas para las atracciones no eran tan tediosas como pensaba; e Ino descubrió un especial aprecio por los payasos descuidados.
Después de todo, tal vez hubieran tenido que esperar a la segunda cita para su primer beso, a no ser por ese pequeño empujoncito.
esto que sigue es lo mismo, pero tengo que llegar a las 500 palabras para poder publicarlo.. no es necesario leerlo. Estaba emocionada, impaciente y feliz.
Había esperado tanto por aquel día, tanto que no podía creer que haya llegado ya.
Su corazón latía a mil por hora y su respiración apenas y la recordaba.
Además: ¡Adoraba los parques de diversiones!
Corriendo llegó a la entraba del parque de diversiones de su ciudad. Descubriendo que ya había alguien esperando su llegada.
- perdona la demora. – Se disculpó bajando la mirada con una torpe sonrisa.
- no importa, recién llegué. – Le responde con una sonrisa cálida.
Ambas muchachas sonrientes se adentraron al parque. Ambas con su corazón golpeando fuertemente, ambas con mejillas sonrojadas.
Emocionada jaló a su acompañante a la primera atracción que vio, también la más atestada.
- esto se va a demorar demasiado... – refunfuñó apoyando su cabeza en el hombro ajeno.
- Sa-Sakura... – dijo nerviosa por la cercanía.
- ¿si, dime? – respondió sonrojada mientras la veía directo a los ojos.
- yo... – se aleja un poco, cuando siente un fuerte empujón desde atrás. – ¡hey! Fijat...- mientras caía quiso reprochar al ser que se había atrevido a empujarla, pero su idea fue frustraba por que al perder el equilibrio su acompañante quiso ayudarle, dando como consecuencia que sus labios se rozasen.
Imposibilitándose el contenerse apresó esos labios que por tanto tiempo había deseado; ignorando completamente el lugar en donde se encontraba.
Ese día Sakura aprendió que las filas para las atracciones no eran tan tediosas como pensaba; e Ino descubrió un especial aprecio por los payasos descuidados.
Después de todo, tal vez hubieran tenido que esperar a la segunda cita para su primer beso, a no ser por ese pequeño empujoncito.