¡Terminamos!.
¿Cómo se termina algo que jamás empezó?
Desconcierto, frustración, impotencia, esos eran sólo algunos de los sentimientos de Kai cuando aquella mañana de octubre Ruki le había dicho que la “relación” de ambos no daba para más.
Pero ¿cómo?, que había hecho mal, para ¿qué aquello ocurriese?. Intentaba ser preocupado, detallista, intentaba que aquella relación (si es que podía llamarse así, porque jamás ninguno de los dos nombró la palabra novio) fuese estable y que Ruki se sintiese feliz con aquello que llevaban. Mil veces le preguntó si era feliz y las mil respuestas de Ruki siempre fueron que sí y que no necesitaba nada, pero ¿en qué había fallado?.
Kai era todo un lio mental, cuestionamientos y reproches iban y venían en su cabecita día y noche sin descanso, casi no comía mucho menos hablar de dormir, puesto que cuando lo intentaba recordaba la risa de Ruki, la voz de Ruki, el rostro de Ruki, por lo que dormir también se había convertido en un tormento.
-¡ahg! sabes perfectamente que también me dolió terminar aquello que llevábamos con Kai intentaba explicar el vocalista enojado a un desconcertado Uruha- Kai…bueno él… él me gusta y mucho.
- ¿lo amas? -preguntó el guitarrista, tratando que no se notase lo interesado que estaba.
- ¿amor? -Ruki lo miró con rostro interrogante- bueno… creo que sí, digo… cada vez que se me acerca mi corazón late más fuerte aún, no puedo evitar sentirme apenado frente a él y siempre termino sonrojado y comienzo a tartamudear como idiota.
- entonces Ruki, ¿porqué mierda terminaste con él?, en serio no logro explicármelo.
- ¡agh! tú sabes porque, no volveré a explicártelo -dijo Ruki con el ceño fruncido y volviendo a tomarse su taza de té.
Aquel día, era día de ensayo, por lo que los cinco tuvieron que aparecerse por el estudio, unos antes de la hora, unos después y otros muuuucho después. Era la primera vez que se encontraban después del rompimiento y Kai venía con un lío mental que sólo él podía soportar, caminaba distraídamente por los pasillos de la PSCompany, cuando al doblar una esquina se vino abajo con alguien encima.
-¡Ahg! due-duele -se quejó -mientras se llevaba la mano a la cabeza tratando de quitar el dolor.
- lo, lo siento Kai-san, no fue mi intención, no lo vi, lo lamento.
Kai levantó la mirada para ver a quien se disculpaba tanto con él y descubrió divertido que era Nao-san de Alice Nine.
-no se preocupe Nao-san, no ha sido nada, sólo un pequeño golpe en la cabeza, pero nada de que preocuparse.
El batero de los de Alice Nine, lo miró confundido y replicó.
-como que no es nada preocupante, déjeme ver su cabeza, quizás se hizo algún corte y tengamos que ir a la enfermería -decía mientras se colocaba atrás y se dedicaba a inspeccionar por entre los cabellos de Kai para ver si tenía algún daño mayor.
-ya Nao-san, de verdad estoy bien -decía Kai intentando ponerse de pie, puso una mano en el piso para poder levantarse y sintió el dolor en su muñeca- ¡ay! ¡uff!, creo que si terminé dañado en un lugar –comenzó a masajearla.
-¿ah?, espere, espere, no se ponga de pie -pedía Nao angustiado, mientras tomaba la mano de Kai y la revisaba- creo que esta algo hinchada.
-mh, ¿usted cree?.
Estaban en eso, cuando apareció un Ruki furioso desde el fondo de uno de los pasillos, al parecer había sido testigo de parte de la escena.
-así que ¿por esto querías que termináramos?
Kai se sorprendió y miró desconcertado a Ruki.
-¿de qué estás hablando?, tú terminaste conmigo… fuiste tú quien dijo que lo que llevábamos se había acabado.
-no quieras cambiar las cosas Kai, sé perfectamente que querías terminar con nuestra relación –replicó frunciendo el ceño.
Ambos estaban tan enfrascados en la tonta discusión que no se percataron cuando comenzaron a caminar y a alejarse del pasillo, dejando atrás a un sorprendido Nao que intentaba comprender las cosas.
Caminando mientras discutían, llegaron a la sala de ensayos, que como siempre estaba vacía, ninguno de los otros tres había llegado aún. Entraron.
-Ruki, maldita sea, me puedes explicar ¿cuál es el punto de tu enojo?
-¿cómo que cual?, apenas terminamos ya estas coqueteándole a Nao-san, sonriéndole y siendo demasiado simpático.
-¿estás loco Ruki?, no le coqueteaba a nadie, él sólo intentaba ayudarme, me caí y…
-no intentes justificar lo injustificable -dijo interrumpiéndolo y dándose la media vuelta, caminando a una mesa para hacerse un té, de espaldas a Kai.
Después de unos minutos de rotundo silencio, Kai habló.
-espera, Ruki…tú, tú… ¿estás celoso? -una pequeña esperanza se prendió en el corazón en Kai, mientras veía a Ruki girarse y mirarlo estupefacto.
-¿De-de qué estás hablando?, p-por supuesto que no.
-oh sí, claro que sí -le decía Kai- mientras se acercaba a él y mientras Ruki retrocedía hasta quedar apoyado en la orilla de la mesa, con un Kai muy cercano a él.
Kai se acercaba lentamente -vamos admítelo- le insistía mientras el vocal lo miraba sonrojado, frunciendo el ceño, intentando alejarlo con sus manos un poco.
-¡Jamás! -sentenció el vocal- porque no es verdad- lo miró firmemente a los ojos.
¿Hace cuánto que no ocurría?, ese contacto de ojos entre ambos los hizo estremecerse, ambos se miraban y el conjunto de sensaciones que experimentaban en ese momento era abrumador e indescriptible.
Ruki mantenía la mirada mientras que su estómago se apretaba y su sonrojo se volvía más extremo y notorio. Kai por su parte intentaba disimular los nervios y el ritmo de su acelerado corazón.
Kai se acercó más.
Ruki intentó retroceder, pero se encontró con la orilla de la mesa, el contacto visual continuaba y se intensificaba más.
Fueron varios los minutos, Kai se acercó lentamente, colocando su rostro junto al del mas bajo.
-¡Te amo! -dijo en un susurro que sólo pudo percibir quien estaba junto a él.
Ruki giró el rostro en sentido opuesto al que estaba el de Kai y bajó la mirada, como si esperase que se dijese algo más, lo cual no ocurrió.
-¡Idiota! -le dijo bajito, alzó la mirada y Kai pudo observar un rastro de dolor en sus ojos, con fuerza lo empujó logrando alejarlo de él, lo suficiente para poder escapar corriendo lejos de aquel estudio.
Kai estaba estupefacto ¿qué era lo que había hecho mal ahora?, no lo comprendía.
Lejos de allí el vocalista se encontraba mirando las nubes mientras fumaba y expulsaba el humo.
-¡Kai idiota! es que acaso ¿es tan difícil de comprender lo que quiero?
-¡Ay! Kai, nunca te das cuenta de nada, eres demasiado despistado -le decía riendo Uruha- entiende que lo que quiere Ruki es más simple de lo que imaginas.
-¿simple? -preguntó Kai- ¡oh! vamos ¡dímelo! –le rogó al guitarrista.
-¿estás demente? -contestó Uruha serio -ya deberías saber que hacer feliz a Ruki es muy simple.
¡Simple!, ¡simple!, ¡simple! aquella palabra rondó su cabeza todo el resto del día, durante el almuerzo, las reuniones, al llegar a casa y al acostarse.
Mientras miraba el techo de su habitación, intentando dormir, comenzó a rememorar lo que habían sido meses de relación con Ruki.
Cuando comenzaron los sentimientos, las insinuaciones, el primer beso accidental, el primer beso intencional, la primera vez que se tomaron de la mano, la primera vez que hicieron el amor, la primera vez que durmió en el departamento del otro, las discusiones tontas y las reconciliaciones amorosas, el término de todo.
Por más que rememoraba todo, sentía que algo faltaba, algo no hacia congruencia.
Se sentó de improviso en la cama. ¡No puede ser!
Estaba sentado en el balcón de su departamento, en pijama y con una taza de café en la mano. Miraba el cielo intentando alejar de su mente los recuerdos, las ideas que lo venían atormentando desde hace meses.
-¡Idiota! -exclamó- ¿cómo no te das cuenta?
Estaba en eso cuando sintió sonar el timbre de su departamento, pensó en fingir que no estaba, pero la persona tocaba con insistencia por lo que se puso en pie y caminó a la puerta.
Ni siquiera había terminado de abrirla cuando sintió que alguien se abalanzaba sobre él y le abrazaba con ternura, en un primer momento intentó alejarse de aquella persona, pero sintió el perfume, ese perfume que era inconfundible y dejo de resistirse.
-¡perdóname! -dijo en un susurro- fui demasiado ciego al no notarlo.
-¿acaso ya sabes? -le preguntó Ruki dudando.
-me costó, pero lo comprendí cuando rememoré nuestra relación.
Ruki bajo la mirada y Kai encontrándolo adorable, sonrió mientras levantaba su rostro con la mano.
-¿qué ocurre?
-s-sé que creerás que es bobo lo que quiero, pero para mí vale mucho. Significa que no soy alguien más en tu vida, implica que soy alguien especial para ti -explicó sonrojado y algo avergonzado.
-lo sé, lo sé, lo comprendí y… de verdad espero que no sea muy tarde para dar el paso que debí dar hace mucho.
Ruki, sonrojándose aún más, negó con la cabeza mirando nuevamente al piso.
Kai acercó su mano a su mentón y levantó su rostro -¿quiéres ser mi novio?
El rostro de Ruki se iluminó y feliz asintió, acercándose y depositando un suave beso en los labios del otro.
Entraron al departamento, cerrando la puerta. Kai feliz porque al fin había logrado comprender a quien amaba y Ruki, porque por fin podía tener al chico que quería tal y como quería.