Rubia rubiedad
Los personajes son exclusividad de Masashi Kishimoto
Sábado por la noche, la ciudad de Nueva York estaba iluminada en su totalidad, mucho mas que de costumbre, la vida nocturna se aspiraba por todos los alrededores, noche perfecta para divertirse sin remordimientos de ningún tipo, claro que para algunas personas tales remordimientos no existen y este era el caso de los hermanos Namikaze que se estaban preparando para adueñarse de la ciudad.
- ¡Eeee, Naruto apúrate! - se escuchó un grito proveniente de una voz masculina; en el interior de un lujoso departamento.
- ¡Cinco minutos más anikii, tengo que quedar perfecto ‘ttebayo! -
- ¡Llevas mas de una hora diciendo lo mismo baka! -
Los hermanos; Naruto y Deidara, diecisiete y veinte años respectivamente, ambos rubios de ojos azules, pero con características que los diferenciaban bastante como por ejemplo, Naruto, el menor llevaba el cabello algo alborotado, su piel era mas bien bronceada y en sus mejillas seis marquitas, tres por cada una. En cambio Deidara recogía su largo y lacio cabello en media coleta alta y siempre llevaba un fleco que le tapaba uno de sus ojos. Eran los únicos hijos del famoso magnate japonés, Minato Namikaze, y gracias a que la suerte los había favorecido en nacer en ese seno familiar, el par de rubios habían decidido dejar los estudios de momento, pues tenían los suficientes recursos como para sobrellevar su vida por varias décadas mas.
Esa noche los hermanitos estaban hospedados en su departamento de Nueva York, andaban de vacaciones por América y estaban ansiosos por recorrer las calles de la ciudad.
- Oee Dei ¿Cómo me veo? - preguntó Naruto posando en el borde de la puerta tras terminar de arreglarse.
- Uff... baka si no fueras mi hermano - contestó el mayor de ellos con un fingido tono lascivo, pues sabía que a su lindo ototto le molestaban ese tipo de comentarios.
- Cállate incestuoso... -
Deidara tomó las llaves de su auto y aunque a duras penas con el tráfico, partieron rumbo a su destino. Y mientras los Namikaze discutían por el lugar al que irían primero a divertirse, en otro barrio de la ciudad estaban otros hermanos, un trío de morenos, los Uchiha.
- Nii-san acuérdate que estamos aquí por asunto de trabajo no para divertirnos - habló el menor de los tres.
- Baaa, Sasuke no seas tan aburrido, un poco de diversión no nos hará daño - dijo otro de ellos, recogiendo su larga cabellera y acomodando los mechones que caían sobre su rostro.
- Es cierto y con suerte te encuentras a alguien con quien quitarte lo amargado -
- ¡Son un par de imbéciles! -
Itachi, Sai y Sasuke eran los hermanos Uchiha con veintitrés, veintiuno y veinte años, morenos de piel blanca y ojos negros. No precisamente se llevaban mal, sino más bien, tenían formas de ser muy diferentes, el mayor Itachi, era amante de la diversión y el sexo, en su rostro, tenia un par de ojeras que lejos de verse mal, le asentaban bastante; siempre había sido un hombre apuesto e inteligente, lo cual sabía aprovechar a la perfección, y en cuanto a gustos, siempre declaraba que el no discriminaba género, un día quiso llevarse a su ototto Sasuke a la cama, pero se ganó una paliza y dejó esa fantasía fuera de sus prioridades "por el momento".
Sai no era hermano de sangre, mas bien su primo, pero cuando su padre murió hacía trece años, a falta de una figura materna, la familia lo adoptó como tal y le daban un trato igual. Su cabello era mucho mas corto y la piel bastante pálida, su carácter era algo extraño, solía querer arreglarlo todo con una abstracta sonrisa falsa, tenía una manía por mostrar su marcado y firme abdomen. Igual de pervertido que Itachi, solo que Sai sabía como disimularlo un poco más.
Y el menor Sasuke, tenía los mismos rasgos que sus parientes, pero éste acomodaba su cabello de forma singular, era chico de pocas palabras, serio, algo antisocial y frío, reservado e indiferente a casi cualquier cosa, no gustaba mucho de socializar pero a pesar de todo tenía bastante popularidad entre las mujeres y hombres que le conocían. Parecía más bien, que su carácter odioso, lejos de alejar a las personas, las atraía como un imán.
Los Uchiha estaban esa noche en La Gran Manzana por asuntos de trabajo, a pesar de ser bastante jóvenes, el trabajo al que estaban destinados requería precisamente eso.
A final de cuentas convencieron a Sasuke de no quedarse encerrado y el trío se dispuso a salir a divertirse ese Sábado, el día en que la vida de ellos cambiaría tanto como la de los Namikaze.
Los rubios ya bailaban en la pista con cualquier chica bella que se les acercara, descarados frotaban sus cuerpos con los atributos femeninos y éstas lejos de sentirse cohibidas respondían encantadas a tales confianzas.
- Hunmm, la pelirroja tenía unas... - decía Deidara haciendo unas señas a la altura de su pecho, figurando el par de "atributos".
- Demo ¿No viste las piernas de la otra ‘ttebayo? - agregó Naruto.
- Hunmmm a la próxima yo con la tuya ¿te parece? -
- Hai, pero primero iremos, por unas bebidas, hay barra libre y me muero de sed -
Y mientras los rubios se echaban los tragos, los Uchiha aparecieron ante la pista, llamando bastante la atención, después de todo tenían su basto atractivo físico. Atractivo que muchos calificaban como misterioso, insinuante, sensual y masculino.
- Odio sentirme acosado - dijo Sasuke cuando se percató de las miradas lascivas que recorrían su cuerpo.
- Ototto baka, en vez de agarrar algo bueno para esta noche - contestó Itachi.
- Y hablando de cosas buenas... - dijo Sai, volteando su mirada hacia los rubios Namikaze.
Tanto Sai como Itachi hacía tiempo que se habían declarado bisexuales, pasando por todo y de todo, pero también habían confesado que disfrutaban mas hacerlo con hombres, principalmente porque con éstos no tenían porque cuidarse mucho, eran de mente mas abierta y eso permitía poner en práctica sus retorcidas fantasías eróticas. Sasuke al contrario tenía bien definida su sexualidad, le gustaba las mujeres y punto, no tenía por qué dar mas explicación, bastante sobraba con tener lo que podía llamarse, novia, o eso creía él.
- Oee Sai, yo voy por el de cabello largo - musitó Itachi a su primo.
- Bien, yo por el de las marquitas -
Y como fieras hacia su presa se acercaron poco a poco, dejando a Sasuke por fuera. Itachi hizo los primeros movimientos, se acercó hacia donde estaba sentado Deidara, con suma sensualidad dobló las mangas de su camisa y las posó sobre la barra, movió un poco su cuello de al forma que parte de su piel quedara a la vista y pidió una de las bebidas al barman.
- Que calor hace - dijo el Uchiha mientras esperaba por la bebida
- Es verdad, el ambiente está, muy caliente - contestó Deidara con tono insinuante.
Al rubio le había encantado ese moreno tan sexy a sus ojos, no lo dejaría escapar, era justo el tipo de hombre con el que le gustaría pasar una noche y fuera como fuera iba a conseguirlo. Deidara también hacía tiempo que había decidido que era bisexual y a su corta edad ya había probado de todo o "casi" de todo, no tenía muchos escrúpulos en cuanto a sexualidad se refería y no desperdiciaría una noche como ésa. Pasaron unos minutos y ya estaban platicando, animados por la música exótica que inundaba el recinto de excesos, se notaban las intenciones de ambos a flor de piel y tras conocerse un poco mas, en un par de horas quizá, la dirección a la que irían, daba rumbo a la cama.
Sin embargo el que estaba teniendo problemas era Sai, pues Naruto no parecía compartir su gusto por los dotes masculinos, y no pensaba dejarse meter mano.
- ¡¿Qué no entiendes que no soy gay ‘ttebayo?! - gritó Naruto encolerizado, llamando la atención de quiénes le rodeaban.
El menor de los Namikaze no era precisamente un chico serio, era mas bien muy expresivo y hasta algo ruidoso, además de que tenía la característica de que el alcohol le subía bastante pronto a las neuronas y ya estaba a punto de írsele encima a Sai para dale una paliza, no le perdonaría que le hubiera tocado el trasero tan descaradamente.
- ¡Baka detente! - le gritó Deidara mientras detenía los brazos de su hermanito.
- ¡Suéltame aniki, lo voy a matar, metió su mano a mi trasero ‘ttebayo! - exclamaba el rubio al tiempo que forcejaba con su hermano, tanto que éste tuvo que halarlo con violencia para que se tranquilizara un poco.
- Kukukuku, creo que no te funcionó Sai - se reía por lo bajo Itachi, burlándose de las desgracias de su primo.
Entre riñas y un Sai bañado en vodka y con el ojo violeta, lograron calmar a Naruto un rato, pero a Deidara le quedaba un problema más; tener que cuidar a su ototto ebrio, y si lo hacía, adiós noche de pasión desenfrenada con Itachi Uchiha.
- Kuso... Naruto, siempre te pasan este tipo de cosas por tu culpa nunca puedo terminar una noche feliz hunm.-
- ¡Tengo una idea! - gritó Itachi emocionado.
Y tras unos breves segundos en los que Itachi contó el plan al rubio la sonrisa del último se ensanchó en su rostro.
- Ototto baka ¿Te puedo pedir un favor onegai? - le dijo el moreno a Sasuke poniendo ojos de perrito regañado.
- No - contestó frío el menor de los Uchiha, ya se imaginaba el tipo de "favorcitos" que pedía su nii-san, bastante tenía ya con estar soportando a Sai, que por cierto olía horriblemente a alcohol y estaba más furioso que nunca por la humillación del rubio.
- Solo uno, ya no volveré a pedirte nada en toda mi vida ototto. -
- No -
Mas lejos se acercaba Deidara con Naruto algo somnoliento, que apenas podía sostenerse en pie.
- Mira Sasuke, lo único que queremos es que cuides a Naruto-kun de que Sai no le haga nada por un par de horas "mas bien por toda la noche kukuku", aquí están las llaves del auto. Sayonara ototto - y en menos de un segundo Itachi y Dei ya estaban saliendo del lugar.
- ¡Itachi! ¡no seré la niñera de esté bakaa! -
Pero los gritos de Sasuke no surtieron efecto, su querido anikii estaba a metros de él y no daría ningún paso hacia atrás.
- Kuso, maldito Itachi, dejándome a un, un dobe ebrio para hacerla de niñera, por mi que Sai lo viole, me vale un comino lo que le hagan - mascullaba entre dientes el moreno mientras veía a Naruto tirado sobre uno de los sofá de la zona VIP y Sai mirándolo y pensando quien sabe que perversidades
Pero mientras tanto en el auto de Deidara, el ambiente era completamente diferente
- Hunm ¿En tu casa o en la mía? - preguntó el rubio.
- No lo sé, donde mas te apetezca - le contestó el Uchiha pasándole la mano por la entrepierna.
- Baka, no hagas eso hunm, puedes causar un accidente - dijo el rubio tratando de zafar esa mano indiscreta de su parte baja.
- Itachi... - volvió a cortar Deidara - ¿Naruto estará bien con tu hermano? - preguntó algo preocupado.
- Si Dei, no te preocupes, Sasuke lo cuidará muy bien - mintió el moreno.
- Vamos a mi casa - finalizó el Namikaze.
ºoOoºoOoº
- Quiero ir al baño ‘ttebayo - pronunció entrecortadamente Naruto mientras se levantaba del sofá, tambaleándose un poco a causa del alcohol que surcaba en sus venas.
Sasuke no le tomó importancia, nada más lo miró con indiferencia y apartando la mirada y cruzándose de brazos bufó molesto, porque ese chico era bastante irritante. Y sin querer, vio como el rubito se perdía entre la gente, pero no era su problema, el nunca dijo que lo cuidaría y si le pasaba algo no debería de sentirse culpable. Toda la culpa la tenía Itachi, si, el tenía toda la culpa, odiaba ese lugar, se sentía acosado rodeado por mujeres urgidas que se sonrojaban solo de verlo y también por hombres pervertidos que le repasaban de pies a cabeza. Hasta le llegaron unas tres ofertas de gente descarada que rechazó sin ningún tipo de remordimiento.
Diez minutos, quince, veinte y el chico no volvía del lavado, tal vez se había quedado dormido sobre uno de los inodoros o estaba divirtiéndose con alguna tipa que se le hubiese atravesado, o tal vez no.
Y bien, no es que al Uchiha le preocupara mucho, pero tampoco era inhumano, y la curiosidad le aumentó cuando vio que algunas personas salían con los ojos como platos de la dirección donde se encontraban los servicios.
Se acercó un poco al lugar, no para ver que diablos estaba haciendo ese dobe, sino por curiosidad, eso era, curiosidad pero no le gustó para nada cuando escuchó la vocecita de Naruto dando unos ¡¿gemidos?!
- Haaa, Haaaaa, ¡Haaaaaa! - y conforme más se acercaba las vocales entrecortadas y llenas de éxtasis, aumentaban de volumen.
- Kuso, Itachi - masculló furioso entre dientes otra vez, lanzando maldiciones a su nii-san.
Indeciso abrió la puerta de los baños y en uno de los cubículos notó dos pares de zapatos bien conocidos y precisamente, la voz de rubio salir de ese lugar.
- Ese Sai -
Al parecer al otro Uchiha le iba el exhibicionismo, pues la puerta no estaba asegurada con ningún tipo de cerradura y para la mala o buena suerte de Sasuke en cuanto estuvo frente a ella se abrió por completo dejándole ver una imagen algo comprometedora.
Naruto recargado en uno de los separadores del cubículo, con la cabeza echada hacia atrás, la camisa abierta al igual que sus labios, el pantalón y los bóxers a la rodilla, e hincado frente a él, su querido primito-hermano Sai con el miembro del rubio completamente dentro de su boca. No había duda, le estaba haciendo sexo oral.
Los tres se quedaron sorprendidos, Sasuke tenía los ojos destellando de ese color rojo carmesí, prueba indiscutible de su furia y el entrecejo fruncido, Sai paró por completo de lo que hacía y Naruto, ni si quiera se percató de la otra presencia.
- ¡Son un par de imbéciles! - gritó Sasuke enfurecido, ahora si, llamando la atención de Naruto.
El rubio como pudo, levantó sus bóxers para tapar su desnudez, tenía la cara al rojo vivo y estaba soltando maldiciones hacia Sai, quien se aprovechó de su estado ebrio para cobrarse la vergüenza del vodka y el ojo morado, Sasuke por su lado, tomó a Sai del cuello de la camisa y lo arrojó hacia afuera. Naruto también corrió la misma suerte.
- ¡Whaaaa ! Hip ¿Qué pasa ‘ttebayo? ¡Teme Suéltame! -
- Mira niño tonto, a mi no me importa lo que hagas o dejes de hacer con mi primo, pero no estoy dispuesto a pasar vergüenzas por ustedes. -
- Demo... yo no, ¡El quería violarme ‘ttebayo! - lloriqueaba y balbuceaba el aún ebrio Naruto apuntando hacia Sai con su dedito inquisidor.
- A mi no me culpes, si bien que te estaba gustando zorrito -
- ¡No soy ningún zorrito! - gritó Naruto con su estridente voz, perforando los tímpanos a Sai, al tiempo que se remangaba la camisa y hacía ademán de querer golpearle de nuevo.
- Estoy harto de este lugar - Y sin más, Sasuke salió con total indiferencia, el rubio le siguió temeroso de quedarse solo en el lugar donde estaban, quien sabe lo que podría hacerle el otro Uchiha, quien le miraba con total lujuria.
- Etto, teme - habló indeciso el rubio, dando golpecitos en el hombro de Sasuke con su dedo índice queriendo llamar s atención hacia él.
- Me llamo Sasuke, "dobe" - dijo el moreno algo molesto con el kitsune y quitando la mano del mismo.
- Kuso; Sasuke ¿Dónde esta Deidara? -
Un goterón cayó por la cabeza del Uchiha, su teoría era cierta y Naruto era todo un tonto que ni siquiera se enteraba de lo que pasaba a su alrededor.
- Follando con mi hermano en quien sabe donde - pronunció con total indiferencia.
- Ese hip baka de Deidara - maldijo el rubio.
Más atrás venía Sai rodeado de un aura asesina a su alrededor, no había conseguido lo que quería y bastante le había gustado el rubito desde que lo vio, era definitivo, no iba a descansar hasta tenerlo.
Sasuke salió con las llaves en las manos y cuando estuvo a punto de subir al auto escuchó una vocecita estridente que le gritaba unos metros atrás.
- ¡Temee! ¿Me llevarás a casa verdad? -
"Kuso es tan molesto" pensaba Sasuke cuando vio al rubito hacer tremendo escándalo y cerca de él Sai, quien no tardaría en echársele encima.
Ya adentro del auto dispuesto a encender motores e irse sin las dos molestias llamadas Sai y Naruto escuchó sonar su móvil.
- Si -
- Oe Ototto, onegai un favor mas...-
- ¡Olvídalo, ya bastante pase en cuidar a ese dobe que me dejaron tu y la Barbie andrógina - gritó el Uchiha menor un poco mas que enojado.
- No llames así a Dei - dijo del otro lado del móvil Itachi haciendo un puchero de niño pequeño.
- ¿Qué quieres y como me lo pagarás? -
- Bueno, etto, Dei-chan y yo estamos en su depa, no queremos "interrupciones" y te quería pedir que te llevaras a Naru contigo y Sai esta noche -
- ¡No, no y no! Yo no me llevo a ese mocoso conmigo, además Sai ya quiso violarlo como unas dos veces... -
- Naaaa quita la mano de allí baka ¿acaso quieres que te deje tuerto ‘ttebayo? - gritó Naruto desde donde se encontraba, lo cual bastó para que Itachi escuchara perfectamente y se carcajeara en su interior al imaginarse la graciosa escena.
- ¿Lo ves? -
- Onegai Sasu, a Sai puedes dejarlo dormir afuera y piénsalo bien, si te llevas a Naru-chan contigo a lo mejor puedes pasar una buena noche, mmm esta tan violable ese niño -
- Eres un enfermo aniki, no soy un puto homosexual que va por la vida queriendo desvirgar pubertos inocentes. Pero sobre todo no soy como tú ¿lo olvidas? -
- Si eso decía yo. Después te darás cuenta de que las cosas son diferentes, frígido ¿A poco no se te antoja tener a Naru debajo tuyo gritando tu nombre mientras que tú le das fuerte una y otra y otra vez y el te pide mas, mas, ¡maaaas!? -
- Estas loco - "aunque ...kuso ¿qué estoy haciendo?" pensó el moreno tras pasar la vista de pies a cabeza por todo el cuerpo del rubio Namikaze.
- Nee, ¿Sasuke? ¿Estás allí? !Sasuke!- gritó Itachi tras una breve pausa, Sasuke estaba tan ensimismado imaginando la escena que le había descrito Itachi que no pudo evitar perderse en sus pensamientos indecorosos.
- Si ¿Qué quieres baka? - preguntó el aludido tras salir de su trance mental.
- Bueno, solo te aviso que tienes dos opciones. Una: Llevarte a Naru y tener el mejor sexo de tu vida o Dos: Dejarlo a su suerte arriesgando a que Sai sea el primero en disfrutar de ese cuerpecito, sé de buena fuente que Naru-chan es virgen - éste último comentario hizo que Sasuke se pusiera totalmente rojo y su mente volara unos instantes, pero fueron pocos, porque cuando de nuevo esos pensamientos insanos tocaron su cabeza, la sacudió tratando de sacarlos de allí lo mas pronto posible.
- Ya veré que hacer, adiós - y sin mas cerró el móvil no quería que su nii-san le estuviera dando esas ideas tan, pervertidoras, él era hetero, no podía imaginarse esas cosas con Naruto, aunque a decir verdad la idea de seguir los pasos de su hermano mayor y violar a ese zorrito se le hacía algo tentador.
Suspiró algo pesado y cuando recobró un poco la estabilidad emocional que le quedaba, se dio cuenta que en el asiento del copiloto estaba cierto rubito bastante molesto brindándole una sonrisa tentadora.
- Oe teme, ¿me llevaras a casa ‘ttebayo? -
Un goterón cayó por la sien de Sasuke, goterón que se le hizo mas pesado cuando vio a Sai sentado en la parte trasera dándole una falsa sonrisa, tan diferente a la de Naruto.
- Vámonos - dijo finalmente resignado ¿qué más podría hacer? Ahora lo que le preocupaba era como hacer para evitar que Sai intentara hacerle algo al dobe que le había dejado su queridísimo aniki.
Habían pasado apenas unos tres kilómetros en la autopista cuando sentía que podría estallar de nervios. La vocecita estridente de Naruto no dejaba de perforarle sus finos tímpanos, esa risita que le molestaba tanto a su concentración, ni que decir cuando empezó a cantar subiendo el volumen de la música. Luego Sai que no dejaba de hacerle propuestas indecorosas al rubio Namikaze, sus oídos no podían soportar tantas guarradas habladas por su primito. De pronto frenó bruscamente frente a una pequeña licorería, se le había ocurrido una idea genial en ese preciso instante.
- Sai, como yo no tengo identificación ¿Podrías bajar a comprar unas cervezas? Aquí te espero.-
- ¿Nani? Que yo sepa, a ti casi no te gusta beber Sasuke -
A Sasuke se le inflamó una vena en la sien y con una mirada inquisidora le advirtió al otro Uchiha que fuera por esas malditas cervezas, haciendo señas hacia donde se encontraba Naruto, quien no se daba cuenta de nada.
Entonces Sai entendió a la perfección, el bastardo y frígido de su primo, al parecer había cambiado de opinión y estaba ideando un plan contra ese rubito. Nada le gustaría más que una orgía incestuosa con su primo y con Naruto. Sin pensarlo dos veces, salió directamente hacia el lugar a comprar alcohol suficiente como para poder divertirse los tres juntos esa noche.
Estaba absorto buscando las mejores botellas, ya se imaginaba los efectos de cada una en los chicos que se encontraban en el auto, esa noche se tiraría al rubio malcriado y si corría con suerte, haría a Sasuke su uke.
- Con éstas bastas - dijo para sí mismo mirando las botellas. Con bastante prisa fue a pagarlas y salió entusiasmado hacia donde sus dos futuros placeres se encontraban.
- ¡Naaaaa pedazo de imbécil, no conduzcas tan rápido, puedes ocasionar un accidente ‘ttebayo!!! - gritaba Naruto aferrado sus uñas al tablero del coche deportivo del Uchiha, mientras que éste iba rebasando autos, haciendo sonar el claxon y dominado el volante.
- ¿Podrías callarte? - obtuvo el Namikaze de respuesta.
- Oe ¿por qué dejaste atrás a tu hermano? -
Sasuke no pudo más que encolerizarse, después de que salvaba al dobe de una violación por parte de Sai, ese tonto aún se compadecía del pervertido y enfermo pseudoviolador.
Y luego la misma vocecita sacó a Sasuke de sus casillas.
- Teme, esa no es la dirección a mi departamento ‘ttebayo -
- ¡Oh! olvidé mencionártelo, te quedarás en el nuestro ¿sabes por qué? Porque tu hermano y el mío están teniendo sexo en "tu departamento"- dijo irónico el Uchiha.
- Ya veo - pronunció por lo bajo el rubito, haciendo que unos mechones de cabello taparan sus ojos.
- Siempre es así, Deidara es buen hermano demo...nuestro trato es muy diferente al que me hubiera gustado llevar, digo, es mi hermano mayor, se supone que un hermano mayor te da consejos y te cuida y bueno, hoy me ha dejado con un completo desconocido ‘ttebayo.-
Sasuke soltó solo un bufido de molestia mientras seguía con la mirada fija en el camino. A decir verdad, él también podía opinar lo mismo de Itachi, aunque también reconocía que él era quien a veces se formaba una coraza dura de traspasar.
- Ya llegamos - dijo Sasuke con un tono neutro e indiferente.
Naruto bajó del auto muy animado, en fin, no era la primera vez que Deidara hacía cosas por el estilo, aunque si la primera en la que lo veía irse con un hombre, siempre hasta llevaban juntos a las chicas para divertirse un rato, pero esa vez era diferente, esa vez no eran chicas, esa vez era un hombre y su aniki le había dejado como si le resultara un estorbo.
Sasuke abrió la puerta y entró como si nadie lo acompañara. Pero se sintió bastante incómodo al notar que la mirada de Naruto le seguía a todas partes.
- Tu dormirás en el sofá - finalizó, ganándose un puchero por parte del rubio.
Sin más, se adentró en su dormitorio tomó toallas limpias para entrar a bañarse y dormir de una buena vez, esas saliditas y juergas del fin de semana no le agradaban mucho que digamos.
Mientras tanto en unas calles atrás.
- Maldito Sasuke, es un bastardo de mierda, mira que dejarme tirado y para colmo con las botellas de alcohol, esta me las va a pagar. Oh gracias a Dios un taxi - Pronunciaba Sai bastante enojado con su primo, caminando por una de las aceras de Nueva York, con algunos litros de licores sosteniéndolos en brazos
ºoOoºoOoº
Sasuke salía de bañarse, traía una toalla enredada en la cintura y con otra se secaba el alborotado cabello. Pero cuando entró a su cuarto se llevó una enorme sorpresa.
- Pensé que te había dicho que dormirías en el sofá Usuratonkachi - le echó en cara al rubio.
Naruto estaba tirado sobre la cama del Uchiha, con el mando del televisor en la mano.
- ¿Nani? Mira teme, por si no lo sabías, déjame decirte que ¡Nunca! he dormido en un sofá y esta vez no será la excepción ‘ttebayo. Así que si no te molesta me quedaré aquí -
- ¡Me importa un carajo quién seas y en éste preciso momento sales de mi cuarto! -
- ¡Teme! - Gritaba el rubito mientras el Uchiha le empujaba hacia afuera.
- Además estás todo sudado y hueles a alcohol, no te dejaré tocar mis sábanas dobe -
- Puedo bañarme, solo préstame tu baño ‘ttebayo -
- Está bien - terminó por ceder Sasuke - Pero que sea rápido - dijo para finalizar.
Y mientras Naruto se bañaba y cantaba bajo la regadera Sasuke intentaba dormir, se tapaba la cabeza con las sábanas y pedía paciencia a Kami-sama para no correr a estrangular al rubio y a su hermano Itachi y después exponer sus cadáveres en la plaza principal de Konoha, como advertencia.
Al fin el ruido había terminado, o al menos eso pensó.
- ¡Temeee, no tengo ropa ‘ttebayo! -
Genial, ahora quería que le prestara de su ropa.
- No es mi problema - dijo el moreno para girarse de espalda.
- Bien ¡Tendré que salir desnudo! -
Ese si era un problema, sabía que el chico era lo bastante tonto e impulsivo como para atreverse a salir en cueros de la regadera y si lo hacía, no es que le causara ningún tipo de emoción ni sensaciones raras, después de todo era un hombre, pero sería algo embarazoso y hasta cierto punto vergonzante.
Y antes de verse frente a un chico desnudo tomó lo primero que vio de ropa y se lo arrojó por la puerta del baño.
- ¡Gracias! - escuchó que le gritaban desde dentro.
Al fin podría descansar, Sasuke se tiró sobre la cama y cuando estaba a punto de conciliar el sueño, de repente sintió que el colchón se sacudía, volteó a mirar y se encontró con lo que menos le gustaría, si, en efecto, era Naruto que de un brinco se había situado sobre la cama y estaba viendo atentamente el televisor.
- Creí haberte dicho que dormirías en la sala - sentenció el Uchiha con un tono de basta molestia.
- No, dijiste que podría dormir aquí si me bañaba y estaba limpio, así que si no te importa puedes ir saliendo ‘ttebayo -
- ¿Qué te pasa baka? Ésta es mi cama, el que tiene que salirse eres tu -
Y tras una serie de forcejes algo inesperado sucedió.
- Ooohhh yeaahhh oh my God yeaahhh aaaaah -
- Sasuke, no sabía que tenías contratado el servicio de canales para adulto - dijo Naruto sonrojado y atento a las escenas que se veían. Al parecer entre la pelea formada uno de ellos había aplastado los botones del mando.
- Y no los tengo contratados, Itachi es quien lo hizo - argumentó Sasuke mientras buscaba el control remoto de entre las sábanas.
- Yeaaaahh more more aaahh aaahhh -
- Pervertido cambia de canal, o si quieres puedes salir y dejármelo a mí ‘ttebayo - insinuó Naruto.
- Ni lo sueñes zorrito pervertido, quiero cambiar de canal pero creo que el mando se quebró - expresó Sasuke intentando reparar el aparatito que yacía casi muerto entre sus manos.
Naruto al ver que una erección amenazaba por asomarse entre sus piernas, brincó de la cama y se agachó a desconectar el televisor, mostrando una imagen bastante sugerente e incitante de su bien formado trasero que se le delineaba gracias a que la ropa del Uchiha le quedaba un poco mas grande.
- mgh - Sasuke tragó duro, de nuevo venían a su mente esos pensamientos impuros de él penetrando al rubito como un poseso. No podía estar pasando, sacudió la cabeza ¿En qué demonios pensaba? Y ahora sentía una parte baja de su cuerpo empalmarse con esos pensamientos. Definitivamente, algo andaba muy mal.
Supo que no tendría opción, de seguir así sus fantasías terminarían por hacerlo caer e intentar hacerlas realidad, tomó una almohada y sin más salió del lugar.
- Puedes dormir aquí, yo dormiré en el cuarto de Itachi - dijo
- ¿Are? Ese teme es muy raro ‘ttebayo - Naruto estaba algo confundido, primero le sacaba a empujones y después le daba su recámara, creía saber lo que pasaba y quizá el Uchiha si estaba un poco loco.
ºoOoºoOoº
La noche transcurrió tranquila, el sol se empezaba a asomar y dentro de un cuarto podía verse a una pareja bastante satisfecha a juzgar por sus caras de felicidad.
- Uff fue el mejor sexo de toda mi vida hunm - dijo un rubio exhausto.
- Ni que lo digas - contestó otro moreno con una gran sonrisa.
- Hunm pero es mejor dejarlo así, hoy en la tarde no regresamos a Japón -
- Tienes razón. Espero que te vaya bien en el viaje -
Se despidieron y Deidara tomó su auto para ir por su hermanito pequeño. Cada quien a su hogar, los Namikzae hacían las maletas para su regreso a Asia y Sasuke discutía con su anikii por haberle dejado a ese rubio molesto que le había causado muchos problemas y de todo tipo, obviamente omitió ese detalle, mientras Itachi le recriminaba y le echaba en cara la ausencia de Sai.
De pronto se escuchó el timbre de la puerta.
- Hola hermanitos, gracias por dejarme abandonado en plena noche, el taxista era gay y quiso violarme, afortunadamente, gracias a las botellas que llevaba conmigo mi trasero salió ileso. Por cierto, les traigo una noticia -
(5 minutos después)
- ¡¿Qué dices?! - gritó incrédulo Itachi
- Sí así es - Dijo Sai
- ¿Por qué no nos lo dijiste antes imbécil? -
- Por que anoche cuando ustedes se estaban divirtiendo, recibí la llamada -
- Corrección, yo no me divertí - aclaró Sasuke.
- Eres un frígido - dijeron Sai e Itachi al unísono.
- Bien ese es el punto, es mejor irnos ya - finalizó Sai.
Y en casa de los Namikaze también se escuchó que alguien llamaba a la puerta.
- Hola chicos - saludaron Itachi, Sai y Sasuke.
- Su padre Minato nos ha contratado. Nosotros seremos los guardaespaldas que los llevaremos hasta Japón.-