“Noticia de última hora, ayer a altas horas de la madrugada en una discoteca de Berlín, Monique Jost una chica de 17 años fue acuchillada por la espalda sin piedad, a simple vista no se sabe el motivo de la agresión ni tampoco el culpable. Les mantendremos informados de cualquier cambio en la investigación, ahora demos paso a las declaraciones de los familiares de la victima.”
Tom se quedo petrificado frente al televisor de la sala, era imposible, esa era la chica con la que estuvo aquella misma noche, y estaba muerta! Eso no podía estar pasando.
En ese momento llamaron a la puerta del apartamento donde se hospedaban los gemelos.
-Ya abro yo! –Dijo Bill bajando por las escaleras.
El pelinegro abrió la puerta y se encontró de frente con dos agentes de la policía.
El pánico le recorrió todo el cuerpo, le habían encontrado, se lo iban a llevar, y el todavía no había asimilado lo que había pasado aquella noche, no se podía creer que él hubiera echo algo así, no esteba muy arrepentido pero eso no importaba pagaría las consecuencias de sus terribles actos.
-Que quieren agentes?-Dijo con un hilo de voz.
-El señor Tom Kaulitz?-Dijo uno de los agentes con sequedad.
-Esta dentro, pasen. –Dijo un poco más aliviado.
No, no venían por lo de la chica, sino, porque preguntarían por su hermano?
Seguro que era algo sin importancia. Pero si así era porque habían venido a buscarle?
Tom había escuchado la breve conversación que tubo su hermano con los agentes, se temía lo peor…
-Usted es el señor Tom Kaulitz?-Dijo uno de ellos con una frialdad que habría congelado el mismo fuego.
-Sí, ese soy yo. A pasado algo gente?-Dijo sabiendo la respuesta.
-Queda usted detenido como presunto asesino de Monique Jost.
Se le asignará un abogado, hasta entonces, tiene derecho a guardar silencio.-Le iba diciendo uno de los policías mientras el otro le iba poniendo las manillas.
-Pero yo no he hecho nada, tiene que creerme! Cuando me fui de allí ella estaba viva!-Dijo Tom desesperado.
El menor contemplaba la escena estupefacto, millones de pensamientos atacaban su mente, no quería que se llevaran a su hermano el no tenia que pagar por ello, nunca pensó que le acusarían
-“estupido y a quien crees si no?”- se decía.
Quería entregar-se, gritarle a los agentes que había sido él y no su querido hermano, pero de su garganta no salía un solo sonido, se sentía sucio y ruin, estaban haciendo daño a la persona que más quería en el mundo y podía evitarlo en ese momento. Pero no lo hizo…
Los agentes se dirigían hacia la puerta, antes de salir Tom se giro para ver a su hermano.
-Billy, por favor tienes que creerme yo no fui, yo no la mate, no me importa que nadie me crea, solo me importa lo que tu pienses. Créeme por favor, te quiero mucho Bill no lo olvides…
Al pronunciar esas últimas palabras una amarga lagrima cayo por su mejilla.
A Bill se le encogió el corazón al escuchare.
La puerta se cerró.
-Te creo Tomi, se que tu eres inocente, porque…fui yo…si yo…Te amo Tom y haré todo lo posible para sacarte de allí.-Dijo en un susurro cayendo de rodillas al suelo y empezando a sollozar en silencio.
“pero que hago aquí llorando sin hacer nada por evitar que se lo lleven? Acaso eres un cobarde? Me da igual ir a la cárcel pero no dejaré que el pase por eso y menos por mi culpa”
Se dijo Bill a si mismo poniéndose en pie caminando hacia la puerta para poder salir corriendo tras su hermano.
“Espero que no sea demasiado tarde…”-Pensaba con desesperación mientras corría sin dejar de llorar.
Por suerte el coche patrulla aún seguía allí.
-E-esperen…Po-por favor…-dijo acercándose corriendo al coche entrecortándose con sus sollozos.
-Que quiere?-Le dijo el agente cuando estaba frente la ventana del copiloto.
-No se lo lleven…Por favor, no se lo lleven…El no…El no…El es inocente, no hizo nada! Por favor no se lo lleven! –Dijo llorando aún más desesperadamente, derramando todo su dolor.
-Y usted como sabe que el es inocente? Tiene alguna prueba?-Dijo el policía intrigado y incrédulo a la vez.
-El no fue porque…porque…-Bill miró al interior del coche su hermano le miraba con tristeza y suplica en sus preciosos ojos castaños.
-Porque fui…Fui yo…Sí…Yo…-Dijo tapándose la cara con ambas manos y cayendo de rodillas en el asfalto.
Si en ese momento hubiera mirado en el interior del coche hubiera visto como los lindos ojos de su hermano se sumían en una amarga tristeza de por vida.
Sintió como dos manos le levantaban del suelo, y acto seguido le esposaban con dureza, dejando su cara al descubierto.
-Disculpe las molestias señor Kaulitz puede volver a su casa.-Dijo el agente a Tom mientras le hacia salir el coche y le quitaba las manillas, acto seguido se monto en el coche.
Tom se quedo estático donde estaba, mirando a su hermano que era arrastrado por el otro policía hasta la puerta del auto.
-Bill…Dime que no es cierto…Por favor dímelo!-Dijo Tom empezando a llorar.
No sabía que decir viendo a su hermano llorar, había echo lo correcto lo sabía, pero no podría soportar que su hermano le odiara.
Sabía perfectamente que su vida no iba a ser la de antes pero por su hermano daría hasta la vida. Lo tenía muy claro.
-Lo siento…-Dijo bajando la cabeza.
-No…No pede ser… ¡NO BILL ME ESTÁS MINTIENDO! ¡NO!.-Tom estaba desesperado…
-Lo siento Tomi…-Repitió Bill con el corazón hecho pedazos mientras el policía le metía dentro del auto.
Arrancaron el coche.
-¡NO! ¡NO SE LO LLEVEN!.-Chillo Tom viendoles partir.
El coche empezó a andar.
-¡BILL, BILL NO ME DEJES!! ¡NO TE VAYAS! ¡NO PUEDO VIVIR SIN TI! ¡BILL! ¡BILL!.-Gritaba Tom corriendo tras el coche.
Bill alcanzó a oír las palabras que su hermano le decía, el tampoco podía vivir sin él.
Había estropeado su vida y arrastrándola tras él la vida de su queridísimo Tomi.
Estaba vivo…sí…pero para que? La vida no tenia sentido sin Tom. No quedaba más, que para siempre decirle adiós...Más los momentos felices que vivieron juntos jamás los olvidaría.
Se paró, no podía seguirlo iba demasiado rápido para él.
Cayó al igual que hizo su hermano de rodillas en el frío asfalto.
-Bill…Billy…No me dejes…Quédate aquí conmigo…Mi vida sin ti carece de sentido…Billy…Nunca te lo dije pero…Te amo….-Dijo Tom antes de desmayarse en medio de la calle.
-Muy bien señor Kaulitz ya me explico como lo hizo, solo queda que me diga porque? –Ese hombre le estaba agobiando con tantas preguntas, nunca había estado en una sala de interrogatorio. Era tan oscura y minúscula…Además sabia a la perfección que aunque el no viera, nada desde fuera más de unos ojos estaban concentrados en el y en sus declaraciones esperando a que dijera algo fuera de contexto para poder acusarle de tal manera que nunca en su vida pudiera volver a ver la luz del sol.
-Señor Kaulitz, le repito, porque mató a Monique Jost? –Decía aquel hombre empezando a desesperar-se.
-E-estaba borracho…-Dijo mirando al suelo avergonzado.
Como le iba a decir que estaba celoso? Celoso de que? De que se había acostado con su hermano? Simplemente no lo entendería, nadie lo aria, pensarían que esta más loco de lo que ya creen.
-Estaba borracho y ella tubo que pagar sus copas de más…
-Me arrepiento de lo que hice…No sabe usted cuanto…Pero eso no lo puedo cambiar…Solo puedo cambiar yo…Pero se que tendré que pagar por ello…-Al decir la última frase volvió a mirar al hombre esperando que no hiciera más preguntas.
-No le quepa duda de eso. Ya no tengo más preguntas.-Abrió la puerta y salió de la sala, a continuación entro un policía, le cogió por el brazo le levantó con brusquedad y se lo llevó al calabozo provisional.
Estuvo un día entero en el calabozo...sin saber nada de lo que pasaría con el...sin saber nada de lo que harían con el...es decir si sabia lo que iba a pasar pero sin duda eso no era lo que quería. el quería estar junto a Tom, su hermano, al que amaba con todo su corazón.
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