Capitulo cuatro: Descubriendo al gatito bien mojado...
Presente…
Draco se había pasado el día, preguntándose por la extraña actitud de cierto Gryffindor, dándose cuenta que hace mucho que no discutían; bueno por una parte era por que ya no habían mas motivos, después de la guerra y sin señor que servir, no tenia motivos para buscarle pelea o eso era lo que les decía a los demás. La verdadera razón por la que él había dejado de buscar pelea con el líder de los leoncitos, era por que sentía cierta atracción hacia el azabache, cosa que no reconocería, aún no, por lo menos. Le había costado lo suyo aceptar que tenia ciertos sentimientos por el Gryffindor; noches sin dormir pensando en unos profundos ojos verdes, despertando en medio de la noche entre gemidos y no de dolor precisamente, teniéndose que levantarse a duchar con agua demasiado helada, para esas horas de la noche. Pero aunque ahora las cosas estaban en relativa calma, eso no quería decir que podía ir y clamar a los cuatro vientos que le gustaba ni más ni menos Harry Potter, el Héroe del mundo mágico.
No quiso divagar mas en aquellos perturbadores pensamientos, aun quedaba tiempo como para tratar de exteriorizar sus sentimientos, antes de salir del colegio y perder el contacto con el Gryffindor, y solo en pensar en ello, se ponía melancólico, algo que NO debe sentir un Malfoy, pero antes que ser un Malfoy era un ser humano, aunque le pesara a su padre.
Dejo de lado aquellos pensamientos; dejándose encaminar a su clase por sus amigos, que hablaban de no se que, mientras que Theo le mandaba una miradita, de esas que claramente sabia lo que había estado pensando. El rubio solo le sonrió engreídamente y su compañero solo le devolvió una sonrisa torcida.
**---**
Estaban en el pueblucho de Hogsmeade, en una de las estúpidas salidas de sábado; eran interesantes cuando ibas en tercero y era la primera vez que podías escaparse de las algunas veces claustrofóbicas paredes de piedra del castillo, pero después de tantos años visitando los mismos lugares, los mismo puestos, todo igual a los otros años, llegaba a fastidiar, sino estabas bien “acompañado”.
Se separo de sus amigos, ya que quería ir a la tienda de mascotas, porque quería comprarle más comida a Rry y quizás consentirlo con algunos regalos. Entro y saludo con una cabezo al dueño de la tienda, este estaba leyendo una revista sin ponerle mayor atención; sino fue por aquella sonrisa burlona, que le dedico, creería que no lo recordaba de la vez que había venido con sus amigos y su Rry.
Mientras revisaba y veía la comida más adecuada para su pequeño gatito, recordaba por que le había puesto Rry a su pequeño minino.
Días atrás…
Estaba caminado junto con Theo hacia la biblioteca, ya que quería buscar información acerca de cierto ingrediente de una poción que estaba realizando junto a su padrino; hasta que al doblar una de las esquinas se toparon con Granger y Potter. Sin poder evitarlo Draco tomo del brazo a su castaño amigo y lo arrincono de espaldas a la pared, para poder escuchar a los dos Gryffindor sin ser vistos...
- vamos Rry... – dijo la castaña
Harry le miro fijamente – deja de decirme así – le espeto algo molesto
- ¿Por qué? Si te va tan bien – le hablo tranquilamente – vamos Rry acompáñame... te prometo que no te aran nada “indecente”
Harry mascullo algo que Draco y Theo no alcanzaron a escuchar, pero a Draco le quedo grabado el “apodo” que le había dado la sabelotodo...
Presente...
Ya tenía en el canasto, que había sacado de la entrada, donde tenían varios y de diferentes colores, para que los clientes pudieran echar los productos y así ir más cómodos. Había colocado un par de bolsas de comida, algunos juguetes, como una bola de estambre, que cuando rodaba iba dejando un hilito para que el minino jugara con él y se enrollaba solo, para que el hilo no quedara enredado en los muebles; también un ratón que corría solo y otras pelotitas con cascabeles que sonaban y con luces.
Estaba en la parte en donde se encontraban las “pociones” para el lavado de las mascotas, la mayoría era específico para cierto tipo de mascotas, pero extrañamente no encontró de gatos, solo unos polvos que se le echaba en el pelaje seco del gatito. Había pensado en comprar algún producto para bañar a Rry, ya que cuando se bañaba con él, no le echaba nada para limpiar su pelaje, pero al parecer en esa tienda no había o estaba agotado, algo que dudaba ya que en Hogwarts no había muchos alumnos con gatos como mascotas.
Llego hasta el mesón, donde ya se encontraba el mismo tipo de la otra vez, con su cabello castaño ahora recogido en una coleta baja y sus ojos negros brillaban de diversión burlesca. Draco solo le miro de forma despectiva, dejando la canasta sobre el mesón, para que el tipo le sacara la cuenta.
Cuando ya el tipo había sacado todos los productos que el rubio Slytherin quería llevarse, colocándolas en bolsas para que se las pudiera llevar mas cómodamente, todo en completo silencio; Draco le pregunto.
- quiero saber si les van a llegar algún shampoo para gatos – dijo seriamente
El dependiente le miro completamente divertido, en sus ojos oscuros se apreciaba una clara burla, coloco el codo en la mesa y su mentón se apoyo en la palma de su mano.
- creo muchacho que te has equivocado… - hablo tranquilamente ensanchando su sonrisa
Draco le miro fijamente, completamente inexpresivo esperando que el tipo terminara de hablar, no iba por nada del mundo, exteriorizar su duda, por que no entendía nada de lo que estaba diciendo el sujeto, ¿Cómo el podía estar equivocado? Ja! ridículo.
- a los gatos no les gusta el agua – fue su simple respuesta, aun con su sonrisa divertida
Draco le miro escéptico – eso es ridículo, a Rry le fascina bañarse – declaro, obviamente omitiendo el hecho de que se bañaba con él.
- o tu gato es un fenómeno o no es precisamente un gato – le “insinuó” el castaño
Draco le quedo mirando sin llegar a entender, pensando una y otra vez en todo lo que había vivido con su Rry, esa forma extraña que tenia de entenderle, aquella mirada que parecía casi como la de un humano, con aquellos ojos verdes tan expresivos, esos ojos verdes tan intensos, tan únicos… tan verdes. El príncipe de Slytherin no pudo evitar quedarse completamente paralizado, por las ideas que andaban formándose por su cabeza; pero todo comenzaba a tener algo de sentido, sobre todo aquellas miradas y sonrisas del dependiente, que precisamente ahora le miraban burlones.
- creo que debería llevarse este collar – hablo divertido el castaño, dejando sobre el mesón, un collar rojo envuelto en una bolsa trasparente
Draco le miro sin entender, ¿por que necesitaría un collar?, pero cuando sus ojos grises se enfocaron en aquel collar, una sonrisa malvada se formo en sus finos labios…
**---**
Harry estaba con sus amigos en las tres escobas, disfrutando de aquella relajante y merecida salida a Hogsmeade, ya que “el” también había salido con sus amigos al pueblo, así que había podido escabullirse de las habitaciones de las serpientes, sin ser descubierto. Estaban los tres conversando amenamente, cuando el chico de oro sintió un estremecimiento que le hiso sobresaltarse…
- ¿te encuentras bien Rry? – le hablo Hermione en un susurro.
Harry le miro y asintió simplemente, ya acostumbrado a que le llamaran con aquel apodo, aunque lo prefería mil veces proveniente de cierto rubio de Slytherin. Aunque aquel estremecimiento aun no se le olvidaba, estaba seguro que algo malo le esperaba, y rogaba a Merlín que no fuera nada tan terrible para su integridad física o sicológica.
**---**
Rry ya se encontraba encima de la mullida y exageradamente grande cama del rubio-engreído-Slytherin, aunque él todo lo veía más grande desde esa perspectiva. Estaba estirado completamente sobre la cama de pancita, con sus patitas bajo su cabecita, su colita se movía suavemente, mientras sus ojos estaban fijos en la puerta de entrada hacia la habitación; estaba aburrido y Draco se estaba demorando más de lo que normalmente se demoraba, cuando salía al pueblo con sus amigos. Pero al parecer los ruegos de aquel gatito fueron escuchados, ya que la puerta fue abierta lentamente, por el dueño de la habitación.
Rry se sentó sobre sus patitas traseras sobre la cama, mientras maullaba a su amo, moviendo la colita un poco más rápido; imitando a un perfecto perrito cuando recibe a su amo.
Draco le sonrió acercándose a la cama, dejando las bolsas sobre esta y sentándose al lado del gatito, lo tomo y lo coloco sobre su regazo, para poder hacerle cariñito en la cabeza. Rry estaba más que feliz, cómodo y fascinado, ronroneaba sin estar consciente, restregando su pequeña y peluda cabecita sobre la mano que le acariciaba.
- mira pequeño traje algunos juguetes – dijo Draco, sacando de la bolsa los juguetes que había traído.
El minino vio fijamente una bola de estambre que se movía suavemente sobre la cama, sin poder evitarlo se acomodo mejor en el regazo de su amo, sus patitas delanteras amasando una de las piernas del rubio, como preparándose para el ataque y sin previo aviso, una bola de pelo negra, salto y cayó sobre el estambre.
Draco no pudo evitar sonreír, pero luego su atención fue puesta en el collar que había comprado, en sus labios se formo una sonrisa maquiavélica, que el gatito no pudo apreciar ya que estaba completamente entusiasmado en aquel juguete nuevo.
- ven aquí Rry – le hablo el rubio, mientras lo tomaba y lo acercaba hacia él.
El gatito maulló en protesta y miro molesto, hacia su amo por interrumpir su diversión.
- mira te compre este collar nuevo – le dijo, mientras le mostraba el collar, que ya había sacado del envoltorio
Rry le miro curioso, porque ya tenía un collar y aun estaba bueno, pero luego pensó que a lo mejor Draco había encontrado un collar mejor que el que tenía puesto y como siempre un Malfoy tenía lo mejor.
Draco le saco el collar que tenía su gatito y le coloco el nuevo, le acaricio la cabecita mientras se paraba…
- voy a preparar el baño, no hagas nada malo – le regaño anticipadamente
Rry le contesto con un maullido y se fue a jugar con su bolita de estambre; el rubio no pudo evitar sonreír, antes de dar media vuelta e ir hacia el baño, para preparar la tina.
**---**
Draco volvió a la pieza con solo unos pantalones algo holgados, eran suaves y cómodos, de un color gris claro, iba descalzo y su pecho completamente descubierto, tenía el cabello algo desordenado. Rry dejo de jugar con su bolita de estambre, cuando vio a aparecer a aquel ángel, que se dirigió a él, ronroneo al verlo a pocos pasos suyo y en ese momento fue cuando mas lamento el hecho de no estar transformado en humano; bueno quizás rivalizaba con las veces en que estaba en la tina con un desnudo rubio y no podía acercarse y tocarlo como quisiera...
El rubio tomo a su Rry, colocando su cuerpito en uno de sus brazos, acercándolo a su pecho para que no se cayera, le acaricio detrás de una de sus orejitas, escuchando divertido como ronroneaba y se refregaba con su cabecita en el pecho pálido del rubio. Fueron hacia el baño, con Draco, el siempre frio e indiferente príncipe de hielo, haciéndole ridículos mimos a su gatito.
Cuando llegaron al baño, Draco dejo a su pequeño gatito sobre la tasa del baño, mientras se hincaba sobre el suelo, al lado de la tina, tocando la tibia agua con las yemas de sus dedos, dándole la espalda a Rry; este miraba hacia el rubio, sin despegarle la mirada.
Draco se dio vuelta con una sonrisa malvada, en sus preciosos labios a opinión de Rry y más de la mitad del mundo mágico. Harry no pudo evitar estremecerse, al ver aquella maldita sonrisa, que no presagiaba nada bueno y rogaba interiormente que no fuera dirigido hacia el.
- sabes Rry... – susurro Draco mientras se le acercaba y tocaba suavemente el collar que llevaba en su cuello.
El minino ladeo un poco su cabecita, mientras miraba a su amo curioso por lo que iba a decir, moviendo suavemente su colita, así como ronroneaba casi inaudiblemente.
- este es un collar muy especial... – hablaba lentamente el rubio como si supiera que Rry realmente pudiera entenderle.
Si Harry hubiera podido, habría bufado por aquella declaración, él ya había supuesto que aquel collar no podía ser un simple obsequio; Draco siempre tenia que tener lo mejor.
Draco se volvió a arrodillar sobre las baldosas lisas y frías del baño, dejando a Rry en la orilla de la tina, sin que se mojara por el agua tibia.
- aunque el color no me gusta mucho... – susurro metiendo un dedo debajo del collar
Rry maulló molesto ante el comentario...
Draco rio – te viene mas el verde, combina con tus ojos – le hablo, fijando sus ojos grises en los ojos del gatito.
Harry le miro sin despejar su verde mirada, en aquellos ojos grises, algo extraño había en esa mirada que le hiso ponerse nervioso.
- pero que le vamos hacer, tenían solo en ese color – le explico – mira... – dijo estirando el collar con el dedo que tenia bajo el, mostrándole al gatito que el collar era como un elástico – así no te ahorcaras... – le susurro con malicia.
Rry le miro completamente desconcertado, sin entender de lo que estaba hablando su amo, por que... Draco no se podía estar refiriendo a cuando se transformaba en humano... ¿cierto?
El rubio tomo al gatito con ambas manos, estiro sus brazos con cuidado de no mojar al minio, este le miraba desconcertado por lo que iba a hacer...
- ¿tu sabias que a los gatos no les gusta el agua? – le dijo con malicia
Rry abrió sus ojos completamente en shock, pero no pudo reaccionar ya que fue soltado por aquellas pálidas manos, dejándolo caer al agua. Harry salió a la superficie para poder respirar, botando algo de agua y tosiendo, ya que por la sorpresa no había podido estar preparado para aquel abrupto hundimiento en el agua.
- veo que el collar funciono muy bien – hablo con voz triunfal el príncipe de Slytherin parándose del suelo
Harry le miro confuso, antes de darse cuenta que ya no estaba en su forma animaga, ahogo un grito de espanto, al mirarse sus brazos mojados. La polera que llevaba se le pegaba molestosamente a su pecho, era de color blanca sin mangas, además llevaba un pantalón también blanco, que no dejaba nada para la imaginación, ya que el agua había hecho que se trasluciera todo.
- yo... eh... – el azabache no sabia que decir, ni menos que hacer, se debatía entre ponerse a reír histéricamente, ponerse a llorar como magdalena o salir corriendo como nunca antes en su vida.
- ¿creías que jamás me enteraría? – le hablo con superioridad, mientras tocaba suavemente el collar rojo que se acomodaba perfectamente al cuello del azabache – y el collar era para volverte a tu forma humana – le dijo con suficiencia...
Aquella mano del rubio que se encontraba entretenido con el collar, fue lentamente dirigiéndose hacia los labios del azabache, los acaricio suavemente.
Harry estaba con la respiración agitada y completamente sonrojado...
- has sido un gatito muy malo… - le susurro sedosamente, acercándose mucho mas a él, colocando una rodillas sobre la orilla de la tina, posando su otra mano sobre la frente del moreno, tocando un mechón y colocándolo tras la oreja del azabache.
Harry se estremeció ante aquel toque, estaba en shock, por que siempre creyó que si Draco se enteraba que le había engañado, haciéndose pasar por su gatito, lo torturaría, maldeciría, golpearía, etc. Pero no lo que estaba haciendo en ese momento, eso salía de todo sus parámetros de su lógica.
- ¿no crees mi pequeño Rry? – le siguió hablando, sin hacerle caso a la clara confusión del Gryffindor; susurrándole sobre sus labios entre abiertos por la respiración agitada por la cercanía del rubio, colocado su mano en el mentón del azabache para acercar su rostro al suyo…
Los ojos grises del rubio, miraban con lujuria a aquellos verdes ojos aun sorprendidos; Draco sonrió satisfecho por la reacción de Harry, antes de acortar la distancia y besar aquellos apetecibles labios del Gryffindor, posando su mano en la nuca del azabache, para atraerlo más hacia el… el Slytherin sonrió dentro del beso, al sentir como su gatito, se estremecía por aquel beso, esa tarde no iba a dejar a su gatito sin su merecido castigo…
Fin.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español