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Destiny Warriors. por joel blade

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Notas del capitulo: Este es el segundo capitulo, pero a decir verdad me decepciona un poco no recibir ningun review, por lo tanto, si alguien sigue esta historia, dejenme alguno.
Capitulo dos: Un… buen comienzo?

Lu Xun se encontraba parado en el salon de reuniones oyendo cada una de las palabras de Cao Cao, quien discutía con Oda y Sun Jian sobre su próximo movimiento contra Orochi, el rey serpiente, y sus secuaces. Pero, a pesar de estar en aquella habitación junto con otras cincuenta personas, la mente de Xun se encontraba en su habitación, donde deseaba que aquel chico siguiese allí. Había algo en ese chico que le llamaba poderosamente la atención, cuando abrió sus ojos y le vio a su lado tarareando esa suave melodía, no supo porque, pero se sintió seguro, como si nada en el mundo pudiese dañarlo. Cuando el otro tomo su mano para que no agarrase sus espadas, una pequeña corriente eléctrica le recorrió el brazo.

¿Qué podía significar aquello?

Una mano en su hombro le hizo pegar un salto. Volteo la vista para cruzarse con el rostro de Lu Meng, que lo miraba preocupado.

-¿Estas bien Xun? –pregunto Ling Tong a su lado. El más pequeño miro a los otros dos con una sonrisa tranquilizadora.

-Estoy bien, no se preocupen.

En ese momento, la puerta principal se abrió dejando entrar a Zhao Yun seguido de Yukimura Sanada. Los dos se veían cansados, como si acabaran de correr una gran distancia. Lu Xun se dio cuenta enseguida del porque de su estado; según sus propias conclusiones aquel chico debió esconderse en su habitación cuando fue perseguido por los dos guerreros y en algun punto debió haberlos despistado.

-¡Lord Liu Bei! –Llamo Yun.

-Tenemos malas noticias.- dijo Yukimura. –Alguien se ha infiltrado en el castillo, no tenemos idea de quien es, pero no parecía ser uno de los soldados de Orochi.

-Esto es grave,- hablo Sun Jian cruzándose de brazos.- Tenemos que capturarlo cuanto antes, podría ser peligroso.

-Yo cero que lo mejor seria hacerlo salir de su escondite por las buenas,- dijo Shingen Takeda levantándose de su asiento.- puede que no sea un enemigo y que solo este perdido, quien sabe que otros mundos habrá mezclado esa serpiente mezquina para crear este.

La mayoría de los presentes estuvieron de acuerdo con lo dicho Lord Takeda. Xun miro a los demás guerreros, o al menos a los que le caían bien. Sun Ce parecía entusiasmado con la idea de atrapar al intruso primero mientras que a su lado Zhou Yu parecía estar pensando en la mejor manera de hacer lo que su amigo pedía. Ling Ton y Gan Ning no parecían muy entusiasmados con la idea y Lu Meng los miraba con reproche.

Minutos después, los seis generales principales les dijeron que se retiraran y todos les obedecieron. Xun casi corrió hasta su habitación, sin percatarse de la mirada de Taigong Wang, uno de los tres místicos que había presenciado a la reunión, ni la de Mitsunari Ishida.

Cuando llego entro súbitamente, despertando al pelinegro que dormía tranquilamente. Bueno, no le despertó, solo le hizo caer de la cama. Envuelto en las sabanas Seishin seguía durmiendo murmurando cosas intangibles. Xun se acerco y le zarandeo del hombro.

-Hey, despierta.

-No molestes Rou… tengo sueño.- murmuro.

Xun se pregunto quien debía ser ese tal “Rou” del que el pelinegro debía estar hablando. Seguramente debía de ser algun familiar o algo por el estilo. O tal vez “Rou” era el nombre de alguna chica y… No, eso no era asunto suyo, lo que debía hacer ahora era despertarlo y sacarle un poco de información para saber como proceder respecto a decirle a los demás o mantenerlo escondido durante un tiempo.

Lu Xun volvio a sacudirle, pero con un poco mas de fuerza. Por dios… si que debía tener el sueño bastante pesado, el castaño estaba seguro de que, de ocurrir un terremoto el otro no despertaría; recordó lo que Gan Ning solia hacerle a el para despertarlo, y, acercandose un poco mas, tomo aire y…

-¡DESPIERTA!

-¡Whaaa!- grito Seishin sorprendido. Miro a los lados desorientado, está no parecía ser su habitación, entonces se cruzo con el rostro de Lu Xun quien trataba en vano de ocultar su sonrisa traviesa. –Con que te crees muy chistoso ¿he?

Con un movimiento rápido tumbo al menor en la cama y comenzó a hacerle cosquillas. Xun no podía contener la risa y tampoco hacía nada para evitarlo.

-¡Ja ja ja! P-por-favor ¡ja ja ja! ¡Pa-para!- pedía entre risas.

-Esta es la venganza del dragón negro!- Seishin iba a seguir con su tortura pero unos pasos del otro lado de la puerta le alertaron, cuando los pasos se alejaron, le dirijo una sonrisa a Xun, quien le miraba lleno de confusión; por parte el menor recordó a que había regresado a su habitación y que la persona que le sonreía era un intruso.

Parándose, Lu Xun pensaba en la mejor manera de proponerle al mayor que debía ir y presentarse formalmente ante todos y de paso demostrarle que no era un enemigo.

-Oye…- empezó, pero fue rápidamente cortado por el otro mientras se levantaba del suelo.

-Seishin.

-He?- pregunto Xun confundido.

-Es mi nombre, Seishin Kurai.- dijo el pelinegro con una pequeña reverencia.

Xun lo miro a los ojos y decidió que ese era el momento indicado, y procedió a decirle:

-Seishin, tengo una propuesta de parte de mi líder.- Seishin miro de manera curiosa al menor, una vez mas, su ansia de conocimiento apareció dentro suyo.- Supongo que querrás salir de aquí, no? Pues déjame decirte que no te va a ser fácil, todos los guerreros que habitan en este castillo están buscándote en este preciso momento.

-y que es lo que se supone que quieres haga?

-Lo mejor seria si me acompañases y te presentaras formalmente ante Lord Sun Jian, el podría mantenerte bajo su protección y no tendrías que esconderte.

-Supongo que no me queda otra opción.-el mayor suspiro rendido, siguió al menor hasta la puerta y la abrió dejándole pasar primero.

Del otro lado de esta se encontraba parado un guardia y Xun le dijo algo a este que el mayor ni se molesto en escuchar, maravillado con su alrededor, mirando todo con su típica curiosidad. De pronto sintió una mano en su hombro y volteo creyendo que era Xun, pero en cambio se encontró cara a cara con otro chico de la edad del castaño, de ojos purpuras y cabello plateado… Por un momento Seishin tuvo la sensación de que ya había visto esos ojos, pero la voz de Kuroryu en su cabeza le dijo que era mejor no tratar de recordar cosas del pasado y reabrir heridas viejas. Entonces sintió la energía del peli plata… un místico… esto iba mal.

-Veo que ha encontrado al intruso Lord Lu Xun.-dijo el recién llegado mirando al pelinegro atentamente.

-Así es Lord Taigong.-le respondió Xun con una inclinación.

-Ya le aviso a los otros?

-Acabo de hacerlo.

-Bien, entonces lo mejor será llevarlo al salón principal.

-Sí

Seishin solo chasqueo la lengua disgustado, nunca le había gustado sentirse excluido, y menos le agradaba que aquel místico le robara la atención del menor tan fácilmente, tenía ganas de agarrarlo por el cuello y… Un momento… Esos eran celos… Nah, no podía ser… O si?

-Ya estamos aquí.- Anuncio Lu Xun. Seishin miro a su alrededor desorientado, cuando había comenzado a caminar hacia aquí de manera inconsciente? Realmente no estaba actuando come el mismo.-Lord Sun Jian, eh traído al intruso.

El pelinegro levanto la vista para reconocer al líder de Lu Xun; era un hombre alto y con apariencia noble y decidida. Miró a los otros tres hombres que estaban allí; dos de ellos podían pasar fácilmente como hermanos, sus miradas eran frías y sus semblantes serios, uno vestía una pesada armadura negra con una capa púrpura con el diseño de una flor, y en su mano se hallaba una espada que emanaba una gran cantidad de energía oscura, parecida al la de Akuma, otro de los guardianes de Zen; el otro vestía ropas mas elegantes, como las imperiales del reino Kae, de color azul con bordes dorados, y también tenia su espada en mano.

El cuarto hombre parecía ser completamente contrario a estos dos, su aspecto era noble, como el de Sun Jian, pero más humilde y tranquilo, el único que no había desenfundado su arma al ver al pelinegro. Seishin miro el resto de la sala, mirando al resto de las personas que había allí. Entre ellos se encontraban los dos que le habían perseguido antes.

-Acaso no piensas presentarte?- pregunto un hombre con un parche en el ojo izquierdo (Xiahou Dun). Definitivamente aquel hombre le caía mal a pelinegro. Dando un paso adelante, Seishin se arrodillo, manteniéndose alerta a cualquier movimiento que pudiesen hacer los guerreros a su alrededor.

-Mi nombre es Seishin Kurai, soy el guardián principal del reino Zen y uno de los seis príncipes del reino de Kou.- dijo con voz firme.

-Y como llegaste a este mundo, hijo? Porque podemos suponer que no eres de aquí.- Pregunto el hombre de aspecto humilde (Liu Bei).

-O tal vez deberíamos preguntarte cuales son tus intenciones.- le interrumpió el de la armadura negra (Nobunaga Oda).

-Lord Nobunaga,- dijo Sun Jian poniendo una mano en el hombro de este.- por favor tranquilícese… Joven Kurai, seria tan amable de contarnos tu historia desde el principio, que te trajo a este mundo.

-Bien, como dije antes, soy el guardián de mi reino y mi deber es protegerlo, por eso, esta mañana recibí la orden de revisar el aparecimiento de un portal cerca de la frontera entre mis dos reinos,- empezó el pelinegro.- La princesa me dijo que debía investigar lo que había de este lado y luego cerrarlo, pero la energía del portal me pareció muy extraña, nada perteneciente a mi mundo, por eso decidí atravesarlo acabado junto a este castillo.

-Y porqué huiste de nosotros?- pregunto Zhao Yun.

-A decir verdad, fueron los nervios y el miedo de terminar muerto lo que me impulso a correr de ustedes, además del hecho de que no estoy armado.

-Como puede ser que no estés armado, eso es muy peligroso y estupido.- Dijo una chica de cabello castaño, corto y vestida de rojo (Sun Zhang Xiang).

-El reino de Zen es muy pacifico, no hemos entrado en guerra desde hace casi cinco años, por eso no vi la necesidad de traer mis garras conmigo para una misión de reconocimiento… Miren, yo solo quiero regresar a mi mundo, no puedo permanecer mucho tiempo lejos.

-Y ya sabes como regresar?- pregunto Taigong cruzándose de brazos.

-Podría atravesar el mismo portal por el que vine aquí o crear uno yo mismo.

-Tienes esa clase de poder?- volvió a preguntar Taigong.

-Claro que si!- el pelinegro comenzaba a perder la paciencia ante el tono utilizado por el joven místico. Estaba haciendo demasiadas preguntas y Seishin podía ver claramente a donde quería llegar con ello, pero no le daría el gusto, nadie podía hacerle perder los tan fácilmente, he iba a volver a hablar de no ser por un enfurecido grito detrás suyo que le alerto, levantándose justo a tiempo para esquivar el filo de una brillante y fina espada que estuvo apunto de rebanarle la cabeza.

-Hey! Cual es tu problema?!- exclamó Seishin esquivando otro ataque y fijándose mejor en el atacante, que resulto ser una mujer de cabello blanco, ojos melados y que parecía estar muy enojada con el pelinegro, quien pudo sentir la misma energía que la de Taigong emanando de ella… “Otra mística” pensó con desagrado.

-Detente Nu Wa!- grito un fornido hambre detrás de ella (Fu Xi).

Pero al parecer la mujer se negaba a escucharle y seguía atacando al otro con su rapier, creando pequeños cortes en la ropa de sei cada vez que este esquivaba uno de los ataques; el no tener sus dark claws consigo le daba una gran desventaja, pero ello no le impidió golpearla en el estomago haciéndole retroceder unos cuantos pasos, pero la gran espada de Fu Xi paso muy cerca de su hombro derecho, haciéndole retroceder a el también y no prestar atención a la vara de Taigong que se coloco detrás de sus pies para hacerle perder el equilibrio, Pero el pelinegro ya había podido sentir su presencia y con un salto hacia atrás evito la caída. Aterrizando sobre sus manos se impulso para dar otra voltereta y caer de pie, pero la espada del hombre del parche se coloco junto a su garganta, y por acto reflejo, Seishin termino tomando la hoja de la espada con su mano, creando un fino corte en su palma de la cual empezó a brotar sangre. Los ojos del pelinegro se tornaron fríos y afilados como los de un reptil, inspirándole miedo a Xiahou dun.

-Por favor detente Seishin. –Pidió Lu xun, quien se había mantenido al margen de todo, pero al verle en peligro había corrido hasta colocarse entre los dos y detener la pelea.- No logras nada peleando, por favor detente.

Seishin sonrió al menor de la misma manera que en la habitación y, soltando la espada del otro, levanto ambos brazos en señal de rendición. Xun soltó un suspiro aliviado y le devolvió la sonrisa, pero un nuevo grito de la enfurecida albina les hizo voltearse hacia ella.

-Maldito!- grito señalando a Sei.- Como te atreves a mostrar tu rostro por aquí Kuroryu!

De pronto todo el aire pareció congelarse ante la mención de ese nombre y Xun volteo para ver a Seishin completamente choqueado… Quien demonios era ese tal Kuroryu? Y porqué el pelinegro reaccionaba de esa forma ante ese nombre? Las dudas del menor se vieron empeoradas cuando el pelinegro pregunto:

-Que sabes de él? Quienes son ustedes? –Xun vio como los ojos de Seishin volvían a tener la misma mirada fría que cuando detuvo la espada de Dun y sintió miedo, aquella mirada no le gustaba en lo más mínimo, le hacia sentir que estaba en un peligro mortal.
Este no era un buen comienzo.
Continuara…
Notas finales: espero les guste, el siguinte capitulo saldra pronto... creo que para la semana que viene.

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