Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi Sam por Danna_Pool

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Bueno, tengo que admitir que los personajes tienen algunos rasgos de Shu y Yuki de Gravitation.. no puedo evitarlo! son mi pareja favorita y de alguna manera influyen en todo lo que escribo. Pero NO son Yuki y Shu, y la historia es mía y sólo mía. Sé que está empalagoso al comienzo, pero al final entenderán porque.. Disculpen el título, pero me quedo sin inspiración después de estar despierta por más de 24 horas.

Advertencia: Si les gustan las historias felices, ni siquiera se tomen la molestia de seguir leyendo, porque es muy seguro que se deprimirán. Ya están advertidos!
Miré la esquina derecha de la pantalla.. eran las 4 de la madrugada del 20 de noviembre.. sabía que en menos de dos horas empezaba un nuevo día y no había forma de evitarlo. Estiré mis brazos y mis piernas.. como si eso cambiara algo. Lo miré de reojo.. estaba profundamente dormido.. Lamentablemente, no era una de esas noches en que tenía largas conversaciones con dios sabe quien.. era tan divertido oírlo hablar mientras dormía. El cielo aún estaba oscuro.. y después de decidir que simplemente no dormiría fui a la cocina por una taza de café.. como si mi cuerpo no tuviera ya suficiente cafeína.

La noche anterior tuvo un ataque de pánico cuando le conté que me iría de viaje por unos días.. dejé que me rogara que no lo hiciera por unos momentos, antes de confesarle que también había comprado un pasaje para él. Lo que probablemente no sabía es que éste no era un simple viaje y lo recordaba cada vez que tenía esa pequeña cajita de terciopelo en mis manos..

Se levantó tarde. Después de todo era domingo, así que no importaba realmente.

- Por favor, dime que esas ojeras son causa de un delineador de mala calidad.. – dijo con su tono melodramático.

- Idiota! – controlé las ganas de lanzarme sobre él y darle una paliza – Yo NO uso maquillaje!

Soltó una risa absolutamente sincera.. y sólo pude quedarme mirándolo reír.. era tan perfecto.

- ¿Qué desayunaremos hoy? – me preguntó con aire divertido.

- No sé – fingí aún molestia.

- Ay, vamos – dijo acercándose a mí – podemos salir a comer algo – rodeó mi cuello con sus brazos – o podemos quedarnos aquí y tomar desayuno en la ca--

Pude haberlo dejado terminar.. pero él sabe que no puedo resistirlo cuando se acerca tanto a mí..


* * * * * * * * * * * *


- Ponte el cinturón de seguridad.

- ¡No me trates como un niño!

- ¡No te comportes como uno!

Sus labios formaron un puchero y eso me causó mucha gracia.

- ¿Ahora estás riéndote de mí? – me miró aún enojado – muy maduro señor Rice..

- No me llames así!

- ¿Por qué? – con aire juguetón – es tu apellido ¿no?.. ayer no pareció molestarte..

No tenía caso seguir peleando con él. Tenía toda la razón y yo era demasiado orgulloso como para aceptarlo.

Seguimos en silencio un rato más. Hasta que no aguantó y empezó a mirarme fijamente. Como sólo él sabe hacerlo.

- No me distraigas, estoy manejando.

- Pero si yo no estoy haciendo nada! – seguía mirándome fijamente.

Traté de poner mi mente en blanco, pero no funcionó. Llegué a una luz roja y lo jalé hacia mí para besarlo apasionadamente.

Todo pasó tan rápido después de eso. Cambió a luz verde y observé con terror que un loco venía a toda velocidad hacia nosotros. Pisé el acelerador lo más fuerte que pude y el carro arrancó con violencia.

Me estacioné como pude unas cuadras después y estaba jadeando. Sentí su respiración tan acelerada como la mía.

- ¿Estás bien?

Tenía una mirada de terror en el rostro. Me saqué el cinturón para poder abrazarlo y noté que estaba temblando.

- Tranquilo. Todo está bien.

Poco a poco se fue calmando. Y me pidió que regresáramos a la casa. Ya no tenía ganas de ir al cine.


* * * * * * * * * * * *


Decidimos descansar después del susto. Nada que una buena tarde de sexo no pudiera curar. Pero horas después nos dimos cuenta que teníamos que empezar a empacar.

La peor parte era cuando él tenía que decidir que llevar y que no. Aún cuando sabia que al final terminaría llevando todo y que yo tendría que pagar el sobrepeso.

Mis viajes eran tan frecuentes, que mecánicamente fui metiendo todo a mi maleta. Aproveché cuando entró a la cocina porque ‘’estaba con el azúcar baja’’ para acomodar la pequeña cajita y el juego de llaves en el fondo de mi maleta, donde no pudiera encontrarlos.


* * * * * * * * * * * *


La peor parte de todas era sin duda hacer colas.. con él apoyado en mí como si no pudiera mantenerse en pie por sus propios medios. Aunque tengo que admitir que me encanta saber que me necesita.

Desde miradas curiosas hasta miradas asesinas.. nada fuera de lo normal.

Durmió todo el vuelo como un bebé después que me hizo prometerle que no lo dejaría solo ni por un momento. Una hora antes de llegar tuve que despertarlo porque quería ir al baño. Quien iba a imaginar que la siesta lo había puesto caliente.. Es increíble todo lo que uno puede hacer en un espacio tan pequeño.

Salimos del baño acalorados y a medio vestir. Sonriendo sin poder evitarlo.

- Creo que deberías descansar así más seguido.


* * * * * * * * * * * *


Llegamos sin ningún problema. El hotel era sencillamente un sueño. Recuerdo sus preciosos ojos recorriendo cada rincón.. como si el tiempo fuera infinito.

- ¿Quieres que te deje aquí y regrese luego para recogerte? – traté de molestarlo, pero seguía con la boca abierta observando todo.

Suspiré y fui a buscar las llaves de la habitación mientras él salía del trance.

- ¿Ya estás listo?

- Siiiii – saltó sobre mí y tuve que hacer equilibrio para no caerme.

- Ok, subamos.


* * * * * * * * * * * *


Jamás olvidaré la mirada en sus ojos cuando entramos a la habitación. Yo me había roto la cabeza pensando en la mejor manera de pedírselo. Al ver su expresión, supe que todo valió la pena. No tuve ni siquiera que preguntarlo, ni siquiera me dio tiempo de sacar la cajita.

- Sí, sí! Me caso contigo!

Se abalanzó sobre mí y esta vez no pude aguantar su peso. Caímos pesadamente sobre el suelo y empezó a besarme con desesperación, aún sabiendo que teníamos todo el tiempo del mundo.

Lo interrumpí un segundo para tomar aire.

- ¿No quieres.. ver tu.. anillo? – pregunté sin aliento.

- Oh no.. – dijo mientras besaba mi cuello – eso puede esperar.

En los 100 años que tenía el famoso hotel, no creo que alguien haya usado esa habitación como lo hicimos nosotros.

Cuando por fin estábamos lo suficientemente cansados como para detenernos, busqué en el fondo de mi maleta por la dichosa cajita. La abrí y le puse en el dedo el anillo que me costó tanto escoger.

- Me encanta.

- Lo sé. Es perfecto, como tú.

Lo besé con delicadeza, sabiendo que estábamos demasiado agotados y se recostó en mi pecho. Acaricié su cabello por horas hasta que nos quedamos dormidos.


* * * * * * * * * * * *


No quería matarlo con tantas sorpresas en un solo día. Así que esperé a la mañana siguiente para llevarlo a la casa que había comprado para nosotros. Sabía que nunca le gustó el lugar donde vivíamos, era demasiado frío. Así que busqué por meses la casa perfecta para los dos. Una que tuviera cada pequeño detalle que mi pequeño amante quería. Como no encontré lo que buscaba, decidí diseñarla.

No entendió porque diablos le vendé los ojos en el camino. O porque lo llevé a ver una casa totalmente amoblada. No entendió hasta que puse el juego de llaves en sus manos. Y quedó en una especie de shock..

- ¿No te gusta? Porque podemos--

Puso un dedo en mis labios para callarme y empezó a caminar por nuestra nueva casa.

- ¿Por qué..

Empezó a preguntar. No entendí la pregunta.

- No te gusta el frío y pensé que--

Negó con la cabeza.

- No es eso.. – una pausa – me refiero a que porque es tan grande.

- Jajajaja. Me gustan los espacios grandes. Es todo.

- Ok.

Dejé que asimilara todo lentamente.

- Podemos mudarnos cuando quieras. Estuve pensando en que podríamos casarnos aquí. – lo dudé un poco – no tenemos que invitar a nadie, podemos ser sólo tú y yo – otra vez duda – o podemos hacer una gran fiesta.

- Te amo ¿sabes?

- Sí, lo sé.

- ¿Qué tal si aprovechamos el clima y disfrutamos la piscina?

- Pero si no trajimos traje de baño..

Me miró con un cara divertida..

- Oh..

Se acercó a mi oreja.

- No lo necesitamos.

Mi cara enrojeció por completo.


* * * * * * * * * * * *


Dicen que el tiempo vuela cuando lo disfrutas. Pues bien, son patrañas. Sentí cada segundo que pasé a su lado. Primero en la casa y luego de vuelta al hotel, porque al parecer toda el azúcar que devoraba le daba muchas energías..

El plan era quedarnos un fin de semana. Pasó una semana completa y no teníamos apuro. Creo que nos daba miedo regresar a casa y romper el hechizo.

Le encontramos un particular gusto a los ascensores.. al jacuzzi.. al auto.. y podría seguir enumerando, pero qué sentido tiene.

Me llamaron del estudio preguntando por los planos que tenía que entregar. Así que no quedó mas remedio que disfrutar al máximo nuestra última noche ahí y luego regresar a nuestra antigua casa.

Pensé que iba a quejarse, pero me recordó lo bien que la pasamos en el último vuelo juntos y eso mejoró mi humor.


* * * * * * * * * * * *


Presenté mi renuncia en el trabajo y con muchas miradas de sorpresa informé que me iba de la ciudad. Quería ser libre y no depender de una empresa que me mantuviera prisionero y me enviara a donde quisiera, manteniéndome lejos de mi pequeño.

Se alegró mucho cuando se lo conté.

- ¿Lo hiciste por mí?

- En parte.

- ¿Entonces podemos mudarnos ya? ¿Sí, si? Dí que si.

No sabía que estaba tan ansioso como yo de salir de esa tétrica ciudad.

- Cuando quieras, cariño.

Sí, estaba muy consciente que era la primera vez que lo llamaba así. Pero fue más divertido ignorar su cara de sorpresa.

- Dilo otra vez.

- No.

- Dilo!

- No quiero.

- Vamos!

- Dije que no!

- Caprichoso.

- Infantil.

- Te amo.

Jajaja. Tuve que reírme. Era tu forma de terminar con una discusión y yo lo adoraba por eso.

- Yo también – lo pensé un momento – cariño.

Ahora fue él quien se rió.


* * * * * * * * * * * *


Para la mudanza opté por la mejor opción y contraté a una compañía que lo hiciera por nosotros. …l no era bueno para esas cosas y yo simplemente no tenía ganas. Botamos muchas cosas, nuestros pequeños muebles se verían ridículos en nuestra nueva casa.

Después de algunos días de incomodidad, por fin dormimos en nuestra cama otra vez y no en la alfombra, que estaba arruinando mi espalda.

El mejor día de tu vida llega cuando menos lo esperas. Sam estaba por los cielos y una mañana me salió con la loca idea de que quería casarse esa misma tarde. Tuve que llamar a algunos amigos y organizar algo muy íntimo en un par de horas.

Me imagino que nos veíamos muy graciosos. …l odia los trajes, así que se puso su jean favorito y una camisa que le quedaba espectacular. Yo no suelo vestir tan casual, pero quería que combináramos ese día, así que dejé que escogiera mi ropa.

- Algo que sea fácil de quitar, para después – me dijo mientras guiñaba el ojo.

Mi mejor amigo dirigió una ceremonia improvisada que terminó siendo mejor que cualquiera planeada con meses de anticipación.

Cuando tocaba la parte del ‘’sí, acepto’’, se emocionó en exceso y se lanzó sobre mí, para después gritar un ‘’claro que sí’’. Tuvieron que aclararse la garganta en el momento del beso o hubiéramos olvidado que teníamos compañía.

Charlamos un rato, tomamos algo de vino, su licor favorito, y nos reímos como nunca. Sam simplemente brillaba. Y los pocos minutos que no estábamos pegados uno del otro nos mandamos miradas que gritaban ‘’te amo’’. Un perfecto 23 de diciembre.

Se fueron los ‘’invitados’’.

- ¿Y ahora?

- ¿Ahora qué? – me preguntó preocupado - ¿no vendría la luna de miel?

- Bah.. si no hemos hecho nada tradicionalmente ¿por qué empezar ahora?

Se quedó pensando un segundo y me dijo:

- Tienes razón. Quedémonos aquí esta noche y mañana elegiremos a dónde iremos de ‘’luna de miel’’.

- De acuerdo.

Lo tomé en mis brazos y lo llevé al cuarto. sin dejar de besarlo por un segundo.


* * * * * * * * * * * *


Sam estaba hablando en sueños otra vez. Yo miraba el dedo donde ahora estaba mi aro sin poder creerlo. Sin poder creer que esa criatura que dormía a mi lado fuera mía. Sin poder creer que esa era nuestra casa y que ahora estábamos casados. En algún momento de mis pensamientos me quedé dormido.


* * * * * * * * * * * *


Aún con los ojos cerrados escuché unas voces extrañas. Me pesaban los párpados y sentía un dolor terrible en el brazo derecho.

- Está abriendo los ojos! – alguien dijo por fin.

Busqué a alguien conocido. Pero todo estaba borroso.

- ¿Sabe dónde está?

- Hum.. yo..

- Está bien. No haga mucho esfuerzo.

- Está en el hospital – dijo otra voz. – Sufrió un accidente en el auto. Sus lesiones no son graves pero--

Me levanté de golpe y abrí los ojos con terror.

- ¿Dónde está Sam?

Se miraron unos a otros mientras yo intentaba pararme.

- ¿D”NDE ESTÁ SAM? ¿D”NDE ESTÁ MI ESPOSO?

La enferma palideció.

- …l.. – empezó a decir – sus lesiones son muy graves. Yo no sé si—

Me paré de la cama de golpe ignorando el intenso dolor de mi brazo.

- Señor usted no puede--

- ¿D”NDE ESTÁ? – grité histérico.

El doctor suspiró.

- Habitación 505. Al fondo del--

Me lancé a correr completamente desubicado. ¿Cómo diablos había llegado ahí? Yo.. yo había estado en la cama con él. Me quedé dormido y..

Llegué a la habitación. Y tuve que llevarme una mano a la boca para no gritar.. mi pequeño estaba conectado a un montón de máquinas y tubos. Entré sin pedir permiso y la enfermera retrocedió apenas me vio.

Me acerqué a ver su perfecto rostro. Aún con los tubos se veía perfecto.

- ¿Qué.. que le pasó--

- Llamaré al médico. …l le explicará todo.

Esperé impaciente un par de minutos. El médico me llamó fuera de la habitación, pero me negué a dejar a Sam solo.

- ¿Qué pasó?
- Ustedes tuvieron un accidente. Cuando llegamos ahí, él ya había perdido mucha sangre. Se rompió varias costillas y eso ocasionó que--

- ¿Un acc.. accidente? – no podía dejar de temblar - ¿qué accidente?

- Un auto los chocó cuando intentaban cruzar una avenida..

Me toqué la cabeza y sentí que ardía en fiebre. ¿De qué diablos estaba hablando este hombre? Si yo..

- ¿No recuerda nada?

- No, yo.. es decir, nosotros--

- Usted estuvo todo el día dormido a causa de todos los sedantes. El accidente ocurrió ayer.

Me sentí tan estúpido.

Miré mi mano con desesperación buscando mi aro.. y no lo encontré.. Fijé mi vista en la pared y observé el calendario.. 22 de noviembre..

De pronto, lo entendí. Nunca pude pasar el semáforo. Nunca le pedí que se casara conmigo. Nunca le enseñé la casa que diseñé para nosotros. Yo..

- Lo siento mucho. – dijo el médico cuando vio mi expresión.

- …l..

El médico sólo negó con la cabeza. Y fue en ese instante cuando mi mundo se vino abajo. Me apoyé en la pared porque no podía sostenerme. Y grité como nunca lo había hecho. Grité hasta que mi garganta se irritó.. y mis pulmones no dieron más..

No sé cómo diablos logré pararme de ahí.. no sé como diablos logré firmar la orden de autorización para que lo pudieran desenchufar..

Estuve a su lado hasta que me convencí que tenía que despedirme.. que él no volvería. Dejé mi corazón en esa habitación. Y todo en lo que pude pensar en el camino de regreso a casa, era en el último beso que le di y su hermosa e inocente sonrisa cuando me dijo ‘’pero si no estoy haciendo nada!’’.
Notas finales: Ok, ok. Sé que muchas(os) deben odiarme ahorita.. créanme que intenté hacer un final feliz.. pero esta historia pedía a gritos un final así.. y no pude resistirme. Espero que les halla gustado.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).