Algo más que simple costumbre
Sus labios recorren mi pecho con desesperación y siento que mi cuerpo se derrite... es una sensación tan intensa que de mi boca comienzan a salir fuertes gemidos, al tiempo que desabotono torpemente su camisa, para tener más contacto con su tersa piel.
El comprende la necesidad tan grande que siento, así que sin más me empuja sutilmente hasta la pared.
-Ahh... ahhh... - cada vez son más contantes mis jadeos y más al sentir sus dientes y sus dedos torturando mis pezones.
En este momento no me importa nada, solo sentir sus caricias... solo sentir su piel adherida a la mía y perderme un mundo de sensaciones cuando lo tenga dentro.
Sabe que lo deseo y ahora acaricia con sus manos todo el trayecto hasta mis glúteos... los masajea por encima de mi ropa... ¡¡¡maldita ropa!!! Pero el sabe que eso me molesta y no le importa, quiere enloquecerme más de la cuenta, mientras hace que nuestras erecciones se froten con más intensidad.
Me besa... su lengua prueba cada parte de mi boca logrando que un ligero hilo de saliva resbale entre la comisura de mis labios... y pienso:
*Dios... esto se ha hecho más que una costumbre, una bendita adicción.*
Puedo sentir una abundante humedad en nuestros pantalones ya casi desabrochados... ambos estamos deseando sentirnos más y sin perder tiempo abrazo su cintura con mis piernas...
-Ohh... Shu... - le escucho jadear... y mi consciencia se empieza a perder... pero consigo moverme cada vez más rápido.
Es una experiencia increíble... nuestras excitaciones están calientes y pulsantes, puedo sentirlo claramente mientras el me carga con destreza para llevarme hasta le recamara.
En el camino nos vamos desprendiendo de la estorbosa ropa hasta quedar solo en interiores...
-¡¡¡Ohh... ohhh!!! - me recuesta sobre la cama y comienza a quitarme la prenda que cubría mi goteante miembro.
Sonríe satisfecho de oírme gemir... y con maldad pasa su lengua sobre sus labios... como si fuese un niño saboreándose el delicioso dulce que le prometen, después hacer bien sus deberes...
Sé muy bien lo que pretende, pero lejos de avergonzarme solo lo incitó a que lo pruebe... a que lo engulla si es necesario...
Observa mi desnudes por breves segundos y luego comienza nuevamente el juego...
Empieza por lamer mi oreja, para seguir por mi cuello y retomar el camino hasta mi ombligo... mientras que yo acaricio su espalda y enredo su sedoso y largo cabello entre mis dedos.
Muevo mis caderas esperando "aquello" que deseaba tanto, pero el pretende torturándome y sigue su camino hasta mis muslos... levanta mis piernas sobre la cama para luego besar y morder mis glúteos.
-Haz... hazlo... - susurro entre jadeos... el solo sonríe, no lo puedo ver, pero sé que lo esta haciendo. - ¡¡¡Ahhh!!! - tampoco puedo evitar gemir fuertemente al sentir su lengua en mi entrada... la cual beso y lamio hasta meterla lo más profundo que pudo dentro de mi.
Para ese momento mi cuerpo transpiraba y se retorcía por más... hasta que deje de sentir esa caliente lengua juguetear en mi trasero, para luego sentir de lleno como atrapaba mi erección con su boca... saboreando y tragando aquel liquido viscoso que goteaba de la punta.
-¡¡¡Ahhh... ahhh!!! - yo no hacía más que gemir de placer al sentir como metía y sacaba mi erección de su boca, para luego lamer toda la extensión y volver a engullirla, mientras sus dedos penetraban por mi entrada, ya preparada.
El ritmo se hace cada vez más lento y comienzo a sentirme frustrado... pero en cuestión de segundos deja de hacer lo que hacía para alcanzar mis labios... compartiendo conmigo aquel exótico sabor que salía copiosamente de mi hombría.
Sin más... correspondo a su demandante caricia, pasando mis brazos por su cuello.
Estuvimos así por algún tiempo... solo besándonos con pasión y frotando nuestros palpitantes miembros... soltando de cuando en cuando fuertes jadeos que se perdían entre nuestros inflamados labios.
Hasta que por fin... lleva una de sus manos hasta su caliente erección para guiarla a mi entrada...
-¡¡¡AAHHH!!! ¡¡¡AHHH!!! - se siente tan grande y caliente, que no puedo evitar arquear mi espalda... podría jurar que cada vez que latía dentro de mi, se hacía más grande...
Comienza con movimientos lentos... se que no quiere lastimarme, pero a esas alturas eso era "algo" que no me importaba en lo absoluto, así que levanto mis piernas colocándolas sobre su trasero para moverme con demencia...
-Shu... e-eres... tan... tan delicioso... y... es-estrecho... - gimió sin reservas para luego dejarse llevar por la pasión y el deseo... penetrándome sin compasión.
La cama crujía tan fuerte como nuestros jadeos... y yo me aferre a su cabello y a su espalda simultáneamente, encajando mis uñas sin piedad.
Parecíamos poseídos... éramos como dos animales cegados de deseo y placer... que no tenían la más mínima intensión de inhibir el placer de sus cuerpos.
Lo sabía... estaba plenamente consiente de que ese tipo de sensaciones solo él, me las podría brindar... y no me importaba... después de todo no estaba haciendo nada malo... solo disfrutaba y gritaba, inundando la habitación del más intenso placer que sentía únicamente al ser poseído por el, al ser prácticamente atendido por la deliciosa fricción de nuestros cuerpos, mientras seguía siendo penetrado sin clemencia.
-A...ahhh... ¡¡¡Ahhh!!! - el momento se acercaba y de mis ojos escapaban unas cuantas lagrimas... que curiosamente no eran de dolor ni de culpa, solo del intenso orgasmo que sacudía violentamente mi cuerpo.
-H-Hiro... ahhh... ¡¡¡AAHHHH!!! ¡¡¡HIROOO!!! - de mis labios escapo su nombre en un fuerte grito... que inundo los sentidos mi amante... ocasionando que ambos alcanzáramos el más exquisito clímax.
-¡¡¡Ahhh... Shu... Shuichi... ahhh!!! - lo escuche gemir tan fuerte que sentía que más semen salía de mi casi laxa erección.
Se dejo caer pesadamente sobre mi... juntando nuevamente su cuerpo al mío... nos sentíamos pegados por el sudor y por la alta temperatura que aún mantenía nuestros cuerpos desnudos.
Mientras que dentro de mí sentía su caliente y delicioso semen... el cual no dude en probar, una vez que lleve mi mano entre mis piernas para embadurnarla de este y luego regresarla hasta mi boca para limpiar hasta la última gota que escurría.
Una vez que se recostó a mi lado, alcanzo mis labios para probar de su propio sabor y nos volvimos a fundir en un delicioso y delicado beso...
-Gracias Hiro... - le agradezco, después de todo el era el único que sabía como hacerme sentir bien, cuando la monotonía con Yuki me hacía deprimirme.
Podría sonar cruel, pero no lo era... yo quería a Yuki, pero definitivamente a Hiro lo amaba... es solo que hasta hacía poco lo había descubierto... ahora que curiosamente todo marchaba bien con él, ahora que sabía que yo era más importante para el que cualquiera de sus novelas.
-Tonto... - murmuro mientras me abrazaba posesivamente, para luego aspirar con dulzura mi cabello.
Después de todo... quien iba a pensar que la costumbre de tenerlo siempre a mi lado, iba a superar a el gran cariño que pensaba tener hacía él.
Pero así era... me di cuenta que solo el me hacía sentir vivo, que solo el podría darme el cariño que tanto espere obtener de Yuki.
-¿Y él, en donde esta? - me pregunta despreocupado, pero sé que le duele el simple hecho de recordar que no solo a él le pertenezco.
-En una firma de autógrafos... - le respondo mientras me apego más a su cuerpo buscando su calor.
-¿Qué le dijiste esta vez? - nuevamente su inseguridad se hace presente.
-La verdad, que necesitaba verte... -
Guarda silencio... pero sé que me comprende cuando comienzo a sentir su mano acariciar mi espalda con ternura.
-No hizo preguntas, pero sabe lo que esta sucediendo. - le afirmo, al tiempo que beso su cuello, aspirando su varonil aroma, haciéndole saber que es a él a quien ahora amo.
-¿Estas seguro que eso es lo que quieres? - aquella pregunta parecía desgárrale la garganta.
-Te amo Hiro... y estoy seguro que siempre lo he hecho. -
Sé que aguante insultos, engaños y las peores humillaciones... pero ahora que sé que me ama, que por fin logre ser el centro de su atención, ya no me importa más seguir a su lado.
Al fin de cuentas "el amor se acaba" suena horrible esa frase, pero es cierta....
Yuki mato el amor que sentía por él, hirió mi orgullo haciéndome caer en lo más bajo, pero no me arrepiento.
"La venganza es un platillo que se sirve frio y se come mejor despacio" Oh dulce venganza...
Sin saberlo siquiera me orillo a refugiarme en Hiro... sin imaginar que eso me haría darme cuenta que solo con el me siento seguro y amado.
Pero el pasado ya no es de mi interés... mientras todo siga como hasta ahora, yo podré ver a Hiro cuando quiera y pasar todos los días e incluso las noches a su lado, sin que nadie sospeche... solo él, que ahora soporta la humillación de que le engañe con mi mejor amigo, con tal de que no lo deje.
¿Quién iba a pensar que los papales se invertirían?
Pero para nosotros esta bien, un amor lejos de la inquisidora mirada de todos, un amor oculto en la costumbre de vernos siempre juntos.
-Yo también te amo... - dice antes de volver a besar mis labios...
Al final nuestra amistad se ha vuelto... algo más que simple costumbre...