1.- PROPUESTA
Ciel observó como la mano de su hasta entonces mayordomo Sebastián se acercaba lentamente a su rostro…así que aquello era el final, así concluiría todo…el momento había llegado y…
Rompió en llanto sin saber el porque, densas y cristalinas lágrimas escurrieron por sus tersas mejillas…no deseaba que aquello fuese el fin, no de aquella manera pero era inevitable, hacía mucho había tomado una decisión en la que no había vuelta atrás y ahora tenía que lidiar con las consecuencias por mas dolorosas que fuesen…hacía mucho lo hubo entendido y aceptado entonces porque lloraba…
-Joven Amo- Escuchó la voz de Sebastián llamándole, acariciando su rostro con delicadeza y llevando entre sus manos algunas lágrimas…-Joven Amo, ¿Qué le pasa?- Cuestionó dulcemente…Ciel apartó el rostro para que no viese su debilidad…- Creí que usted lo habría aceptado. ¿Entonces porque?.
-No preguntes…lo que ya sabes- Respondió irritado luchando para controlar su respiración, Sebastián sonrió al ver como el niño mantenía la compostura hasta el final, sin lugar a dudas algo digno de admirarse.
-¿Le teme a la muerte?- Cuestionó tomando entre sus manos un par de hebras de aquel negro cabello.
Esperaba alguna respuesta astuta, llena de la arrogancia y el orgullo que hubo caracterizado al pequeño pero esta no llegó siendo suplantada por un llanto aún mas profundo; conmovido un instante por tal reacción tomo al pequeño cuerpo entre sus manos para abrazarlo con la misma ternura con que la haría un padre.
-Usted no le teme a la muerte…- Le susurró mientras dejaba que el pequeño se desahogará- lamenta lo que va a dejar aquí…
-Yo…no tenía opción- Murmuró el chiquillo tan bajo que solo Sebastián lo escucho- sino hubiese hecho el contrato de todas formas habría muerto…yo…
-¿Aún lo recuerda Mi Señor?- Cuestionó el mayor dándole suaves palmaditas en la espalda- Porque yo si…como si hubiese sido ayer…
-Yo también- Contestó recordando el fatal momento en que echó su futuro por la borda, no pasaba ni un solo día en que no pensará en ello pero por alguna extraña razón era la primera vez en que se arrepentía realmente.
INICIO DEL FLASH BACK
Tenía frío, mucho y hambre, una lágrima rodó por su mejillas...se estremeció cuándo escuchó el como alguien se aproximaba a su celda…se abrazó a si mismo deseando estar en cualquier otro lado, no quería que lo lastimarán mas pero…
Las mismas risas humillantes, palabras despectivas, miradas repletas de un odio el cuál no entendía el porque…cerró los ojos y bajó la cabeza aterrorizado ante lo que le fuesen a hacer…no quería que lo marcarán una vez mas…aún podía recordar el como el hierro ardiente se fundía en su piel, dolía demasiado…Le arrojaron un poco de agua en el rostro creyendo que continuaba dormido pero ni siquiera así alzó la cabeza…Rieron una vez mas y le dejaron como todos los días un mísero plato de comida podrida, su olor era terrible y su aspecto aún mas pese a ello la devoró al instante, no quería morir, no de aquella manera ni a mano de esas personas…Se alejaron una vez mas dejándolo en la más densa oscuridad.
Se preguntó cuánto tiempo llevaba ahí días, semanas, meses…no tenía la menor idea…ni un mísero rastro de sol atravesaba la oscuridad de su celda, no recordaba mucho a decir verdad…su casa incendiándose, su padres en medio del fuego, el siendo jalado por manos bruscas, golpes, insultos y oscuridad…despertó en aquel lugar sin posibilidad para escapar ni entender el porque lo castigaban y llamaban de aquella forma “sucio, impuro, maldito”; de alguna manera sabía que sus padres estaban muertos y no solo por el hecho de que sus captores se lo hubiesen dicho sino porque lo sentía, al principio hubo derramado muchas lágrimas pero ahora sus ojos eran como desiertos, ni siquiera podía aliviar su corazón de aquella manera, tarde o temprano habría de llegar su turno pero eso no le molestaba, no habría porque lamentarse por lo inevitable lo que en verdad le dolía era saber que aquellas personas saldrían impunes, que el simplemente se convertiría en un número mas…
-¿Deseas venganza?
En aquel lugar no había nadie más así que busco con desesperación el origen de la voz, no se parecía a ninguna de las que hubo escuchado en los últimos días, en realidad esta le asustó como ninguna otra...
-¿Quién eres?- Cuestionó sin revelar el temor que de el hacía presa, era la primera vez en mucho tiempo que hablaba, si iba a ser la última vez que se expresará tendría al menos que hacerlo con un poco de dignidad.
-Eso no importa- Respondió la voz que parecía disfrutar del momento- al menos por ahora.
-¿Qué quieres?
-Tu alma.
-¿Mi alma?- Debía admitir que la pregunta lo había tomado por sorpresa y sin comprender el porque sonrió por un segundo divertido ante la naturalidad con que le habían respondido.
-Soy un demonio- Contestó sin miramientos.- Y puedo darte lo que quieras a cambio de que me entregues tu alma.
-Lo que quiero, ¿eh?
-Solo si estas dispuesto a pagar el precio. Vendré mas tarde por tu respuesta.
Ciel escuchó pasos a la lejanía pero no bajo la cabeza ni ocultó la mirada esta vez, ya no se humillaría, lamentaría o lloraría mas…nunca mas…si lo que el demonio le había dicho era cierto no dudaría en vender su alma al mismo infierno si con ello pudiera recuperar una décima parte de lo que le hubo sido arrebatado.
FIN DEL FLASH BACK
-Que curioso- Musitó Ciel recargándose en el pecho del adulto con naturalidad- Desde ese día nunca he llorado…hasta hoy…supongo que el final me entristece.
-A mi también.- Agregó Sebastián con cierto matiz de diversión en su voz recordando el como poco a poco hubo llegado a apreciar a ese frágil niño que al principio no significó para el mas que un alma de fácil adquisición.
CONTINUARÁ…
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