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Puede que no sea amor, pero por Haru89

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Notas del capitulo: Este fic lo escribi hara ya un par de años, lo colge en fanfiction pero creo que aqui no y como de los que he escrito es mi favorito me apetecia volver a presumir de el XD
La misión había sido un completo fracaso. El objetivo principal, Uchiha Sasuke, no estaba siendo llevado de regreso a Konoha, tampoco estaba muerto por lo que el enemigo seguía gozando de una gran ventaja, ni siquiera tenían información sobre el nuevo paradero del sannin traidor; habían perdido esa gran oportunidad y dificilmente conseguirían otra igual de buena ¿Algo positivo de aquella misión? Todos los miembros del equipo seguían con vida. Definitivamente la misión había sido un completo fracaso.

La doctrina de Konoha enseña que lo primordial son las vidas de los compañeros antes que los objetivos de la misión, la doctrina de "la raiz" enseña que lo primordial son los objetivos de la misión antes que cualquier otra cosa, era algo que Sai conocía muy bien.

En su largo historial como ANBU el pelinegro tenía acumuladas mas de cincuenta misiones a pesar de no pasar de los diecisiete, todas de rango A y B, y excepto en un par de ocasiones todas completadas con exito. Viendolo desde un punto de vista objetivo esta no había sido una misión especialmente diferente, quizá un poco por ser ligeramente mas dificil que el resto y por haber tenido que trabajar dentro de un equipo completamente nuevo, aunque nada de eso justificaba el pesimo resultado de no haber cumplido ninguno de los objetivos, Danzou-sama no estaría nada contento con su actuación.

Pero desde el punto de vista personal aquella misión había supuesto un antes y un después en su vida.

Desde bien pequeño "la raiz" se había encargado de educarle con su singular entrenamiento, un entrenamiento conocido por que conseguía crear los mejores ninjas ANBU de toda Konoha. Pero curiosamente para crear al soldado perfecto "la raiz" no se centra en entrenar sus cuerpos ni sus tecnicas, para crear al soldado perfecto hay que entrenar su mente. Un ninja de "la raiz" no tiene padres, ni hermanos, no tiene familia; un ninja de "la raiz" no tiene amigos, el no le importa a nadie y nadie le importa a el; un ninja de "la raiz" no siente y no piensa, excepto para cumplir el objetivo de la misión, un ninja de "la raiz" no tiene nombre, un ninja de "la raiz" no es nadie. Eso era lo que a Sai le habían enseñado desde pequeño, lo que siempre había sido, por eso siempre completaba las misiones con exito, su vida era la misión y su razón de vivir era completar el objetivo. Solo durante un corto periodo de tiempo el ninja de "la raiz" habia experimentado un sentimiento parecido a la amistad con una persona a la que llamaba hermano, por desgracia esa persona murió y con ella todo lo que al pelinegro le quedaba de humano, el entrenamiento había tenido exito y el se había convertido en nada.

Pero todo ese entrenamiento, el trabajo que habían realizado en su cerebro durante años para convertirlo en el soldado perfecto se había desmoronado en tan solo unos pocos días, y todo por culpa de el, aquel chaval de dieciseis años que ni si quiera tenía el derecho de decir que era un adulto, Uzumaki Naruto

Cuando Danzou le dio los nombres de los compañeros con los que iba a trabajar en la misión el pelinegro enseguida se puso en marcha y empezó a investigarlos a todos, en el caso de Yamato y Sakura se conformo con leer solamente los informes oficiales ya que no contenían nada especial, un ANBU bastante talentoso y una chuunin prodigiosa en el terreno de la curación que anteriormente había sido una inutil, pero al leer el de Naruto no tardo en percatarse de que existían hechos bastante incoherentes y poco logicos, había algún secreto alrededor de aquel chico que tenía que descubrir. Busco ilegalmente en los archivos clasificados hasta dar con lo que buscaba, un enorme informe que perfectamente podría recibir el nombre de biografía, ya que contaba detalladamente los dieciseis años de aquel chaval. Estaba formado por varios sujetos que se habían encargado de vigilarle con bastante regularidad y luego aparte se encontraban de vez en cuando hojas sueltas con las observaciones otras personas que habían tenido algún tipo de relación con el sujeto.

Lo primero que se podía leer en aquella "biografía" era que el niño era hijo del difunto cuarto hokage, uno de los ninjas mas importantes que jamas había existido, y que poseía en su interior la fuente de poder mas grande conocida por el hombre que su propio padre le había sellado, el demonio zorro de nueve colas, Kyuubi; por supuesto toda esta información dejo atonito al joven ANBU, ya se había olido que algo pasaba con aquel chico, pero lo que estaba escrito en esas lineas le parecía demasiado. El informe continuaba narrando la infancia del chaval, lo que se podía destacar de esta es que desde siempre había estado totalmente solo y, aunque no estaba escrito directamente en los reportes, que todo la aldea le odiaba. Conforme pasaban los años iban apareciendo las opiniones y los puntos de vista de varias personas, los primeros eran de los profesores de la academia y en especial del que estaba a su cargo, un tal Iruka, tras las primeras obserbaciones el chuunin empezaba a hacer sugerencias de que no se debía seguir tratando al chico como hasta ahora y por primera vez en todo el informe aparecía cuales podían ser sus sentimientos. Las demas anotaciones pertenecían a varios sujetos con cierta autoridad, tales como Hatake Kakashi, Morino Ibiki, el tercer Hokage, el Sannin Jiraiya e incluso la actual Hokage Tsunade, y todos ellos hablaban en menor o mayor medida a favor del chaval.

Pero una de las cosas que mas llamó la atención del pelinegro al investigar en el informe es que, al parecer, algunas personas habían sufrido una especie de cambio de actitud al entrar en contacto con el chico, los mas destacados eran tres ninjas de aproximadamente la misma edad que el sujeto, Hyuuga Neji, Gaara de la aldea de la arena y el propio Uchiha Sasuke; hasta el punto de que el Hyuuga que siempre mantuvo un profundo odio hacía la rama principal de su clan empezó a aproximarse a su tio y su prima tras su encuentro con el chaval, el ninja de la arena había pasado de ser un asesino de mente inestable a Kazekage de suna y el heredero del clan Uchiha considerado profundamente antisocial y centrado unicamente en su venganza desarrolló un profundo lazo hacía el sujeto, demostrandolo en mas de una ocasión protegiendolo aún a costa de su propia vida. El miembro de "la raiz" no dejo de preguntarse como hacía aquel chico para influir de manera tan importante a las personas de su alrededor.

Y su confusión aumentó considerablemente tras su primer encuentro con el ninja rubio. Enseguida analizó sus caracteristicas creando un perfil muy definido, era muy estupido, de los que apenas planean los movimientos durante un combate y a los que es facil hacer caer en una trampa; inconsciente, tanto como para lanzarse contra un enemigo que seguramente le mataría en un suspiro, tan orgulloso como para ser capaz de hacer promesas imposibles de cumplir sin ningún tipo de recato; de corazón caliente y debil, empeñandose en recuperar a alguién que lo ha traicionado y no siendo capaz de ser frio cuando la situación lo requiera. Lo definió en su cabeza con una sola palabra: crio.

Si antes estaba confundido, después de establecer ese perfil ya no entendía absolutamente nada ¿Como podía aquel inutil haber sido tan importante en la vida de personas tan frias y autosuficientes?

Y fué entonces cuando sin practicamente darse cuenta, sin poder llegar a discernir el momento en que cruzo la frontera, su nombre paso a formar parte de la lista de personas a las que Uzumaki Naruto había influenciado.

El concepto que tenía sobre el ninja rubio cambió por completo, no quedaba ninguna de las anteriores caracteristicas que le había adjudicado. Lo que antes calificaba como estupidez había desaparecido al ver el ingenio y la astucia que era capaz de despertar en determinados momentos; la inconsciencia ahora era un valor que le permitia enfrentarse a cualquier adversario, sacudiendose de encima el miedo que este pudiera despertarle; el orgullo había sido sustituido por fuerza de voluntad que demostraba manteniendo su palabra ignorando el sacrificio que conllevara. Había confundido un corazón debil con uno capaz de llegar lo lejos que hiciera falta por las personas que le importaban. No dejaba de tener un toque infantil, pero por alguna razón eso ya no le parecía algo malo.

El intenso lavado de cerebro que le realizo "la raiz" no había podido con lo que transmitia aquel chico rubio de dieciseis años. Nada mas conecerle el chaval solo le había servido para reforzar su idea de que los que se dejan llevar por sus emociones son pateticos, pero gracias al kitsune ahora estaba completamente convencido de que lo que era mas patetico era no sentir nada. El rubio siempre estuvo solo, todo el mundo le odiaba, pero pesar de eso siguió siendo el mismo, podría haberse vuelto alguien frio e insensible, alguien que para evitar la posibilidad de ser rechazado se alejara antes de los demas, algo que sin duda le habría ahorrado mucho sufrimiento, pero a pesar de eso decidió mantenerse fiel así mismo por mucho dolor que conllevara, decidió que sería el quien llevaría su vida y que no se convertiría en lo que los demas quisiesen, decidió sufrir su dolor y soportarlo por que sabía que en el momento en que dejara de sentir ya no sería nada. Un unico pensamiento pasó por la mente del pelinegro tras comprender todo esto: Naruto es la persona mas fuerte que he conocido, o por lo menos, eso era de lo que Sai estaba convencido.

El joven ANBU se sintió por primera vez avergonzado de si mismo, lo unico que había hecho durante toda su vida era seguir ordenes como un peon, siempre dejando que "la raiz" dictara su vida, si es que aquello se le podía llamar vivir, cometiendo actos atroces que ni siquiera se cuestionaba por que no le importaba nada.

Pero ahora Sai ya no quería nada de eso, no quería seguir siendo nada, dentro de el crecía una fuerza totalmente desconocida que le impulsaba a cambiar, quería ser alguien y el solo hecho de desearlo ya le hacía sentir mejor. Quería seguir el ejemplo de del kitsune.

Lo miró por encima de la pequeña hoguera, alrededor de la cual también se encontraban Sakura y Yamato con los que el rubio estaba hablando. Llevaban todo el día caminando de vuelta a Konoha y como la misión había acabado podían relajarse, ya no tenían la necesidad de estar permanentemente alerta, ocultandose todo el tiempo y tener que estar montando guardias por la noche.

El joven ANBU prefería no participar en aquella conversación que tenía como unico objetivo evitar pensar en los tristes acontecimientos del día anterior, en ese momento estaba ocupado. Realizó con destreza un nuevo movimiento con la mano, dejando que parte de la tinta abandonara el pincel para pasar a descansar sobre el lienzo, añadiendo una nueva linea al dibujo que en esos momentos estaba realizando. Justo antes de describir otra pincelada se percató de que a su derecha cierta pelirosada se había levantado con intenciones de hacercarsele. Rapidamente tocó el trabajo que tenía entre las manos, como respuesta el liquido negro que lo formaba se deslizó haciendo desparecer el dibujo original transformandose en un paisaje bastante simple.

La chica le sonrió amablemente para posteriormente colocarse a su lado flexionando las rodillas sin llegar a sentarse. Miró el cuadro durante unos segundos y luego le hizo un par de preguntas sobre el a las que Sai contestó también con amabilidad. Sakura le caia bien, era una buena chica y se preocupaba mucho por Naruto aunque lo disimulara de vez en cuando. No era dificil percatarse de que le quería tanto como a un hermano, aunque en algunos momentos tuviera breves confusiones sobre el tipo de sentimientos que le despertaba el rubio. El pelinegro se preguntaba si también habría influenciado sobre ella el kitsune, le hubiera gustado conocerla antes de haber tenido relación con el rubio.

La kunoichi le dirigió otra amable sonrisa antes de volver a la pequeña parcela de hierba sobre la que antes estaba sentada. Ante la vuelta de la Haruno, el rubio aprovecho para soltar una gracia relacionada con lo que el interpretaba como los intentos de Sakura de flirtear con el pelinegro, inmediatamente se llevo el correspondiente golpe en la cabeza, pero, no sin antes, conseguir arrancarle unas cuantas risas a su la pelirosada y a su actual lider de equipo.

- (joder, esto es realmente dificil)

Sai había regresado a su dibujo anterior y por mas que lo intentaba no conseguía que quedara como el quería, por primera vez en mucho tiempo una pintura se le resistía. Dejando aparte el hecho de que utilizara sus dibujos como ninjutsu, el ANBU era capaz de copiar con precisión milimetrica y envidiable rapidez cualquier cosa que pasara por sus ojos o su mente. Es decir, dibujar los rasgos de la cara o la forma de la nariz le resultaba muy sencillo al igual que el pelo rubio o las marcas de las mejillas; lo que no conseguía plasmar en el papel por mas que lo intentara eran los sentimientos de abatimiento y tristeza que se escondían tras ese rostro ¿Como podía conseguir reflejar el sufrimiento oculto que había detras de una sonrisa? Retrocedía y volvía a repetir pero nunca conseguía que se viera lo que el podía ver detras de esa falsa alegría, la persona que aparecía en esa pintura transmitía felicidad, lo que se alejaba totalmente de la realidad al igual que de la intención del pintor; quizá probando un fondo diferente ... no, el resultado seguía siendo el mismo.

Quizá fuera imposible, de todas formas ya era hora de que le apareciera un reto en el terreno del dibujo así que aunque ahora fuera a parar seguiría intentandolo mas tarde; decidió tomar un descanso prestando un poco de atención a la conversación a pesar de no interesarle lo mas minimo, solo tocaban temas simples con la finalidad de no pensar en los esos momentos Yamato explicaba lo dificil que era el poder llegar a ser miembro del ANBU, en que consistían las pruebas de acceso y todo lo relacionado a una pendiente Sakura y a un Naruto que no dejaba de preguntar, obviamente el rubio estaba interesado en ese puesto.

- (Alguien como el nunca podrá entrar en el ANBU) - era algo de lo que Sai estaba convencido.

Las caracteristicas principales en las que debía destacar un miembro del ANBU por encima de un Jounin eran el sigilo, la tortura, analisis psicologico y la mas importante infiltración, dentro de la cual va incluida la capacidad de la mentira. Mas de la mitad de las misiones cumplidas que el pelinegro tenía en su historial como ANBU habían consistido en hacerse pasar por alguien para llegar hasta el objetivo, desde altos cargos de una aldea enemiga hasta chico de alquiler, el kitsune no duraría ni dos minutos en esas misiones; no por tener poca destreza en esas habilidades, ya que en cualquier momento se podrían entrenar, era simplemente por sus ojos. Una de las primeras cosas que enseñaron a Sai en su preparación como ninja de "la raiz" y que cualquier ANBU sabía es que una persona es lo que te dicen sus ojos que es, estos te pueden decir en que estado se encuentra y lo que siente y a partir de ahí lo puedes deducir todo, y los ojos de Naruto eran tremendamente sencillos de analizar, no solo por el hecho de ser muy grandes si no también por lo expresividad que tenían, eran un libro abierto, sabía disimular bien todo lo que sentía pero sus ojos le delataban irremediablemente cuando alguien se paraba a mirarlos por un momento, aunque nunca había sido mucha la gente interesada en el.

De todas formas era mejor así, ser miembro del ANBU solo acarrearía sufrimiento al rubio. Las misiones que realizaban poco tenían que ver con las que eran completadas a diario por los demas ninjas, nunca consistían en salvar a alguna aldea del tirano que los governaba, o proteger a la gente de bandidos; eran secretas por que resultaban moralmente polemicas y mucha gente no las aceptaría, muchas consistían en eliminar a algún sujeto inocente para así poder salvar a mas gente o a alguien mas importante, o torturar a algun sospechoso de espia asumiendo que podria ser un simple aldeano, esas acciones solo acarrearían sentimiento de culpabilidad en Naruto o lo que es mas peligroso, podría decidir no querer hacer algo que va contra sus principios y como consecuencia que fuera la aldea la que sufriera los daños.

Los alejados pensamientos del pelinegro se esfumaron al ver como su principal centro de atención se levantaba, mencionaba algo sobre que tenía sed y guardar agua para la vuelta y desaparecía entre los arboles dirección al río cerca del que habían acampado, todo ello bajo la atenta mirada del joven ANBU que en ningún momento había movido la cabeza. En cuanto el kitsune se hubo ido la mirada de Sai volvió a perderse en un punto inconcreto del suelo, pero no duró ahí mucho tiempo; su intuición le advirtía de que a el también le estaban observando.

Al fijar la atención en sus compañeros, pudo comprobar que , efectivamente, su actual lider de equipo no le perdía de vista. Los ojos de Yamato le miraban significativamente mientras su cara permanecía seria, al contrario que Sakura, el si se había dado cuenta del escrutinio al que era sometido el rubio por parte del pelinegro. Bueno, tampoco es que le pudiera decir nada por observar a un compañero, así que el joven ANBU decidió ignorarle.

- (seguramente no tiene claro el por que repentinamente me fijo tanto en Naruto y eso le molesta) - el pelinegro sabía perfectamente que lo que mas incomoda a un ANBU es notar que algo pasa pero no saber exactamente el que - (de todas formas su trabajo consiste en enterarse de todo, no es raro que actue así)

Después de un minuto Yamato dejó de estudiarle y se concentró en responder a las dudas que tenía la kunoichi sobre el papel que podía desempeñar un medico en el ANBU, lo que, por supuesto, le importaba bien poco a Sai. A los dos minutos de permanecer callado escuchando los sonidos de la naturaleza y la conversacion que mantenían sus compañeros el pelinegro se dió cuenta de hasta que punto le resultaba indiferente todo lo que no tenía que ver con el rubio. Esperó unos pocos segundos más, una vez transcurridos se levanto y, pensando unicamente en lo que le apetecía hacer, se metió en la profundidad del bosque por el mismo lugar por el que había entrado el kitsune, la mirada asediante de Yamato le persiguió durante todo el proceso.

- Ahora vuelvo - fueron las unicas palabras que salieron de su boca antes de disiparse entre la maleza.

Empezó a caminar por el bosque siguiendo la dirección trazada por el rubio. Sabía perfectamente que su recién adquirida extraña actitud y lo que acababa de hacer iba a despertar mucha desconfianza en el ANBU adulto pero lo cieto era que a Sai, al igual que la mayoría de las cosas, aquello le daba igual. Primero pensó en salir del claro donde descansaban por un lugar que no fuera el que Naruto había tomado, pero teniendo en cuenta el nivel de Yamato era bastante probable que este percibiera el cambio de dirección que habría realizado a pesar de estar en el bosque, y eso si que hubiera resultado tremendamente sospechoso; en una situación como esa el ANBU adulto seguramente acabaría siguiendole por seguridad.

Mientras abandonaba de un salto la rama del arbol al que se acababa de subir el pelinegro se preguntaba si su actual comportamiento estaba siendo comun, es decir, que si los demas ninjas de su edad a los que Naruto había influenciado también habían desarrollado ese interés por el; algún dia tendría que comprobarlo.

El lugar estaba mas cerca de lo que Sai había esperado pero en ved de acercarse a la despejada area adyacente al rió decidio esperar entre los matorrales. A unos cuantos metros se encontraba el kitsune, arrodillado frente al agua de la que bebía. A primera vista parecía tan simple, un sencillo chaval de dieciseis años, al pelinegro no dejaba de sorprenderle que aquel chico le fascinara tanto.

Permaneció observando lo que hacía el rubio, que ya había satisfecho su sed y ahora se echaba agua sobre la cara. La expresión de su cara era muy diferente a la que tenía hace unos minutos con Sakura y Yamato, a diferencia de antes concordaba con lo que transmitían sus ojos totalmente apagados y tristes.

Con movimientos lentos se levantó alejandose del río y se sento en la hierba apoyando la espalda sobre el grueso tronco de un arbol, permaneciendo ahí durante un largo rato, sin mover ni un solo musculo y mirando al vacío. Parecía un muñeco con los brazos y las piernas muertas reposando sobre el cesped, pero poco a poco las señales de que estaba vivo empezaron a exteriorizarse.

Desde donde estaba Sai podía apreciar perfectamente como al kitsune se le contraía la cara y los parpados inferiores se le curvaban hacía arriba, anunciando lo que todo su ser le pedía a gritos y contra lo que el luchaba. Cerró los puños con fuerza y apretó los dientes pero aun así no pudo evitar que las lagrimas que se habían acumulado en sus ojos se liberaran inundando su cara. Derrotado inclino el rostro hacia el suelo , ocultandolo entre sus cabellos; su cuerpo temblaba al ritmo de los sollozos que el pelinegro escuchaba desde la maleza. La escena no sorprendía al joven ANBU, todo esto ya lo había leido con anterioridad en la mirada de Naruto. Entre los sollozos el rubio suspiraba un nombre que Sai no podía oir pero que ya se imaginaba a quien pertenecía.

Al alma de pintor del pelinegro no pudo pasarle despercibida la estampa que tenía delante, de esa escena podría dibujar un cuadro magnifico; los matorrales en el primer nivel de profundidad en la parte de abajo, tras ellos un paisaje de hierba vacio y a la derecha del todo el arbol solitario con el chico llorando, transmitiendo desolación, en el tercer nivel de profundidad el rio con algo de vegetación detras y y ocupando la parte de arriba el cielo con el sol ocultandose dejando un ambiente algo oscurecido, dejaría su otro reto artístico esperando y pintaría antes lo que tenía delante. Pero justo cuando el joven ANBU estaba memorizando aquella escena para dibujarla mas tarde se dió cuenta de que algo pasaba, una molesta e incomoda sensación desconocida para el se apoderaba de todo su cuerpo haciendole sentir realmente mal, y esta sensación aumentaba cada vez que escuchaba uno de los sollozos que provocaba Naruto o cada vez que miraba su cuerpo temblar.

Sai estaba convencido de haber leido algo de esto en alguna parte, hizó un repaso de los libros que había ojeado ultimamente y recordó algo que concordaba bastante, por primera vez en mucho tiempo el pelinegro sentía lastima; y era algo realmente desagradable, de alguna manera era como estar conectado al rubio compartiendo su sufrimiento. Aquello le extrañaba, había visto en bastantes ocasiones gente suplicando por su vida o gritando de dolor y nunca de esas situaciones sintió lo que sentía ahora.

- (¿Tanto he cambiado?) - fué la pregunta que irremediablemente apareció en su mente.

Algo en su interior no le permitia seguir viendo sufrir de esa manera al kitsune sin hacer nada. Salío de entre los matorrales que lo mantenían oculto y avanzo con paso lento hacía el rubio que en ningun momento notó su presencia. Cuando ya lo tenía a menos de un metro Naruto dejo repentinamente de sollozar y levanto la cabeza vertiginosamente. Tenía los ojos muy abiertos de la sorpresa, al igual que la boca, las lagrimas estaban repartidas por toda su cara y esta reflejaba espanto, como si se hubiera descubierto un perverso secreto que nadie debía conocer.

Tras un par de segundos el rubio reaccionó secandose parte de las lagrimas torpemente y sustituyendo su expresión por una sonrisa algo desesperada, a pesar de que sus ojos no dejaran de llorar.

- S-sai ¿no deberías estar con Sakura y Yamato? - dijo sin poder evitar del todo que se le quebrara la voz.

El pelinegro no contestó, simplemente se quedo callado mirandolo a los ojos. La expresión de el kitsune fué debilitandose rapidamente, desapareciendo irremediablemente la falsa sonrisa y siendo reemplazada por el tragico semblante anterior, por la forma en que lo miraba ahora parecía estar suplicandole que se fuera, que olvidara aquello como si nunca hubiera estado ahí y que recordara solamente al alegre chico de antes.

Desechando aquella petición flexiono las rodillas, quedando sus piernas dobladas y su cara a la altura de la de Naruto, se miraron a los ojos durante unos segundos, uno extrañado y otro con algo que se acercaba bastante a la compasión. Y entonces el joven ANBU volvió a tener otra de esas sensaciones que no sabía como explicar, que no había sentido nunca antes y que parecía provenir de su cuerpo sin poder precisar de que punto en concreto. Como si una voz imaginaria lo guiara movió sus brazos alrededor del cuerpo del rubio, rompiendo el contacto visual y acercando sus cuerpos.

Al principio Naruto permaneció paralizado dentro del abrazo de su compañero, comprendiendo lo que acababa de ocurrir; pero el nudo en la garganta, que en ningun momento había desaparecido, se manifestó aún mas incomodo que antes y en general todo su cuerpo le exigía con fuerza incontrolable que dejara salir algo del dolor que tenía dentro. El pelinegro escuchaba perfectemente los sollozos, sentía los temblores acompasados de su cuerpo y como se aferraba con fuerza de su camiseta; la sensación molesta no desparecía pero lo cierto es que le gustaba que el rubio estuviera desahogandose en el. Los segundos fueron pasando lentamente de la misma manera que el kitsune se hiba calmando poco a poco, unos instantes antes de llegar al minuto Naruto ya parecía haber terminado y apartaba con algo de insistencia el torso de del joven ANBU. Ahora rechazaba la mirada de Sai con el ceño muy fruncido, puede que estuviera cabreado consigo mismo por haber sido debil o puede que de esta manera resultara mas sencillo contener mas lagrimas, tal vez fueran las dos cosas. Se limpió con la mano lo que quedaba de las lagrimas, después se atrevió a mirar a los ojos del pelinegro pero en seguida volvio a dirigir su mirada hacía la hierba del suelo.

- Lo siento ... no se que me ha pasado - habia dicho esto muy serio, casi enfadado sin dejar de evitar sus ojos - por favor no le cuentes esto a Sakura ... ni a Yamato ... bueno, no se lo cuentes a nadie ¿vale?

- Esta bien.

- Vale ... gracias - aunque ahora hablaba mas tranquilo el joven ANBU sabía que la situación le estaba resultando incomoda y quería irse cuanto antes - ... bueno pues yo ya me vuelvo.

El rubio empezó a levantarse, pero antes de concluir la operación el pelinegro le colocó una mano en el hombro indicandole que se detuviera.

- Tienes los ojos muy cargados y rojos - se explicó Sai - si vuelves ahora sabrán lo que a pasado ... deberías esperar un poco a que tus ojos vuelvan a la normalidad.

Naruto permaneció quieto mirandole, planteandose si debía rectificar y esperar haciendo caso al pelinegro.

- Supongo que tienes razón - dijo resignado volviendo a la posición de antes.

El joven ANBU se irguió sobre sus rodillas antes flexionadas para luego sentarse al lado del rubio, apoyandose como el en el grueso arbol.

- Oye Sai - hablaba ahora el kitsune con una sonrisa algo nerviosa - estoy bien no hace falta que te quedes por mi ...

- No me apetece volver - respondió el pelinegro - ademas hay algo que quiero hablar contigo ...

- Ahhh ... ¿Y de que quieres hablar conmigo? - preguntó intrigado.

El joven ANBU permaneció callado mas tiempo del que la paciencia del rubio podía aguantar. Ahora era el pelinegro el que miraba al suelo y Naruto el que curioso le miraba a el.

- Estas enamorado de Sasuke ¿verdad?

Pudo ver por el rabillo del ojo como las orbes del kitsune se abrían considerablemente. Parecía haberse quedado en shock ya que no se movia ni un milimetro.

- ¿Q-que? - reaccionó al fin con sonrisa aún mas nerviosa que la anterior - Sai no digas tonterias, soy su amigo y-y los dos somos hombres ...

Sai estuvo a punto de decirle que de nuevo eran sus ojos los que le delataban, que solo había que ver la desesperación que sentía el estar tan cerca de el Uchiha y no poder convencerle de que abandonara a Orochimaru y lo que suponía una muerte segura; pero por alguna razón prefería que el rubio siguiera ignorando la razón por la que el sabría tan bien todo lo que pasaba por su mente.

- Te digo que ...

- Entiendo que no me lo quieras confesar - el pelinegro permanecía muy tranquilo - pero yo ya se la verdad ... de todas formas no se lo voy a contar a nadie asi que no tienes por que preocuparte.

Naruto calló y se mantuvo de esta manera sin dejar de mirarle, con un furioso debate en su interior sobre si debía seguir negando o desistir; y perfectamente consciente de que cada segundo que permanecía sin hablar se hacía mas correcta la afirmación de el joven ANBU. Al final bajó la cabeza decaido, dando a entender que el pelinegro tenía razón. Durante un rato ninguno de los dos habló, el unico sonido que se podía escuchar era el de las tranquilas aguas del río junto a las que estaban situados.

- no se ... - interrumpió el silencio con voz decaida - no se lo que siento ... estoy confundido ...

Por la forma de hablar del kitsune Sai dedujo que era la primera vez que le contaba esto a alguien y la verdad es que no le extrañaba, el no formaba parte de su vida y había dejado que Naruto liberara su dolor en el sin mencionarlo en ningún momento, como si no hubiera sucedido, de alguna manera en esa situación estaba jugando el papel de psicologo sobre el que el paciente se desahoga. Giro la cabeza hacia el mostrando un signo de interes.

- ... creo que Sasuke es ... es lo que mas me importa ... mas que ser Hokage y ... y no se si eso significa ... bueno, ya sabes ...

- Que estas enamorado de el - confirmó

El rubio permaneció callado durante otro momento, meditando sobre lo que acababa de decir el joven ANBU, antes de volver a hablar.

- El antes no era así ... en realidad se parecía bastante a ti - dijo con una pequeña sonrisa.

Misteriosamente aquello no le sorprendía en absoluto, de alguna manera casi ya se lo esperaba.

- Era algo frio - continuó - pero era muy buena persona ... una vez ... en una misión llego a dar su vida para salvarme ¿sabes?

Sai había leido sobre aquella misión y el acto de sacrifició que casi le cuesta la vida en la ficha del Uchiha. En ese momento no le dió muchas vueltas al tema pero se lo volvió a plantear ¿Que podía significar para un chico que no se ha sentido importante para practicamente nadie que de repente llegara una persona y diera la vida para protegerle?

- La verdad es que tengo algo de miedo ... yo no me voy a rendir ... pero no se si Sasuke va a volver a ser el mismo de antes ...

Su expresión volvió a cargar con la tristeza de antes, por un momento el pelinegro penso que lloraría de nuevo, pero el kitsune le quitó esa idea de la cabeza reprimiendo el sufrimiento que luchaba por salir, encerrando las lagrimas en lo mas profundo de su corazón. La compasión sacudió de nuevo todo el cuerpo del joven ANBU insistiendole para que hiciera algo.

- Yo te acompañaré . trató que su voz sonara estimulante y convencida - conseguiremos traer de vuelta a Sasuke.

Estas palabras lograron que el rubio le contemplara bastante sorprendido.

- Vaya ... si que has cambiado Sai - una sonrisa zorruna adornaba la cara de Naruto.

En ese momento el pelinegro recordó algunos de los calificativos que le dedicaba el rubio cuando no se llevaban tan bien, antes de su "cambio"

- ¿Ya no soy un cabronazo? - preguntó totalmente serio.

Por lo visto el comentario le había resultado cómico al kitsune por que enseguida empezó a reir, aunque Sai no encontraba la gracia, no estaba acostumbrado a las emociones por lo que el humor no le resultaba familiar. A pesar de eso le resultaba agradable ver reir a Naruto comparandolo con su estado anterior, y mas sabiendo que se encontraba mejor gracias a el; la irritable sensación de lastima anterior desapareció como por arte de magia siendo sustituida por un agradable bienestar. Le miró durante unos segundos, ahora parecía un poco mas animado, leyendo sus ojos de nuevo sabía que ahora el rubio confiaba plenamente en el. Naruto había sufrido en lo mas profundo la soledad, por eso cuando alguien le mostraba el mas minimo interés o aprecio el enseguida pasaba a apreciarle, confiaba demasiado rápido en las personas y eso podía llegar a convertirse en una debilidad pensó el joven ANBU, pero en aquel momento le suponía una ventaja para lo que tenía pensado hacer.

Acercó su rostro al del kitsune rapido pero sin precipitarse, sin asustarle pero sin dejarle tiempo para pensar, y le besó.

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