Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Agonizante amor. por Kiasome

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Olaaaaa!!!!!!!!!!!
publique anteriormente este fanfiction con el nombre de tragedia griega, pero este viene 100% mejorado, espero que lo disfruten.

Notas del capitulo: versailles philharmonic quintec no me pertenese asi como tampoco the gazette
Agonizante amor.

El diario de Yuki
Día 1


La primera vez que te conocí lo recuerdo perfectamente ya que es uno de los momentos más valiosos de mi larga existencia. Aquel día o mejor dicho noche, la cual era especialmente obscura y tenebrosa, yo caminaba a mi lugar predilecto a lento paso ya que no tenia prisa y esa noche la quería disfrutar. En mi camino me llego un sutil aroma sin embargo me enardeció a tal punto que todos mis pensamientos se me olvidaron por completo.
Seguí tu esencia con desesperación, no me fije ni en calles ni pasajes, solo en aquel olor que me enloquecía mas a cada paso que daba.

Cuando llegue a mi desconocido destino te vi a ti, eras hermosamente humano, la luz de la luna, hacia ver tu piel pálida, con un color índigo, tus ojos eran negros, se podía apreciar aun en la obscuridad, eran rasgado, como los míos, pero mas grandes, tus mejillas tenían un hermoso color rosa. Tus cabellos eran negros, cortos y se encontraban ligeramente desordenados, eras alto, sin embargo eras mas bajo que yo.

Te vi siendo acosado por 2 hombres de aspecto terrorífico, sin embargo no más que yo. Ellos te causaban pavor, lo sabia por que tu cuerpo temblaba escandalosamente. Eso me enojo de sobremanera, tu eras MIO, tu olor me llamaba a MI y aquellos hombres solo eran unos renacuajos que tuvieron la fortuna de cruzarse en mi camino. Me fui acercando lentamente para intentar controlar mi furia, no quería asustarte, sin embargo no pude, era mucho más fuerte que yo, tanto que quebró los vidrio de los faros, aunque tú no te percataste ya que estabas tan asustado, que aquel estruendoso sonido se unía con el entorno, dándole un toque mas terrorífico al ambiente.

Ambos al verme me miraron con furia, miedo y desafío, al cual yo respondí mirándolos de forma altanera, enrojecieron sus miradas y me di cuenta que eran como yo, vampiros sedientos por tu sangre.

Se acercaron dispuesto a matarme a sangre fría, pero eran novatos comparados conmigo, sus movimientos eran lentos comparados con los míos. Sin perder tiempo me posicione detrás de uno de ellos, con un suave pero fuerte movimiento quebré su cuellos sin contemplaciones, los huesos de los vampiros eran tan fuertes como los diamantes, sin embargo, nada para mi. El segundo intento hacer lo mismo conmigo, pero antes de que siquiera rozará mi cuello tome la primera extremidad que toque y la torcí. Mientra gritaba y se retorcía en el suelo tome su cuello con brusquedad, lo mire con todo el odio de mis ojos y le gire con un suave movimiento.

Cuando me vi libre de esas molestias, me acerque a ti, para reclamar mi premio, pero por alguna razón, cuando vi tu aterrado rostro supe que por mas que lo intentara no podría hacerlo y me aleje de ti. Me devolví por donde venia con lentitud pero un seco golpe hizo que me girara para observar que era lo que había caído. Eras tú, tu cuerpo había colapsado al sentir el alivio que te inundo al verte libre de aquellos sanguinarios vampiros. Te tome en mis brazos disfrutando de tu peso (no pesabas nada). Estabas desmayado.

Día 2 (medianoche)

Mientras descansabas en mis brazos, salte de tejado en tejado hasta llegar a una casa muy alejada de la civilización, tenía 2 pisos y era de estilo occidental y se encontraba frente a una montaña la cual era constantemente visitada por ingenuos turistas los cuales servían para mi alimentación. Entre a aquella vivienda la cual consideraba mi hogar, camine por un largo pasillo hasta una escalera, donde se podían observar varias puertas cerradas, las cuales jamás se abrieron, la cocina, el comedor y el baño. La única que utilizaba era la sala de estar. Subí las escaleras y te deje en una gran habitación la cual estaba pintada de color blanco, había una pequeña ventana la cual estaba cubierta por una cortina de fina seda negra lo que no permitía que siquiera un solo rayo de sol penetrara en aquel lugar. Una gran cama, te deje debajo de la colcha que se encontraba abajo del caro cubrecamas, el cual era de terciopelo negro. Cerré la puerta la cual no evito que tu delicioso aroma inundara mi hogar. Me fui a la sala esperando que amaneciera para irme de aquel lugar, que antes me protegía de tantos tormentos y ahora me torturaba. Los segundos pasaron lentamente, apenas vi un estibo de luz entre las cortina, Salí disparado, camine hasta Warner Music Japan a lento paso, quedaba muy lejos de mi hogar, sin embargo, a mi no me importaba ya que los físico para mi era demasiado fácil.

Día 2 (de mañana)

Cuando llegue no había nadie, salvo la vieja secretaria, la cual ni siquiera se molesto en mirarme. Entre a la sala de ensayo y me puse a hojear unas revistas de interés publico que siempre se encontraba en cima de la mesa de centro, mientras me sentaba en el cómodo sillón de la sala del extremo izquierdo. Un articulo llamo mi atención y sin darme cuenta llego nuestro vocalista, lo supe por que su olor inundo el lugar. Me saludo muy animado y empezó a entablar una conversación a lo que yo respondía un escueto “si, no, por que, cuando” se canso de tratar conmigo y se fue a sentar al sillón del extremo derecho imitándome, yo como siempre le reste importancia al hecho anterior y seguí en lo mío. Luego llego nuestro guitarrista primero el cual solo me saludo con una seña desde su lugar, junto a Kamijo. Luego llego Jamine You el cual me saludo con un efusivo abraso, antes de irse con los demás. Al final llego Teru disculpándose con todos por llegar tarde.

Empezamos a practicar el repertorio que tocaríamos en Hokkaido en nuestro concierto. Cuando termine ordene mis implementos y me fui de los primero despidiéndome de todos con una seña. Soportaba a duras penas el olor de mis compañeros, sin embargo era mi prueba de voluntad personal, hace tiempo había decidido que viviría así, y no me arrepentía ya que podía vivir una vida casi normal con los humanos.

Día 2 (en la tarde)

Llegue a mi apartado hogar, olfateé el ambiente para averiguar si todavía te encontrabas allí, aunque lo dudaba, pero efectivamente, todavía te encontrabas en aquel apartado lugar, con un sediento vampiro, y poniendo sin saberlo en peligro tu vida. Con cautela subí las escaleras, intentaría, por segunda vez, beberme tu sangre, ya que desde hacia 2 días que no me alimentaba, lo cual para un vampiro era un record. Entre a mi habitación, en donde tu tiernamente reposabas, no podía, si te mataba, algo me decía que me arrepentiría por siempre. Para encontrar alivio, mordí mi brazo, el cual sangro en abundancia, cayendo una gota, en tus rosadas mejillas. El frío liquido te despertó, abriste tus negros ojos lentamente, al verme, instantáneamente te sonrojaste, me aleje de ti, tu me miraste intensamente, sin embargo, en un momento tu mirada adquirió un toque de horror, seguramente te acordaste del horrible suceso, en el que ambos fuimos protagonistas, te levantaste de la cama y te acercaste a mi, empezaste a analizar mi herida pero sin tocarla, pensando en que sufría.

- esa herida se ve fea ¿tienes vendas y desinfectante?- me preguntaste con una dulce voz cargada de preocupación.

Yo me extrañe, ya que a nadie le había preocupado verme sangrar, nunca en mi vida, ni siquiera cuando era un humano. Yo asentí sin hablar, mi presencia te debía causar miedo ya que yo despertaba la alarma del miedo en los seres vivos, hasta de las plantas, las cuales al estar ante mi, preferían morir ante de soportarme. Llegamos a nuestro destino, donde te indique con mi brazo sano, el estante en donde se encontraba el botiquín. Este lo tenia como anzuelo para mis presas, ya que siempre hería a mis victimas, las cuales no me veían, y me hacia pasar por un joven que caminaba por esos lahares, luego veía su herida y decía que en mi casa tenia un botiquín, y los guiaba hasta mi hogar en donde después de curarse, los mataba.

Tú me curabas con devoción, aprovechando cada oportunidad que tenias para tocar mi fría piel, esparcías el alcohol, el cual era como agua sobre la herida, no sentía nada. Cada expresión de dolor que mostré fue inútilmente fingida, ya que al sentir mi piel, creo que debiste darte cuenta de algo extraño.
Creo que la curación duro mas de lo necesario, sin embargo, disfrute tu cercanía, cuando terminaste, yo revise le herida con escepticismo y te di un gracias, con el cual tu quedaste embobado.

Nos quedamos viendo largos minutos, en los cuales yo te contemplaba con intensidad, eras lo mas hermoso que había visto en mi vida, incluso mas que Sofía, mi esposa, la cual murió junto con nuestro primogénito. Cuando te diste cuenta de la intensidad de tu mirada, la apartaste de mí, y un furioso rojo tiño tu cara. Salimos de la habitación, en donde me dirigí a un bar, el cual se encontraba en la sala de estar, y yo educadamente te ofrecí vino o refrescos, tu te negaste cortésmente, me serví una copa de vino, tratando de sentir su sabor, lo cual era inútil, pero me gustaba hacerlo, intentarlo, me hacia sentir un poco mas humano, mas imperfecto, lo que yo exactamente necesitaba. Te sentías algo confundido, lo supe por tu mirada, sin embargo, ninguna palabra salio de tu boca.

-te quiero conocer mas- soltaste de repente, mientras bajabas la mirada avergonzado- perdón yo…
-no te conviene conocerme- te aconseje- sin embargo puedes hacer lo que quieras.

Mes 3

Desde ese día, empezaste a frecuentar mi casa, la cual se encontraba invadida por tu aroma, nos empezamos a conocer, me di cuenta de que eras bipolar, tu personalidad tímida, y tu personalidad mandona, a menudo me gustaba hacerte enojar, eras baterista de un diario estadounidense, perdón, de una banda llamada the gazette.
Te gustaba cocinar, y a menudo lo hacías aquí, siempre me encargue de comprar todos los ingredientes que tu ocuparías, para tus preparaciones, las cuales para mi mala suerte, jamás pude saborear. Que ahora pasaras más tiempo conmigo, no significaba que no te quisiera matar, sino que cada vez lo deseaba más. Quería sentir mis filosos colmillos penetrando en tu suave y tersa piel de tu cuello, y sentir tu dulce sangre invadir mi boca. Sin embargo no podía, y eso causaba que empezara a obsesionarme contigo, haciendo que ninguna otra sangre me satisfaciera, por lo cual deje de alimentarme. Me di cuenta, días después, de que la razón por la que no podía matarte era que te amaba, de que te había amado desde que te conocí, y de que por eso te había mantenido con vida.

Sin embargo, también te odiaba de la misma forma, ya que me hacías sufrir, constantes ataques de locura, los cuales, por suerte me daban en la noche, en la intimidad de mi hogar, en donde gritaba y rompía, todos mis costosos muebles, los cuales reemplazaba en la misma mañana. Mi cuerpo estaba siendo invadido por un dolor muy intenso, mi piel tenia aspecto cadavérico, lo cual te causaba preocupación, y siempre te asegurabas de dejarme una buena cantidad de comida, sin embargo, no sacaba nada con comerla si ni siquiera podía sentir su sabor.

Pero delante tuyo, jamás mostré desesperación o ansiedad, me mantenía frío y calmado, oculte muy bien mis emociones, ya que tu jamás notaste el amor que sentía por ti.

Sin embargo un día te encontré con una carpeta, la cual adentro tenia el certificado de venta de la casa, que para mi suerte tenia mi nombre, esa casa tenia más de 100 años.

- ¿Por qué revisas mis cosas?- te pregunte tratando de sonar tranquilo para no asustarte.
- Yo… lo siento
- Miraste adentro- te pregunte comprensivamente, era normal, que sintieras curiosidad hacia mi
- Si- me respondiste- y también la foto que te envío tu madre- yo quede en shock, ya que esa foto era de 1893 y yo salía exactamente igual, excepto por la vestimenta.
- Entonces lárgate- te ordene- y no le cuentes a nadie si sabes lo que te conviene- te amenacé, ya que por mas que quisiera, jamás podría dañarte, me estaría matando a mi mismo.
- ¡NO!- gritaste con desesperación- no le diré a nadie! Lo juro! Pero por favor no me pidas que me aleje de ti ¡te amo demasiado como para hacerlo!.- al decir lo ultimo, tapaste tu boca y me miraste asustado- perdón… no debí decir eso- empezaste a llorar- ahora si no te voy a poder ver mas.
- Soy un vampiro, te deseo, deseo tu sangre, deseo matarte- quería que te asustaras y te fueras, me alegraba ser correspondido, sin embargo, te amaba y odiaba al mismo tiempo, estabas inseguro a mi lado.
- Si tanto la deseas, tómala, seré feliz de estar contigo de alguna manera.

Te abrace por la espalda, sentí el delicado rose de tu piel, acerque mis colmillos, una parte de mi me decía, “¡toma su sangre!” “se esta ofreciendo voluntariamente” al hacer eso, tu instantáneamente soltaste un gemido de placer, sin embargo, bese tu cuello, y mis filosos colmillos, fueron reemplazados por el frío rose de mis labios.

En ese mismo momento jure protegerte con todas mis fuerzas, y esforzarme por no verte triste. Tú te paraste de puntillas y me besaste, en un beso lento y delicado, yo seguí ese ritmo, no quería dañarte, ya que la locura y frenesí se apodero de mí, me aleje, apenas sentí que perdía el control de mi mismo y tú me miraste confundido.

- ¿tan mal beso?- me preguntaste avergonzado y dolido.
- No, claro que no- te dije una vez me hube recuperado completamente- solo que es la primera vez que beso a un hombre- mentí, no era por eso, pero lo dije por que no quería que te sintieras culpable del dolor que me causabas.
- Ah… claro, lo cierto que para mi también es la primera vez- me confesaste avergonzado.
- Si? Entonces ambos somos principiantes- sonreí y ambos nos largamos a reír.

Seguramente quien nos viera pensaría que no teníamos preocupaciones, que éramos lo suficientemente fuertes para afrontar este amor prohibido frente a la gente (moralmente hablando, ya que nadie sospechaba que yo era un vampiro)y que lo mas valioso que teníamos era el amor.


Mes 2, 3, 4, 5….. 12, 13.

Pero al hacernos pareja yo firme una sentencia de muerte, no podíamos estar juntos, era tan irracional como ver a una oveja siendo protegida por un león hambriento en pleno desierto. Era mas que obvio que uno de los dos debía morir para sobrevivir, y al igual era mas que evidente quien tenia mas probabilidades de sobrevivir, si el león moría, la oveja moriría unos pocos días después sin el alimento necesario, sin embargo si el león se comía a la oveja, tendría las suficientes fuerzas para salir de ese desierto. Sin embargo disfrutaría el tiempo que nos quedaba a tu lado, y a pesar de que yo era el león y tu la oveja, yo prefería morir, por que tu eras demasiado importante en mi mundo para permitirme el dolor de perderte. Por que se que si sacio mi sed de ti, muy pronto no tendrías las fuerzas para seguir en este mundo y terminaría de la misma manera en la que estoy ahora.

Noche tras noche grite tu Nombre con todas mis fuerzas, noche tras noche pateé y rompí cosas. Noche tras noche sentí un inmenso dolor en mis huesos y corazón, noche tras noche un poco de vida se iba de mi. Sin embargo fueron los momentos más felices de mi vida, tenía una persona que amaba, tenia una persona que me amaba y no se horrorizaba de mí, sin duda habías sido creado para ser mi purgatorio y mi cielo, todo en uno. Dios sinceramente era muy ahorrativo.

Pero cuando estábamos juntos, parecía, que todas mis dolencias físicas desaparecían, debía ser el poder del amor.

Una noche, tú quisiste experimentar, que era lo que se sentía hacer el amor. Sinceramente yo también quería sentirlo, pero dudaba de mi autocontrol, sobretodo si se trataba de ti. Siempre me negué, te dije que no era necesario, que el contacto físico que teníamos era suficiente, siempre fui egoísta, y se que tu pensabas lo mismo, pero lo hacia por tu bien, por que quería pasar el resto de mi vida con tu sonrisa. Sin embargo tú seguías insistiendo.

- es normal que dos personas que se aman hagan el amor- me dijiste.
- Cierto es normal, pero cuando ambos son humanos, no cuando uno de los conyugues es un vampiro asesinó!- te manifesté.
- No va a pasar nada!, tu no eres un vampiro asesinó, se que no me lastimaras, por que me amas tanto como yo a ti – me replicaste tranquilamente.
- por que te amo no quiero hacerte daño, no soportaría siquiera hacerte un rasguño- quería que entendieras mi preocupación.
- No me harás nada, confía en mí.

Esa noche finalmente fuiste mío, te bese delicadamente los labios, eran suaves y dulces, te tome entre mis brazos y fuimos a mi habitación, te saque la camisa con rudeza, la rompí, necesitaba ver tu piel expuesta con desesperación. Cuando te vi desnudo por primera vez, pensé que eras un ángel y que yo era un miserable esclavo que no merecía verte siquiera. Apartaste esos pensamientos de mi cabeza, acercándote a mí y besándome delicadamente, eras tan suave, tan frágil, tan puro, que temía mancharte con mi miserable existencia, pero seguí, ya que así tú lo querías. Lamí cada parte de tu cuerpo, eras delicioso, a pesar de que yo no tenía papilas gustativas, tu cuerpo me supo a gloria, te toque con libido, del cual ni yo mismo sabía que existía, sin embargo, tú bien sabias que en mis caricias no había solamente lujuria, sino el amor que yo siempre te profesaba. En un momento me desenfrene y te comencé a besar con pasión, ahogándote, sin embargo no me apartaste y trataste de responderme con la misma intensidad. Aumente el ritmo de mis carisias y con mi boca ahogue tus deliciosos gemidos, los cuales me excitaban más, si era posible. Con todas mis fuerzas trate de serenarme, ya que si no lo hacia podía matarte, finalmente lo logre, bese tu cuello y lo lamí, me tuve que contentar con sentir el sabor de tu piel solamente, aquello era una tortura, una deliciosa tortura.

Te mire a los ojos, en ellos vi miedo, curiosidad, deseo y amor por mi.

Trate de ser delicado, sin embargo, yo al igual que tu era primerizo en este tipo de relaciones, solo me había guiado por mi instinto. Entre en ti con toda la delicadeza posible, pero no pudiste evitar gemir de dolor, aquello no había sido buena idea, ya que tu estabas sangrando, intente salirme de ti y alejarme, sin embargo, clavaste tus uñas en mi espalda evitando que me escapara.

-no pasa nada- me dijiste con los ojos llenos de lágrimas- la primera vez siempre duele.

Me moví a ritmo lento y calmado, tu lanzabas gemidos de placer a cada momento, aquello era el cielo, entraba y salía de ti, y no podía evitar gemir, aumente mi ritmo considerablemente, tu tenias las mejillas arreboladas, tenias los ojos cerrados y tenias lagrimas en los mismos, tu con un gran gemido de placer te viniste en nuestros vientres y yo 10 minutos después de ti, me vine en tu interior. Te abrace, intentando sentir tu calido cuerpo cerca mío, tu te quedaste dormido en mi pecho y yo acaricie tus cabellos.

No dormí sin embargo descanse como nunca antes, y esa noche no tuve mis ataques.

Cuando te despertaste, me miraste con tus luceros brillosos, llenos de felicidad.

- Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida- me confesaste- te amo.

Te lanzaste en cima mío y yo te bese como nunca, quería demostrarte cuanto te amaba, ignore con fuerza mis instintos asesinos, no era el momento.


Hoy

Kai, esta es la despedida, no conozco a un vampiro que allá estado mas de un año sin alimentarse y salir ileso, te amo, mis instintos asesinos los pude dominar sin embargo, mi cuerpo ya no me responde, tengo suerte de que mi mano pueda escribir estas palabras.

Fui feliz mientras estuvimos juntos, me gustaría ser humano y envejecer junto a ti, sin embargo mi destino es perecer, se que sufrirás, por que cometí el terrible error de enamorarme de mi comida.

Pero no me arrepiento, gracias a ti pude conocer el verdadero amor, pude sentir sensaciones, y sentirme nuevamente humano. A pesar de que sufrí, fui feliz a tu lado, y espero sinceramente que después de esto puedas rehacer tu vida. Quiero que conozcas todas la sensaciones que sentí al conocerte, pero no para que te sientas culpable, ya que tu jamás tendrás la culpa de nada, sino para que entiendas que yo jamás te hubiera dañado y que incluso luche conmigo mismo para protegerte, que entiendas la profundidad de mi amor.

Ya no puedo escribir mas, quisiera decirte muchas palabras pero mi fuerza se agota.
Te amo y te amare por siempre.
Mi corazón y mi alma siempre serán tuyos.
Con todo el amor que siento hacia ti
Yuki, el único que te ama.


El joven pelinegro azoto la puerta de aquella casa, y se encontró con Teru el guitarrista y amigo, el único que sabia el secreto que Yuki guardaba tan celosamente. Había recibido una llamada en su trabajo mientras ensayaba, Teru le había dicho “Yuki te necesita” y aquello había bastado para que el responsable batero abandonara la compañía en ese mismo segundo sin decirle una palabra a nadie. Sabía que lo regañarían, mas no le importaba. El hermoso vampiro era su vida, sabía que él no se encontraba bien, sin embargo jamás imagino la razón. Vio a su amado pálido y acostado en el sillón de la sala.

Se acerco con preocupación, y al tomarle la mano supo en ese mismo momento que Yuki lo dejaría, desesperado ofreció su sangre, era todo lo que su vida necesitaba para vivir, sin embargo con la nula fuerza que le quedaba se negó y lo llevo a su pecho.

- te… am… amo- le dijo con ultimo suspiro, liberándolo de ese débil abraso.

- Yuki… YUKI!!!!!!!!- grito con toda la fuerza de su pecho. Lo movió frenéticamente pero con horror observo como el hermoso cuerpo de su adonis se convertía en polvo.

- NO!!!!!!!!!!!!!!- grito mientras se desvanecía.

Despertó en un lugar que el muy bien conocía, sin embargo, miro hacia todas direcciones para ver si su amante estaba con el, y si lo que había vivido eran solamente horribles pesadillas que vagaban en su interior. Pero vio a Aoi, su segundo guitarrista quien lo veía como si sintiera pena por el.

Sin pensar, ni razonar, le grito que se fuera, que lo odiaba, que odiaba a todo el mundo. Y se encerró en su cuarto. No salio en toda una semana, ni siquiera para comer. Se mantuvo alejado del mundo exterior y se lo paso acostado. No lloraba, no reía, no mostraba ninguna expresión y era escalofriante ver a su líder así.

Así que los chicos de gazette, decidieron sacarlo de ese lugar, aunque fuera a la fuerza. Sin embargo cuando entraron a la habitación se encontraron con la macabra escena de Kai, con las venas abiertas, en el piso, Kai estaba muerto. O por lo menos eso pensaron todos los expectantes. Aoi se atrevió a tocarlo y vio que a pesar de que era débil, todavía tenía pulso. Llamaron a una ambulancia, y con rapidez hicieron un torniquete en las muñecas de Kai.

El batero milagrosamente se pudo estabilizar, sin embargo, el medico dijo que había sido un milagro que Kai siguiera con vida por toda la sangra que había perdido. A Kai le diagnosticaron un grave estado depresivo, y anemia severa. Estuvo en tratamiento, se recupero, y entendió que debía vivir, ya que así Yuki lo quería.

Luego de varios meses, Kai volvió a la casa de su amado, la encontró tal cual, eso si que cubierta de polvo. Encontró en la habitación de Yuki, en la cama, en donde se habían demostrado su amor, un diario muy antiguo.

Leyó las aventuras que Yuki había pasado, los temores, la soledad, la felicidad que había sido para el saber que iba ser padre, y la tristeza que había experimentado al perder a los 2 seres que más amaba, de cómo se había convertido en vampiro. Del horror que sintió la primera vez que tuvo que matar para comer, de la agonía que sentía, cada vez que mataba a gente para vivir, y como al final se fue acostumbrando a ese dolor y como poco a poco se fue trasformando en satisfacción, de los sentimientos que sintió la primera vez que lo vio, y la tortura que sentía cada vez que lo tenia cerca, las ganas que tenia de matarlo y al mismo tiempo de protegerlo, el amor que le profesaba, esa vez que se entregaron mutuamente, y la tristeza que sintió al saber que ya no iban a estar juntos nunca mas.

Kai pov

No lo pude soportar más y llore. Aquello no era justo. Había mujeres que se casaban con hombres por dinero, hombres que estaban con mujeres, u otros hombres solamente por sexo, y nosotros que verdaderamente nos habíamos amado tanto, no estábamos juntos, aquello no era justo.

Las lágrimas se deslizaban por mi cara al mismo tiempo que caminaba con el diario apretado en mi pecho por la casa. No iba amar a nadie más que a ti, tú fuiste el único que me demostró que me amaba, y no por dinero o por fama, fuiste el único que hizo ese sacrificio tan grande cuando yo lo ignoraba. Seguramente iba a rehacer mi vida, sin embargo, a nadie iba amar tanto como a ti.


(Kai)

Camine por la noche
Sin un lugar fijo a donde ir
Espere tu llegar
Vi pasar varias personas

Quería estar contigo
En este frío mundo
Quiero sentir la calidez de tu vida.


(Yuki)

Soñé varias noches
Que la luna dejaba de ser solitaria
Llegue a tener esa ilusión
Sin embargo era tan imposible
Como si yo mismo dejara de estar solo.
Notas finales: espero que les haya gustado, comenten, (por favor)
bueno eso
cuidense y acuerdense de dejar rewien

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).