- “dobe, me perteneces” – aquellas palabras y aquella estúpida sonrisa de superioridad que le había dado el Uchiha daban vueltas pos su mente desde el día anterior, cuando, inesperadamente, mientras se duchaba tras la clase de educación física, Sasuke lo acorraló.
- maldito teme... – susurró cabreado mientras miraba por la ventana.
- ¿me llamabas, dobe? – ahí estaba él, el ser que había andado por su cabeza durante todo el maldito día de ayer y toda la maldita mañana.
- ya quisieras. – responde aún sin mirarlo de frente.
- bastante que tu me deseas. - susurra sensual cerca de su oído.
- ¡p-pero que idioteces dices! – sonrojado cobre su oreja y voltea a ver al Uchiha claramente alterado.
Satisfecho con la reacción del rubio, Sasuke, sonríe prepotentemente.
- es la verdad, ya te lo dije, tú me perteneces. – antes que Naruto pueda dar una respuesta, luego de sus sonrojo, la campana le interrumpió y más la entrada del profesor al aula.
- Buenos días clase – saludó el profesor. – hoy estamos un poco apretados con el horario así que empecemos de una vez, abran por favor su libro de textos en la página 65. – tras estas primera sindicaciones el profesor simplemente empezó a dictar su clase.
- ¡Naruto! – llamó la atención al rubio que se encontraba plácidamente dormido sobre su pupitre.
- ¿eh? ¿¡Si profesor!? – sorprendido, Naruto, se levantó de su asiento, aún algo adormecido.
Por su acción todos los demás compañeros de su clase empezaron a reírse, cosa que avergonzó un tanto al rubio.
- por favor, haga el favor de no dormir en la clase -
- si, Iruka-sensei – responde volviendo a tomar asiento.
- ¿qué estabas soñando, Naruto? Se te veía una carita... -
- cállate teme -
- debió haber sido algo muy placentero. – siguió hablando Uchiha.
- que te calles. – habló en un tono un tanto más alto.
- ¿Pasa algo, Naruto? – rayos, el profesor lo había escuchado.
- No, no es nada Iruka-sensei –
- bien, no te distraigas. - haciendo caso omiso, por esta vez, prosiguió dictando la clase.
- ¿por qué mientes, dobe? Claro que es algo. -
- ¿qué dices teme? -
- ya dime, ¿con quién soñabas? -
- no es nada que te importe -
- claro que me importa, dime ¿en qué piensas? -
Naruto decidió ignorar al azabache y hacer algo que nunca antes en la vida había siquiera intentado: prestar atención a la clase.
Al notar que Naruto lo ignoraba, Sasuke se molestó un poco.
- o es que estabas pensando en mí y por eso no me lo quieres decir – esto último lo susurró de una forma sensual, de tal manera que solo Naruto lo escuche.
- ¿pero qué dices? – nuevamente sonrojado, Naruto lo vio con molestia. - ¿y a ti que te importa en lo que esté pensando? -
- es importante par aun amo saber qué es lo que su mascota quiere para poder atenderla -
Eso fue la gota que derramó el vaso, primero aparece de la nada diciendo que le pertenecía y ¿¡ahora decía que era su mascota!? Eso si Naruto Uzumaki no lo permitiría, pero ya tenía demasiados problemas con la escuela y no quería molesta más a Iruka-sensei, por lo que decidió contar hasta diez y alejarse lo más que pueda el Uchiha.
- eres un maldito. – le dijo conteniendo sus ganas de gritar.
Sasuke sonrió de medio lado, burlonamente. Ya no pensaba hablar más con su rubio, simplemente se apegó más a él, irrumpiendo en su espacio personal.
- ¿pero qué haces, teme? -
- solo presto atención a la clase, y si no te molesta me estás distrayendo. -
Aunque el Uchiha no hubiera hecho mucho, por dentro el Uzumaki estaba muy molesto, no podía decirse furioso pero si enojado.
¿cómo es que de un día para otro el Uchiha había cambiado su actitud? Un momento, no podía ser, pero que idiota que era, claro, ¡él lo sabía! Y quería arruinarle eso también. A no, eso sí que no, Naruto no lo permitiría.
- Iruka-sensei – llamó a su profesor mientras alzaba el brazo.
- si, dime Naruto. – dirige su vista hacia el Uzumaki, al igual que Sasuke.
- ¿puedo ir a la enfermería? No me estoy sintiendo muy bien. – puso su mejor cara de enfermo sufrido.
- claro, ve. – le dice claramente preocupado. En su interior, Naruto, se regocijaba por su gran actuación.
Naruto se levantó de su asiento y lentamente fue caminando hacia la salida hasta que...
- Sasuke, acompaña a tu compañero por favor. – ordenó al profesor a su compañero que se encontraba sentado a su lado.
- si... – con parsimonia el azabache se levantó de su asiento.
Ahí si el Uzumaki se puso azul de verdad, no esperaba que las cosas se desenvolvieran de tal manera.
Sasuke caminó hacia su compañero para tomarlo del brazo.
- anda, vamos. – ordenó mientras lo jalaba fuera del aula.
Una vez en los pasillos Sasuke soltó a Naruto del brazo y lo miró fijamente.
- gran actuación, dobe, ahora estamos solos los dos. – son una sonrisa prepotente se acerca lentamente al rubio acorralándolo contra la pared.
- ¿qu-qué te pasa, teme? – pregunta claramente nervioso.
- a mi no me pasa nada, ¿qué es l oque te pasa a ti? – ahora su tono era diferente, era mucho más serio. Apegó sus cuerpos más.
- ¿ a qué te refieres? -
- Siendo que me perteneces, ¿cómo te atreves a revolcarte con otro? – tras terminar de pronuncias la última palabra, Sasuke muerde el cuello de Naruto, ocasionando un leve gemido. Ante esta reacción el Uchiha sonrió triunfantemente.
- ¿lo ves? Ti eres mío, no tienes ningún permiso de andar con nadie más. -
- en primer lugar no te pertenezco, no soy ningún tipo de mascota ¡ya déjame en paz! – respondió Naruto con el rostro completamente sonrojado y su mirada en el suelo.
Nuevamente el Uchiha se sintió satisfecho ante la reacción del rubio.
- además no tienes ningún derecho para decidir con quién ando o no, yo ando con quien yo quiera -
- ahí tienes un punto. – susurró.
- ¿eh? -
- acabas de decir que andas con cualquiera, así que ese sujeto es un cualquiera – esto lo dijo con su usual tono de superioridad. – ya déjate de juguetes baratos y vuelve con tu amo. – dice, para, finalmente, sellar u labios con los propios. Naruto no hizo más que dejarse llevar por esa sensual y agradable caricia, el beso cada ves se hacía más profundo, hasta que por falta de aire tuvieron que separarse.
- eres delicioso, dobe. – se relame los labios.
- no creas que con un besos ya me tienes -
- ¿eso crees? – con un tono y sonrisa sensuales.
- maldito, aléjate de mí. – aún con sus mejillas sonrojadas, empuja a Sasuke alejando su cuerpo del propio. – te odio maldito. -
- eso ni tú te lo crees... – otra vez con eso, como lo detestaba.
- no me molestes más, soy feliz con Gaara. – con aquello dio por finalizado aquel encuentro. Separó por completo al Uchiha de sí y sin decir nasa más se retiró.
Uchiha solo se quedó viendo como se alejaba su Naruto.
- no creas que me quedaré sin hacer nada, dobe. Te arrebataré de sus brazos – sonríe prepotente.
Ese mismo día, al término de clases, Naruto no se veía muy animado.
- ¿qué pasa, Naru? – le pregunta su amigo y novio.
- No es nada, solo Sasuke molestado otra vez. – suspiró.
- Ese idiota, ¿dónde está? La próxima vez que te moleste solo dímelo. – Cabreado voltea a ver en todas direcciones.
- ya no importa. – dice sonriendo, después de todo si sentía algo especial por el bastardo Uchiha, pero estaba enamorado de Gaara. Tomó la mano de su novio y depositó un dulce beso sobre sus labios.
sorprendido Gaara voltea a ver a su novio.
- pensé que aún querías mantener lo nuestro en secreto por un tiempo más -
- si, pero ya no importa, los rumores pasan muy rápido y ya todo saben, de todas maneras. – soltó un ultimo suspiro antes de seguir caminando de la mano de su novio.
Desde el último piso del edificio del colegio, unos ojos negros observaban a aquella pareja que se alejaba.
- Muy tarde tuve que enterarme, maldito dobe, lograré que solo pienses en mí... aunque haya perdido esta batalla, la guerra aún no termina. – y cabreado tras ver a la feliz pareja y con su orgullo destrozado por haber perdido contra Gaara, Sasuke también emprende camino hacia su casa.
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